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(...) Con la aparición del hombre el universo se convierte en un desastre, en una ruina ... ¿Qué otro paisaje distinto podría pintar sino ese?
.-Quizá el de la esperanza...
.-¿El de la esperanza, dices? ¿De qué esperanza hablas?
.-La esperanza es la tuya, no hay ninguna otra esperanza. Cuando tomes conciencia de ello estarás salvado ... No estamos hablando sólo de pintura ... hablamos de implicación...,de compromiso..., de encontrar tu lugar en el mundo.
.-Sabes que no estoy hablando sólo de pintura, no me jodas, Néstor. Permanecemos impasibles ante la destrucción... Esa es la verdadera ruina...¡Nosotros!
.-Las cosas han cambiado, simplemente... El punto de vista es distinto.
Roberto se puso a caminar nervioso entre los cuadros:
.-¿Qué me importa que las cosas hayan cambiado si antes de eso ya valían una mierda?
Néstor le habló tranquilo:
.-Las colectividades han perdido todo su poder de alternativa, de acuerdo. Ahora lo colectivo no vale nada..., nunca valió..., sólo nos cegamos..., Ese es precisamente el reto: encontrar lo que tiene valor en medio del desastre.
.-Pués de eso es precisamente de lo que te estoy hablando, ¿de qué coño de esperanza me hablas?
Roberto se iba encendiendo y, como un niño enfadado en medio de una rabieta, decía frases deshilvanadas sobre la muerte de los ideales, sobre el desencanto, el exceso de control, la manipulación, el liberalismo y el neocon, esa nueva especie de conservadores que extendían en secreto su manto de influencia por el mundo:
.-Que se coman toda su mierda y que les aproveche.
Néstor se levantó de la silla y se puso de pie frente a Roberto, mirándole a los ojos:
.-¿Ya has encontrado la excusa para fracasar? ¿los otros? Es demasiado fácil...Tener miedo es demasiado fácil...Vencerlo es lo difícil.
No necesitas la coartada de los demás para desesperarte... La desesperación la llevas dentro o no la llevas...O luchas contra ella o te devora.
Roberto buscó un taburete, tiró al suelo lo que había encima, lo acercó hasta su lado y se sentó:
.-Mira, tío, no te entiendo. No espero nada de ese mundo, ¿no lo comprendes aún? ¡Nada!
Néstor se sentó también y lo observó con ternura:
.-Fue hermoso creer que podíamos cambiar el mundo así, con sólo chasquear los dedos... Salíamos a la calle cogidos de la mano y creímos que ya estaba hecho...¿Y qué pasó con ese mundo que no llegasteis nunca a cambiar?
Habían introducido la semilla de los cambios al descubrir la libertad como liberación, como arma. Pero, más que cambios, fueron sólo señales de alarma. Expectativas. El sistema se defendió y no dejó que se avanzara más allá de lo formal, de lo folclórico. Cerraron filas en torno a la mediocridad y se impuso la filosofía de los mediocres: el sentido común. El miedo había triunfado como arma disuasoria. Quisimos cambiar el mundo sin cambiar nosotros y eso al final nos pasó factura.
Los conservadores presentaron batalla y volvieron a estar presentes en las decisiones. Supieron reaccionar a tiempo y chantajearon con el caos. Esgrimieron el miedo de la gente a perder lo que les habían prometido aunque todavía no se lo habían dado. Consiguieron que la masa empezara a pensar en contra de sus propios intereses.
.-Lo que pasó es que no nos lo permitieron.
.- No necesitaron ni joderos. Vosotros mismos os suicidasteis..., os dejasteis comer por el sistema. Eso sí, muy dignos escalando los primeros puestos..
.-Las canciones de aquella época repetían que algo estaba cambiando, que los tiempos que venían serían otros...
Y conseguisteis entre todos hacer muy buenas canciones, eso fue lo que pasó, vuestro paraíso fue sólo una canción.
.-No te escudes y céntrate en ti, si no puedes atacar de frente, al menos embiste por los flancos...El sistema se alimenta de la frustración y del miedo..., de tu frustración y de tu miedo. Te quieren indefenso y entonces te prometen protección. Una protección que no dejará de ser promesa mientras te muestres débil..., Tu única baza es la autorrealización.....(...)
(Extracto del capítulo 18 del libro..)
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