La metamorfosis de Narciso. Salvador Dalí. |
Narciso no era bello ni hermoso.
Lo embriagó su propia pequeñez,
su rostro en el otro rostro.
No halló la paradoja,
la secreta lámpara,
los jaspes,
el centro de luz entre sus cejas.
No tuvo por dentro un auriga,
ni la espada para vencer al tigre,
ni bebió de la tórrida, altiva respiración de los dragones.
Lo hallé muerto,
como las flores remotas que desconocen su origen
y su aroma
El eco no lo pudo salvar
de la muerte
de la embriaguez,
de su oscura bastardía.
Mía Gallegos
6 comentarios:
por lo menos alguien se acordó de él, y ha tenido que ser un alma como la tuya. un saludo.
Gracias Antonioe por tus palabras, ya he visto en tu blog que tienes un alma sensible, tus poemas son de una belleza exquisita, las iré leyendo.
Besos
Inma, lee una este poema y no puede por menos pensar: ya me hubiera gustado escribirlo!!!
Bueno, al menos se goza :D
Qué pedazo poema!!!
Besos guapa, disfruta
Pero Verónica, si tú escribes poemas de una grandeza infinita, siempre te digo que cada vez que te leo, la carne de gallina.
El tema de Narciso siempre me atrapó, ya le hice varios enlaces, no sé si será por encontrarme en mi vida a tantos parecidos, podría ser.
Muchos besos guapa
Gracias a ti, por tu compañía, por tus palabras hacia esta humilde escribiente.
También te topas con Narcisos???
Son plaga!!!
Besos ***
¡¡Tú vales mucho guapa!! Me encantaría tener esa sensibilidad y poder escribir tus lindezas.
En mi vida sí me topé con Narcisos, muy narcisos además, pero el amor tiene una etapa ciega, y yo siempre he sido cegata perdida..
Besoss guapa!!
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