¿Por qué me temes?
Si no soy más que una acumulación de huesos y carne,
y más huesos,
que además guardan tanto silencio,
que no me queda nada por decir.
¿Por qué me temes?
Si no soy más que una hoja seca
que vuela, pero no libre,
encadenada al árbol que la abandonó (o la dejó volar)
esperando sanar su raíz
o ser pisada, una vez más,
y otra
hasta acabar con esta existencia burlona.
¿Por qué me temes?
Si soy yo quien te teme a ti.
Y entre tanto miedo
perdemos el encuentro,
las ganas, el sentir.
DAHLIA
Tomado de su maravilloso blog:
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