LOUISE BOURGEOIS
LA ESCULTORA Y LOS SIGNOS FÁLICOS |
Mi homenaje a una artista de las denominadas "olvidadas en la Historia del Arte"
LA ARAÑA CON LUZ |
El 31 de mayo moría en la ciudad de Nueva York la escultora Louise Bourgeois.
En muchas ocasiones he traído hasta este Blog diferentes artistas cuya obra ha podido resultar controvertida y que ha despertado pasiones encendidas. Con Bourgeois sucedía algo de eso. A mi particularmente, su obra en metal es la que más me atrae, estéticamente hablando, sin embargo considero que es toda su producción la que merece un lugar en el Arte, más aún si entendemos que ese lugar le correspondía mucho antes de haberlo conseguido. La escultora Louise Bourgeois pago este retraso, primero por ser mujer y segundo por ser, hasta el fin de sus días, una rompedora en su vida y en su obra.
FLOTANDO |
Nacida en París en 1911, desde muy pequeña comenzó a dibujar. Sus padres, restauradores de tapices, según ella no tuvieron ninguna influencia en su proyección artística, pero ya con diez años ayudaba a estos en la elaboración de los dibujos. Estudió matemáticas y geometría en la Sorbona y desde niña tuvo un carácter rompedor.
Pronto se apartó de las matemáticas que consideraba demasiado teóricas y comenzó a estudiar Arte, primero en la Escuela de Bellas Artes y más tarde en diversas academias así como en la famosa escuela del Louvre. Fue en la Escuela de Bellas Artes dónde su profesor Fernad Léger le hizo darse cuenta de su vocación de escultora.
LA OREJA |
FIGURAS |
En 1937 conoce al historiador de arte Robert Goldwater, se casan y se trasladan a Nueva York. En esta ciudad continúa el camino comenzado en París. Estudia en el Art Students League y comienza sus primeras exposiciones con unas obras cargadas de un psiquismo que procede de sus traumas personales.
Tronco de mujer embarazada con cabeza fálica |
Louise confesaba que toda la obra realizada en los últimos 50 años tenía origen en su niñez. Dicen que el hecho de que su padre engañara a su madre, a la que Louis adoraba, con la institutriz, quedó plasmado en muchas de sus obras aunque ella nunca lo confirmó.
En 1951 el MOMA de Nueva York fue el primero en adquirir una obra suya (Sleeping Figure).
En 1974 comienza a dar clases en The School of IVusal Arts de N.Y. y durante esa década fue profesora de la universidad de Columbia.
No se limitó a la obra plástica. También su obra teórica se plasmó en la literatura.
“Destrucción del padre/reconstrucción del padre” (Editorial Síntesis) es un libro que nos dice mucho de la obra y de la persona de Bourgeois y que encuentro imprescindible para entender la obra de esta mujer, su vida y su declarada militancia feminista.
MAMÁ...al fondo el Guggenheim de Bilbao |
Louis Bourgeois, en los diferentes capítulos nos explica su relación no solo con su obra, desde sus comienzos con la escultura en madera, pasando por el metal y otros materiales, sino su profundo mundo psíquico y su relación con la enseñanza y lo que ella entendía por enseñar arte.
El capítulo 26 que trata de este tema, comienza diciendo: “Nacer artista es tanto un privilegio como una maldición, pero ¿es algo que pueda enseñarse? No es posible convertirse en artista, sólo se puede aceptar o rechazar el don que le ha sido otorgado”.
Como podemos ver, tanto sus afirmaciones como su obra, son base para muchos debates. Este libro lo muestra. Cada capítulo podría dar pie a muchas páginas de discusión como lo ha sido su obra, admirada para unos y denostada para otros.
Abrió una vía de vanguardia en el arte contemporáneo. Sus esculturas de claro significado fálico escandalizaban a unos y arrastraban a otros, pero no dejaban a nadie indiferente. Sus enormes arañas, surgidas de un mundo onírico, son sus obras más conocidas. Nosotros podemos admirar una de ellas (Mamá) cuando nos acercamos al Guggenheim bilbaino.
LOUISE BOURGEOIS |
La Universidad de Yale la distinguió con el título de doctor Honoris Causa en Bellas Artes, a ella, una mujer que decía no interesarle la Historia del Arte, ni los diferentes estilos que según proclamaba no eran más que “modas”.
En 1982 el MOMA, le dedicó su primera retrospectiva. Siguieron una antológica en España, (Fundación Antoni Tàpies) retrospectivas en Londres (Tate Modern), París (Pompidou) y un largo etc. También participó en la Bienal de Venecia.
Se podría decir que todos los reconocimientos le llegaron antes de su muerte, pero si dirigimos la vista a toda su vida, ese reconociendo fue tardío teniendo en cuenta su larga vida dedicada a crear. No obstante tuvo tiempo de saberse reconocida. La muerte a los 98 años, la encontró en Nueva York donde aún trabajaba y dónde semanalmente se reunía en tertulias en su taller con artistas de todas las edades.
Mentxu de la Cuesta