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Mostrando las entradas para la consulta MARIANNE VON WEREFKIN ordenadas por relevancia. Ordenar por fecha Mostrar todas las entradas
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martes, 1 de diciembre de 2015

MARIANNE VON WEREFKIN - PINTORA EXPRESIONISTA QUE LUCHÓ POR SU LIBERTAD ARTÍSTICA


"Este es el papel de la mujer. Ella existe para ser portavoz de las nuevas ideas, sobre todo en el arte, para explicar el genio a la masa".



La ciudad roja, 1909


Marianne von Werefkin (1860-1938), rusa. Es una pintora expresionista que tiene inicios bajo la influencia de Munch. Ha estado asociada al grupo "El jinete azul".
En 1892, von Werefkin conoce al pintor Alexej von Jawlensky. Fascinada con él, se trasladan a Munich. Pero, a partir de ese momento ella abandona su propio trabajo para iniciar un Salón que rápidamente se convierte en un importante centro de intercambio artístico concentrado en el nuevo movimiento, "el expresionismo."


Fue víctima de una especie de machismo artístico-sentimental que destruyó su relación con el arte tanto tiempo como compartieron lecho con sus admirados y vampíricos pintores.


Campo fantástico

Auto-retrato (1910)
Police sentinel in Vilnius, 1914

Stadt in Litauen

Retrato de una joven

Retrato de Marianne Von Werefkin por Gabriele Munter

Retrato de Marianne von Werefkin por Erma Bossi


Von Werefkin también funda el grupo "Lukasbruderschaft" en el que participaba Wasili Kandinsky. 

Después de una crisis privada con Jawlensky que culmina con el nacimiento de su hijo en 1902 y viajes de rehabilitación por Francia, Marianne von Werefkin retoma su arte en 1906 bajo la influencia de Edvard Munch. 

Ella y Jawlensky, a poco de haber descubierto el pintoresco pueblo de Murnau en 1908 trabajan por un tiempo con Kandinsky y Gabrielle Münter. Allí forman el nuevo grupo "Neue Kunstlervereinigung München." Pero cuando Kandisnky y Franz Marc se apartan del grupo para formar su propio "Der Blauer Reiter," von Werefkin comienza a exhibir sus obras con ellos.


El abridor

Camino en el campo

Los patinadores (1911)

Herbst (Schule), 1907.

"Ballsaal", 1908.


"¡Volveré a pintar!" fueron las últimas palabras que Marianne Von Werefkin (1860-1938) dijo, despechada, a Jawlensky, del que se separaba definitivamente en 1921 después de casi dos décadas de apasionada y tormentosa relación. 

Eclipsada por el genio brillante y posesivo del pintor expresionista alemán, von Werefkin había renunciado a su propia obra pictórica para servir únicamente de soporte y aliento del arte de Jawlensky, víctima de la fascinación o de una relación de pareja que hoy en día no dudaríamos en calificar de maltrato psicológico. 

En cuanto se produjo la separación, ella se quedó en Ascona, Suiza, y él se trasladó a Wiesbaden, en Alemania, la obra de la pintora rusa floreció con un especial énfasis creativo y permaneció fiel al lienzo hasta diez años antes de su muerte, sólo cuando su salud le impidió seguir pintando.



La gran luna 1923
Al alba 1914
La familia 1922

La cervecería
La bailarina Sacharoff

El árbol rojo, 1907

Humor Trágico


Con el estallido de la Primera Guerra Mundial, von Werefkin y Jawlensky se instalan en Suiza.
En 1919, otra mudanza los lleva a Ascona, donde se unen al grupo "Großer Bär." Dos años más tarde, von Werefkin y Jawlensky se separan. 


Su pintura primitivista y sintética, mística, de colorido estridente y antinaturalista a ultranza. En la década de 1920 fundó su propio grupo, Der Grosse Bär.



Golpe de viento, 1910

Old age.

Ameisenhaufen (1916)

Ave María 1914

Homecoming

El molino






viernes, 11 de agosto de 2017

MARIO BENEDETTI - "QUE EL DOLOR NO ME APAGUE LA RABIA"


"Mire la calle.
¿Cómo puede usted ver
indiferente a ese gran río
de huesos, a ese gran río
de sueños, a ese gran río
de sangre, a ese gran río?"



Nicolás Guillén


Marianne von Werefkin


*HOMBRE QUE MIRA EL CIELO


Mientras pasa la estrella fugaz
acopio este deseo instantáneo
montones de deseos hondos y prioritarios
por ejemplo que el dolor no me apague la rabia
que la alegría no desarme mi amor
que los asesinos del pueblo se traguen
sus molares caninos e incisivos
y se muerdan juiciosamente el hígado
que los barrotes de las celdas
se vuelvan de azúcar o se curven de piedad
y mis hermanos puedan hacer de nuevo
el amor y la revolución
que cuando enfrentemos el implacable espejo
no maldigamos ni nos maldigamos
que los justos avancen
aunque estén imperfectos y heridos
que avancen porfiados como castores
solidarios como abejas
aguerridos como jaguares
y empuñen todos sus noes
para instalar la gran afirmación
que la muerte pierda su asquerosa puntualidad
que cuando el corazón se salga del pecho
pueda encontrar el camino de regreso
que la muerte pierda su asquerosa
y brutal puntualidad
pero si llega puntual no nos agarre
muertos de vergüenza
que el aire vuelva a ser respirable y de todos
y que vos muchachita sigas alegre y dolorida
poniendo en tus ojos el alma
y tu mano en mi mano

y nada más
porque el cielo ya está de nuevo torvo
y sin estrellas
con helicóptero y sin dios.


Marianne von Werefkin


*HOMBRE PRESO QUE MIRA A SU HIJO


Cuando era como vos me enseñaron los viejos
y también las maestras bondadosas y miopes
que libertad o muerte era una redundancia
a quien se le ocurría en un país
donde los presidentes andaban sin capangas.

Que la patria o la tumba era otro pleonasmo
ya que la patria funcionaba bien
en las canchas y en los pastoreos.

Realmente no sabían un corno
pobrecitos creían que libertad
era tan solo una palabra aguda
que muerte era tan solo grave o llana
y cárceles por suerte una palabra esdrújula.

Olvidaban poner el acento en el hombre.

La culpa no era exactamente de ellos
sino de otros más duros y siniestros
y estos sí
cómo nos ensartaron
en la limpia república verbal
cómo idealizaron
la vidurria de vacas y estancieros
y cómo nos vendieron un ejército
que tomaba su mate en los cuarteles.

Uno no siempre hace lo que quiere
uno no siempre puede
por eso estoy aquí
mirándote y echándote
de menos.

Por eso es que no puedo despeinarte el jopo
ni ayudarte con la tabla del nueve
ni acribillarte a pelotazos.

Vos ya sabés que tuve que elegir otros juegos
y que los jugué en serio.

Y jugué por ejemplo a los ladrones
y los ladrones eran policías.

Y jugué por ejemplo a la escondida
y si te descubrían te mataban
y jugué a la mancha
y era de sangre.

Botija aunque tengas pocos años
creo que hay que decirte la verdad
para que no la olvides.

Por eso no te oculto que me dieron picana
que casi me revientan los riñones
todas estas llagas, hinchazones y heridas
que tus ojos redondos
miran hipnotizados
son durísimos golpes
son botas en la cara
demasiado dolor para que te lo oculte
demasiado suplicio para que se me borre.

Pero también es bueno que conozcas
que tu viejo calló
o puteó como un loco
que es una linda forma de callar.

Que tu viejo olvidó todos los números
(por eso no podría ayudarte en las tablas)
y por lo tanto todos los teléfonos.

Y las calles y el color de los ojos
y los cabellos y las cicatrices
y en qué esquina
en qué bar
qué parada
qué casa.

Y acordarse de vos
de tu carita
lo ayudaba a callar.

Una cosa es morirse de dolor
y otra cosa es morirse de vergüenza.

Por eso ahora
me podés preguntar
y sobre todo
puedo yo responder.

Uno no siempre hace lo que quiere
pero tiene el derecho de no hacer
lo que no quiere.

Llora nomás botija
son macanas
que los hombres no lloran
aquí lloramos todos.

Gritamos, berreamos, moqueamos, chillamos, maldecimos
porque es mejor llorar que traicionar
porque es mejor llorar que traicionarse.

Llorá
pero no olvides.



Marianne von Werefkin


Otra noción de patria (fragmentos)
(...)

" .. Hay mañanas en que me desperezo
y cuando el pecho se me ensancha
y abro la boca como pez en el aire
siento que aspiro una tristeza húmeda
una tristeza que me invade entero
y que me deja absorto suspendido
y mientras ella lentamente se mezcla
con mi sangre y hasta con mi suerte
pasa por viejas y nuevas cicatrices
algo así como costuras mal cosidas
que tengo en la memoria en el estómago
en el cerebro en las coronarias
en un recodo del entusiasmo
en el fervor convaleciente
en las pistas que perdí para siempre
en las huellas que no reconozco
en el rumbo que oscila como un péndulo

y esa tristeza madrugadora y gris
pasa por los rostros de mis iguales.


Marianne von Werefkin

(...)
si quiero rescatarme
si quiero iluminar esta tristeza
si quiero no doblarme de rencor
ni pudrirme de resentimiento
tengo que excavar hondo
hasta mis huesos
tengo que excavar hondo en el pasado
y hallar por fin la verdad maltrecha
con mis manos que ya no son las mismas

pero no sólo eso
tendré que excavar hondo en el futuro
y buscar otra vez la verdad
con mis manos que tendrán otras manos

que tampoco serán ya las mismas
pues tendrán otras manos (...) .."






"Qué linda época aquella en que decíamos revolución."


viernes, 7 de marzo de 2014

GABRIELLE MÜNTER - PINTORA EXPRESIONISTA Y VANGUARDISTA ALEMANA

Gabriele Münter, pintora alemana nacida en Berlín el 19 de febrero de 1877 y fallecida en Murnau (Bavaria) el 19 de mayo de 1962. 

"Una mujer artista en un mundo de hombres"

Fue una de las pocas figuras femeninas vinculadas al desarrollo del expresionismo alemán. Alumna, colaboradora y compañera sentimental de Wassily Kandinsky, participó activamente en diversos movimientos artísticos muniqueses como Der Blaue Reiter (El Jinete Azul).

Para entender cómo la guerra cambio el mundo del arte, hay que situarse en el periodo previo a 1914, la época dorada de los vanguardistas internacionales. Superando fronteras y barreras idiomáticas, cooperaban creando redes internacionales y buscando nuevas formas de expresión. Pero mientras los artistas revolucionaban el mundo del arte, los políticos europeos dirigían a sus países hacia la colisión.


Autorretrato


*.- Der Blaue Reiter: “(El Jinete Azul en español) 

En Munich durante 1911, Wassily Kandinsky y Franz Marc fundan el grupo del Jinete azul. El nombre proviene de una conversación entre los dos miembros originales, debido a su predilección por el azul y el simbolismo de dicho color.

La composición del grupo fue heterogénea; formado por los rusos Kandinsky y Jawlensky, los alemanes Marc y Macke y el austriaco Kubin. 

Como colectivo tienen claros sus objetivos, los une la aspiración de hacer visible, no la experiencia del mundo natural, sino la experiencia interior y la vida espiritual que la sociedad contemporánea tendía a silenciar, pero dejan libertad total a sus componentes, de ahí las diferencias existentes en sus obras. El grupo reivindica la autonomía del arte, y ser capaces de establecer unas bases que sean comunes para todas las artes. Combaten el clasicismo con las formas y suprimen la separación entre el arte popular y el académico (Influidos por las estéticas rusas). Se orientan a coordinar y apoyar toda clase de corrientes y estilos que se encaminen hacia la libertad, la espiritualidad y la autonomía de la forma y el color. Su modelo es la música, el arte más abstracto y el que menos referencia toma del exterior. En 1913, se produce su disolución.
   
También formaron parte del grupo, entre otros, August Macke, Gabriele Münter, Alexei von Jawlensky, Marianne von Werefkin y Paul Klee. A todos ellos les unía su interés común por el Arte medieval y primitivo así como los movimientos coetáneos del Fauvismo y el Cubismo.

Gabriele Münter con Wassily Kandinsky, y portada del Almanaque de El Jinete Azul, 1912


Kandinsky pintado por Gabrielle, 1906

Autorretrato, 1909

Retrato de Gabriele Münter 
Obra de Vasily Kandinsky, 1905
Paseos en barco, 1912

Enferma


Kandinsky y Erma Bossi después de cenar

Interior, 1908

Las escuelas de Murnau, 1908

Habitación en Murnau

Villa en invierno

Durante su primera estancia en París en 1906/07, Münter ve los cuadros de Henri Matisse y otros fauvistas, lo que cambia su estilo a largo plazo. En 1909 compra una casa en Murnau donde pasa los veranos con Kandisnky y donde reciben a numerosos artistas del vanguardismo muniqués como Alexei von Jawlensky, Franz Marc, August Macke y el compositor Arnold Schönberg.

"Fue una época creativa maravillosa, interesante y feliz en la que discutíamos mucho sobre arte", recordaría Münter posteriormente. "Todos nos esforzábamos mucho y todos maduramos (desde el punto de vista artístico). Yo hice montones de estudios. Hubo días en que hice cinco estudios (sobre cartones de 33 x 41), muchos en los que hice tres y unos cuantos en los que no pinté nada. Todos trabajamos mucho".



Acercándose


Paisaje con nubes



Junto a él visitó Túnez, Bélgica, Italia y Austria, para volver a Berlín en 1908 y establecerse finalmente en Múnich. 

Artísticamente, Münter comienza a desarrollar un estilo abstracto propio, con brillantes colores sin mezclar, formas fuertes, todo delineado por oscuras lineas de separación. Se convierte en miembro fundadora de la Neue Künstlervereinigung München (Nueva union de artistas de Múnich) iniciada por Kandinsky y que incluía el núcleo de los artistas del Blaue Reiter.


Retrato de Marianne von Werefkin, 1911.
Autorretrato

Retrato de Marianne von Werefkin, 1909

Mujer reflexionando, 1917

El desayuno de los pájaros, 1937

Escuchando

JAWLENSKY & WEREFKIN
1908-1909

Máscara negra con rosas

Paisaje costero


Tras participar durante 1909 y 1910 en las exposiciones de la Neue Künstlervereinigung de Múnich, abandonó esta asociación a la vez que Kandinsky y Franz Marc para participar en las exposiciones y la creación del almanaque de Der Blaue Reiter. En 1914, con motivo del comienzo de la Primera Guerra Mundial, Münter se trasladó con Kandinsky a Suiza. 

La relación con Kandinsky finalizaría poco después. Concluida la guerra, Münter regresó a Murnau que sería desde entonces su lugar de residencia. En 1927 conoció al filósofo e historiador del arte Johannes Eichner, al que permaneció unida hasta la muerte de éste. Cuando tras la Segunda Guerra Mundial surgió un renovado interés por el expresionismo alemán, se comenzó a reivindicar la relevancia de esta artista.

Sólo tras una larga estancia en París en 1929/30, su actividad creativa coge nuevo impulso.






Tres vírgenes con ramas oscuras








En 1932 regresa a su casa en Murnau donde vive con el historiador de arte, Johannes Eichner. Durante este período pinta sobre todo flores y obras abstractas. En 1937 los nazis le prohiben exponer, por lo que se retira de la vida pública. 

Durante la Segunda Guerra Mundial Gabriele Münter escondió más de 80 obras de Kandinsky y de otros miembros del Blaue Reiter, además de obras propias, salvándolas de la destrucción. Estas pinturas se las regaló en 1957 a la ciudad de Múnich, donde ahora son exhibidas en la Lenbachhaus, que de golpe, se convirtió en un importante museo. Su casa en Murnau es hoy en día también museo.







Parte del texto y muchas imágenes las saqué de http://www.museothyssen.org/