Li Qingzhao |
Los lotos han perdido su olor,
la estera se enfría,
mi vestido de seda se afloja,
sola subo al bote.
¿Quién envía un mensaje a
través de las nubes?
El ganso salvaje regresa volando en grupos;
la luz de la luna inunda la
cámara oeste;
las flores decaen y los ríos crecen.
Nos amamos desde diversos y
distantes lugares.
Mi dolor no termina:
cuando abandona la frente
vuelve para atormentar el corazón.
Li Qingzhao, (1081-1145), nació en Ji-nan, en el seno de una familia culta. Su padre fue un escritor e investigador de prestigio y su marido, Zhao Mingcheng, uno de los más notables estudiosos de las antiguas inscripciones en bronces y estelas. Disfrutó de varios años de felicidad durante su matrimonio, pero al estallar la lucha final contra la dinastía Song del Norte, su marido murió. Entonces escribió poemas de gran patetismo.
(Versión por Harold Alvarado Tenorio)
*.- Aún cuando la poesía amorosa, como se entiende actualmente en Occidente no ha sido asunto determinante en la abundante y antigua lírica china, tampoco ha dejado nunca de existir. Una muestra de su vigor la da este poema, que forma parte de una antología llamada Poemas chinos de amor.
Poema que encontré en un blog que me encantó:
1 comentario:
Delicado como la misma seda.
Besos
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