Emile Nolde |
Ahora que lo preguntas,
la mayor parte de los días no puedo recordar.
Camino vestida, sin marcas de ese viaje.
Luego la casi innombrable lascivia regresa.
Ni siquiera entonces tengo nada contra la vida.
Conozco bien las hojas de hierba que mencionas,
los muebles que has puesto al sol.
Pero los suicidas poseen un lenguaje especial.
Al igual que carpinteros, quieren saber con qué herramientas.
Nunca preguntan por qué construir.
En dos ocasiones me he expresado con tanta sencillez,
he poseído al enemigo, comido al enemigo,
he aceptado su destreza, su magia.
De este modo, grave y pensativa,
más tibia que el aceite o el agua,
he descansado, babeando por el agujero de mi boca.
No se me ocurrió exponer mi cuerpo a la aguja.
Hasta la córnea y la orina sobrante se perdieron.
Los suicidas ya han traicionado el cuerpo.
Nacidos sin vida, no siempre mueren,
pero deslumbrados, no pueden olvidar una droga tan dulce
que hasta los niños mirarían con una sonrisa.
¡Empujar toda esa vida bajo tu lengua!
que, por sí misma, se convierte en pasión.
La muerte es un hueso triste, lleno de golpes, dirías,
y a pesar de todo ella me espera, año tras año,
para reparar delicadamente una vieja herida,
para liberar mi aliento de su dañina prisión.
Balanceándose allí, a veces se encuentran los suicidas,
rabiosos ante el fruto, una luna inflada,
Dejando el pan que confundieron con un beso
Dejando la página del libro abierto descuidadamente
Algo sin decir, el teléfono descolgado
Y el amor, cualquiera que haya sido, una infección.
(Traducción: Griselda García)
Anne Sexton (1928-1974) fue una poeta confesional extraña y de éxito. Rebelde y atormentada, de carácter depresivo, inconformista y culturalmente inquieta. Pero deliciosa, sensible, generosa y dulce, ¡me encanta!
La vida de Anne Sexton, desde su temprana juventud hasta su suicidio a los 46 años, está fuertemente marcada por su obsesivo temperamento. Dicen que empezó a escribir poesía por recomendación de su psicoanalista. Hija de un viajante de lanas maltratador, víctima de la pesadilla americana, ama de casa cansada y casada con otro maltratador… Excesiva, alcohólica, depresiva y embarcada en una montaña rusa de suicidios fallidos, hospitales y amantes. En 1957 conoció a la también poetisa Silvia Plath, y a partir de entonces sus vidas se unieron en una relación que lindaba la identificación mutua y la rivalidad poética.
*.- Su poesía es fuertemente autobiográfica y en ella aborda temas tabúes para la puritana sociedad estadounidense como la menstruación, el adulterio, el incesto, la masturbación, el aborto, la drogadicción o la homosexualidad.