La montaña del alma – Gao Xingjian
Sinopsis:
Gao Xingjian es un multifacético artista, escritor en lengua china, dramaturgo, novelista y pintor, que en la actualidad reside en Francia y es ciudadano francés.
Teatro, ópera, cine, pintura, danza, poesía, novela… no hay género creativo que escape al interés de Gao, cuya sencillez, sin embargo, lo aleja de la imagen de “artista renacentista” que desprende la exuberante diversidad de su obra. Fue víctima de la Revolución Cultural China, que tuvo lugar entre 1966 y 1976, y lo confinó en un campo de “reeducación” en el que tenía prohibido escribir.
La liberalización de los años ochenta le permitió publicar diversos libros en su país, aunque con numerosos encontronazos con la censura y ante el rumor de que iban a encerrarlo nuevamente en una granja-prisión, huyó a los bosques del sudoeste, recorriendo durante cinco meses la “China profunda”, plagada de leyendas, cuentos, canciones, fiestas, costumbres populares y personajes que se convirtieron en el material que nutriría su obra maestra, “La montaña del Alma”, una “ficción autobiográfica” que le ocupó durante siete años y por la que en el año 2000, obtuvo el Premio Nobel de Literatura.
Una casualidad inicia esta novela: dos tazas de té entrechocan sobre la mesa de un compartimento de tren provocando el contacto entre dos desconocidos que han emprendido un largo viaje. Desde las primeras páginas Xingjian hace un retrato amplio y profundo de China, de su gente, de sus costumbres, de su forma de vida. Una obra escrita desde el alma y destinada a permanecer por siempre, en la historia de la literatura universal…
Teatro, ópera, cine, pintura, danza, poesía, novela… no hay género creativo que escape al interés de Gao, cuya sencillez, sin embargo, lo aleja de la imagen de “artista renacentista” que desprende la exuberante diversidad de su obra. Fue víctima de la Revolución Cultural China, que tuvo lugar entre 1966 y 1976, y lo confinó en un campo de “reeducación” en el que tenía prohibido escribir.
La liberalización de los años ochenta le permitió publicar diversos libros en su país, aunque con numerosos encontronazos con la censura y ante el rumor de que iban a encerrarlo nuevamente en una granja-prisión, huyó a los bosques del sudoeste, recorriendo durante cinco meses la “China profunda”, plagada de leyendas, cuentos, canciones, fiestas, costumbres populares y personajes que se convirtieron en el material que nutriría su obra maestra, “La montaña del Alma”, una “ficción autobiográfica” que le ocupó durante siete años y por la que en el año 2000, obtuvo el Premio Nobel de Literatura.
Una casualidad inicia esta novela: dos tazas de té entrechocan sobre la mesa de un compartimento de tren provocando el contacto entre dos desconocidos que han emprendido un largo viaje. Desde las primeras páginas Xingjian hace un retrato amplio y profundo de China, de su gente, de sus costumbres, de su forma de vida. Una obra escrita desde el alma y destinada a permanecer por siempre, en la historia de la literatura universal…
Fragmento del libro:
(..) ¿Cómo encontrar, por último, un lenguaje puro y cristalino, musical, inmarcesible, más elevado que la melodía, más allá de los límites establecidos por la morfología y la sintaxis, sin distinción entre el objeto y el sujeto, que trascienda a las personas, se desembarace de la lógica, en constante desarrollo, que no recurra ni a las imágenes, ni a las metáforas, ni a las asociaciones de ideas ni a los símbolos? Un lenguaje que pudiera expresar enteramente los sufrimientos de la vida y el temor a la muerte, las penas y las alegrías, la soledad y el consuelo, la perplejidad y la espera, la vacilación y la determinación, la debilidad y el valor, los celos y el remordimiento, la calma, la impaciencia y la confianza en uno mismo, la generosidad y el tormento, la bondad y el odio, la piedad y el desánimo, la indiferencia y la paz, la villanía y la maldad, la nobleza y la crueldad, la ferocidad y la bondad, el entusiasmo y la frialdad, la impasibilidad, la sinceridad y la indecencia, la vanidad y la codicia, el desdén y el respeto, la jactancia y la duda, la modestia y el orgullo, la obstinación y la indignación, la aflicción y la vergüenza, la duda y el asombro, y la lasitud y la decrepitud y el intento perpetuo de comprender y no menos perpetuo de no comprender y la impotencia de no lograrlo..(..)
1 comentario:
yo quiero un resumen de este libro please necesito tu ayudaaa
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