"Todos no se extasían, como tú, ante un crepúsculo, no sueñan frente a una aurora o cimbran en una tempestad…"
Filosóficamente, Ingenieros fue la cabeza más visible y prestigiosa del positivismo. En "El hombre mediocre", el autor se propuso una noble tarea: estigmatizar la rutina, la hipocresía, y el servilismo, esas funestas lacras morales que impiden la formación de ideales y el ennoblecimiento de la vida.
El mensaje de Ingenieros sigue vigente. En este libro, sobre todo hace una radiografía tan certera de la mediocridad como la madre de todos los vicios y perdiciones de la conducta humana y, por ende, de la sociedad.
Sus conocimientos de la psicología social están presentes como nunca. Y también está presente su lenguaje desprovisto de toda retórica cientificista e impregnado de un cautivante humanismo.
Fragmentos aleatorios del libro, para abrir boca:
“Cuando pones la proa visionaria hacia una estrella y tiendes el ala hacia tal excelsitud inasible, afanoso de perfección y rebelde a la mediocridad, llevas en ti el resorte misterioso de un Ideal. Es ascua sagrada, capaz de templarte para grandes acciones. Custódiala; si la dejas apagar no se reenciende jamás. Y si ella muere en ti, quedas inerte: fría bazofia humana.”
“Lo poco que pueden todos, depende de lo mucho que algunos anhelan"
“Y no se nace joven: hay que adquirir la juventud. Y sin un ideal no se adquiere"
“Los idealistas suelen ser esquivos o rebeldes a los dogmatismos sociales que los oprimen. Resisten la tiranía del engranaje nivelador, aborrecen toda coacción, sienten el peso de los honores con que se intenta domesticarlos y hacerlos cómplices de los intereses creados, dóciles, maleables, solidarios,uniformes en la común mediocridad. Las fuerzas conservadoras que componen el subsuelo social pretenden amalgamar a los individuos, decapitándolos; detestan las diferencias, aborrecen las excepciones, anatematizan al que se aparta en busca de su propia personalidad. El original, el imaginativo, el creador no teme sus odios: los desafía, aun sabiéndolos terribles porque son irresponsables”
“Las existencias vegetativas no tienen biografía: en la historia de su sociedad sólo vive el que deja rastros en las cosas o en los espíritus. La vida vale por el uso que de ella hacemos, por las obras que realizamos. No ha vivido más el que cuenta más años, sino el que ha sentido mejor un ideal; las canas d enuncian la vejez, pero no dicen cuánta juventud la precedió”
“Muchos nacen; pocos viven”
“El hombre mediocre aspira a confundirse en los que le rodean; el original tiende a diferenciarse de ellos”.
“En la ostentación de lo mediocre reside la psicología de lo vulgar”.
“Heine dijo: los charlatanes de la modestia son los peores de todos; y Goethe sentenció: Solamente los bribones son modestos”.
(Sobre la Maledicencia) “ Detestan a los que no pueden igualar, como si con sólo existir los ofendieran. Sin alas para elevarse hasta ellos, deciden rebajarlos: la exigüidad del propio valimiento les induce a roer el mérito ajeno.
Clavan sus dientes en toda reputación que les humilla, sin sospechar que nunca es más vil la conducta humana. Basta ese rasgo para distinguir al doméstico del digno, al ignorante del sabio, al hipócrita del virtuoso, al villano del gentil hombre. Los lacayos pueden hozar en la fama; los hombres excelentes no saben envenenar la vida ajena”.
“Los maldicientes florecen doquiera: en los cenáculos, en los clubs, en las academias, en las familias, en las profesiones, acosando a todos los que perfilan alguna originalidad. Hablan a media voz, con recato, constantes en su afán de taladrar la dicha ajena, sembrando a puñados la semilla de todas las yerbas venenosas. La maledicencia es una serpiente que se insinúa en la conversación de los envilecidos; sus vértebras son nombres propios, articuladas por los verbos más equívocos del diccionario para arrastrar un cuerpo cuyas escamas son calificativas pavorosos”.
“El escritor mediocre es peor por su estilo que por su moral. Rasguña tímidamente a los que envidia; en sus collonadas se nota la temperancia del miedo, como si le erizaran los peligros de la responsabilidad. Abunda entre los malos escritores, aunque no todos los mediocres consiguen serlo; muchos se limitan a ser terriblemente aburridos, acosándonos con volúmenes que podrían terminar en el primer párrafo”.
“El hombre que ha perdido la aptitud de borrar sus odios está ya viejo, irreparablemente”
“Entre nobles caracteres la amistad crece despacio y prospera mejor cuando arraiga en el reconocimiento de los méritos recíprocos; entre hombres vulgares crece inmotivadamente, pero permanece raquítica, fundándose a menudo en la complicidad del vicio o de la intriga. Por eso la política puede crear cómplices, pero nunca amigos”.
Para descargar el libro, pinchad este link:
http://www.cecies.org/imagenes/edicion_176.pdf
2 comentarios:
Te cuento que el link pide una password y sin ella no se puede bajar el libro... gracias
Vaya!! gracias por decírmelo. Yo lo he intentado y si espero los 45 segundos que piden, en la carga normal, me deja. Inténtalo de nuevo ...Vale?
Un saludo y graciasss
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