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Mostrando las entradas para la consulta MARIANNE VON WEREFKIN ordenadas por fecha. Ordenar por relevancia Mostrar todas las entradas
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miércoles, 8 de julio de 2020

EL JINETE AZUL - (DER BLAUE REITER) descubrir ese mundo invisible del alma.


"el color es la tecla y el alma el piano"


Kandinsky . El jinete azul 1903


A mediados de 1911, Kandinsky y Franz Marc comenzaron a trabajar en algo nuevo. Se trataba de un proyecto de redacción al que nombraron Der Blaue Reiter (El jinete azul). 

El nombre surgió en casa de Franz Marc mientras tomaban café. A Kandinsky le fascinaban los jinetes, Marc amaba a los caballos y a ambos les gustaba el color azul.


Los caballos azules Franz Marc 1911


En este caso no se trataba de luchar contra el paganismo, sino de luchar en contra de los conceptos pre-establecidos de lo que consideraba "arte"

Planeaban publicar un almanaque donde se informara de la actual escena artística; después le seguiría una exposición. 

La forma en que éstos veían el arte era muy particular. Compartían el gusto por el arte de los pueblos primitivos, no lo veían inferior al "alto arte europeo". 

Se trataba de acabar con el concepto tradicional de estilo, ya que en el arte de todos los países a través de los tiempos hay algo que lo hace "auténtico". 

En el siglo XX se pretendía romper las barreras entre las diferentes artes, por lo que no fue extraño que Kandinsky escribiera un artículo para el almanaque llamado “El sonido amarillo”, un artículo dedicado a las “óperas de color”, que según lo esperado por el ruso, renovarían la música teatral al combinar los géneros de música, pintura y lengua. 

El almanaque se publicó en 1912, con el generoso financiamiento de Bernhard Koehler y el apoyo del editor de Munich, R. Piper. Incluía, además de lo escrito por Kandinsky y Marc, ensayos de August Macke, Arnold Schönberg, David Burljuk y Roger Allard, que además de pintura, hablaban sobre otras expresiones artísticas como música y teatro.

Todas esas ideas podrían resumirse en la siguiente frase: 

"La cuestión del arte no es una cuestión de la forma, sino del contenido artístico". (Kandinsky, 1936).


Detalle de un cartel de Kandinsky para una exposición de 'El jinete azul'.


La primera exposición de El jinete azul tuvo lugar en la galería muniquesa Thannhauser, del 18 de diciembre de 1911 al 1 de enero de 1912 y en ella se mostraron 50 obras de los siguientes artistas: Albert Bloch, David y Vladimir Burliuk, Heinrich Campendfonk, Robert Delaunay. Elisabeth Epstein, Eugen von Kahler, Vassily Kandinsky, August Macke, Franz Marc, Gabriele Münter, Jean Bloé Niestlé, Henri Rousseau y Arnold Schönberg.


August Macke, "Woman in a green jacket", 1913

Gabriele Münter

Robert Delaunay


A pesar de ser una muestra heterogénea, privilegiaba el arte abstracto de Kandinsky, Marc y Delaunay, además de colocar en un sitio especial el trabajo de Rousseau, Kandinsky escribió el siguiente prólogo para preparar al espectador:

"En esta pequeña exposición no intentamos difundir una forma específica o determinada. Lo que queremos es presentar, a través de las distintas formas aquí representadas, las diferentes maneras mediante las cuales se manifiestan los deseos internos del artista".


Con todo y las advertencias, la muestra fue objeto de burlas por parte de los asistentes. Si no fuera por las ventas orquestadas por Bernhard Koehler, la exposición hubiera fracasado.

La segunda exposición se realizó en febrero de 1912 y sólo se mostraron obras gráficas. Juntos a los trabajos de los miembros del “Brücke” estaban los de Picasso, Braque, Natalia Goncharova, Michail Larionov y Kasimir Malevich.



Kazimir Malevich

Natalia Goncharova - La pequeña estación


Michail Larionov, Desnudo azul, 1903


Los artistas de El jinete azul exhibieron en la galería Der Sturm con pocas interrupciones de octubre de 1912 a abril de 1914. 

Herwarth Walden publicó en su revista obras de Campedock, Delaunay, Klee, Marc, Kandisnky, entre otros, además de artículos sobre teoría del color.



Paul Klee

Con tanta difusión, parecería que el público aceptaría la vanguardia artística. Pero no fue así, las burlas continuaron, inclusive el arte de Kandinsky se consideró “idiotismo”. 

Pese a todo, los artistas de El jinete azul siguieron creando y profundizando en sus conceptos teóricos. Aquellas obras en las que lo figurativo iba quedando relegado no eran hechas por casualidad, sino que se creaban con base en ideas bien establecidas, sobre el uso del color y las formas. La abstracción implicaba una reflexión profunda por parte del artista.

Con el estallido de la Primera Guerra Mundial, El jinete azul vería terminado sus días. Los artistas se dispersaron y algunos, como Macke y Marc, murieron en el frente. 

Actualmente, la mayor colección sobre Der Blaue Reiter puede admirarse en Munich, en la galería Lenbachhaus, gracias a la generosa donación de Gabriele Münter, quien fue compañera de Wassily Kandinsky hasta 1914.


Tempestad (storm) de Marianne von Werefkin


Alexei Jawlensky


Franz Marc, "Establos"



"La abstracción de Alexei Jawlensky, la melancolía y soledad de Marianne von Werefkin y la armonía de Franz Marc, expresan el interior de cada uno de los artistas que vieron como la Primera Guerra Mundial "apagaba los colores" y "tapaba los sonidos".."

KANDISKY



Como muchos movimientos de vanguardia del siglo XX, El jinete azul tuvo una vida breve, pero dejó un legado enorme, además de sentar precedentes para otros movimientos artísticos y abrir un espacio para las ideas nuevas en un siglo que estaría marcado por cambios vertiginosos que no sólo abarcarían el arte y la cultura.


Todos compartían el mismo objetivo: descubrir ese mundo invisible del alma.



Calle de Murnau. Kandinsky 1908


Autumn Landscape with Boats, Wassily Kandinsky, 1908




Fuente:



viernes, 11 de agosto de 2017

MARIO BENEDETTI - "QUE EL DOLOR NO ME APAGUE LA RABIA"


"Mire la calle.
¿Cómo puede usted ver
indiferente a ese gran río
de huesos, a ese gran río
de sueños, a ese gran río
de sangre, a ese gran río?"



Nicolás Guillén


Marianne von Werefkin


*HOMBRE QUE MIRA EL CIELO


Mientras pasa la estrella fugaz
acopio este deseo instantáneo
montones de deseos hondos y prioritarios
por ejemplo que el dolor no me apague la rabia
que la alegría no desarme mi amor
que los asesinos del pueblo se traguen
sus molares caninos e incisivos
y se muerdan juiciosamente el hígado
que los barrotes de las celdas
se vuelvan de azúcar o se curven de piedad
y mis hermanos puedan hacer de nuevo
el amor y la revolución
que cuando enfrentemos el implacable espejo
no maldigamos ni nos maldigamos
que los justos avancen
aunque estén imperfectos y heridos
que avancen porfiados como castores
solidarios como abejas
aguerridos como jaguares
y empuñen todos sus noes
para instalar la gran afirmación
que la muerte pierda su asquerosa puntualidad
que cuando el corazón se salga del pecho
pueda encontrar el camino de regreso
que la muerte pierda su asquerosa
y brutal puntualidad
pero si llega puntual no nos agarre
muertos de vergüenza
que el aire vuelva a ser respirable y de todos
y que vos muchachita sigas alegre y dolorida
poniendo en tus ojos el alma
y tu mano en mi mano

y nada más
porque el cielo ya está de nuevo torvo
y sin estrellas
con helicóptero y sin dios.


Marianne von Werefkin


*HOMBRE PRESO QUE MIRA A SU HIJO


Cuando era como vos me enseñaron los viejos
y también las maestras bondadosas y miopes
que libertad o muerte era una redundancia
a quien se le ocurría en un país
donde los presidentes andaban sin capangas.

Que la patria o la tumba era otro pleonasmo
ya que la patria funcionaba bien
en las canchas y en los pastoreos.

Realmente no sabían un corno
pobrecitos creían que libertad
era tan solo una palabra aguda
que muerte era tan solo grave o llana
y cárceles por suerte una palabra esdrújula.

Olvidaban poner el acento en el hombre.

La culpa no era exactamente de ellos
sino de otros más duros y siniestros
y estos sí
cómo nos ensartaron
en la limpia república verbal
cómo idealizaron
la vidurria de vacas y estancieros
y cómo nos vendieron un ejército
que tomaba su mate en los cuarteles.

Uno no siempre hace lo que quiere
uno no siempre puede
por eso estoy aquí
mirándote y echándote
de menos.

Por eso es que no puedo despeinarte el jopo
ni ayudarte con la tabla del nueve
ni acribillarte a pelotazos.

Vos ya sabés que tuve que elegir otros juegos
y que los jugué en serio.

Y jugué por ejemplo a los ladrones
y los ladrones eran policías.

Y jugué por ejemplo a la escondida
y si te descubrían te mataban
y jugué a la mancha
y era de sangre.

Botija aunque tengas pocos años
creo que hay que decirte la verdad
para que no la olvides.

Por eso no te oculto que me dieron picana
que casi me revientan los riñones
todas estas llagas, hinchazones y heridas
que tus ojos redondos
miran hipnotizados
son durísimos golpes
son botas en la cara
demasiado dolor para que te lo oculte
demasiado suplicio para que se me borre.

Pero también es bueno que conozcas
que tu viejo calló
o puteó como un loco
que es una linda forma de callar.

Que tu viejo olvidó todos los números
(por eso no podría ayudarte en las tablas)
y por lo tanto todos los teléfonos.

Y las calles y el color de los ojos
y los cabellos y las cicatrices
y en qué esquina
en qué bar
qué parada
qué casa.

Y acordarse de vos
de tu carita
lo ayudaba a callar.

Una cosa es morirse de dolor
y otra cosa es morirse de vergüenza.

Por eso ahora
me podés preguntar
y sobre todo
puedo yo responder.

Uno no siempre hace lo que quiere
pero tiene el derecho de no hacer
lo que no quiere.

Llora nomás botija
son macanas
que los hombres no lloran
aquí lloramos todos.

Gritamos, berreamos, moqueamos, chillamos, maldecimos
porque es mejor llorar que traicionar
porque es mejor llorar que traicionarse.

Llorá
pero no olvides.



Marianne von Werefkin


Otra noción de patria (fragmentos)
(...)

" .. Hay mañanas en que me desperezo
y cuando el pecho se me ensancha
y abro la boca como pez en el aire
siento que aspiro una tristeza húmeda
una tristeza que me invade entero
y que me deja absorto suspendido
y mientras ella lentamente se mezcla
con mi sangre y hasta con mi suerte
pasa por viejas y nuevas cicatrices
algo así como costuras mal cosidas
que tengo en la memoria en el estómago
en el cerebro en las coronarias
en un recodo del entusiasmo
en el fervor convaleciente
en las pistas que perdí para siempre
en las huellas que no reconozco
en el rumbo que oscila como un péndulo

y esa tristeza madrugadora y gris
pasa por los rostros de mis iguales.


Marianne von Werefkin

(...)
si quiero rescatarme
si quiero iluminar esta tristeza
si quiero no doblarme de rencor
ni pudrirme de resentimiento
tengo que excavar hondo
hasta mis huesos
tengo que excavar hondo en el pasado
y hallar por fin la verdad maltrecha
con mis manos que ya no son las mismas

pero no sólo eso
tendré que excavar hondo en el futuro
y buscar otra vez la verdad
con mis manos que tendrán otras manos

que tampoco serán ya las mismas
pues tendrán otras manos (...) .."






"Qué linda época aquella en que decíamos revolución."


martes, 1 de diciembre de 2015

MARIANNE VON WEREFKIN - PINTORA EXPRESIONISTA QUE LUCHÓ POR SU LIBERTAD ARTÍSTICA


"Este es el papel de la mujer. Ella existe para ser portavoz de las nuevas ideas, sobre todo en el arte, para explicar el genio a la masa".



La ciudad roja, 1909


Marianne von Werefkin (1860-1938), rusa. Es una pintora expresionista que tiene inicios bajo la influencia de Munch. Ha estado asociada al grupo "El jinete azul".
En 1892, von Werefkin conoce al pintor Alexej von Jawlensky. Fascinada con él, se trasladan a Munich. Pero, a partir de ese momento ella abandona su propio trabajo para iniciar un Salón que rápidamente se convierte en un importante centro de intercambio artístico concentrado en el nuevo movimiento, "el expresionismo."


Fue víctima de una especie de machismo artístico-sentimental que destruyó su relación con el arte tanto tiempo como compartieron lecho con sus admirados y vampíricos pintores.


Campo fantástico

Auto-retrato (1910)
Police sentinel in Vilnius, 1914

Stadt in Litauen

Retrato de una joven

Retrato de Marianne Von Werefkin por Gabriele Munter

Retrato de Marianne von Werefkin por Erma Bossi


Von Werefkin también funda el grupo "Lukasbruderschaft" en el que participaba Wasili Kandinsky. 

Después de una crisis privada con Jawlensky que culmina con el nacimiento de su hijo en 1902 y viajes de rehabilitación por Francia, Marianne von Werefkin retoma su arte en 1906 bajo la influencia de Edvard Munch. 

Ella y Jawlensky, a poco de haber descubierto el pintoresco pueblo de Murnau en 1908 trabajan por un tiempo con Kandinsky y Gabrielle Münter. Allí forman el nuevo grupo "Neue Kunstlervereinigung München." Pero cuando Kandisnky y Franz Marc se apartan del grupo para formar su propio "Der Blauer Reiter," von Werefkin comienza a exhibir sus obras con ellos.


El abridor

Camino en el campo

Los patinadores (1911)

Herbst (Schule), 1907.

"Ballsaal", 1908.


"¡Volveré a pintar!" fueron las últimas palabras que Marianne Von Werefkin (1860-1938) dijo, despechada, a Jawlensky, del que se separaba definitivamente en 1921 después de casi dos décadas de apasionada y tormentosa relación. 

Eclipsada por el genio brillante y posesivo del pintor expresionista alemán, von Werefkin había renunciado a su propia obra pictórica para servir únicamente de soporte y aliento del arte de Jawlensky, víctima de la fascinación o de una relación de pareja que hoy en día no dudaríamos en calificar de maltrato psicológico. 

En cuanto se produjo la separación, ella se quedó en Ascona, Suiza, y él se trasladó a Wiesbaden, en Alemania, la obra de la pintora rusa floreció con un especial énfasis creativo y permaneció fiel al lienzo hasta diez años antes de su muerte, sólo cuando su salud le impidió seguir pintando.



La gran luna 1923
Al alba 1914
La familia 1922

La cervecería
La bailarina Sacharoff

El árbol rojo, 1907

Humor Trágico


Con el estallido de la Primera Guerra Mundial, von Werefkin y Jawlensky se instalan en Suiza.
En 1919, otra mudanza los lleva a Ascona, donde se unen al grupo "Großer Bär." Dos años más tarde, von Werefkin y Jawlensky se separan. 


Su pintura primitivista y sintética, mística, de colorido estridente y antinaturalista a ultranza. En la década de 1920 fundó su propio grupo, Der Grosse Bär.



Golpe de viento, 1910

Old age.

Ameisenhaufen (1916)

Ave María 1914

Homecoming

El molino






jueves, 22 de enero de 2015

ALEXEI VON JAWLENSKY - PINTOR EXPRESIONISTA RUSO



"El color es un medio que ejerce una influencia directa sobre el alma. El color es el teclado. Los ojos son los martillos. El alma es el piano, con sus muchas cuerdas. La mano del artista toca una tecla detrás de otra para causar vibraciones en el alma." 


(Vassily Kandinsky, De lo espiritual en el arte)








Alexei von Jawlensky,(1864-1941), pintor ruso. Se formó en la Academia de San Petersburgo y en la de Munich. En 1924, junto con Kandinsky, Klee y Feininger, fundó en Wiesbaden el grupo Die blauen Vier (Los cuatro azules), y expuso junto a ellos en numerosas ocasiones en América y Europa.
Su pintura, enraizada en el folclore y en el misticismo rusos, refleja el influjo de Van Gogh, de Cézanne, de los nabís y, sobre todo, de Matisse. 

Formó parte de las inquisitivas y dinámicas vanguardias pictóricas de comienzos del siglo XX. En su prolífica obra, logró una lírica síntesis de sensualidad y emociones sublimadas. Como en pocas creaciones artísticas, en ellas es posible observar también el impacto de su severa artritis reumatoide, que modificó radical y progresivamente su estilo. 






En 1917 comenzó su conocida serie Cabezas místicas, y al año siguiente Cabezas abstractas, en las que se combinan las notas fauvistas y expresionistas con la tradición y espiritualidad del arte ruso. 

Con estas cabezas combina tendencias de arte vanguardista con su fascinación por el icono de la tradición espiritual rusa. 


En sus memorias escribe el pintor: 


"Al principio quería seguir pintando en Saint-Prex igual que lo hacía en Munich. Pero algo dentro de mí me impedía pintar cuadros sensuales y llenos de color. Mi alma había cambiado por culpa de tanto dolor, y eso me forzaba a encontrar otras formas y colores para expresar lo que conmovía mi alma".






Desgraciadamente ignoramos el título de tales obras. Son rostros femeninos estilizados, mientras que los segundos son rostros asexuados, ni femeninos ni masculinos. Jawlensky vuelve con ellos al tema del icono, creando su propia versión del icono moderno.




Dejo a continuación una selección de esta parte de su obra: 







Todo lo vivido hasta aquel entonces, todo lo conocido y leído confluían, en este momento de crisis y también de renovación, en una visión nueva e insólita de la esencia del ser humano. 












Biografía resumida: 

Su llegada a Múnich tuvo lugar en 1896, cuando, desilusionado con los métodos de enseñanza de la Academia de San Petersburgo, se trasladó hasta allí para continuar su formación como pintor. 








Asistió a las clases de Anton Azˇbé y fue en su escuela donde, en 1907, conoció a Kandinsky, que se convertiría en su amigo y colaborador artístico. En 1905 realizó su primer viaje a Francia, donde se familiarizó con las obras de Paul Gauguin y Vincent van Gogh. 

Asimismo tuvo la oportunidad de conocer a Henri Matisse y la obra de los pintores fauves, junto a los que expondría en el Salon d’Automne de ese mismo año. 






Tras su regreso a Múnich, pasó varios veranos en Murnau junto a Kandinsky, Gabriele Münter y Marianne von Werefkin, pintora rusa con la que Jawlensky había llegado a Alemania. 

Con ellos creó en 1909 la Neue Künstlervereinigung de Múnich, en la que permanecería hasta 1912, fecha en la que se unió al grupo expresionista Der Blaue Reiter (El Jinete Azul). 




Como a la mayoría de sus colegas de Múnich, el sentido musical del color y una concepción mística inspirada en la teosofía marcaron el destino espiritual y artístico de Jawslensky. 





La temática de la obra de Alexei Von Jawlensky se centró principalmente en el retrato, los paisajes y las naturalezas muertas. Todas ellas tienen como característica común la subordinación del motivo al color, dotando a éste de apariencia plana y renunciando al uso de sombras y contornos en beneficio de una composición que en su caso extremo se limita a la yuxtaposición horizontal de bandas de colores primarios y complementarios. 

Desde finales de la década de 1920, Jawlensky sufrió una fuerte artritis que fue restringiendo su movilidad hasta impedirle completamente continuar pintando. En 1938 comenzó a dictar sus memorias 









Fuentes: