Felpudo |
SOBRE LA EFÍMERA EXISTENCIA
(epílogo)
Sobre la efímera existencia
de la amapola roja ha sido dicho
todo, de las hormigas
doctas palabras se han escrito
describiendo su vida laboriosa
su acarreo previsor de provisiones
para el amargo invierno
mil tratados
de geología y botánica registran
los nombres de las piedras y las inflorescencias
(la más pequeña hierba está clasificada)
nada, pues, tengo que decir
de todo lo que veo, aunque me es fácil
levantar la cabeza, erguirme, distinguir
al fondo del paisaje -abandonando
mi siesta pastoril- el desolado y alto
muro de la prisión
y no escribir en él y sobre él
una palabra sola: libertad.
Aníbal Núñez
Fábulas Domésticas, 1972
escribiré como otros no lo hicieron
en un canto rodado rebelión
lo mismo en otro canto y otro y otro otro
así tendré mañana muchas piedras
con nombres pertinaces y de lucha
de bélica defensa del de abajo
en el tiempo de crisis que es estafa
engaño maturranga y el desprecio
del saber valentía y el amor
escribo la palabra rebelión
contra la matriz nutricia del dominio
miedo cómodo en los cocos
cobardes de la gente en demasía
obediente hasta el dolor de ovarios
o testículos de sufrir tantas patadas
contra ese odio inane y sucio
de partidarios contra partidarios
cuando procede el apoyo mutuo
sobre todos quiero destrozar
la magna ignorancia en todos
obediencia inculcada en el deporte
programada en la publicidad
los votantes permiten to lo malo
lo auspician elevan suben
lo ansían y lo imponen
nos meten a los de arriba
nos machacan a los de abajo
permiten una y mil veces
que se haga negocio con la salud
con la educación y el saber
sobre todo con la justicia también
monocordes o bicordes votadores
entonces voy y leo desolado
las fábulas domésticas
del poeta aníbal núñez
para sacar la enseñanza
de todo eso tan domesticado
en esta oda doméstica.
Agustín Romero Barroso
De su imprescindible blog, mi amigo Agustín:
2 comentarios:
http://www.poesi.as/ag62006.htm
Ángel González, claro.
Besos
Una oda de rebeldía contra este mundo tan feo e hipócrita, sublime Agustín.
Me encanta A. González, le he traído mucho. Hoy tocaba la grandiosidad y rotundidad de Agustín, mi amigo y cómplice en esta batalla.
Muchos besoss
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