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jueves, 24 de noviembre de 2016

HENRI TOULOUSE-LAUTREC - FIGURA FASCINANTE QUE LIBERÓ AL MUNDO CON SUS PINTURAS

Henri de Toulouse-Lautrec (24 noviembre 1864 hasta 9 septiembre 1901) fue un pintor francés, grabador, dibujante e ilustrador, cuya inmersión en la vida decadente y de teatro de fin de siglo.


Autorretrato del Autor. Fecha desconocida


Hijo de un matrimonio entre dos primos hermanos de una familia aristócrata, costumbre ésta de la endogamia, practicada con asiduidad para evitar la disgregación del patrimonio y que posiblemente fue la causa de la muerte del hermano menor de Henri y de que él mismo fuera un chico enfermizo y débil.


Cuando tenía diez años comenzó a desarrollar una enfermedad que le afectaba los huesos. La enfermedad que padecía Henri era totalmente desconocida en el siglo XIX, la picnodisostosis, un desorden genético provocado por la consanguinidad de los padres que afecta al desarrollo de los huesos. 









Toulouse-Lautrec por su tara física, se consideraba excluido del mundo aristocrático y burgués; la repugnancia por la vida y las enfermedades le hacían buscar refugio entre los explotados y los marginados.

Con sus pinturas mostraba los aspectos más ocultos de una civilización burguesa, que se daba al vicio únicamente en ciertos lugares.

Sus obras contrastan con los cuadros de los pintores académicos y simbolistas de la época.




La devoción: Las dos amigas

La devoción: Las dos amigas


" Imagínate, cuando uno ve cómo se aman ¿qué ve uno? Técnica de la ternura... " (Toulouse-Lautrec)



La devoción: Las dos amigas

En la cama I

En la cama II

Un beso en la cama


Desde niño siempre mostró interés por el arte, cantaba todo el día, estudiaba inglés y latín y demostraba mucha afición por el dibujo, así que sus padres le pusieron un profesor particular, años más tarde se inscribiría en una academia de arte del pintor Fernand Cormon, donde conocería a Vincent Van Gogh, pero ésta fue toda su formación no autodidacta. 

Sus padres se separaron cuando Henri tenía diez años, y eso le afectó bastante. Su madre era absorbente y sobreprotectora, y Henri creó un vínculo dependiente con ella. Su padre, el conde, era en cambio un sibarita extravagante, que gustaba de organizar reuniones en las que solía travestirse para ostentar su lujosa y extravagante colección de atuendos.





La cama


Mujer de pelo rojo agachada

Mme Poupoule en Chemise



Mujer poniéndose las medias

La inspección médica

La mujer tatuada


Cuando decidió ser pintor, contó con el apoyo de su tío Charles y de unos pintores amigos de la familia, así que se fue a vivir a París en 1881. Su formación empieza en 1882 con Princeteau, un pintor animalista que le aconseja inscribirse en el estudio del pintor académico Léon Bonnat. Allí se ejercita, sobre todo en la disciplina del dibujo, pero Bonnat clausura sus cursos y Toulouse decide entrar en la academia privada de Cormon en 1883.

Allí coincide con algunos pintores de su edad que intentan desarrollar el legado impresionista, sobre todo con Émile Bernard y Vincent van Gogh, del que hace un retrato y con el que traba gran amistad.





Van Gogh visto por Lautrec


En 1884, Lautrec vivía en el 19 de la Rue Fontaine, como subarrendatario de los Grenier, en la casa contigua en la que hasta 1891 tuvo su taller Edgar Degas, donde le conoció y profesó su admiración. Allí conocerá a Suzane Valadon, la modelo con la que mantiene una relación más duradera y que la llama su ”terrible Marie”. Independiente, bohemia, libertina, mentirosa y bebedora empedernida. Se cuenta que muchas noches, al volver de sus sesiones de trabajo y de divertirse con algunos amigos por las tabernas del viejo Montmartre, encontraba en su puerta un ramito de flores con una nota de Lautrec que decía: ”Vale por unos vasos de absenta”.



Suzane Valadon


Suzane Valadon

Suzane Valadon



Por admiración al pintor, por compasión hacia el “genial gnomo” y por interés puramente material, Valadon enseguida no sólo se convirtió en su modelo, sino especialmente en su amante.

Durante dos años convivió con Lautrec, acompañándole a todas partes. Una relación tempestuosa, llena de alcohol y de mentiras por parte de la modelo, que finalmente se rompió cuando le pidió que se casara con ella, amenazándole con suicidarse si se negaba a hacerlo. Cuando Lautrec descubrió que había sido un falso intento, un engaño más, la dejó para siempre en 1888.




Bailarina sentada


Aunque la estancia en la Rue Fontaine es breve, el contacto con la obra de Degas resulta definitivo para la orientación de su obra.

Por estos años, Toulouse empieza a frecuentar los cabarets y cafés cantantes de París y se familiariza con la bohemia artística polarizada en torno a Montmartre.




El salón de la Rue des Molins



Baile en el Moulin Rouge, 1889 (su obra maestra)

Hombre inglés en el Mouli Rouge


En 1889 se inaugura en París el Moulin Rouge, que expone junto a su puerta una escena de circo pintada por Toulouse. El nombre del pintor y el del cabaret quedarán unidos en el cartel que el primero realiza para el establecimiento en 1891. Ya aparece en él La Goule, su bailarina estelar, cuya figura se reitera en otros cuadros y carteles.



La Goule

La Goule bailando


Todas las grandes estrellas del cabaret y el café concierto en París desde 1890 aparecen en la obra de Lautrec, aunque las más habituales fueron Jane Avril e Yvette Guilbert, a la que consagró un álbum entero de litografías en 1894.






Jane Avril

Yvette Guilbert

Yvette Guilbert


Tampoco hay que olvidar a Aristide Bruant, un cantante de tendencias anarquistas que le introdujo en el mundo de Montmartre y para el que realizó algunos de sus más célebres carteles.




Aristide Bruant

Aristide Bruant



Sus éxitos en Los Veinte de Bruselas le llevan a exponer en el Royal Aquarium de Londres; allí el pintor Whistler, al que conocía de París, le presenta a Oscar Wilde.



Retrato de Oscar Wilde


Ese mismo año inicia su amistad con los hermanos Natanson, fundadores de la Revue Blanche, una revista fundamental para la escena artística parisina de los años del cambio de siglo en la que se dieron a conocer los pintores nabis -Bonnard, Vuillard, Valloton-; Lautrec colaboró en sus páginas y participó en algunas de las exposiciones celebradas en torno a ella. En paralelo a su obra pictórica desarrolla una abundante y excelente producción litográfica, que simultanea con carteles publicitarios y trabajos editoriales.



Por ejemplo en el famoso cartel de La Goulue en el Moulin Rouge:










Para disfrutar de todas sus litografías, entrad en este link:

http://www.udenap.org/tl/tl_001-020.htm






La vida de Henri era una desastre de bohemia, comía y dormía muy poco y estaba casi siempre borracho de absenta, obsesionado con sus dibujos y pinturas, que usaba en muchas ocasiones como moneda de cambio por favores sexuales o simple comida y alojamiento.








De su vida sentimental se sabe que vivió dos años con una mujer que luego intentó (o simuló) suicidarse ante la negativa de Henri de tener un hijo con ella, sus relaciones posteriores se dieron con prostitutas, donde gustaba gozar como voyeur del lesbianismo, costumbre bastante habitual entre bailarinas y prostitutas de esa época, que lo inspiro en obras como la sere de "Las dos amigas".

Una crisis paranoica lo llevo a un intento de suicidio con metileno, que lo dejo internado durante un tiempo. Además se le declaro una sífilis y comenzó una decadencia física que se acentuó pronto, sin embargo su obra seguía creciendo y ganando en intensidad.

En 1897 sufre su primer ataque de delírium trémens, que le lleva a disparar con un revólver contra imaginarias arañas. Las crisis alcohólicas se suceden desde entonces y lo llevarán a ser internado dos años después; para demostrar que no está loco realiza de memoria toda una serie de litografías sobre el circo.













Los dos últimos años de su vida suponen un sorprendente cambio de estilo hacia una paleta más oscura y empastada.

El deterioro progresivo de su salud lo lleva en 1901 al castillo de Malromé, donde queda al cuidado de su madre, que lo acompañó en su lecho de muerte.







Ella fue quien, tras el fallecimiento de su hijo, recopiló buena parte de la obra que hoy se conserva en el Museo Toulouse-Lautrec de Albi. Su amigo y marchante Joytan sería el encargado de organizarlo para su inauguración, en 1922.

Murió en 1901, dos meses antes de cumplir los 37 años.






Poseía un ojo avezado para reproducir la vida tal como se vivía, para él todos son iguales... el intelectual, el caballero de sombrero de copa, el obrero, la chica de servicio, la mujer galante etc.



"He intentado ser veraz y no falsificar ensueños. Tal vez sea un error, pero me es imposible dejar de ver las verrugas; conscientemente las hago más grandes, les agrego pelos desagradables, y les pongo algún pico brillante. No sé si usted pueda controlar su pluma, pero cuando mi lápiz se mueve, tengo que dejarlo correr si no ... ¡plumps! se acabó". (Toulouse-Lautrec)



Fuentes y bibliografía:

http://juanmuro52.wordpress.com/

http://www.toulouse-lautrec-foundation.org/


http://www.telegraph.co.uk/

Y para poder disfrutar de todas sus obras, por series, fechas y estilos, entrad en el link de su fundación http://www.toulouse-lautrec-foundation.org/




*.- Entrada que publiqué en Marzo del 2014 y que actualizo hoy.

miércoles, 10 de agosto de 2011

CLÉO DE MERODE - GIOVANNI BOLDINI

Cléo de Merode - Giovanni Boldini


Giovanni Boldini (1842-1931) fue un pintor italiano que nacido en Ferrara marcha a Florencia para estudiar Bellas Artes en esta ciudad. Con apenas veintidós años ya se codea con la alta aristocracia florentina para la que realizará numerosos trabajos antes de viajar a París y a Londres donde conocerá a Manet, Sisley yDegas. En 1871 se establece ya definitivamente en París donde se especializará en el tema del retrato plasmando a la plural sociedad parisina de finales de siglo y comienzos del siglo XX, la sociedad del denominado periodo de "La Belle Epoque", período que se interrumpirá con el estallido de la 1ª Guerra Mundial.

En ese periodo de "La Belle Epoque" parisina pinta este cuadro en el que retrata en 1901 a la famosa y bella bailarina Cléo de Merode.

Cléo de Merode tiene en esos momentos 26 años y su fama se ha extendido por toda Europa después de haber actuado ya en los principales escenarios como bailarina y dejado grabada su imagen de la que se llegó a considerar la mujer más bella del mundo, una imagen que recorrerá este en forma de tarjetas postales provocando la admiración y el deseo en los que las contemplan. Sus grandes ojos, su negro pelo siempre recogido atrás con un moño, su aire de chica buena, su fama de mujer deseada, forman parte del imaginario que circula en esas tarjetas postales.

Cléo de Merode, primer icono de la fotografía había sido ya fotografiada por esas fechas por Paul Nadar, Leopold Reutlinger y Henri-Pierre Oger convirtiéndola en un icono de la sensualidad.

Cleo de Merode la retratarán también los pintores Edgar Degas, - muchas de sus bailarinas son ella - ,Toulouse Lautrec, Boldini, Manuel Benedito, Francois Flameng, Georges Clarín y József Rippl-Ronai siendo también modelo de los escultores Alexandre Falguiére y Luis de Perinat.

Cleo de Merode no ha pasado a la historia como una gran bailarina, sino como una obra de arte en si misma, como la encarnación de la belleza femenina. Son muchos los hombres que la desearon, entre ellos el pintor Gustav Klimt, el escritor Marcel Proust, el arquitecto vienés Adolf Loos, el magnate Randolh Hearst y se dice que hasta el mismisimo Sha de Persia pero, solamente dos, según sus memorias plasmadas en el libro "Le ballet de ma vie", fueron sus amores, un conde que murió joven y el escultor y diplomático español Luis de Perinat.

Una historia le acompañó a lo largo de su vida y fue el pretendido romance con el rey Leopoldo II de Bélgica del que se dijo que estaba locamente enamorado de ella y con el que mantenía una relación en secreto que ella siempre negó. El chismorreo y la rumorología hicieron que se pusiera al rey Leopoldo el apodo de "Cleopold", y de ella se dijera que se peinaba siempre tapándose las orejas porque se las había cortado el rey por no amarle, bromas que provocaron que Cleo marchase indignada de París durante una larga temporada.

A pesar de la mala fama de cortesanas que acompañaba a las mujeres que actuaban como bailarinas en aquellos años, ella siempre mantuvo su imagen de mujer casta y jamás actuó ligera de ropa en ningún espectáculo. Era ya septuagenaria cuando ganó una demanda en 1950 contra la escritora Simone de Beauvoirque la había tachado de cortesana en su libro "Le deuxième sexe".

Todavía en 1964 se dejó fotografiar con 89 años por el fotográfo Cecil Beaton, exigiéndole antes coquetamente, que las fotos en las que no saliese favorecida se destruyesen. Murió dos años después en Biarritz.

Este cuadro, perteneciente a una colección particular, se puede ver estos días en la exposición que con el título de "Retratos de la Belle Epoque" se exhibe en el antiguo Convento del Carmen (Centro del Carmen) enValencia, junto al retrato que le pintó el valenciano Manuel Benedito en 1910.

En estos momentos hay una bonita exposición en Barcelona, en la Caixa Forum, hasta octubre. Se llama Obras del Periodo Belle Époque – últimas décadas del siglo XIX y primeras del XX - y se reúnen un centenar de artistas, se exhiben obras de Anders Zorn, Édouard Manet, Ramon Casas, Edvard Munch, Pierre Bonnard, Édouard Vuillard, Hermen Anglada Camarasa, Max Oppenheimer, Oskar Kokoschka, Egon Schiele, Max Pechstein y Ernst L. Kirchner, que forman, junto a Giovanni Boldini, John Singer Sargent, Joaquim Sorolla, Valentín A. Serov y Henri de Toulouse-Lautrec, la galaxia del retrato europeo.

Desde el otro lado del cuadro 
http://desdeelotroladodelcuadro.blogspot.com/

martes, 17 de enero de 2012

IBN HAZM DE CÓRDOBA - poema del "Collar de la Paloma" - " Esencia de amor "


“La danza morisca o Las Huríes”, Henri Toulouse-Lautrec 


De "Esencia del amor", poema del collar de la Paloma, Ibn Hazm, considerado como el más bello libro sobre el amor en lengua árabe.


Mi amor por ti, que es eterno por su propia esencia,
ha llegado a su apogeo, y no puede ni menguar ni crecer.
No tiene más causa ni motivo que la voluntad de amar.
¡Dios me libre de que nadie le conozca otro!
Cuando vemos que una cosa tiene su causa en sí misma,
goza de una existencia que no se extingue jamás;
pero si la tiene en algo distinto,
cesará cuando cese la causa de que depende.


* * *

No hay otra causa -¿lo sabes ?- de la victoria sobre los enemigos
ni otro motivo de que huyamos, si nos hacen huir,
que la tendencia de las almas de los hombres todos
hacia ti, ¡oh perla escondida entre las gentes!
Aquellos que te siguen no se perderán jamás,
pues avanzan todos, como viajeros nocturnos, hacia tu excelsa luz,
y aquellos que te preceden sienten que sus almas les hacen torcer el rumbo
hacia ti dócilmente, y todos vuelven sobre sus pasos.

* * *

¿Perteneces al mundo de los ángeles o al de los hombres?
Dímelo, Porque la confusión se burla de mi entendimiento.
Veo una figura humana; pero, si uso de mi razón,
hallo que es tu cuerpo un cuerpo celeste.
¡Bendito sea El que contrapesó el modo de ser de sus criaturas
e hizo que, por naturaleza, fueses maravillosa luz!
No puedo dudar que eres un puro espíritu atraído a nosotros
por una semejanza que enlaza a las almas.
No hay más prueba que atestigüe tu encarnación corporal,
ni otro argumento que el de que eres visible.
Si nuestros ojos no contemplaran tu ser, diríamos
que eras la Sublime Razón Verdadera.

* * *

En él verás subsistentes todos los opuestos.
Y así ¿cómo podrás definir los conceptos contradictorios?
¡Oh cuerpo desprovisto de dimensiones!
¡Oh accidente perdurable y que no cesa!
Derribaste para nosotros los fundamentos de la teología,
que, desde que apareciste, ha dejado de ser clara.

* * *

¡Oh esperanza mía! Me deleito en el tormento que por ti sufro.
Mientras viva, no me apartaré de ti.
Si alguien me dice: "Ya te olvidarás de su amor",
no le contesto más que con la ene y la o.


IBN HAZM 


viernes, 18 de enero de 2013

EL ARTE ES AZUL, TÚ ERES MI AZUL

Quiero tu risa
como la flor que yo esperaba
la flor azul...


Marc Chagall


Tú eres mi azul, 
y digo en serio: mi azul,
mi abrigo, mi sueño.





Gustav Klimt

Vincent van Gogh

Kandinsky

Edgar Degas

Ernst Ludwig Kirchner

Egon Schiele

Franz Marc

Natan Altman

Tamara de Lempicka


Azul calmado, el color del cielo y del mar, que se suele asociar con la estabilidad y la profundidad.

Representa la lealtad, la confianza, la sabiduría, la inteligencia, la fe, la verdad y el cielo eterno. Solo conozco a un pintor, Picasso, que pintó en azul justo cuando se encontraba más apesadumbrado, para él era el color de la tristeza. 

Por alguna razón que desconozco, se le atribuye al hombre, es decir, es un color masculino, o lo que es lo mismo, a los hombres es el color que más les gusta y calma.




Heinrich Vogeler


Julio Romero de Torres


Delphin Enjolras


Oskar Kokoschka

René Magritte

Picasso, (cada vez más verde a causa de tanto barniz)

Mariano Fortuny i Marsal



¿Parece mar, el cielo 
donde me he recostado a soñarte? Si vieras mi mirada, 
como un ave, cazando horizontes y estrellas. El universo es mío desde que tú te hiciste 
techo de mariposas para mi corazón. Es tan azul el aire cuando mueves tus alas,  
que el vuelo nace eterno en repetida ola sin cansancio. 


Julia de Burgos





Paul Cezanne
Alfred Stevens
Paul Gauguin

Camille Pissarro

Auguste Renoir
Edouard Manet
Henri Toulouse-Lautrec
Edvard Munch
Berthe Morisot
Gustave Courbet
Eugene Delacroix
Mary Cassatt
Jean Auguste Dominique Ingres




La princesa está triste... ¿qué tendrá la princesa? 
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave de oro;
y en un vaso olvidado se desmaya una flor.



Rubén Darío





H. Anglada Camarasa

Joaquín Sorolla

Ignacio Zuloaga y Zabaleta

John Singer Sargent

Joan Miró

Ramón Casas

Juan Gris

Federico Beltrán Massés

Jean-Baptiste Camille Corot


Federico de Madrazo y Kuntz

Kees van Dongen



En las pálidas tardes
yerran nubes tranquilas
en el azul; en las ardientes manos
se posan las cabezas pensativas.
¡Ah, los suspiros! ¡Ah, los dulces sueños!




Catrin Welz-Stein

Alexei Jawlensky

 Federico Zandomeneghi

Montserrat Gudiol
Georgia O'Keeffe

Monet

Catherine Abel


Fabio Mingarelli


Matisse

Richard Edward Miller


Leo Gestel
Gabriel Picart


Pinturas en azul, hay muchas más, no he querido agobiar. ¡Vayamos al azul en estos tiempos malditos!, refugiémonos en el azul apacible, en la quietud del alma, para mitigar un poco nuestro dolor.