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domingo, 15 de febrero de 2015

ALLEN GINSBERG - VOZ SOLIDARIA DISPUESTA A HACER DEL COMPROMISO UNA RAZÓN DE VIDA

"El peso de este mundo
es el amor.
Debajo de la carga de la soledad,
debajo de la carga
de la insatisfacción

el peso,
el peso que cargamos
es amor.

¿Quién podría negarlo? .."



Allen Ginsberg (1926-1997), poeta norteamericano nacido en Newark, Nueva Jersey. Portavoz de la Beat Generation de los años cincuenta, cantor de la América underground y voz de vagabundos y marginados, su libro Aullido (1956) constituye una crítica furiosa contra las falsas esperanzas y rotas promesas de la historia de su país. 

Compartió amistad con, entre otros, Jack Kerouac, Neal Cassady, William S. Burroughs, Patti Smith, Gregory Corso, Herbert Huncke, Rod McKuen y Bob Dylan.

Otros libros de poesía son Kaddish (1961), Sandwiches de realidad (1963), Noticias del planeta (1968) y Sudario blanco (1987). Sus Cartas del Yagué (1963) interrelacionadas con TV baby poems (1967) expresan con un lirismo casi místico sus sentimientos anarquistas

Tuvo una participación activa en los grupos que se opusieron a la guerra en Vietnam, se asoció al Movimiento por los Derechos Civiles y dio su apoyo a todas las organizaciones defensoras de la libertad de expresión. Es reconocido además como uno de los padres espirituales del Flower Power y del hippismo, movimientos sociales que se extendieron por el mundo entero. Las minorías étnicas, sexuales y religiosas hallaron en él una voz solidaria dispuesta a hacer del compromiso una razón de vida. Fue arrestado en varias ocasiones por encabezar marchas de protesta de toda índole. 



Aullido para una nueva generación

"He visto los mejores cerebros de mi generación destruidos por la locura,
famélicos, histéricos, desnudos,
arrastrándose de madrugada por las calles de los negros en busca de un colérico
picotazo,
pasotas de cabeza de ángel consumiéndose por la primigenia conexión
celestial con la estrellada dinamo de la maquinaria de la noche,
que, encarnación de la pobreza envuelta en harapos, drogados y con vacías
miradas, velaban fumando en la sobrenatural oscuridad de los pisos de agua
fría flotando sobre las crestas de la ciudad en contemplación del jazz".




Lucha contra el sistema

A fines de la década pasada, Allen enseñó en la Universidad Columbia y a principios de esta en el Brooklyn College. Indudablemente, el sistema esperaba que en el invierno de su vida se calmara y se tranquilizara. 
Sin embargo, siguió arremetiendo contra el sistema y todo lo que representa. 

Sus últimas obras atacaron la política de crueldad, la guerra contra los pobres y las mentiras e hipocresía de la clase dominante. Trabajó con Ed Sanders para agregarle nuevos versos al himno tradicional religioso "Amazing Grace" sobre la situación de los sin techo. 
Allen sabía a ciencia cierta que los mandamases de este país son "gente que se dice cristiana pero que odia a los pobres" y que demuestran una "inteligencia satánica" para atacar a los pobres. 
A principios de 1995, Allen escribió una potente respuesta a Newt Gingrich y el Contrato con América de los republicanos. El poema, titulado "Balada de esqueletos", contiene las siguientes estrofas: 

"Dijo el esqueleto militar/Compra bombas estrellas/Dijo el esqueleto de clase alta/Mata de hambre a madres solteras/Dijo el esqueleto subdesarrollado/Envíame arroz/Dijo el esqueleto de las naciones desarrolladas/Vende tus huesos para hacer dados".







Allen nunca dejó de hacer llegar sus rayos de luz a nuevas generaciones de rebeldes. En una entrevista reciente le preguntaron qué haría si hoy, en esta época oscurantista, tuviera 20 años. Allen respondió, sin vacilar, que le encantaría escribir un "Aullido II" sobre el presente. 
Dijo que ojalá algo bueno resultara de la situación actual en el sentido de refrenar "el poder de Estados Unidos para joder al mundo". 

También dijo que habría que salvar el "alma de la nación", y que para eso sería necesario incluir en el poema una lista de los pecados cometidos por Estados Unidos aquí y por todo el mundo, como derrocamientos de gobiernos, invasiones, guerras, la masacre de indígenas, la esclavitud y continua opresión de los negros. 

Y concluyó: "El gobierno es manipulador y lleno de hipócritas que huyen de los verdaderos problemas de la ecología, la sobrepoblación, el sufrimiento de las clases bajas, la bancarrota del sistema médico, la gente sin techo, la desnutrición, la división entre las razas y la cuestión de la droga". 


Los que estuvieron al lado de Allen antes de morir, dicen que escribió poemas febrilmente hasta el derrame cerebral que lo llevó al coma. Quién sabe, tal vez las viejas o nuevas palabras de Allen se enrosquen algún día, ojalá pronto, en un cerebro joven y quizás nazca un "Aullido II" o algo mejor. 




¿Qué nos conmueve de un poeta a pesar de su tiempo y de sus filiaciones sino sus procedimientos poéticos y lo que excede esas "formas políticas", inocencia o articulación rítmica de los afectos?

3 comentarios:

carlos perrotti dijo...

Siempre es grato e inspirador leer a Allen Ginsgerg.

José Valle Valdés dijo...

Buena reseña, amiga. Gracias por presentárnoslo.

Abrazos

Inma dijo...

Gracias Carlos y José, cierto, es muy inspirador leerle, un ser humano comprometido y grande. Abrazosss