Jarek Kubicki |
Al amor llegué con un grito de seda
y puse las dos mejillas,
el cuerpo y la conciencia.
Nada quedó de mí,
ni siquiera una carta,
ni siquiera un espejo en donde reconocerme.
Mas aprendí a pasar
por el ojo de la aguja,
es decir a perdonar sinceramente.
A dejar la piel en el alambre,
a dolerme desde los pies
a la cabeza.
Lo perdí todo.
Y cuando entendí que no sabía defenderme de la gente,
respondí con una bofetada de ternura,
porque yo sé
que sólo los dulces heredarán la tierra.
y puse las dos mejillas,
el cuerpo y la conciencia.
Nada quedó de mí,
ni siquiera una carta,
ni siquiera un espejo en donde reconocerme.
Mas aprendí a pasar
por el ojo de la aguja,
es decir a perdonar sinceramente.
A dejar la piel en el alambre,
a dolerme desde los pies
a la cabeza.
Lo perdí todo.
Y cuando entendí que no sabía defenderme de la gente,
respondí con una bofetada de ternura,
porque yo sé
que sólo los dulces heredarán la tierra.
Mía Gallegos
5 comentarios:
Y a mi que me dan pánico...
No puedo olvidar aquello de "más se saca lamiendo que mordiendo"
Serán conceptos equivocados los míos, Inma???
Besos!!!
El qué te da pánico, las bofetadas o perdonar..No creo que estés equivocada, de todas formas, tus conceptos están en su sitio.
Yo, desde luego, me siento tan identificada con este poema que parece que está escrito para mi o que lo hubiera creado yo, (cosa muy improbable..jajaj)
Me apabulla y provoca que me nazca desde el estómago un torbellino apoteósico.
Más besos a millones para ti, guapa!
Hola Inma!!! Recuerdo que la última estrofa de este poema formaba parte de la cabecera de tu blog, es un mensaje precioso, y el poema es maravilloso, triste pero también con un punto esperanzador. Un beso!!!
Tienes razón, tuve esa parte del poema mucho tiempo, me he sentido siempre identificada, y ahora por ti la he vuelto a colocar.
Gracias Sara, muchos besos para ti y gracias
Ya veo!! Qué ilusión! La verdad es que son unas palabras con magia. Un beso muy fuerte!!!
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