"¡Callad conmigo, como callan todas las campanas!
En la placenta de los horrores
buscan las sabandijas alimento nuevo".
Anglada Camarasa |
la mano rugosa, que sostuvo fresca la mía,
ha de quedarse sobre el pálido muslo,
rejuvenecerse la carne, por un instante,
para que así venga más rápido el derrumbe en ella,
rápido llegan las arrugas, casi sanas,
y todo sobre la rígida musculatura.
No ser amada. El dolor podría ser aún
mayor, se siente muy bien, toca a la puerta.
Pero la carne, con su línea abierta en la rodilla,
las arrugadas manos, todo ello sobrevino de noche,
el curtido omóplato, donde ya no crece ningún verde,
donde alguna vez se mantuvo oculto un rostro.
mayor, se siente muy bien, toca a la puerta.
Pero la carne, con su línea abierta en la rodilla,
las arrugadas manos, todo ello sobrevino de noche,
el curtido omóplato, donde ya no crece ningún verde,
donde alguna vez se mantuvo oculto un rostro.
Avejentada en cien años, en un solo día,
El confiado animal fue llevado bajo latigazos
a su armonía preestablecida.
El confiado animal fue llevado bajo latigazos
a su armonía preestablecida.
Ingeborg Bachmann, poeta y novelista austriaca nacida en Klagenfurt en 1926.
("No sé de otro mundo mejor". Poemas inéditos)
2 comentarios:
"Donde ya no crece ningún verde"
Un poema con mucha garra Inma, las metáforas son todo un lujo para describir muy bien lo que quisó.
Precioso.
Un besico
Gracias mj, es una hermosura, a pesar de su dureza, me parece impactante.
Más besos para ti guapaaa
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