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sábado, 25 de julio de 2020

ALBERT CAMUS: LA PESTE (FRAGMENTO)

"Solidario por atavismo,
por convencionalismo.

Solidario a perpetuidad.
Solidario de los insolidarios y
solidario de mi propia solidaridad.

Oliverio Girondo


Oyendo los gritos de alegría que subían de la ciudad, Rieux tenía presente que esta alegría está siempre amenazada. Pues él sabía que esta muchedumbre dichosa ignoraba lo que se puede leer en los libros, que el bacilo de la peste no muere ni desaparece jamás, que puede permanecer durante decenios dormido en los muebles, en la ropa, que espera pacientemente en las alcobas, en las bodegas, en las maletas, los pañuelos y los papeles, y que puede llegar un día en que la peste, para desgracia y enseñanza de los hombres, despierte a sus ratas y las mande a morir en una ciudad dichosa [..]


"Por eso me he decidido a rechazar todo lo que, de cerca o de lejos, por buenas o malas razones, haga morir o justifique que se haga morir.
Por esto es por lo que no he tenido nada que aprender con esta epidemia, si no es que tengo que combatirla al lado de usted. Yo sé a ciencia cierta (sí, Rieux, yo lo sé todo en la vida, ya lo está usted viendo) que cada uno lleva en sí mismo la peste, porque nadie, nadie en el mundo está indemne de ella. Y sé que hay que vigilarse a sí mismo sin cesar para no ser arrastrado en un minuto de distracción a respirar junto a la cara de otro y pegarle la infección. Lo que es natural es el microbio. 
Lo demás, la salud, la integridad, la pureza, si usted quiere, son el resultado de la voluntad, de una voluntad que no debe detenerse nunca. El homre íntegro, el que no infecta a casi nadie es el que tiene el menor número posible de distracciones. ¡Y hace falta tal voluntad y tal tensión para no distraerse jamás! Sí, Rieux, cansa mucho ser un pestífero. Pero cansa más no serlo. Por eso hoy día todo el mundo parece cansado, porque todos se encuentran un poco pestíferos. Y por eso, sobre todo, los que quieren dejar de serlo llegan a un extremo tal de cansancio que nada podrá librarlos de él más que la muerte..(..).

Albert Camus (La peste, fragmento)



Publicada por primera vez en 1947, fue calificada como una de las más importantes que se hayan escrito en Francia después de la Segunda Guerra Mundial. Y, en su argumento, nos deja entrever«que hay en los hombres más cosas dignas de admiración que de desprecio» (Pág.. 255).

"La vida no tiene sentido, pero vale la pena vivir, siempre que reconozcas que no tiene sentido". A. Camus


martes, 16 de julio de 2019

OLIVERIO GIRONDO - VEINTE POEMAS PARA SER LEÍDOS EN UN TRANVÍA

"Del mar, a la montaña,
por el aire,
en la tierra,
de una boca a otra boca,
dando vueltas,
girando,
entre muebles y sombras,
displicente,
gritando,
he perdido la vida,
no sé dónde,
ni cuándo.."


(Vórtice)



Óscar Domínguez, (Tenerife, 1906 - París, 1957), pintor surrealista


Llorar a lágrima viva


Llorar a lágrima viva.
Llorar a chorros.
Llorar la digestión.
Llorar el sueño.
Llorar ante las puertas y los puertos.
Llorar de amabilidad y de amarillo.
Abrir las canillas,
las compuertas del llanto.
Empaparnos el alma, la camiseta.
Inundar las veredas y los paseos,
y salvarnos, a nado, de nuestro llanto.
Asistir a los cursos de antropología, llorando.
Festejar los cumpleaños familiares, llorando.
Atravesar el África, llorando.
Llorar como un cacuy, como un cocodrilo
si es verdad que los cacuíes y los cocodrilos
no dejan nunca de llorar.
Llorarlo todo, pero llorarlo bien.
Llorarlo con la nariz, con las rodillas.
Llorarlo por el ombligo, por la boca.
Llorar de amor, de hastío, de alegría.
Llorar de frac, de flato, de flacura.
Llorar improvisando, de memoria.
¡Llorar todo el insomnio y todo el día!.."



OLIVERIO GIRONDO, (1891-1967). Un argentino, un poeta surrealista, se le ha calificado como un poeta rebelde, incorporó a su vida personal las consignas de los dadaístas y surrealistas para que el arte se consustanciara con la propia existencia y esta a su vez con su manera de ejercer el arte. 
Decenas de actitudes y de gestos transgresores llenan su anecdotario hasta hoy, por eso sus amigos, en uno de los tantos homenajes de bienvenida o de partida le cantaban: "A veces rotundo / a veces muy hondo, / se va por el mundo / girando, Girondo". 

La primera edición de su libro "Veinte poemas para ser leídos en un tranvía", tenía un epígrafe: "Ningún prejuicio más ridículo que el prejuicio de lo sublime".


domingo, 2 de abril de 2017

OLIVERIO GIRONDO - INVITACIÓN AL VÓMITO

Cúbrete el rostro
y llora...
pero no te contengas.
Vomita.

¡Sí!
Vomita



Pawla Kuczynskiego




Tardará, tardará.

Ya sé que todavía
los émbolos,
la usura,
el sudor,
las bobinas
seguirán produciendo,
al por mayor,
en serie,
iniquidad,
ayuno,
rencor,
desesperanza;
para que las lombrices con huecos portasenos,
las vacas de embajada,
los viejos paquidermos de esfínteres crinudos,
se sacien de adulterios,
de diamantes,
de caviar,
de remedios.

Ya sé que todavía pasarán muchos años
para que estos crustáceos
del asfalto
y la mugre
se limpien la cabeza,
se alejen de la envidia,
no idolatren la seña,
no adoren la impostura,
y abandonen su costra
de opresión,
de ceguera,
de mezquindad,
de bosta.

Pero, quizás, un día,
antes de que la tierra se canse de atraernos
y brindarnos su seno,
el cerebro les sirva para sentirse humanos,
ser hombres,
ser mujeres,
(no cajas de caudales,
ni perchas desoladas),
someter a las ruedas,
impedir que nos maten,
comprobar que la vida se arranca y despedaza
los chalecos de fuerza de todos los sistemas;
y descubrir, de nuevo, que todas las riquezas
se encuentran en nosotros y no bajo tierra.

Y entonces
¡Ah! ese día
abriremos los brazos
sin temer que el instinto nos muerda los garrones,
ni recelar de todo,
hasta de nuestra sombra;
y seremos capaces de acercarnos al pasto,
a la noche,
a los ríos,
sin rubor,
mansamente,
con las pupilas claras,
con las manos tranquilas;
y usaremos palabras sustanciosas,
auténticas;
no como esos vocablos erizados de inquina
que babean las hienas al instarnos al odio,
ni aquellos que se asfixian
en estrofas de almíbar
y fustigada clara de huevo corrompido;
sino palabras simples,
de arroyo,
de raíces,
que en vez de separarnos
nos acerquen un poco;
o mejor todavía,
guardaremos silencio
para tomar el pulso a todo lo que existe
y vivir el milagro de cuanto nos rodea,
mientras alguien nos diga,
con una voz de roble,
lo que desde hace siglos
esperamos en vano.



Imagen tomada del blog www.trianarts.com

Oliverio Girondo, (Lo que esperamos, Invitación al vómito)


martes, 3 de enero de 2017

MARCEL DUCHAMP - ARTISTA Y AJEDRECISTA - MI DESVARÍO SOBRE SU OBRA


"una corriente de brazos y de espaldas
nos encauza
nos hace desembocar
bajo los abanicos,
los anteojos enormes
colgados en medio de la calle.."


Oliverio Girondo



Marcel Duchamp (1887-1968)- El matorral

Marcel Duchamp, (Blainville-sur-Crevon, 28 de julio de 1887 - Neuilly-sur-Seine, 2 de octubre de 1968). fue un artista y ajedrecista francés, cuya obra ejerció una fuerte influencia en la evolución del arte de vanguardia del siglo XX. 

Una de sus obras, que amerita un reconocimiento especial, es El matorral. Éste trabajo nos recuerda su amor con Jeannee Serra, la modelo del cuadro, con quien Marcel tuvo una hija. Por esa época Duchamp formaba parte del grupo que se consideraba los nuevos cubistas. Con este grupo, al que también pertenecían sus hermanos, se reunía todas las tarde de los domingos en casa de Villón, que quedaba en la calle Puteaux, de ahí la denominación del grupo.







¿SE ATREVE? 

Yo emborronaré el mapa de lo vulgar
vertiendo la pintura en un vaso.
En un plato de gelatina mostré
los pómulos oblícuos del océano.

En las escamas de un pez de hojalata
leí la llamada de nuevos labios.
Y usted
¿se atreve
a tocar un nocturno
en la flauta de los canalones? 


Vladimir Mayakovski




Desnudo con medias negras, 1910 - Marcel Duchamp



Aquí mis manos me explican:
yo soy lo que puedo
lo que peleo
lo que aguanto.
Allá,
bajo tu boca,
siento que no puedo y
resisto un poco menos
de lo que desearía.


Gustavo Osorio de Ita



Marcel Duchamp - El paraiso


Libertad no conozco sino la libertad de estar
preso en alguien
cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío;
alguien por quien me olvido de esta existencia
mezquina
por quien el día y la noche son para mí lo que
quiera,
y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y
espíritu
como leños perdidos que el mar anega o levanta
libremente, con la libertad del amor,
la única libertad que me exalta,
la única libertad por lo que muero.


Luis Cernuda




Marcel Duchamp - La partida de ajedrez




Marcel Duchamp era un apasionado del ajedrez desde pequeño en su casa se jugaba y más adelante tendría temporadas en las que se dedicaba única y exclusivamente a jugar al ajedrez llegando a convertirse en jugador semiprofesional. 

En este mismo año de 1911 realizó Retrato de jugadores de ajedrez, influenciado inevitablemente por los Jugadores de cartas de Cezzane, se muestra a dos jugadores de ajedrez ensimismados en la jugada, olvidados de lo que tienen alrededor, olvidados de dónde están, sólo pensando y discurriendo acerca de la posible jugada. 

La belleza de esta obra radica por un lado en el pensamiento interior de cada uno de los jugadores, cuál puede ser su siguiente movimiento, y por otro lado el movimiento en sí, el ajedrez es un juego en el cual el movimiento está presente y es bello.


"Las piezas de ajedrez son los componentes del alfabeto que da forma a los pensamientos; y estos pensamientos, además de hacer un diseño visual del tablero de ajedrez, expresan su belleza de manera abstracta, como un poema... He llegado a la conclusión personal de que mientras que todos los artistas no son jugadores de ajedrez, todos los jugadores de ajedrez sí que son artistas". 

Marcel Duchamp





El gran cristal-La novia desnudada por sus solteros. 1915- 1923.




se va de ti mi cuerpo gota a gota
se va mi cara en un óleo sordo;
se van mis manos en azogue suelto;
se van mis pies en dos tiempos de polvo


Gabriela Mistral



Retrato o Dulcinea - Marcel Duchamp


En Árbol adentro (1987), Octavio Paz le dedicó un soneto a este cuadro de Duchamp:


La Dulcinea de Marcel Duchamp

Ardua pero plausible, la pintura
cambia la blanca tela en pardo llano
y en Dulcinea al polvo castellano,
torbellino resuelto en escultura.

Transeúnte de París, en su figura
–molino de ficciones, inhumano
rigor y geometría– Eros tirano
desnuda en cinco chorros su estatura.

Mujer en rotación que se disgrega
y es surtidor de sesgos y reflejos:
mientras más se desviste, más se niega.

La mente es una cámara de espejos;
invisible en el cuadro, Dulcinea
perdura: fue mujer y ya es idea.





Yvonne y Magdeleine recortadas. 1911. Marcel Duchamp

el día o la noche en que el olvido
estalle
salte en pedazos o crepite/
los recuerdos atroces y de
maravilla
quebrarán los barrotes de fuego
arrastrarán por fin la verdad por
el mundo
y esa verdad será que no hay
olvido.


Mario Benedetti




Marcel Duchamp


Existe otra "lectura" de la obra de Duchamp, y, por inclusión, de todo el llamado "arte moderno": Toda su obra es una burla al espectador, carente por completo de significado de ningún tipo. Dalí se mofaba abiertamente de la "búsqueda de lecturas" de los críticos de arte moderno. Solía decir: "Esto que he hecho ni sé lo que es, pero está lleno de significado". 


Duchamp murió un 2 de Octubre durante su visita anual a Francia y fue enterrado junto a su familia. La lápida de su tumba dice: "Por lo demás, siempre mueren los otros".


martes, 26 de julio de 2016

LAS LÁGRIMAS SON LA ÚLTIMA SONRISA DEL AMOR*


"El alma es un manantial que solo se revela en lágrimas".

Miguel de Unamuno


Lágrimas negras, Klimt 



"Lloremos. ¡Ah! Lloremos purificantes lágrimas, hasta ver disolverse el odio, la mentira, y lograr algún día (sin los ojos lluviosos) volver a sonreírle a la vida que pasa".

Oliverio Girondo






Mujer llorando al marido, Agustí Centelles 





"Hay que dar una vuelta al mundo y observar. Por cada lágrima que corre allí donde podría haber sido evitada es una acusación; y es un criminal quien, con inconsciencia brutal, aplasta una pobre lombriz".

Rosa Luxemburgo




Mujer llorando, Picasso



"Yo, que no sé nada, sé que mis ojos están abiertos, porque las lágrimas no dejan de caer".

Samuel Beckett





Henri Daras



"Cuando mis lágrimas te alcancen, la función de mis ojos ya no será llorar, sino ver". 

León Felipe 



Cándido Portinari



"Regaría con mis lágrimas las rosas, para sentir el dolor de sus espinas, y el encarnado beso de sus pétalos".

Gabriel García Márquez




Mujer llorando, de los Museos Capitolinos de Roma




"Muy frecuentemente las lágrimas son la última sonrisa del amor".


Stendhal



MUNCH



"El alma es un manantial que solo se revela en lágrimas".

Miguel de Unamuno





BOTERO



"Pero para las lágrimas de amor, los luceros son lindos pañuelitos lilas, naranjos, verdes, que empapa el corazón".

César Vallejo



Roy Lichtenstein-Crying Girl 1963



"Bajó los ojos y luego quiso mirarme pero no pudo. Durante algunos minutos probó a dominar su emoción, pero de pronto me volvió la espalda, puso los codos en la barandilla del muelle y se deshizo en lágrimas".

Fiódor Mijáilovich Dostoyevski





Oswaldo Guayasamín



"Las lágrimas caen en el corazón como la lluvia en el pueblo".

Paul Verlaine



Ken Hamilton




*.- Entrada que hice en 2012 y que actualizo hoy.
(*).- Frase de Stendhal



jueves, 5 de mayo de 2016

OLIVERIO GIRONDO - EX VOTO

Armonía en azul, 1937, Henri Matisse



EXVOTO

A las chicas de Flores


" Las chicas de Flores, tienen los ojos dulces, como almendras
azucaradas de la Confitería del Molino, y usan moños
de seda que les liban las nalgas en un aleteo de mariposa.
Las chicas de Flores, se pasean tomadas de los brazos, para
transmitirse sus estremecimientos, y si alguien las mira en
las pupilas, aprietan las piernas, de miedo de que el sexo se
les caiga en la vereda.

Al atardecer, todas ellas cuelgan sus pechos sin madurar
del ramaje de hierro de los balcones, para que sus vestidos
se empurpuren al sentirlas desnudas, y de noche, a remolque
de sus mamás -empavesadas como fragatas- van a pasearse
por la plaza para que los hombres les eyaculen palabras al
oído, y sus pezones fosforescentes se enciendan y se apaguen
como luciérnagas.

Las chicas de Flores, viven en la angustia de que las nalgas
se les pudran, como manzanas que se han dejado pasar, y el
deseo de los hombres las sofoca tanto, que a veces quisieran
desembarazarse de él como de un corsé, ya que no tienen el
coraje de cortarse el cuerpo en pedacitos y arrojárselo a todos
los que les pasan la vereda.


Buenos Aires, octubre, 1920

OLIVERIO GIRONDO


domingo, 15 de marzo de 2015

OLIVERIO GIRONDO

"Nada ansío de nada,
mientras dura el instante de eternidad que es todo,
cuando no quiero nada.."

DIEGO RIVERA


A PLENO LLANTO


Y entretanto lloremos
tomados de la mano.

Lloremos. ¡Sí! Lloremos
amargo llanto verde,
sustancias minerales,
azufre, mica, arena,
cristales fracasados,
humilladas tachuelas,
ardientes lagrimones
de lacre derretido.

Lloremos junto al humo,
desnudos, entre ruinas,
en medio de la calle,
de la sangre, del lodo,
debajo de la tierra,
en el agua, en el aire,
entre mástiles rotos
y piernas amputadas.

Que se abran las esclusas

del reprimido llanto
y lloremos, a gritos
estentóreos, salvajes,
el mentón tembloroso,
sin compás, ni guitarra,
las mejillas chorreantes,
los párpados acuosos.

Lloremos la familia,
el vino derramado,
las momias, la victoria,
las plazas desoladas,
la usura, el terciopelo,
el pan de cada día,
las noches gemebundas,
las muertas catedrales.

Lloremos por las uñas,
por los pies, por los dientes,
lacios chorros tranquilos
de lágrimas salobres,
murmurantes arroyos
que enternezcan las piedras,
cataratas de llanto
de estruendosos modales.

Lloremos y lloremos,
impudorosamente,
sin tregua, ni descanso,
durante largos años,
por más que estalactitas
de lágrimas espesas
ericen las riberas
de nuestros lagrimales.

Lloremos, con la lluvia,
un llanto monocorde
que anegue la codicia,
el pasto, las heridas;
nos limpie la garganta,
el alma, los bolsillos,
traspase la tristeza,
la angustia, la memoria.

Lloremos. ¡Ah! Lloremos
purificantes lágrimas,
hasta ver disolverse
el odio, la mentira,
y lograr algún día
—sin los ojos lluviosos—
volver a sonreírle
a la vida que pasa.



PAUL KLEE, Las ciudades


EXPIACIÓN

Allí,
bajo la tierra,
más lejos que los ruidos,
que el polvo,
que las tumbas;
más allá del azufre,
del agua,
de las piedras;
allí,
en lo convulso,
donde todo se parte,
donde todo se funde,
en ígneo cataclismo,
en calcinante escoria,
en bullente derrumbe,
en mineral catástrofe;
allí, allí,
en cráteres
inestables,
voraces,
en fétidos apriscos,
en valles torturados;

allí,
en lo caótico;
sumido,
amalgamado
en una pasta informe,
viscosa,
putrefacta;
las lenguas carcomidas por vocablos hipócritas,
los pulmones que criban anhelos de serpiente,
las esponjosas manos embebidas de usura,
las vísceras heladas de batracios humanos,
los sexos que trafican disfrazados de arcángeles,
las vértebras roídas por rencores insomnes,
todo, todo
hacinado,
revuelto,
confundido,
en un turbio amasijo
de infección
y de pústulas;
adentro del estruendo,
hundido en el abismo,
en una pira enorme
de expiación,
de exterminio.
Allí,
en lo profundo,
debajo de la tierra.

ORGÍA, .. (y todo era amor) ROBERT AUER


7

¡Todo era amor... amor! No había nada más que amor. En todas partes se encontraba amor. No se podía hablar más que de amor.

Amor pasado por agua, a la vainilla, amor al portador, amor a plazos. Amor analizable, analizado. Amor ultramarino. Amor ecuestre.

Amor de cartón piedra, amor con leche... lleno de prevenciones, de preventivos; lleno de cortocircuitos, de cortapisas.

Amor con una gran M, con una M mayúscula, chorreado de merengue, cubierto de flores blancas...

Amor espermatozoico, esperantista. Amor desinfectado, amor untuoso...

Amor con sus accesorios, con sus repuestos; con sus faltas de puntualidad, de ortografía; con sus interrupciones cardíacas y telefónicas.

Amor que incendia el corazón de los orangutanes, de los bomberos. Amor que exalta el canto de las ranas bajo las ramas, que arranca los botones de los botines, que se alimenta de encelo y de ensalada.

Amor impostergable y amor impuesto. Amor, incandescente —y amor incauto.

Amor indeformable. Amor desnudo. Amor-amor que es, simplemente, amor.

Amor y amor... ¡y nada más que amor!



Oliverio Girondo


domingo, 25 de enero de 2015

SERIE "MUJERES LLORANDO", DE PABLO PICASSO - AÑO 1937 - [VÍDEO]


"Travesía de muralla a muralla,
el abismo es el párpado,
allí naufraga el mundo
arrasado por una lágrima". (Blanca Varela).


Mujer que llora, 1937, Picasso

En 1937, Pablo Picasso pinta el cuadro Mujer que llora, en el que presenta el sufrimiento y el dolor de una mujer ante la guerra civil española.

Es un cuadro que transmite gran emoción mediante colores fuertes, como rojos y amarillos (colores de la bandera republicana junto con el morado), verdes y negros y formas y planos geométricos. Las líneas de contorno de la figura son negras y están muy marcadas y vemos como la boca, el pañuelo y las manos están en blanco y negro para acentuar el contraste y llamarnos la atención hacia ese grito desgarrador que parece emitir la figura.

Es un cuadro que no nos deja indiferentes y llama la atención el llamativo sombrero con flor, el pelo que parece recién peinado y ese abrigo con pespuntes. Si nos fijamos en los ojos, parecen abiertos de par en par, como transmitiendo la desesperación y el dolor que produce una guerra.

En 1986 este cuadro fue robado del Museo de Melbourne en Australia por un grupo llamado Terroristas Culturales Australianos.

Los colores fuertes y las pinceladas rígidas describen toda la intensidad desgarradora del dolor que siente esta afligida mujer. La atención del espectador se centra de inmediato en la zona fría, azul y blanca, en torno a la boca y los dientes. Los ojos y la frente están dislocados, literalmente rotos por la pena. La figura recuerda a las del gran muralGuernica, que Picasso pintó el mismo año y que representa una matanza de la guerra civil española. 

Este cuadro es uno de los más expresivos de la serie titulada "mujeres llorando":


Mujer llorando, 1937
Mujer llorando, 1937
Cabeza de mujer llorando con pañuelo III


El dolor y el sufrimiento se hacen patente en la serie. No hay lugar para la serenidad y el equilibrio. Las líneas se quiebran, los colores se contraponen. 

Las tonalidades intensas captan la atención hacia los puntos más dramáticos: las manos, los ojos y la boca. 

El tiempo y el espacio se fragmentan ante el caos, la inseguridad y la desesperación. 


La serie es un grito de dolor ante las atrocidades de la guerra. 



Cabeza de mujer llorando con pañuelo I


Lloremos. ¡Ah! Lloremos purificantes lágrimas, hasta ver disolverse el odio, la mentira, y lograr algún día (sin los ojos lluviosos) volver a sonreírle a la vida que pasa.


Oliverio Girondo


Cabeza de mujer llorando con pañuelo II

Mujer llorando, 1937
Mujer llorando, 1937


"Hay que recuperar, mantener y transmitir la memoria histórica, porque se empieza por el olvido y se termina en la indiferencia", lo decía Saramago en el 2005.

También recordando a Antonio Machado, que decía: "¡Madrid, Madrid, qué bien tu nombre suena / rompeolas de todas las Españas! / La tierra se desgarra, el cielo truena / tú sonríes con plomo en las entrañas".


SALVADOR BACARISSE - ROMANZA


*.- Concertino para guitarra y orquesta en la menor , Opus 72-(1957), de Bacarisse, compositor español exiliado de guerra, murió en París en el 1963, nos dejó esta romanza tan conocida.







viernes, 14 de noviembre de 2014

POEMA 1 – ESPANTAPÁJAROS (OLIVERIO GIRONDO)




No sé me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija. Le doy una importancia igual a cero, al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida. Soy perfectamente capaz de soportarles una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias; ¡pero eso sí! —y en esto soy irreductible— no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar. Si no saben volar ¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme!

Ésta fue —y no otra— la razón de que me enamorase, tan locamente, de María Luisa.

¿Qué me importaban sus labios por entregas y sus encelos sulfurosos? ¿Qué me importaban sus extremidades de palmípedo y sus miradas de pronóstico reservado?

¡María Luisa era una verdadera pluma!




Desde el amanecer volaba del dormitorio a la cocina, volaba del comedor a la despensa. Volando me preparaba el baño, la camisa. Volando realizaba sus compras, sus quehaceres.

¡Con qué impaciencia yo esperaba que volviese, volando, de algún paseo por los alrededores! Allí lejos, perdido entre las nubes, un puntito rosado. “¡María Luisa! ¡María Luisa!”… y a los pocos segundos, ya me abrazaba con sus piernas de pluma, para llevarme, volando, a cualquier parte.

Durante kilómetros de silencio planeábamos una caricia que nos aproximaba al paraíso; durante horas enteras nos anidábamos en una nube, como dos ángeles, y de repente, en tirabuzón, en hoja muerta, el aterrizaje forzoso de un espasmo.

¡Qué delicia la de tener una mujer tan ligera…, aunque nos haga ver, de vez en cuando, las estrellas! ¡Qué voluptuosidad la de pasarse los días entre las nubes la de pasarse las noches de un solo vuelo!

Después de conocer una mujer etérea, ¿puede brindarnos alguna clase de atractivos una mujer terrestre? ¿Verdad que no hay una diferencia sustancial entre vivir con una vaca o con una mujer que tenga las nalgas a setenta y ocho centímetros del suelo?

Yo, por lo menos, soy incapaz de comprender la seducción de una mujer pedestre, y por más empeño que ponga en concebirlo, no me es posible ni tan siquiera imaginar que pueda hacerse el amor más que volando.




Oliverio Girondo









*.- (Imágenes, Mercedes Fittipaldi y Chagall)


jueves, 7 de febrero de 2013

CANJE

Es importante hacerlo 
quiero que me relates tu último optimismo
y yo te ofrezco mi última
confianza




aunque sea un trueque
mínimo

debemos cotejarnos
estás sola
estoy solo
por algo somos prójimos

la soledad también
puede ser

una llama.
 
Mario Benedetti, 
Canje (fragmento poema me sirve y no me sirve)

(El lado oscuro del corazón, película de Eliseo Subiela, se recita este poema y otros de Benedetti, y también de Oliverio Girondo y Juan Gelman, una verdadera maravilla)

sábado, 8 de diciembre de 2012

DICOTOMÍA INCRUENTA

Siempre llega mi mano
más tarde que otra mano 
que se mezcla a la mía
y forman una mano.


Egon Schielle

Cuando voy a sentarme
advierto que mi cuerpo
se sienta en otro cuerpo que acaba de sentarse
adonde yo me siento.

Y en el preciso instante
de entrar en una casa,
descubro que ya estaba
antes de haber llegado.

Por eso es muy posible que no asista a mi entierro,
y que mientras me rieguen de lugares comunes,
ya me encuentre en la tumba,
vestido de esqueleto,
bostezando los tópicos y los llantos fingidos.

Oliverio Girondo 


domingo, 8 de abril de 2012

¡¡ BASTA QUE ALGUIEN ME PIENSE PARA SER UN RECUERDO !! - OLIVERIO GIRONDO

COMUNIÓN PLENARIA


Matisse


Los nervios se me adhieren
al barro, a las paredes,
abrazan los ramajes,
penetran en la tierra,
se esparcen por el aire,
hasta alcanzar el cielo.


El mármol, los caballos
tienen mis propias venas.
Cualquier dolor lastima
mi carne, mi esqueleto.
¡Las veces que he muerto
al ver matar a un toro!

Si diviso una nube
debo emprender el vuelo.
Si una mujer se acuesta,
yo me acuesto con ella.
Cuántas veces me he dicho,
¿Seré yo esa piedra?

Nunca sigo un cadáver
si quedarme a su lado.
Cuando ponen un huevo,
yo también cacareo.
¡Basta que alguien me piense
para ser un recuerdo!


Oliverio Girondo, (Argentina, 1891 - 1967) "Persuasión de los días"