Me preguntas si veo todo eso en tus ojos. Naturalmente que sí, amada mía. Todo está escrito en tus ojos. Y en toda tú. Vibras por todos tus poros, incluso cuando no dices nada. Sabes, muchas veces me despierto de noche, enciendo la luz y miro tu foto, tu imagen en la biblioteca. Siempre irradia no sólo belleza sino pureza, integridad, confianza.
Pienso en ti como en una flor del profundo sur, con toda su esplendorosa fragancia y aparente fragilidad. En realidad eres tan fuerte como un tigre y tan peligrosa, si estás enfadada. Mi visión se debilita. He estado escribiendo sin gafas. Pero con tal de saber de ti soy capaz de cualquier cosa. Sí mi querida, mi queridísima Brenda, sólo gracias a ti continúo vivo. Lo sé mejor que nadie.
Carta de amor de Henry Miller a Brenda Venus
2 comentarios:
¡Que belleza de Carta! ¡Que final lleno de Total Amor!
Un abrazo.
Son unas cartas espectaculares, así debe ser el amor cuando ya crees que no tienes amor, al final del camino.
Abrazote Pedro Luis
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