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martes, 12 de marzo de 2013

OSWALDO GUAYASAMÍN - EL PINTOR DEL LLANTO, LA IRA Y LA TERNURA


Mi pintura es de dos mundos. De piel para adentro es un grito contra el racismo y la pobreza; de piel para fuera es la síntesis del tiempo que me ha tocado vivir. 

O. Guayasamín


Oswaldo Guayasamín nació en Quito, el 6 de julio de 1919, de padre indio y madre mestiza. Su padre trabajaba como carpintero y, más tarde, como taxista y camionero. La familia vivía en la miseria. Oswaldo fue el primero de diez hijos.


Y muere el 10 de Marzo de 1999. Por tanto, hace solo unos días que fue el aniversario de su muerte. Es por este motivo que le hago un pequeño homenaje.





Etapas de su obra pictórica:



La primera gran serie pictórica o etapa se llama Huacayñan. Es una palabra quichua que significa El Camino del Llanto. Es una serie de 103 cuadros pintados después de recorrer durante 2 años por toda Latinoamérica.


La segunda gran serie pictórica o etapa: La Edad de la Ira. La temática fundamental de esta serie son las guerras y la violencia, lo que el hombre hace en contra del hombre.


La tercera gran serie o etapa, conocida como La Edad de la Ternura o también Mientras vivo siempre te recuerdo es una serie que Guayasamín dedica a su madre y las madres del mundo y en cuyos cuadros podemos apreciar colores más vivos que reflejan el amor y la ternura entre madres e hijos, y la inocencia de los niños.




Los niños muertos




El 28 de agosto de 1932 comenzó en Ecuador “la guerra de los cuatro días”. Guayasamín es un adolescente cuando presencia estos sucesos. En ellos muere su mejor amigo, otro adolescente, en una manifestación. Años después, convertido en un potente artista de denuncia social, intensamente preocupado por los problemas humanos, la violencia, la pobreza y la injusticia, pinta lo que ha visto en 1932, representándolo con su cuadro “Los niños muertos”, simbolizando con ellos a todos los inocentes que murieron inútilmente.





Las manos de la Protesta


En sus obras siempre trata sobre temas sociales, refleja el dolor y la miseria que soporta la mayor parte de la humanidad y denuncia la violencia que le ha tocado vivir al ser humano, las guerras civiles, los genocidios, los campos de concentración, las dictaduras, las torturas, el hambre .. la desigualdad, la no-tolerancia, representaba la lucha, la esperanza y la reivindicación de los más humildes, víctimas de la humillación y el abuso por parte de los organismos de poder. Él fue un exponente de la lucha contra el colonianismo.


Es por eso que el año 1976 crea la Fundación Guayasamín, en Quito, a la que dona su obra y sus colecciones de arte, ya que concibe el arte como un patrimonio de los pueblos.





El Grito I


El Grito II

El miedo

La edad de la Ira I

La edad de la Ira II

La edad de la Ira III
El Grito III


¡¡ Tantas culturas diferentes y una sola humanidad !!






Cabeza y Mano


Las manos de la Ternura


Ternura

Borrasca en azul

Ternura

Ternura


"Lloré porque no tenía zapatos hasta que vi a un niño que no tenía pies ".. famosa cita de Guayasamín






La madre

La madre

Madre 2
Madre y niño

Niño dormido


Niña llorando




Fue amigo personal de importantes personajes del mundo, y ha retratado algunos de ellos, como Fidel Castro, García Márquez, Rigoberta Menchú, Atahualpa Yupanqui, Mercedes Sosa y Ernesto Cardenal.


"Frente a un lienzo se transformaba. Tenía dos personalidades, una humana, en la que era absolutamente cariñoso, emotivo y solidario, y la artística. Cuando se ponía a trabajar parecía que se estaba acabando el mundo, era como un trol, se encerraba con la música clásica a tope desde las siete de la mañana a la noche", cuenta su nieto.


Siempre irreverente, Guayasamil, cuyo nombre en quechua significa "Ave blanca volando", era hijo de un padre indio que le castigaba para que no pintara, algo que hizo que desde sus inicios se dedicara a retratar el sufrimiento de los pueblos, para lo que incluso visitó campos de concentración o Hiroshima.





Atahualpa Yupanqui

Fidel Castro

Las manos de Fidel

Rigoberta Menchú

Mercedes Sosa




Homenaje a Tania

La muerte del Che I

La muerte del Che II


Silvio Rodriguez


Ernesto Cardenal
Los condenados de la Tierra


Luchador


Mural de la Miseria


El Gamonal o El Dictador


El Hombre ciego


Las Beatas

Máscaras


En sus últimos años decía encontrarse trabajando en la Edad de la Esperanza, la síntesis de todos sus conocimientos técnicos y de su experiencia de la vida. 

Hoy sus restos descansan al pie de un arbolito que él mismo sembró, y que su familia denominó El árbol de la vida, un árbol en lo alto de la Capilla del Hombre, obra arquitectónica del artista, que es un homenaje a la América precolombina.





Sus Frases más emotivas:


.-Mi pintura es para herir, para arañar y golpear en el corazón de la gente. Para mostrar lo que el Hombre hace en contra del Hombre.

.- Estoy en el mismo punto, pero cada vez más hondo. Siempre golpeando hacia adentro.

.- Pintar es una forma de oración al mismo tiempo que de grito. Es casi una actitud fisiológica, y la más alta consecuencia del amor y de la soledad.

.- Soy consciente de que venimos de una cultura milenaria, alrededor de la cual se formó una civilización que alcanzó momentos de gran esplendor.

.- Pese a todo, no hemos perdido la fe en el hombre, en su capacidad de alzarse y construir, porque el arte cubre la vida. Es una forma de amar.

.- La Capilla del Hombre es un llamado a la unidad de América Latina: de México a la Patagonia, un solo país.

.- Mi obra en verdad son tres sinfonías que había diseñado en mi juventud y que estoy cumpliendo día a día.

*.- Si quieren saber más sobre su vida y obras os dejo una página que me ha gustado mucho:




http://www.ecured.cu/index.php/Oswaldo_Guayasam%C3%ADn



sábado, 7 de marzo de 2015

CAOS E INCERTIDUMBRE GLOBAL

Paul Kuczynski

Caos e incertidumbre global y local

José Luis Pacheco

Capital/capitalismo – corsarios y piratas

Cuando despertamos cada mañana nos vemos sumidos en un mundo que sentimos caótico, y pocas cosas son más dolorosas que vivir en el caos y la incertidumbre. Noticias contradictorias y desagradables nos abruman durante toda la jornada y como casi todo parece derrumbarse, bordeamos constantemente la depresión y el cansancio.

Esa sensación que tenemos ante el Mundo en que vivimos es el reino de la incertidumbre, donde a cada instante sufrimos el bombardeo de informaciones tan variadas y contradictorias, que la memoria, aún sobre hechos y acontecimientos cercanos, se torna difusa. Vivir en el Caos es doloroso, pues todo nos cambia de repente, lo que ayer era cierto hoy no lo es. Esta situación tiende a paralizar las instituciones (incluyendo los gobiernos de los estados territoriales) y a producir anomia y miedo, tanto en los sectores no politizados como en los intelectuales.

La política que adelanta El Capital con la desestructuración de los Estados Territoriales, mediante la financiarización y la guerra permanente librada por “contratistas” en nombre del liberalismo, que casi es lo mismo que decir capitalismo, pues es su ideología rectora, destruye los fundamentos propios del capitalismo (fundamentalmente la soberanía de los Estados) y pareciera pretender “medioevizar” la sociedad futura: un tratar de volver a la edad media europea en un plano históricamente degradado.

Esa estrategia es hoy evidente, El Capital, mediante la OTAN como su brazo armado (que aparentemente depende del gobierno estadounidense) libra una guerra permanente que nutre al complejo industrial-militar e incrementa la deuda de los estados con EL Capital, y lo hace a nombre de unos principios liberales imaginarios, con lo cual destruye toda la confianza «de los de abajo» en ese liberalismo que han sido hasta ahora su fe. 

Por eso hablamos de Corsarios y piratas, así como de Capital y capitalismo, pues creemos que la cultura patriarcal hasta ahora dominante, debe dar paso a otra «matrística» y que todos esos conceptos deben repensarse, e incluso, impensarse.


Colonización

Veamos: 

A comienzos del siglo XVI, y como consecuencia del encuentro fortuito de los castellanos con el continente americano y la circunvalación de los portugueses al continente africano, las redes humanas históricamente conformadas desde tiempos inmemoriales (la americana, la euroasiática y la africana), se unieron y emergió el Sistema Mundial integrado, que más tarde sería llamado Sistema Capitalista Mundial o Economía Mundo. Por eso el titulo de este trabajo debería ser, en verdad, Caos e Incertidumbre en el Sistema Capitalista Mundial.

Para la inmensa mayoría de los defensores de los Sistemas-Mundo (salvo André Gunder Frank en sus últimos trabajos) en ese momento irrumpió el capitalismo en la historia, un Modo de Producción signado por la permanente acumulación de capital, la división nacional e internacional del trabajo (división centro-periferia) y la mercantilización de los bienes, los servicios y las personas. También afirman que, como todo sistema humano, tiene un ciclo vital de nacimiento, etapas de crecimiento/declinación y posterior transformación en otro u otros sistemas, que dependiendo del accionar de los actores, podrían ser mejores o peores que el desaparecido.

Por sobre estas consideraciones, lo cierto es que los europeos vivieron en permanente guerra –al menos desde los tiempos del Imperio Romano– habían creado un núcleo ideológico en su cultura patriarcal basado en la guerra depredadora y en el desprecio “racista” hacia el otro. 

Basta observar la llamada guerra de reconquista en España, que algunos la incluyen dentro de las «cruzadas», para observar como discriminaron, persiguieron, expulsaron y asesinaron tanto a los judíos como a los musulmanes, incluyendo a los llamados «marranos», quienes, habiendo nacido en España, eran descendientes de esos grupos culturales.


Expulsión de los moriscos, Gabriel Puig Roda

Esos reinos (los ibéricos primero, pero también los franceses, ingleses, belgas, y un largo etc.) llegaron a nuestra América como matones/saqueadores, desposeyendo a los pueblos originarios de sus tierras, sus bienes, su religión e incluso de sus vidas. Llegaron incluso a sostener que los aborígenes no tenían “alma”. Fuimos los únicos humanos “descubiertos”.


Colonización, Oswaldo Guayasamín


Pero los que fueron a los territorios y pueblos bañados por el Océano Indico, no lo hicieron de manera tan diferente, pues primero se incorporaron en menor valía como corsarios que portaban un modo guerrero de hacer comercio y, luego, cuando sus armas mejoraron con la era industrial, pasaron a la invasión descarada constituyendo enclaves costaneros en todos esos territorios e iniciando una política de colonización cuando las circunstancias lo permitieron. No podían adelantar un genocidio como el que hicieron en nuestra América, al menos hasta comienzos del siglo XIX, por la inmensa fortaleza de imperios como China e India, pero luego, y sobre todo entre finales de dicho siglo y comienzo del XX y en África, incluso superaron sus anteriores hazañas, llegando al extremo de regalar todo el territorio del Congo al Rey Leopoldo de Bélgica. Ese territorio con sus habitantes, tan grande territorialmente como Europa, fue su propiedad privada, un simple regalo.

En verdad se produjo en ese período lo que se denomina «un accidente histórico», una confluencia de sucesos muy especiales y prácticamente irrepetibles. Podemos citar cuatro de los muchos que coincidieron: 

-el «renacimiento» con su impronta cultural; 
-el encuentro con América y la desposesión o robo de inmensas cantidades de oro y plata (la plata fue lo más importante) producida por esclavos amerindios y africanos; 
-el núcleo ideológico depredador/saqueador que impulsó la tecnología de las armas y su uso inclemente y terrorista; 
-y los gérmenes propios de su cultura de producción y alimentación para los cuales no tenían defensa los amerindios. 

Siendo Europa una región periférica y pobre del continente euroasiático, fue la plata americana lo que les permitió introducirse en el comercio del Océano Indico que giraba en torno a China. El resto lo impulsó su cultura dominante con su manera de hacer la guerra. Al respecto André Gunder Frank, en su irreverente y revolucionario libro póstumo RE-ORIENTAR dice en la página 293 que 

«En términos del desarrollo y la realidad histórica mundial, fue realmente (solo) el dinero americano lo que permitió a los europeos aumentar su participación en esta expansión productiva de la economía mundial de base mayoritariamente asiática».

Piratas y corsarios

Germán Arciniega comentó la emergencia del “renacimiento” en Europa y su reflejo en la pintura de Botticelli “Nacimiento de Venus”, de esta manera:… coincide la palabra de esta imagen del Mediterráneo con el descubrimiento de América o, para ser más exactos: del mar Caribe…Y el Mediterráneo y el Caribe quedan así frente a frente, por primera vez en la historia. Dos espejos mágicos: el uno retrata la imagen de los tiempos antiguos, el otro, la de los tiempos por venir.

Tenía razón Arciniega. El mediterráneo fue el mar interior ─centro de las grandes civilizaciones antiguas: Grecia, Roma, Cartago, Egipto y un largo etc.─ y fue por las relaciones allí creadas por los flujos de intercambio culturales y comerciales que emergió la idiosincrasia de esos pueblos, portadores de lo que llamamos “cultura mediterránea”, cultura solar diferente a la surgió al norte de Europa, oscura y racista, que al final dominó a la Europa y creó el «eurocentrismo».

En el Caribe fue distinto, allí llegaron primero los españoles en cabeza del Reino de Castilla y en carácter de empresarios/aventureros, como «Corsarios», entes privados con licencia o convenio real, y fueron, en verdad, una mezcla entre corsarios y piratas, que les permitió como Corsarios cumplir aparentemente con las normas que dictaba la Corona para proteger en algo a los amerindios, mientras que como Piratas hacían lo que les venía en gana (recuérdese el aforismo conductual mandante: se acata, pero no se cumple). Este mecanismo les permitió a los “blancos criollos” ─después devenidos en Oligarquía de los nuevos estados que emergieron de la Guerra de Independencia─ continuar con saña la desposesión de los pueblos aborígenes.

Los invasores españoles venían a arrebatar, matar y explotar inmisericordemente a los pobladores nativos, en buena medida para satisfacer las necesidades sicológicas que le imponían las normas conductuales forjadas en la llamada “guerra de reconquista”, que por cierto no fue tal, pues mas bien se trató de una las de «las cruzadas», ejecutada, en este caso, por los reinos norte Castilla y Aragón en nombre del universalismo católico, abatiendo los valores humanistas de la cultura del Califato Omeya (caracterizado por proteger las libertades religiosas y de trabajo y una cierta forma de respeto al otro), desposeyéndolos de sus tierras y riquezas y, en dfinitiva, cubriendo la península con el más cruel oscurantismo racista/religioso.


Fray Bartolomé de la Casas

Testimonio de este avasallamiento son los trabajos de Fray Bartolomé de la Casas, hombre excepcional y ejemplar, que enfrentó al teólogo Juan Ginés de Sepúlveda ante el propio emperador Carlos V y sentó cátedra, apoyándose en las escrituras, defendiendo la evangelización pacifica; pasados los 80 años escribió La Historia de las Indias y por último, a los 90 años, abre una «revisión caustica de la conquista y explotación de Perú por parte de los españoles y plantea una serie de cuestiones sobre la restitución de la riqueza obtenida de semejante forma. Insistir en la restitución, incluso por parte de la Corona, fue su forma de resolver todas esas dudas». Parece insólito que tales planteamientos sobre la propiedad de la tierra, no estén en las tesis de los movimientos revolucionarios modernos.

Esa es la raíz del discurso político que caracteriza a los Estados de nuestra América, y quizá del Mundo, un discurso formal de «los de arriba» donde se autodefinen como humanista y progresista y un actuar sin respeto a los otros, en ejercicio de la más pura cultura patriarcal, que mantiene y profundiza la desigualdad integral entre los miembros de la especie humana. Los de arriba son corsarios, delinquen con patente de legalidad y son los más grandes ladrones y asesinos del planeta, los de abajo también practican la corrupción y la violencia, pero son ilegales y sancionables, y, por ello, corregibles.

Capital y capitalismo: el moderno sistema bancario cambista

Esa inmensa acumulación de riqueza, mediante una trasformación de la cantidad en nueva cualidad, impulso la práctica de los «Cambistas», quienes existían desde los albores de la civilización y cuyo objetivo era acumular capital/dinero, manipulando las relaciones de valor entre las monedas y especulando con ellas. A lo largo de la historia fueron considerados como agentes que atentaban contra el bien común, y, por ello el mismo Aristóteles los motejó de «crematísticos», o lo que es lo mismo, comerciantes que no trabajaban para trasladaban bienes y servicios del productor al consumidor, sino especuladores con el dinero, lo cual consideraba inmoral: criterio que se extendió a casi toda la edad media en Europa. Incluso en la narración Bíblica, cuando Jesús expulsa a los Mercaderes del Templo, es precisamente a los Cambistas a quienes castiga, no al comerciante común y corriente. 

Como vemos desde los origines mismos del cristianismo en el Siglo I d.e.v., la especulación cambista fue repudiada, y tuvieron que pasar muchos siglos, hasta casi llegar al final del primer milenio, para que la Iglesia ─ya trasformada en católica─ la permitiera e incluso la aupara con la finalidad de financiar las guerras territoriales/religiosas de expansión hacia el Oriente Medio, guerras que hoy llamamos «las cruzadas» 


El tribunal de la Inquisición, Goya

Desde finales del siglo XV con la mundialización y unificación con desigualdad de las redes humanas, se inició un nuevo período en la civilización dominada por una forma de la cultura patriarcal que hemos llamado Capitalismo. 

A nuestro juicio Immanuel Wallerstein trata muy bien el tema en su libro El Capitalismo Histórico cuando, precisamente, no habla de una cosa sino de un sistema, de un proceso, y dice en la primera pagina que

  «lo que distingue al sistema social histórico que llamamos capitalismo histórico es que en este sistema histórico el capital pasó a ser usado (invertido) de una forma muy especial. En este sistema, las acumulaciones pasadas solo eran «capital» en la medida en que eran usadas para acumular más capital. El proceso fue sin duda complejo, e incluso sinuoso, como veremos. Pero es a ese objetivo implacable y curiosamente asocial del poseedor del capital ─la acumulación de más capital─, así como a las relaciones que este poseedor de capital tenía por tanto que establecer con otras personas para conseguir ese objetivo, a los que llamamos capitalistas. Es indudable que este no era el único propósito. En el proceso de producción intervenían otras consideraciones. Pero la cuestión es: en caso de conflicto, ¿qué consideraciones tendían a prevalecer? Siempre que, con el tiempo, fuera la acumulación de capital la que regularmente predominara sobre otros objetivos alternativos, tenemos razones para decir que estamos ante un sistema capitalista».


Paul Kuczynski

Iniciada la mundialización a partir del siglo XVI la red humana se fue haciendo más tupida y más compleja, necesitándose entonces la emergencia de un pensamiento también más complejo que permitiera que el Sistema Mundial manejara las nuevas relaciones con sus novedosos mecanismos de producción y flujos de comercio y consumo. Fue un momento de bifurcación donde la cultura metafísica de los «sistemas tributarios» ─hasta entonces los únicos existentes─ hubo de ser reemplazada por otra apoyada en la razón y el subsecuente sistema científico, de tal manera que «los de arriba» continuaran dominando a «los de abajo» que ahora no solo eran muchos más, sino también más peligrosos. 

Emergió una nueva religión: la ideología basada en la razón y la práctica científica, que prontamente derivó hacia el liberalismo con sus componentes de individualismo y de gobiernos que compartieran aparentemente el poder con el pueblo, nueva categoría también emergente en esa época, que enfrentaba al poder absoluto de los reyes que se había considerado derivaba de la Dios.

El liberalismo apoyado fundamental en el individualismo y uniendo libertad individual con propiedad privada también individual, ha recorrido un largo camino, 
desde el Renacimiento, 
pasando por la Ilustración, 
el liberalismo anti-metafísico que explota con las los movimientos progresistas de 1648 en Inglaterra (la “gloriosa revolución de Cronmwell y el Parlamento”), 
la independencia de los estadounidenses en 1776, 
la revolución Francesa en 1789 y 
la Revolución Haitiana de 1992-1804, 
hasta culminar, esa ideología liberal, de manera insólita pero comprensible, con el llamado neoliberalismo que impuso El Capital desde los años setenta del siglo pasado (aunque el movimiento lo iniciaron Ludwing Von Mises y Friedrich Hayek en la década del treinta) desde la Universidades estadounidenses e inglesas, de donde emergieron los “Chicago Boys) que inspiraron los gobiernos de Ronald Reagan, Margaret Thacher, y, en lo adelante, a casi todo el llamado Mundo Occidental, incluyendo, por supuesto pero no solo, a Augusto Pinochet en Chile y a Videla y Menen en Argentina.


Videla, Franco y Pinochet

El liberalismo es una ideología, y como toda ideología, que en verdad es un sistema o conjunto de visiones imaginativas del mundo, lo conforman varias ideologías todas autodefinidas como liberales, ─de izquierda, de centro y de derechas─ donde cada una tiene una conceptualización de la verdad, lo bueno y lo bello, de acuerdo a la historia tanto del Sistema contextual como de las partes: historias universales, locales, grupales e individuales.

Una cosa es la ideología como un intento de entender el mundo bajo el cristal de nuestra mente, que es un proceso radicado fundamentalmente en nuestro cerebro, y otra el mundo material/espiritual realmente existente, el ser.

Edgar Morin, escribe dos párrafos muy importantes al respecto:

1· Intentaremos demostrar aquí que la creatividad, la originalidad y la eminencia del homo sapiens tienen el mismo origen que el desajuste, el vagabundeo y el desorden del homo demens, es decir, el prodigioso aumento de complejidad que aporta un cerebro de 1.500 cm3, 10.000 millones de neuronas y 1014 de sinapsis.

2· El cerebro no debe ser considerado como un órgano, ni aún como el más noble de todos ellos, sino como el epicentro organizativo de todo el complejo bio-antropo-sociológico. En efecto, el cerebro es la plataforma giratoria en la que se comunican el organismo individual, el sistema genético y el sistema socio-cultural, y, en términos trinitarios, individuo, especie y sociedad.

El liberalismo en su acepción economicista es la ideología del capitalismo con sus variantes socialistas, social-demócratas o neoliberales, en todas ellas mantiene que la Economía es el demiurgo del devenir del mundo moderno, por eso es correcto definir, hasta ahora, al Sistema como una Economía-Mundo arropado por la ideología liberal.

Pero, como todos sabemos, nada es uniforme y así, como afirmaba Fernando Braudel en sus trabajos sobre la Economía-Mundo, hay por lo menos tres estratos o estructuras fundamentales donde se mueve territorialmente la especie humana:

· Un estrato inferior que desarrolla relaciones socio-económicas de subsistencia ─el más amplio y elemental─, y que Braudel denomina…la vida material, el estrato de la no-economía, el suelo en que el capitalismo hunde sus raíces, pero nunca puede penetrar.

· Otro intermedio, el de la “economía de mercado” con despliegue a escala mundial y que emergió del fondo de la historia del estrato de la vida material, mucho antes de surgir el capitalismo, y que son las relaciones sociales de intercambio en general, incluso monetario con sus instituciones financieras que posibilitan el comercio.

· El tercer estrato, el superior, es el reino del Capital, del dinero en busca de dinero en nichos especulativos (sistema de derivados financieros y deuda estatal soberana) que convierten en dinero en más dinero ─D-D¨ en términos de Carlos Marx─ y que solo cursa cuando los tenedores de dinero se consustancian con el Estado.

En el punto de bifurcación sistémica en que nos encontramos ─cuando no solo muere la hegemonía estadounidense, sino también la civilización apoyada en la cultura patriarcal─ debemos diferenciar claramente al Capitalismo, del Reino del Capital o de «los modernos Cambistas», pues ambos desaparecerían, pero en momentos o tiempos distintos. El Capitalismo es un sistema guiado por las ideologías liberales que pretenden consustanciar la libertad individual, la propiedad privada individual, su libre albedrio en las actividades productivas, distributivas y de consumo, con un sistema democrático que tiende a corregir las desigualdades, las injusticias y el racismo, mientras que el Capital, «los modernos Cambistas» son especuladores, manipuladores de las monedas, creadores de derivados que producen dinero inorgánico inexistente y que cada vez más son los verdaderos dueños del mundo, pues diseñan las políticas de los Estados territoriales, aún de los más poderosos como los Estados Unidos, Inglaterra, Alemania, etc. para alcanzar sus fines crematísticos.

Por eso, en mi opinión, creo que Marx pensó que dentro del proceso M-D-M”, donde con el capital acumulado se producían mercancías y servicios que acumulaban capital, que, a su vez, era vuelto a invertir para producir mercancías que se vendían por un precio competitivo (el costo trabajo era subpagado para generar una diferencia que se llamó plusvalía y era lo que enriquecía al propietario).

Por esta razón podía suceder que al crecer el sistema el proletariado (propia del sector industrial de su época) también creciera, se hiciera mayoría social y se organizara y concientizara, pasando de “clase en sí”, consciente de su lugar en el entramado socio-económico, a “clase para sí”, luchando por sus derechos y batallando por imponer a «los de arriba», esa pequeña minoría que históricamente ha usufructuado e impuesto la explotación, una dirección de la Reproducción Social con fines socialista, de tal manera que la deriva social se dirigiera a eliminar las desigualdades materiales y espirituales en la especie humana.


La libertad guiando al pueblo de Eugène Delacroix

Pero la historia no marchó en esa dirección, y la de hace apenas un microsegundo, comprueba que el Mundo está regido por una fuerza ─que son «Los Modernos Cambistas»─ que profundizan el terrorismo de Estado, la corrupción cada vez más profunda en las burocracias político-estadales-bancarias, y, sobre todo, imponen un Sistema Financiero Integral, que tiene, en verdad, la hegemonía en el Sistema Capitalista actual. 

La banca comercial y de inversión, con sus fondos financieros especulativos que generan más y más derivados financieros, y un largo etc. etc., rigen el Mundo y lo llevan a pulso mediante procesos especulativos, dirigidos sobre todo contra los estados-territoriales mediante los mecanismos de las deudas nacionales. Después cada Estado Territorial tiene que hacer su parte para sobrevivir en el Mundo Financiero Global.


La voracidad del Capitalismo

Por eso la contradicción principal de nuestro tiempo es la que existe entre el Sistema bancario/financiero y los Estados territoriales y su gente; no hay arreglo posible: los gobiernos de los estados territoriales deben ser tomados por los sectores sociales que quieren el cambio cultural basado en la ética y la planificación integral y radical, para socializando y sometiendo al sistema bancario/financiero, creando una red territorial donde produzcamos y distribuyamos bienes y servicios para un consumo que satisfaga necesidades realmente humanas en redes que sustenten la vida en el largo plazo, sobre y contra el entramado capitalista realmente existente. 

La cultura liberal/capitalista se puede manejar con reformas y se resolverá en el mediano o largo plazo, mientras que la lucha contra El Capital, la financiarización, es inmediata.

Creo que si aplicamos «La Ciencia del Hombre» a la concreción de Proyectos Nacionales apoyados en Modelos Territoriales que integren creativamente a la inmensa mayoría de la población sobre planteamientos concretos, comprensibles a todos y discutidos con todos bajo la guía del Estado, podemos crear el Estado territorial social, pues, como decía John Kenneth Galbraith. Uno de los más viejos enigmas de la política consiste en saber cómo se controla a los controladores. Pero un problema igualmente engañoso, que nunca ha disfrutado la atención que merece, es el de saber cómo procurar cordura a quienes se exige que sean cuerdos. La cordura está en los «cuadros» políticamente formados, pero con capacidades y verdadera preparación en gerencia y administración de empresas. Conocimiento, técnica, conciencia y ética, mas instrumentos de control bajo un mando general, son los requisitos para gerenciar la Revolución.

Debemos aceptar que el 99% de la población quiere vivir en un mundo justo y racional, y que están dispuestos a trabajar para ello, pero si la lucha la llevamos en base a confrontaciones ideológicas abstractas e irreconciliables, estamos trabajando para «Los Cambistas» y para «los de arriba», pues no podremos, como hasta ahora ha ocurrido, crear una red territorial donde se equilibre la producción, la distribución y el consumo, y se atienda lo referente a la educación, la salud, creando, al mismo tiempo, un nuevo sistema regional de ciudades que permita desconcentrar y descentralizar la ocupación del territorio, para que tengamos ciudadanos preparados, éticos y responsables en el trabajo y la política.

El enemigo principal de «los de abajo» es el sistema bancario y financiero existente, que es, en verdad, el centro decisor de la política mundial y local y mantiene sujeto a los estados territoriales a ideología cambista, que es, por esencia, cleptómana y casi demencial. Lo más grave ─he allí el grande problema─ es que la composición disciplinaria de la banca, los actores tecnócratas que al final deciden, está compuesta por economistas, econométristas, matemáticos, administradores, etc., que han desarrollado una portentosa habilidad para crear y manejar derivados financieros y llevar adelante todas las tropelías imaginables. 

Allí está el punto de ataque de la «Revolución Ética» que quizá puede alcanzar lo que hasta ahora ha sido imposible: un gobierno del pueblo y para el pueblo.

Ing. José Luis Pacheco

Mesa Coordinadora de Ameroibérica

Fuente:



sábado, 20 de agosto de 2016

LA PINTURA PRIMITIVISTA EN NICARAGUA - LA ESCUELA DE SOLENTINAME Y ERNESTO CARDENAL



" Verdes tardes de la selva; tardes
tristes. Río verde
entre zacatales verdes;
pantanos verdes.
Tardes olorosas a lodo, a hojas mojadas, a
helechos húmedos y a hongos
El verde perezoso cubierto de moho
poco a poco trepando de rama en
rama, con los ojos cerrados como
dormido pero comiendo
una hoja, alargando un garfio primero
y después el otro..."

Ernesto Cardenal





La pintura primitivista nicaragüense fue una forma de celebrar la recién lograda libertad e independencia. El pueblo fue dotado de pinturas y pinceles y también motivado para que expresara en forma espontánea y sin academicismo alguno, su manera de ver la realidad o, mejor dicho, su manera de sentir la paz y armonía que ellos anhelaban ayudar a construir. El pintor primitivista presenta la realidad no tanto como es, sino como debería ser este mundo de todos y todas y para todos y todas.


Una de las características distintivas del Primitivismo es su origen campesino y su desarrollo al margen de los centros académicos tradicionales de las grandes ciudades, lo cual le ha permitido producir, además de una innumerable cantidad de obras, espacios de reflexión y de conocimiento no influenciados por la “alta cultura” occidental.







Se trata de una pintura que presenta principalmente la cotidianidad de los pueblos campesinos, sus costumbres y tradiciones en escenarios donde la naturaleza aun no ha sido corrompida por el avance de la modernidad. 

Partiendo de la observación de su propia realidad inmediata y no de teorías estéticas foráneas estos pintores dan cuenta de la exuberancia de los paisajes nicaragüenses, explotando el colorido de su flora y de su fauna, en obras de una factura que se aproxima a los lineamientos del naíf.







Esta propuesta ha sido interpretada en clave de una utopía: el mundo no se representa tal como es sino tal como debería ser. En esa línea el pintor Álvaro García ha manifestado que a través de sus cuadros "quisiera mostrar un mundo mejor, sereno, donde lo sencillo y lo cotidiano representen las pequeñas grandes cosas de la vida".







La pintura primitivista surgió en Nicaragua a comienzos de los años 50 y sus pioneros fueron mujeres. 
La primera pintora de la que se tienen noticias es Salvadora Henriquez de Nogera, de la región de San Carlos que ha plasmado en sus lienzos la majestuosidad de los bosques tropicales y las fiestas tradicionales de los pueblos del Río San Juan. Lamentablemente, según ha indicado Ernesto Cardenal, de sus obras sólo se conserva media docena de cuadros que pertenecen a un coleccionista privado.

La popularidad llegó poco después con las pinturas de Asilia Guillen, una bordadora de Granada que comenzó a pintar a los sesenta y tres años. Sus trabajos, publicados en diversos periódicos y enciclopedias de arte, hacía 1957 ya habían adquirido trascendencia internacional y recorrían las exposiciones y bienales de San Pablo, México D.F., Washington y, poco después, Europa.








En la Isla de Mancarrón se estableció una importante comunidad local basada en la Teología de la Liberación, como muchos recordaremos, liderada por Ernesto Cardenal. La Misa Campesina Nicaragüense de Carlos Mejía Godoy nació aquí. En este contexto se organizaron diversas actividades para la mejora de la vida en la isla como son la artesanía, la pintura primitivista al óleo y la pesca.


El archipiélago Solentiname fue el solar de una cultura precolombina de la que aún pueden observarse una gran cantidad de petroglifos, con figuras de pájaros, monos o personas.





El archipiélago de Solentiname está formado por un grupo de islas ubicadas al sur del Gran Lago de Nicaragua, cerca de la frontera con Costa Rica, un territorio virgen, donde los "campesinos muy pobres y abandonados vivían dispersos en las riveras".



Ernesto Cardenal pintado por Oswaldo Guayasamín


Allí se instaló en 1966 el sacerdote, poeta y escultor Ernesto Cardenal para fundar la Comunidad Contemplativa de Nuestra Señora de Solentiname, que estaba destinada a convertirse en el foco más floreciente del primitivismo nicaragüense. 


Cardenal cuenta que poco después de llegar a la isla, "visitando la casa de un campesino vimos unos guacales (especie de calabazas para beber agua), labrados por él con dibujos muy bonitos. (...) Más tarde vino un joven pintor de Managua, Róger Pérez de la Rocha, y le dio tela y óleos y algunas indicaciones, y pintó su primer cuadro, que compró un amigo nuestro de Managua. Después pintó otros más, y también se vendieron. Éste fue Eduardo, nuestro primer pintor primitivo". Ese primer lienzo de un artesano rural, sin proponérselo, estaba dando origen a un movimiento artístico cuyas obras darían la vuelta al mundo: la Escuela de Solentiname. 


En el año 1970, bajo el liderazgo de Cardenal, un grupo de pescadores y otros pobladores de las islas desarrollaron una escuela de pintura que es conocida como la Escuela Primitivista de Solentiname. Este arte se hizo famoso en todo el mundo.






Los habitantes de las islas comenzaron a acercarse a la comunidad contemplativa y a ejercitarse en diferentes disciplinas artísticas. Montaron allí un taller de pintura, que luego se fue ampliando y abarcó la producción de artesanías en madera, cuero, cobre, bronce y plata. Con el correr de los años la comunidad llegó a contar también con una gran biblioteca y una colección de arte precolombino del archipiélago.






Muchos hombres y mujeres comenzaron a pintar y a vender sus obras a través de la comunidad. La producción artística fue incorporada a la praxis vital en franca interacción con las demás actividades productivas, principalmente de carácter agropecuario. Dice Alejandro, pintor de Solentiname: "La pintura está considerada como un trabajo y un pintor siembra un platanal o un maizal en su cuadro igual que lo siembra en el campo". 
En los lienzos de Solentiname cobra protagonismo la figura del Gran Lago. 


"Todo el mundo tiene que poner el lago; porque el lago cumple una serie de funciones. (...) El lago representa más que una carretera, claro, el lago es la fuente de vida; la gente se bebe el agua del lago y se come sus pescados, se sirve de él como medio de comunicación. La gente se sienta en una piedra o frente a su rancho a ver el lago, a observarlo" 







Para mediados de los años '70 las obras de los pintores de la Escuela de Solentiname se vendían en casi todas las galerías de Managua y comenzaban a circular por América y Europa. 

Pero el florecimiento artístico del archipiélago pronto se vio amenazado por las tormentas políticas que se desataban en Nicaragua. En 1978, finalmente, las tropas del dictador Anastasio Somoza cruzaron el lago, buscando a los campesinos que habían sumado a la insurgencia. La comunidad contemplativa fue saqueada y arrasada, sus edificaciones quemadas y sus habitantes, asesinados, detenidos o expulsados.






(...) " Quejidos.
Hojas tristes que caen dando vueltas.
Y chillidos...
¡Un grito entre las guanábanas!
El hacha cortando un tronco
y el eco del hacha.
¡El mismo chillido!
Ruido sordo de manadas de cerdos salvajes.
¡Carcajadas!
El canto de un tucán.
Chischiles de culebras cascabeles.
Gritos de congos.
Chachalacas.
El canto melancólico de la gongolona
entre los coquitales..". E. Cardenal








En 1979 la Revolución Sandinista terminó con casi cuarenta años de dictadura somocista. Los campesinos de Solentiname volvieron a sus casas, reconstruyeron la Comunidad y comenzaron a pintar nuevamente. 

En los años '80 el Primitivismo alcanzó su período más floreciente, en gran medida gracias al plan nacional de apoyo y difusión de las artes que promovió Ernesto Cardenal cuando fue designado Ministro de Cultura.







La política cultural sandinista fomentó el surgimiento de nuevos focos productores de pintura primitivista en todos los rincones del país, destacándose los de Granada, León y San Carlos. Hacia 1985 las pinturas primitivistas nicaragüenses se vendían regularmente en las galerías de arte de Nueva York, Washington, París, Berlín, Londres, Zurich, Managua, México, San Pablo y Buenos Aires. 

En tanto Ernesto Cardenal, a través del salesiano italiano Estefanni Renato, gestionó el desembarco del primitivismo nicaragüense en Japón. En 1986 la cadena Mitsukoshi organizó una exposición itinerante, que se presentó con gran éxito en Tokio, Kioto, Osaka y Nagoya, donde Miyako Kume fundó la exposición Nicaragua Naif, que invitó a exponer a todos los pintores y comenzó a editar el calendario "Buenos Días" de pintura primitivista, que anteriormente había sido editado en Alemania. En 1991 la galería Sanshin-Don, una de las más prestigiosas de Tokio inauguró su Exposición de Arte Primitivo, consolidando así la popularidad de la pintura nicaragüense en el país del Sol Naciente.







Fuentes: