Émile ARMAND fue el teórico más importante del individualismo anarquista y del amor libre en los primeros años del siglo 20. Ejerció una gran influencia especialmente sobre grupos catalanes y valencianos, aunque últimamente su obra haya caído en el olvido. Para él, el anarquismo constituye una lucha contra los prejuicios y el sexual es uno de ellos.
Amor libre, promiscuidad y celibato
El amor libre ha sido identificado erróneamente con la promiscuidad. Este prejuicio ha existido desde el siglo XIX cuando era defendido por liberales, anarquistas y marxistas y gente dentro de la bohemia o círculos artísticos de vanguardia. Hace algunas décadas este prejuicio se renovó asociado con la consigna del movimiento hippie del "amor libre" que solía juntar confusamente en un mismo grupo la promiscuidad de la moda juvenil con los encuentros sexuales libres responsables, eso sumado a los comportamientos que se les han atribuido a los hippies en el imaginario o estereotipo popular.
Cuando los (anarquistas) reivindican la libertad sexual, ¿qué quieren decir? ¿Es la “libertad de la violación” o de la depravación que reclaman? ¿Aspiran al exterminio del sentimiento en materia amorosa, a la desaparición de la ternura o del afecto? ¿Glorifican, acaso, la promiscuidad inconsciente o la satisfacción bestialmente sexual? No, cuando reclaman libertad sexual quieren sencillamente que todo individuo pueda disponer a su antojo y durante todas las circunstancias de su vida sexual -según el temperamento, sentimiento o razón propias-. Atención: su vida sexual, que no implica la de los otros. No reclaman, tampoco, una libertad sexual ajena a la educación sexual. Creen por el contrario que, gradualmente, en el período que precede a la pubertad, el ser humano no debe ignorar nada de lo que concierne a la vida sexual -en otras palabras: la atracción ineluctable de los sexos-, sea considerada desde el punto de vista sentimental, emocional o fisiológico.
Émile Armand
Por otro lado el amor libre tampoco niega la opción personal de comportamientos que pudieran ser vistos por otros como de promiscuidad siempre que la persona que entre en ese comportamiento tenga sus contactos con otras personas dentro de marcos del respeto a la libre elección de los otros. En resumen, los partidarios del amor libre incluyen la promiscuidad como posibilidad legítima y hasta ven con respeto la libre decisión hacia el celibato o conductas austeras.
Émile Armand, sacado de su libro "La vida sensual, la camaradería amorosa"