más tarde que otra mano que se mezcla a la mía
y forman una mano.
Cuando voy a sentarme
advierto que mi cuerpo
se sienta en otro cuerpo que acaba de sentarse
adonde yo me siento.
Y en el preciso instante
de entrar en una casa,
descubro que ya estaba
antes de haber llegado.
Por eso es muy posible que no asista a mi entierro,
y que mientras me rieguen de lugares comunes,
ya me encuentre en la tumba,
vestido de esqueleto,
bostezando los tópicos y los llantos fingidos.
se sienta en otro cuerpo que acaba de sentarse
adonde yo me siento.
Y en el preciso instante
de entrar en una casa,
descubro que ya estaba
antes de haber llegado.
Por eso es muy posible que no asista a mi entierro,
y que mientras me rieguen de lugares comunes,
ya me encuentre en la tumba,
vestido de esqueleto,
bostezando los tópicos y los llantos fingidos.
Oliverio Girondo
4 comentarios:
Esa dicotomía y ese saberse estar donde se ha estado.
Apasionante y llena de misterio.
Un abrazo.
Has dicho la palabra exacta Pedro Luis, apasionante, y así me parece Girondo también. Me encanta y en este poema refleja a mi alma ..
Un abrazo y graciasss
Muy lindo el poema....se pudiera yo descubrirme así lleno de otros cuerpos y otras histórias.....
Muy lindo sí, me gusta mucho Girondo, y me alegra que también a ti.
Gracias y un abrazo grandoteee
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