A mediados de 1911, Kandinsky y Franz Marc comenzaron a trabajar en algo nuevo. Se trataba de un proyecto de redacción al que nombraron Der Blaue Reiter (El jinete azul).
El nombre surgió en casa de Franz Marc mientras tomaban café. A Kandinsky le fascinaban los jinetes, Marc amaba a los caballos y a ambos les gustaba el color azul.
Los caballos azules Franz Marc 1911 |
En este caso no se trataba de luchar contra el paganismo, sino de luchar en contra de los conceptos pre-establecidos de lo que consideraba "arte".
Planeaban publicar un almanaque donde se informara de la actual escena artística; después le seguiría una exposición.
La forma en que éstos veían el arte era muy particular. Compartían el gusto por el arte de los pueblos primitivos, no lo veían inferior al "alto arte europeo".
Se trataba de acabar con el concepto tradicional de estilo, ya que en el arte de todos los países a través de los tiempos hay algo que lo hace "auténtico".
En el siglo XX se pretendía romper las barreras entre las diferentes artes, por lo que no fue extraño que Kandinsky escribiera un artículo para el almanaque llamado “El sonido amarillo”, un artículo dedicado a las “óperas de color”, que según lo esperado por el ruso, renovarían la música teatral al combinar los géneros de música, pintura y lengua.
El almanaque se publicó en 1912, con el generoso financiamiento de Bernhard Koehler y el apoyo del editor de Munich, R. Piper. Incluía, además de lo escrito por Kandinsky y Marc, ensayos de August Macke, Arnold Schönberg, David Burljuk y Roger Allard, que además de pintura, hablaban sobre otras expresiones artísticas como música y teatro.
Todas esas ideas podrían resumirse en la siguiente frase:
"La cuestión del arte no es una cuestión de la forma, sino del contenido artístico". (Kandinsky, 1936).
La primera exposición de El jinete azul tuvo lugar en la galería muniquesa Thannhauser, del 18 de diciembre de 1911 al 1 de enero de 1912 y en ella se mostraron 50 obras de los siguientes artistas: Albert Bloch, David y Vladimir Burliuk, Heinrich Campendfonk, Robert Delaunay. Elisabeth Epstein, Eugen von Kahler, Vassily Kandinsky, August Macke, Franz Marc, Gabriele Münter, Jean Bloé Niestlé, Henri Rousseau y Arnold Schönberg.
August Macke, "Woman in a green jacket", 1913 |
Gabriele Münter |
Robert Delaunay |
A pesar de ser una muestra heterogénea, privilegiaba el arte abstracto de Kandinsky, Marc y Delaunay, además de colocar en un sitio especial el trabajo de Rousseau, Kandinsky escribió el siguiente prólogo para preparar al espectador:
"En esta pequeña exposición no intentamos difundir una forma específica o determinada. Lo que queremos es presentar, a través de las distintas formas aquí representadas, las diferentes maneras mediante las cuales se manifiestan los deseos internos del artista".
Con todo y las advertencias, la muestra fue objeto de burlas por parte de los asistentes. Si no fuera por las ventas orquestadas por Bernhard Koehler, la exposición hubiera fracasado.
La segunda exposición se realizó en febrero de 1912 y sólo se mostraron obras gráficas. Juntos a los trabajos de los miembros del “Brücke” estaban los de Picasso, Braque, Natalia Goncharova, Michail Larionov y Kasimir Malevich.
Kazimir Malevich |
Natalia Goncharova - La pequeña estación |
Michail Larionov, Desnudo azul, 1903 |
Los artistas de El jinete azul exhibieron en la galería Der Sturm con pocas interrupciones de octubre de 1912 a abril de 1914.
Herwarth Walden publicó en su revista obras de Campedock, Delaunay, Klee, Marc, Kandisnky, entre otros, además de artículos sobre teoría del color.
Paul Klee |
Con tanta difusión, parecería que el público aceptaría la vanguardia artística. Pero no fue así, las burlas continuaron, inclusive el arte de Kandinsky se consideró “idiotismo”.
Pese a todo, los artistas de El jinete azul siguieron creando y profundizando en sus conceptos teóricos. Aquellas obras en las que lo figurativo iba quedando relegado no eran hechas por casualidad, sino que se creaban con base en ideas bien establecidas, sobre el uso del color y las formas. La abstracción implicaba una reflexión profunda por parte del artista.
Con el estallido de la Primera Guerra Mundial, El jinete azul vería terminado sus días. Los artistas se dispersaron y algunos, como Macke y Marc, murieron en el frente.
Actualmente, la mayor colección sobre Der Blaue Reiter puede admirarse en Munich, en la galería Lenbachhaus, gracias a la generosa donación de Gabriele Münter, quien fue compañera de Wassily Kandinsky hasta 1914.
Tempestad (storm) de Marianne von Werefkin |
Alexei Jawlensky |
Franz Marc, "Establos" |
"La abstracción de Alexei Jawlensky, la melancolía y soledad de Marianne von Werefkin y la armonía de Franz Marc, expresan el interior de cada uno de los artistas que vieron como la Primera Guerra Mundial "apagaba los colores" y "tapaba los sonidos".."
KANDISKY
Como muchos movimientos de vanguardia del siglo XX, El jinete azul tuvo una vida breve, pero dejó un legado enorme, además de sentar precedentes para otros movimientos artísticos y abrir un espacio para las ideas nuevas en un siglo que estaría marcado por cambios vertiginosos que no sólo abarcarían el arte y la cultura.
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