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jueves, 24 de agosto de 2017

EL MUNDO VA DEPRISA - ALBERT CAMUS





"(...) Para nosotros la cosa es sencilla: será la utopía o la guerra, tal como esta nos la preparan unos métodos de pensamiento caducos. El mundo tiene que elegir hoy entre el pensamiento político anacrónico y el pensamiento utópico. El pensamiento anacrónico nos está matando. Por muy desconfiados que seamos (y que lo sea yo), el espíritu de la realidad nos obliga a volver, pues, a esta utopía relativa. Cuando ella haya vuelto a entrar en la historia, como otras muchas utopías del mismo género, los hombres no imaginarán ya otra realidad".



Albert Camus, "El mundo va deprisa", À Combat, 27 de noviembre de 1946







lunes, 26 de junio de 2017

ANTOINE DE SAINT-EXUPÉRY - EL CREADOR DE UN HOMBRECITO EXTRAORDINARIO


Por más de cuarenta años no se tuvo idea de que pasó con la aeronave piloteada por el escritor y aviador francés Antoine de Saint-Exupéry. Un día 31 de julio de 1944 cayó al mar Mediterráneo. 

En el año 2000 los investigadores Lino von Gartzen y Luc Vanrell localizaron el desaparecido avión, a ochenta metros de profundidad. Y el rompecabezas empezó a armarse. Una cosa llevó a la otra, se siguieron, claves, pistas y datos hasta dar, en el año 2008, con un anciano alemán de 88 años llamado Horst Rippert, un periodista deportivo jubilado. Él les contó la historia.

Corrían los días de la Segunda Guerra Mundial cuando Rippert —entonces un joven piloto alemán de 24 años— derribó un avión que cayó hundiéndose en el mar, cerca de la costa de Marsella, sobre el Mediterráneo. 

"A los días de mis disparos dijeron que era Saint-Exupéry. Esperé y espero que no fuera él", les dijo. 

Pero el piloto de esa nave sí era por desdicha el autor de: El aviador, Vuelo nocturno, Tierra de hombres, Piloto de guerra, El principito, entre otras obras.





Así murió el hombre que legó a la humanidad uno de los personajes más inspiradores y lúcidos de todos los que pueblan la vasta literatura terrícola. 

Un año antes de que dispararan sobre su avión publicó su inmortal relato corto El Principito (1943), con dibujos de su propia factura. Una obra que ha sido traducida a más de 180 lenguas y dialectos, y es el segundo libro más leído del planeta, después de la Biblia.

Libro publicado en 1943 y escrito por Antoine de Saint-Exupéry, que narra la historia de un aviador perdido en medio del Sahara, que en la tarea de arreglar su avioneta averiada, se encuentra con un pequeño príncipe proveniente de otro planeta. 

Y es en este encuentro donde se hacen amigos y donde el pequeño príncipe le comparte historias sobre el amor, el egoísmo y la maldad que la gente grande cree que es normal, pero que el principito se rehúsa a aceptar.
El Principito es una metáfora del sentido de la vida, la búsqueda de la felicidad y del amor. El extraordinario hombrecito que lo protagoniza le hace ver a otro de los protagonistas (el aviador) la estupidez humana, y la pérdida de la sabiduría, sencillez y sensibilidad de la infancia que padecen los adultos.




El Principito es una crítica a la pedantería y erudición baratas, a la tentación por lo oscuro, al afán de acumular poder. Este niño de melena color del trigo, sueña y es el único amo de sus sueños y de sus fantasías.

Es un poderoso símbolo político de libertad, de transparencia, de verdad.


FRAGMENTOS DEL LIBRO:



CAPÍTULO VI

Ah, principito ! así fui comprendiendo poco a poco tu pequeña vida melancólica. Por mucho tiempo no habías tenido por distracción más que la dulzura de las puestas de sol. Me enteré de este nuevo detalle el cuarto día a la mañana, cuando me dijiste:

- Me encantan las puestas de sol. Vamos a ver una puesta de sol.



- Pero hay que esperar.

- Esperar qué ?

- Esperar a que se ponga el sol.

Primero pareciste muy sorprendido, y luego te reíste de ti mismo. Y me dijiste:

- Siempre creo que estoy en casa !

En efecto. Cuando es el mediodía en Estados Unidos, el sol, como todo el mundo sabe, se pone en Francia. Bastaría poder ir a Francia en un minuto para asistir a la puesta del sol. Lamentablemente, Francia está demasiado alejada. Pero en tu planeta tan pequeño, te alcanzaba con correr tu silla algunos pasos. Y mirabas el crepúsculo cada vez que lo deseabas...

- Un día, vi al sol ponerse cuarenta y tres veces !

Y un poco más tarde agregabas:

- ¿Sabes? cuando se está tan triste a uno le gustan las puestas de sol.

- ¿El día de las cuarenta y tres veces estabas entonces muy triste? Pero el princípito no respondió.


****




CAPÍTULO XIII

El cuarto planeta era el del hombre de negocios. Estaba tan ocupado que ni siquiera levantó la cabeza cuando llegó el principito.

- Buen día – le dijo éste. – Su cigarrillo está apagado.

- Tres y dos son cinco. Cinco y siete doce. Doce y tres quince. Buenos días. Quince y siete veintidós. Veintidós y seis veintiocho. No tengo tiempo de volver a encenderlo. Veintiséis y cinco treinta y uno. Uf! Eso da entonces quinientos un millones seiscientos veintidós mil setecientos treinta y uno.

- Quinientos millones de qué ?

- Eh? Todavía estás ahí ? Quinientos un millones de... ya no sé... Tengo tanto trabajo ! Yo soy un hombre serio, no me entretengo con tonterías ! Dos y cinco siete...

- Quinientos un millones de qué – repitió el principito, que nunca jamás había renunciado a una pregunta una vez que la había formulado.



El hombre levantó la cabeza:

- Desde hace cincuenta y cuatro años que habito este planeta, no fui perturbado más que tres veces. La primera vez fue, hace veintidós años, por un abejorro que había caído de Dios sabe dónde. Producía un ruido espantoso, y cometí cuatro errores en una suma. La segunda vez fue, hace once años, por una crisis de reumatismo. Me falta ejercicio. No tengo tiempo de pasear. Soy una persona seria. La tercera vez... es esta ! Decía entonces quinientos un millones...

- Millones de qué ?

El hombre de negocios comprendió que no había ninguna esperanza de paz:

- Millones de esas pequeñas cosas que se ven a veces en el cielo.

- Moscas ?

- Pero no, de esas pequeñas cosas que brillan.

- Abejas ?

- Pero no. De esas pequeñas cosas doradas que hacen soñar a los holgazanes. Pero yo soy una persona seria ! No tengo tiempo para ensoñaciones. 

- Ah! ¿estrellas?

- Sí, eso. Estrellas.

- Y ¿qué haces con quinientos millones de estrellas?

- Quinientos un millones seiscientos veintidós mil setecientos treinta y uno. Yo soy un hombre serio, soy preciso.

- Y ¿qué haces con esas estrellas?

- ¿Qué hago con ellas?

- Sí.

- Nada. Las poseo.

- ¿Posees las estrellas?

- Sí.

- Pero yo ya he visto un rey que...

- Los reyes no poseen, "reinan" sobre. Es muy diferente.

- ¿Y para qué te sirve poseer las estrellas?

- Me sirve para ser rico.

- ¿Y para qué te sirve ser rico?

- Para comprar más estrellas, si alguien encuentra.

Éste, se dijo el principito, razona un poco como mi borracho.

Sin embargo, siguió preguntando:

- ¿Cómo se puede poseer las estrellas?

- ¿De quién son? - replicó, gruñón, el hombre de negocios.

- Qué sé yo. De nadie.

- Entonces son mías, porque se me ocurrió primero.

- ¿Es suficiente?

- Desde luego. Cuando encuentras un diamante que no es de nadie, es tuyo. Cuando encuentras una isla que no es de nadie, es tuya. Cuando eres el primero en tener una idea, la haces patentar: es tuya. Y yo poseo las estrellas, puesto que nunca nadie antes que yo pensó en poseerlas.

- Eso es verdad – dijo el principito. – ¿Y qué haces con ellas?

- Las administro. Las cuento y las recuento – dijo el hombre. – Es difícil. Pero yo soy una persona seria !

El principito no estaba aún satisfecho.

- Yo, si poseo un pañuelo, puedo ponérmelo alrededor del cuello y llevarlo. Yo, si poseo una flor, puedo recogerla y llevarla. Pero tú no puedes recoger las estrellas !

- No, pero puedo invertirlas en el banco.

- ¿Qué significa eso?

- Significa que anoto en un papelito la cantidad que tengo de estrellas. Y luego guardo ese papel en un cajón con llave.

- ¿Y eso es todo?

- ¡Con eso basta!

Es divertido, pensó el principíto. Es bastante poético. Pero no es muy serio.

El principíto tenía sobre las cosas serias ideas muy diferentes a las de los adultos.

- Yo – agregó – poseo una flor que riego todos los días. Poseo tres volcanes que deshollino todas las semanas. Porque deshollino también el que está apagado. Nunca se sabe. Es útil para mis volcanes, y es útil para mi flor, que yo los posea. Pero tú no eres útil para las estrellas.

El hombre de negocios abrió la boca pero no encontró nada para responder, y el principíto se fue.

Los adultos son decididamente muy extraordinarios, se decía simplemente a sí mismo durante el viaje.


****




CAPÍTULO XX


Pero sucedió que el principito, habiendo caminado mucho tiempo a través de arena, rocas y nieve, descubrió por fin una ruta. Y todas las rutas van hacia los hombres.

- Buenos días – dijo.

Era un jardín florido de rosas.

- Buenos días – dijeron las rosas.

El principito las miró. Todas se parecían a su flor.

- ¿Quiénes son ustedes? – les preguntó, estupefacto.

- Somos rosas – dijeron las rosas.

- ¡Ah! – respondió el principito.

Y se sintió muy desgraciado. Su flor le había contado que era la única de su especie en el universo. Y he aquí que había cinco mil, todas parecidas, en un solo jardín!

"Ella estaría muy molesta – se dijo – si viera esto... tosería muchísimo y fingiría morirse para escapar al ridículo. Y yo estaría obligado a fingir que la auxilio, porque si no, para humillarme a mí también, se dejaría morir de veras..."

Luego continuó diciéndose: "Me creía poseedor de una flor única, y sólo tengo una rosa ordinaria. Eso y mis tres volcanes que me llegan a la rodilla, uno de los cuales posiblemente esté apagado para siempre, no hacen de mí ciertamente un gran príncipe..." 

Y, tendido en la hierba, lloró.



                                     ****

viernes, 17 de marzo de 2017

QUEJIDO CON LOS OJOS CERRADOS, BARULLO DE EMOCIONES

Pecaron mis ojos moviendo esta angustia de amor en mi corazón,
y mi corazón envió las lágrimas para vengarse de los ojos.
¿Cómo encontrar justas estas represalias del llanto,
cuando anegan las pupilas con sus fluidos torrentes?

Ibn Hazm


A veces, las personas desaparecen delante de nuestros propios ojos. 

A veces, las personas te descubren de repente, aunque te hayan estado mirando todo el tiempo.

A veces, me pierdo de vista cuando no me presto atención. Todos nos perdemos en alguna ocasión, sea por decisión propia o debido a fuerzas que escapan a nuestro control. 

A veces veo la salida, pero sigo avanzando y ahondando: el miedo, la rabia y la tristeza me impiden regresar. 

A veces prefiero permanecer perdida y errante, ya que suele resultar más fácil. 

Otras veces hallo la salida, pero, pase lo que pase, nunca me acaban "viendo".


Me propongo no caer en la apatía que desean los poderosos. Pero tampoco sentirme eufórica, eso sería también un crimen, como lo es que más de dos millones de niños de este país estén pasando hambre, o vivir a diario el baile de los malditos regocijándose de nuestras penurias y falta de libertades. Ellos nos quieren sumisos y con miedo, que obedezcamos con los ojos cerrados, sin rechistar, me propongo no caer en su juego macabro. Mi quejido es con ojos cerrados también, pero mi corazón y mi cuerpo están bien despiertos y nunca lo conseguirán, porque yo sí me "veo" y sé que mi lucha por defender nuestra dignidad crece y crece.

jueves, 24 de diciembre de 2015

GRETE STERN - FOTÓGRAFA SURREALISTA - PIONERA EN LA DENUNCIA DE LA OPRESIÓN EN LA MUJER

El 24 de diciembre de 1999 muere Grete Stern, diseñadora y fotógrafa alemana-argentina. Stern bebía de las influencias del surrealismo y del dadaísmo y criticaba el sometimiento y la opresión de la mujer, mucho antes de que estallaran los movimientos de la reivindicación feminista.


Autorretrato
 Pionera en denunciar la opresión femenina con sus fotomontajes.



Grete Stern, el aspecto macabro de Grete Stern está en el efecto que provoca. Cuando aflora el gesto automático (inconciente) de la risa frente a un fotomontaje de Grete, es una puerta de entrada a su universo descoyuntado de imágenes alegóricas y pesadillescas, críticas de una época no muy lejana de la actual, donde la mujer ni siquiera figuraba en los padrones nacionales, y le comunicaba a Idilio los Sueños para que Grete los moldeara.



"La fotografía es un medio con el que me expreso y que requiere, como afirma Julio Cortázar en su cuento Las babas del diablo, que se posea "disciplina, educación estética y dedos seguros".


Nació en 1904 en Wuppertal, Elberfeld (Alemania) y realiza sus estudios en Wuppertal, Londres y Stuttgart entre los que se incluyen piano y guitarra. En 1927 comienza los de  fotografía, siendo alumna de Walter Peterhans y poco tiempo después crea su primer estudio fotografíco junto a su gran amiga Ellen Auerbach.



Cuerpos celestes, (1949)


Los sueños de dependencia. Sueño Nº 89 

Los sueños de realizaciones futuras. 

Sueño nº 3

Los sueños de celos. Idilio Nº 96, 1951 

Amor sin ilusión, hacia 1951

Con Hitler en el poder, emigra a Inglaterra y abre en Londres un segundo estudio fotográfico y es en esa época cuando se casa con el fotógrafo argentino Horacio Coppola y traslada su estudio a Buenos Aires, juntos comienzan a realizar retratos de artistas e intelectuales. En 1943 se produce su primera exposición individual de fotografía en Argentina.
Entre 1948 y 1952 realiza fotomontajes semanales para la ilustración de la revista IdilioEsta publicación estaba principalmente dirigida a mujeres de clase humilde. A los ojos de los intelectuales de la época será una revista de escaso interés. Desde el primer número, el semanario incluye un consultorio donde las lectoras pueden enviar relatos de sus sueños para que sean interpretados por un psicoanalista, en una sección denominada "El psicoanálisis te ayudará". 

A Grete se le encomienda la singular tarea de ilustrar estos sueños enviados por las lectoras de Idilio y lo llevará a cabo casi durante tres años, desde el número 1 (28/10/1948) al 140 (24/7/1950), eligiendo para ello la técnica del fotomontaje.



Perspectiva, 1949


Botella del mar, 1950

Todo el peso del mundo, 1949

Consentimiento, 1949

Los sueños de relojes idilo n° 54, 1949


Las protagonistas de los Sueños son marionetas atrapadas en un universo hermético, vertiginoso y por momentos opresivo e inaguantable. Sus montajes son escenografías expresionistas de títeres ensamblados; seres que, incluso, pueden llegar a objetualizarse.


En el andén, 1949

Los sueños de evasión. Sueño Nº 84


"La mujer de los sueños de Grete es un ser angustiado y oprimido. Sus placeres son patéticos, igual que sus frustraciones; y cuando se la ve activa y dominante, es tan cruel como el mundo que la agobia. Sus ambiciones reflejan las utopías de melodramas y radionovelas: éxito social, riqueza, guantes largos y lamé (…) La mirada zumbona y sarcástica de Grete no se detiene en la compasión por la víctima, sino que avanza también sobre los resultados alienantes de su resignación".



Artículos eléctricos para el hogar, hacia 1950

La obra llama la atención por diversos elementos. 

La primera, por la composición surrealista que llega a crear con fragmentos de fotos, algunas de las cuales son realizadas expresamente para estos trabajos y otras extraídas del archivo personal de la autora. 

Segundo, porque representan conflictos típicos de las mujeres de clase humilde argentina de aquella época: conflictos maritales, frustraciones diarias, apetencias inconfesables... 

Por último, porque, excediéndose de las interpretaciones escritas realizadas por el psicoanalista que comenta el sueño, los mensajes de Grete son ingeniosamente revolucionarios.



Los sueños de autorreproche. Idilio Nº 119, 1951

Sin título

El ojo eterno, hacia 1950

Sueño Nº 47  1949

Desnudos III, 1946

Sin Título

Sueño 16
En el Museo Nacional de Bellas Artes, organiza y dirige el taller de fotografía del mismo y enseña fotografía en la Escuela de Humanidades de la Universidad Nacional del Nordeste, Resistencia, Chaco.



Autorretrato, 1943
Divorciada de Horacio Coppola y con la nacionalidad argentina, en 1985 abandona la práctica de la fotografía debido a la disminución de su agudeza visual y obsequia parte de su equipo fotográfico a exalumnos y colaboradores.
Muere en Buenos Aires en 1999 a los 95 años de edad.
Fuentes: 

http://www.temakel.com/osstern.htm 
http://agendadelasmujeres.com.ar/paginas/stern.html 
http://www.elangelcaido.org/fotografos/gstern/gsternbio.html 




*.- Entrada que publiqué en enero de 2014 y que actualizo hoy, 24 de diciembre de 2015.


sábado, 24 de enero de 2015

EL CAMINO DE LAS UTOPÍAS - EXTREMODURO JUNTO A LEONORA CARRINGTON


Nos hemos enterado que hay una gente que se llama El Pájaro Azul, que dicen que no se identifican con ningún sistema ideológico ni político ni religioso, y eso nos gusta porque es lo que nos pasa a nosotros, siempre. La canción Camino de las Utopías hoy se llama Pájaro Azul en su honor. R. Iniesta (Extremoduro), Pintura de Leonora Carrington.


El camino de las utopías


Voy buscando lo que quiero,
averiguando, a mi manera,
que no me gustan los maderos
ni la gente con banderas,
ni la Virgen María,
ni ninguna ideología;
pero si sirve de algo,
yo pido libertad para los pigmeos,
que me dan aunque no los veo.

Agua. Si vienen a por mí, tú dame el agua.
Mientras, intentaré, a la vida, negociar
lo que tengo, lo que tú ya sabes...
lo que guardo bajo siete llaves.

Salgo a la calle desnudo,
nadie piense que es locura,
que con el ojo del culo
mido la temperatura.
Mientras la mayoría,
más terca cada día,
se ocupa de sus cosas,
yo pido...

Hace tanto que te espero
que he perdido la conciencia social
y ya no encuentro agarradero,
abandonado en esta ausencia global.
Desde que no te veo...

Concédeme un deseo:
si no es mucho pedir,
yo pido libertad para este minero
que quiere entrar en ese agujero.

Ardo. Te veo pasar y, ahí, me caliento y ardo,
y entro a hacer, en tus caderas, prospección.
Si me pierdo, dime adónde sale,
qué motivos son los principales;
que sólo el viento me sirve de guía
por los caminos de las utopías.

Sopla el viento sin parar
para que vuelva
para que vuelva
y en el viento viene y va
una respuesta
una respuesta.

Estoy buscando una respuesta
que lleva el viento
y voy detrás de todas las tormentas
y no la encuentro.
y voy detrás de todas las tormentas
por si la encuentro.

Leonora Carrington

Extremoduro ...!!





sábado, 17 de enero de 2015

ABRIGO MÍO - JOSÉ LUIS ZÚÑIGA

"Sin ir más lejos hoy, mientras llovía,
me he metido debajo de una alfombra
pensando en explorar tu anatomía.

Te sé sin ti, te encuentro hasta en mi sombra.
Te sé caricia extrema en mi agonía.
Te sé mi voz. La sola que me nombra"


Ferdinand Hodler

Abrigo mío

Boca mía, pecho mío, abrigo
mío tu boca, tu pecho, amor.

En todo cuando no estás,
en todo tu sombra honda, tu apacible
pasión inmarchitable, tus susurros sonoros,
una tenaz presencia.
Como la hiedra trepas lenta, esférica,
te adueñas del espacio,
haces de la memoria un juguete fatídico
porque todo eres tú cuando no estás.

Tu boca, tu pecho, abrigo
mío mi boca, mi pecho, amor.


Ferdinand Hodler

Quisiera verte despacio

Quisiera verte despacio.
Quisiera ver cómo el tiempo
envejece
el contorno de tus labios,
tus pupilas, seguramente tu risa
sonará glauca, yo quiero
verte despacio, volver
a verte. La vida
tiene aristas de nostalgia:
es mejor la lentitud, la que da el tiempo
pasado. La vida.
Quisiera verte despacio.



Ferdinand Hodler

¿Quieres que te lo diga 
al modo más romántico? 
Te lo diré: tu boca 
tiene sabor a cántaro
y tu almendro está en flor.



JOSÉ LUIS ZÚÑIGA, poeta y cantautor español, (Cantabria). (1949 - 2011), afincado en Madrid.
Durante décadas, animó con sus poemas y canciones los locales, bares y salas de Madrid. Fue uno de los fundadores del colectivo Cultura Indigente. Falleció en Abril del 2011. 

Fuente: su blog

domingo, 22 de junio de 2014

SI SE PUDIERA ALGUNA VEZ - ELENA LILIANA POPESCU

¡Ay, cuánta tristeza hay en el mundo!, te dijiste tantas veces, 
continuando lo que parecía ser tu dura vida, 
sin querer renunciar a ninguno de los pensamientos 
que te arrojaron a la vorágine de los hechos amargos: 
quisiste sólo seguir viviendo igual que antes... 




Si se pudiera alguna vez
medir lo inconmensurable,
abarcar lo ilimitado
y atravesando la nada,
no ser lo uno ni lo otro…





Si se pudiera alguna vez
ser amor sin amar,
ser esperanza sin esperar,
ser palabra sin hablar,
ser pensamiento sin pensar...





Si se pudiera alguna vez
escuchar lo inaudible,
mirar lo invisible
y aprender lo ignorado,
¿habría un nuevo comienzo?






Elena Liliana Popescu. (Turnu Magurele, Rumania, 1948)

 Es poeta, traductora y editora. Licenciada y Doctora en Matemática, por la Universidad de Bucarest, de la que actualmente, es profesora.





Todas las pinturas son de Henri Matisse.


domingo, 11 de mayo de 2014

TODOS SOMOS MÁSCARAS

Hoy pensé en este mundo llamado civilizado, para mí no es más que una inmensa mascarada con forma de planeta, todos somos máscaras, nos guste o no, y hay tantas y tan diversas. Personas disfrazadas, sea un político, tu vecino o tu pareja. Nos la ponemos y así podemos mostrarnos a los demás con la imagen que cada uno quiere. Yo, como Benedetti, no me gustan las máscaras. ¡Y es tan difícil encontrar a un ser humano que tenga el coraje de mostrarse tal cual es!


Francis Picabia


Quiero arrancar la máscara de los astros y el tiempo, de las personas y de los gobernantes, quiero desentrañar el fuego de la común hoguera de la vida y la muerte, y poseer la esencia, lo absoluto, lo eterno. Quiero tener delante a alguien que se muestre en su inmensidad natural, quiero que este mundo cambie y que el futuro sea más bonito. Lo sé, quiero una utopía. Ojalá que no.



Carlos Orduña




No me gustan las máscaras.

Me gusta la indefensa gente que da la cara
Y le ofrece al contiguo su mueca más sincera
Y llora con su pobre cansancio imaginario
Y mira con sus ojos de coraje o de miedo.

Me gustan los que sueñan sin careta
Y no tienen pudor de sus tiernas arrugas
Y si en la noche miran/ miran con todo el cuerpo
Y cuando besan/besan con sus labios de siempre.

No hay piel falsa que supla la piel de la lascivia
Las máscaras alegres no curan la tristeza
No me gustan las máscaras, he dicho.

Mario Benedetti





Así quise siempre vivir, sin máscaras, y con la verdad como bandera. Y digo todo esto a sabiendas de lo complicado que está el mundo en que, por infinidad de intereses, la gente suele ponerse sus máscaras con la finalidad de lograr sus objetivos. Pocos son los que son y esta es la triste realidad en este mundo en que vivimos. Y digo los que son porque casi todo el mundo pretende lo que no es y, lo que es peor, lo que no le pertenece. Vivir, por momentos se convierte en un conflicto de intereses. La máscara citada sigue teniendo vigencia. Es lamentable, pero es una realidad.

Decía José Saramago una frase que lo resume todo al respecto de las máscaras. "Vivamos desnudos en nuestras almas, que nos sobran todos los trajes". La frase no puede ser más bella. Aquel que ha sabido desnudarse en el alma ante su prójimo, esa desnudez es la que viene a certificar que no se usan máscaras de ningún tipo. Así debe ser la vida, un torrente de luz que nos ilumine hasta el fondo de nuestro ser.


Emil Nolde


"Elegir la propia máscara es el primer gesto voluntario humano. Y es solitario". Clarice Lispector



viernes, 14 de marzo de 2014

LA PENA DE MUERTE - MARÍA ELENA WALSH

SIEGFRIED ZADEMACK

Fui lapidada por adúltera. Mi esposo, que tenía manceba en casa y fuera de ella, arrojó la primera piedra, autorizado por los doctores de la ley y a la vista de mis hijos. 

Me arrojaron a los leones por profesar una religión diferente a la del Estado. 

Fui condenada a la hoguera, culpable de tener tratos con el demonio encarnado en mi pobre cuzco negro, y por ser portadora de un lunar en la espalda, estigma demoníaco.

Fui descuartizada por rebelarme contra la autoridad colonial. 

Fui condenada a la horca por encabezar una rebelión de siervos hambrientos. Mi señor era el brazo de la Justicia. 

Fui quemada viva por sostener teorías heréticas, merced a un contubernio católico-protestante.

Fui enviada a la guillotina porque mis Camaradas revolucionarios consideraron aberrante que propusiera incluir los Derechos de la Mujer entre los Derechos del Hombre. 

Me fusilaron en medio de la pampa, a causa de una interna de unitarios.

Me fusilaron encinta, junto con mi amante sacerdote, a causa de una interna de federales.

Me suicidaron por escribir poesía burguesa y decadente.

Fui enviada a la silla eléctrica a los veinte años de mi edad, sin tiempo de arrepentirme o convertirme en una mujer de bien, como suele decirse de los embriones en el claustro materno.

Me arrearon a la cámara de gas por pertenecer a un pueblo distinto al de los verdugos.

Me condenaron de facto por imprimir libelos subversivos, arrojándome semiviva a una fosa común.

A lo largo de la historia, hombres doctos o brutales supieron con certeza qué delito merecía la pena capital. Siempre supieron que yo, no otro, era el culpable. Jamás dudaron de que el castigo era ejemplar.


Cada vez que se alude a este escarmiento, la Humanidad retrocede en cuatro patas.






María Elena Walsh nació el 1 de febrero de 1930 y falleció el 10 de enero de 2011. Fue una importante poetisa y cantautora argentina, considerada una de las figuras destacadas de la literatura y el folklore de su tierra.

Entre algunas de sus obras se encuentran "La pena de muerte", "El reino del revés", "Serenata para la tierra de uno" y "Como la cigarra". 

También importante su "Oración a la justicia", donde nos dice:


"...Señora de ojos vendados,
con la espada y la balanza
a los justos humillados
no les robes la esperanza.
Dales la razón y llora
porque ya es hora."



Mercedes Sosa musicalizó su "Como la cigarra" de forma espectacular, os dejo el vídeo y así poder disfrutar de estas dos grandes mujeres.


Tantas veces me mataron
tantas veces me morí
sin embargo estoy aquí
resucitando.

Gracias doy a la desgracia
y a la mano con puñal
porque me mató tan mal
y seguí cantando.

Cantando al sol como la cigarra
después de un año bajo la tierra
igual que sobreviviente
que vuelve de la guerra.

Tantas veces me borraron
tantas desaparecí
a mi propio entierro fui
sola y llorando.

Hice un nudo en el pañuelo
pero me olvidé después
que no era la única vez
y seguí cantando.

Tantas veces me mataron
tantas resucitarás
cuántas noches pasarás
desesperando.

A la hora del naufragio
y la de la oscuridad
alguien te rescatará
para ir cantando.