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| Kees Van Dongen |
La noche no quiere venir
para que tú no vengas,
ni yo pueda ir.
Pero yo iré,
aunque un sol de alacranes me coma la sien.
Pero tú vendrás
con la lengua quemada por la lluvia de sal.
El día no quiere venir
para que tú no vengas,
ni yo pueda ir.
Pero yo iré
entregando a los sapos mi mordido clavel.
Pero tú vendrás
por las turbias cloacas de la oscuridad.
Ni la noche ni el día quieren venir
para que por ti muera
y tú mueras por mí.
Gacela del amor desesperado
2 comentarios:
Inma... Me alegro de que te guste "La hora Rara", un texto que escribí hará un año y que hoy decidí darle luz o borrarlo.
Me alegra no haber hecho lo último pues si te gusta y encima trae al gran Federico con este poema denso, lleno de vida turbia en su estilo y de gran pasión en su interior, me alegro doblemente.
Gracias querida Inma, por tu cercanía y cariño.
Besos, a puñaos :)
Menos mal que no lo borraste, y si lo rescataste ahora también debe ser porque tu alma o tus ganas pudieron más que tú.
Hoy ha sido una mañana de poemas, gacelas y canciones que me inspiraron tu relato, en mi cabeza giraba y volaba Aute con su "Mojándolo todo", la gacela de Lorca y un sinfín de desvaríos, porque la vida es un desvarío y entendí bien tu soliloquio, eso creo.
Gracias guapa..
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