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domingo, 3 de julio de 2016

LOS BESOS - GABRIELA MISTRAL


" Hay besos que pronuncian por sí solos 
la sentencia de amor condenatoria, 
hay besos que se dan con la mirada 
hay besos que se dan con la memoria.


El Beso / Gustav Klimt, 1907-1908.


Hay besos silenciosos, besos nobles 
hay besos enigmáticos, sinceros 
hay besos que se dan sólo las almas 
hay besos por prohibidos, verdaderos.

Hay besos que calcinan y que hieren, 
hay besos que arrebatan los sentidos, 
hay besos misteriosos que han dejado 
mil sueños errantes y perdidos.

Hay besos problemáticos que encierran 
una clave que nadie ha descifrado, 
hay besos que engendran la tragedia 
cuantas rosas en broche han deshojado.

Hay besos perfumados, besos tibios 
que palpitan en íntimos anhelos, 
hay besos que en los labios dejan huellas 
como un campo de sol entre dos hielos.

Hay besos que parecen azucenas 
por sublimes, ingenuos y por puros, 
hay besos traicioneros y cobardes, 
hay besos maldecidos y perjurios.

(...)

Hay besos que producen desvaríos 
de amorosa pasión ardiente y loca, 
tú los conoces bien son besos míos 
inventados por mí, para tu boca.

(...)

Yo te enseñé a besar: los besos fríos 
son de impasible corazón de roca, 
yo te enseñé a besar con besos míos 
inventados por mí, para tu boca.."







*.- El Beso fue la obra maestra de Gustav Klimt. Con ella culminaba su investigaciones sobre el tema del deseo humano a fines de la fase dorada. Esta obra era el símbolo de la reconciliación y unión de los sexos.
Esta pintura celebraba la belleza y el erotismo. Muestra dos amantes que se fusionan en un frenesí de coloridas formas y joyas en un estilo contemporáneo.
Aqui vemos a una pareja abrazada encarnando la felicidad erótica imperturbable. Miremos cómo sus cuerpos están encerrados en un mágico capullo de oro, del que apenas escapan las cabezas y las manos.

Esta pintura era quizás una alegoría de la brevedad de la juventud, de lo efímero de la estación mas favorable al amor.

El cuadro El beso mide 1,8 metros de alto por 1,8 metros de largo y se encuentra actualmente en la Galería Belvedere en el Palacio de Belvedere en Viena, Austria.






jueves, 30 de junio de 2016

DYLAN THOMAS - EL ÚLTIMO MALDITO


(...) Y la muerte no tendrá dominio.
Las gaviotas ya nunca clamarán en sus oídos,
Ni las olas romperán sonoras sobre la costa;
Cuando brote un capullo la flor no alzará
La cabeza a los golpes de la tormenta;
Aunque sean dementes y muertos como clavos,
líderes de los martillados entre margaritas;
Descansando al sol hasta que el sol descanse,
y la muerte no tendrá dominio.



A mí no me interesa la poesía, sino los poemas, y añadió una contundente verdad sobre sus alucinados versos: "Guardo una bestia, un ángel y un loco dentro de mí; mi búsqueda es saber cómo obran y mi problema es juzgarlos y vencerlos, derribarlos y elevarlos y que se expresen a sí mismos".




Mi mundo es pirámide

II
Mi mundo es pirámide. La sigilosa máscara
llora sobre el ocre desierto y el verano
agresivo de sal.
Con mi armadura egipcia fundiéndose en su sábana
araño la resina hasta un hueso estrellado
y un falso sol de sangre.

Mi mundo es un ciprés y un valle de Inglaterra
yo remiendo mi carne que retumbó en los patios
roja por la salva de Austria.
Oigo a través del tambor de los muertos, que mutilados jóvenes
mientras siembran sus vísceras desde un cerro de huesos
gritan Eloi a los cañones.
(...)


¿Quién sopla la pluma de la muerte? ¿De qué gloria es el color?
en la vena yo soplo esta pluma lanuda
es el lomo la gloria en una laboriosa palidez.
Mi arcilla ignora el pecho y mi sal no ha nacido,
niño secreto, yo vago por el mar
en seco, sobre el muslo a medias derrotado.



No entres dócil en esa dulce noche



No entres dócil en esa dulce noche:
debe arder la vejez y delirar al fin del día;
rabia, rabia contra la agonía de la luz.

Aunque sepa al morir que la tiniebla es justa,
porque sus palabras no relampaguearon el sabio
no entra dócil en esa dulce noche.

Tras la última ola el hombre honrado, clamando lo brillantes
que habrían bailado sus gestas pobres en las bahías verdes,
rabia, rabia contra la agonía de la luz.

El rebelde, que atrapó el sol cantándolo en su vuelo
pero aprende, tarde, que lloraba su paso,
no entra dócil en esa dulce noche.

El solemne, en su muerte, al ver con vista cegadora
que ojos ciegos podrían flamear como meteoros, alegres,
rabia, rabia contra la agonía de la luz.

Y tú, padre, allá en la altura triste,
con llanto feroz maldice, bendíceme ahora, te ruego.
No entres dócil en esa dulce noche.
Rabia, rabia contra la agonía de la luz.



Y la muerte no tendrá dominio



Y la muerte no tendrá dominio.
Muerto es desnudo, todos serán uno
Con el hombre en el viento y la luna occidental;
Cuando sus huesos estén limpios
Y limpios sus huesos se hayan ido,
Tendrán estrellas en los codos y pies;
Aunque vayan locos serán cuerdos,
Aunque se hundan en el mar se elevarán,
Aunque se pierdan los amantes el amor no,
Y la muerte no tendrá dominio.

Y la muerte no tendrá dominio.
Bajo las vanas corrientes del océano
Ellos yacen a lo largo sin morir en vano,
Torciéndose cuando los nervios acechan,
Atados a una rueda, ellos no se quebrarán;
La fe en sus manos nunca se romperá,
Y el unicornio correrá entre los males;
Separando todo jamás se desarmarán;
Y la muerte no tendrá dominio.

Y la muerte no tendrá dominio.
Las gaviotas ya nunca clamarán en sus oídos,
Ni las olas romperán sonoras sobre la costa;
Cuando brote un capullo la flor no alzará
La cabeza a los golpes de la tormenta;
Aunque sean dementes y muertos como clavos,
Líderes de los martillados entre margaritas;
Descansando al sol hasta que el sol descanse,
Y la muerte no tendrá dominio.




***



Dylan Thomas nació en Swansea, Reino Unido, 1914 y falleció en Nueva York, 1953. Poeta galés de lengua inglesa. Se destacó en sus comienzos por su trabajo como periodista en el South Wales Evening Post, por sus piezas teatrales y durante la Segunda Guerra Mundial como guionista para la BBC, donde recitaba sus poemas como así también los de poetas contemporáneos. 


Poeta maldito, escritor de cuentos y dramaturgo.

Famoso por ser un bohemio y famoso también por su vozarrón cautivante, que atraía, cual cantante juvenil, a cientos de personas a sus recitales poéticos, o a pegarse al receptor cuando hablaba en la BBC. Poeta precoz y repentinamente fallecido, el caos y el exceso fueron su camino a la genialidad.


Un escritor de poemas y cuentos. De una voz interior que busca ser oída para descubrir la música de las palabras.


Su lenguaje es muy rico y sonoro, y las imágenes alcanzan a veces una belleza difícil de igualar. A cambio, la lectura resulta a veces un poco complicada (imágenes medio crípticas). Su obra poética principal esta recogida en "Collected poems: 1934-1952".

Sus libros más conocidos son: Dieciocho poemas (1934), Veinticinco poemas (1936) y Mapa de amor (1939). Alcanzó su plenitud en Defunciones y nacimientos (1946).


"Lea los poemas que le gusten. No lo preocupe el que sean importantes o perdurables. Después de todo, ¿qué importa lo que la poesía es? Si quiere una definición de poesía, diga: "Poesía es lo que me hace reír o llorar o bostezar, lo que hace vibrar las uñas de mis pies, lo que me hace desear hacer esto, aquello o nada" y contentase con eso. Lo que importa con respecto a la poesía es el placer que proporciona, por trágico que sea. Lo que importa es el movimiento eterno que está detrás de ella, la vasta corriente subterránea de dolor, locura, pretensión, exaltación o ignorancia por modesta que sea la intención del poema". 

(Así intentaba explicar Dylan Thomas qué era para él la poesía)






La poesía de Thomas sigue en pie, aguantando el peso de su leyenda. Sus poemas habitan todavía en su voz grave y modulada, y perduran las asociaciones inauditas y la musicalidad de sus versos como un prodigio de intuición poética.

Es posible que no hubiese hecho falta que un tal Robert Allen Zimmerman decidiera llamarse Bob Dylan en su honor, ni que el propio Thomas muriese de un colapso -delirium tremens- tras haberse bebido, según le manifestó, dicen, a su médico entre estertores, la heroica cifra de dieciocho whiskies seguidos. 




"Mi corazón único y noble tiene sus testigos en todos los países del amor que a tientas despertarán; y cuando el sueño ciego caiga sobre los sentidos en acecho será sensual el corazón aunque haya cinco ojos que se quiebren".




sábado, 25 de junio de 2016

FLORBELA ESPANCA

 Emilie Charmy, 1926



" Duerme, duerme, alma soñadora, 
¡Hermana gemela de la mía! 
Tu alma, del mismo modo que la mía, 
Rasgando las nubes se cernía 
Por encima de los otros, 
Buscando mundos nuevos, 
Más bellos, más perfectos, más felices.

Criatura extraña, espíritu inquieto, 
Lleno de ansiedad, 
Tal como yo hacía, creando mundos nuevos, 
Bellos como tus sueños, 
y vivías en ellos, vivías soñando como yo.

Duerme, duerme, alma soñadora, 
¡Hermana gemela de la mía! 
Ya que en vida no tuviste descanso, 
Si existe la paz en la sepultura: 
¡La paz sea contigo! "





*.- Una de las escritoras más fascinantes de Portugal: Florbela Espanca, (1894/1930). Es una poetisa portuguesa de principios del siglo XX. Conocida en el país vecino como "la poetisa de la saudade", la realidad es que sus versos tienen como tema principal el amor en todas sus variantes.



SATURNO DEVORANDO A SU HIJO - FRANCISCO DE GOYA - PINTURAS NEGRAS

Saturno devorando a sus hijos


Saturno devorando a su hijo. Francisco José de Goya y Lucientes, 1820-1823, Museo del Prado. 
Género: mitológico y alegórico. Neoclasicismo al Romanticismo. Inicio de la Edad Contemporánea.


Saturno devorando a su hijo es una de las Pinturas Negras realizadas por Goya más desgarradoras y trágicas. Estaba situada en la planta baja de la Quinta del Sordo, en una sala que haría las funciones de comedor o salón principal. Se colocaba frente a los "Dos viejos" y junto a "Judith y Holofernes". 

Corresponde a la etapa de las pinturas negras tras el regreso del absolutismo de Fernando VII. Goya lo pintó durante su tercera etapa y por lo tanto perteneciente a la pintura de estilo pre-romántico.

Goya cansado y decepcionado compró una casa junto al Manzanares que se conoce como "la quinta del sordo" . Muerta su mujer y casi todos sus hijos (tuvo 8 y vivió solo el último) vivió acompañado por Leocadia Zorrilla y su hija Rosarito . Acabará autoexiliándose muriendo en Burdeos en 1828.

Pintó las paredes de las habitaciones con las llamadas PINTURAS NEGRAS tanto por el color que va del blanco al negro y castaños, dorados verdosos y alguna nota roja, como por la significación pesimista, sombría de su visión del mundo. 

En esta pintura están presentes la muerte, el dolor, la estupidez, la maldad y la amargura. Las imágenes se simplifican al máximo y se ejecutan con gran libertad aplicando manchas de color puro, anticipación del expresionismo y del surrealismo. 

La luz es una característica muy importante ya que enfoca directamente a la cara de Saturno y al cuerpo de su hijo. Es una luz ciega que deja oscurecido el fondo dando así una sensación de tenebrismo.

Francisco de Goya fue un pintor aragonés que se adelantó a su tiempo iniciando nuevas tendencias artísticas. Sus obras revelan que fue un artista muy comprometido con su época. 

Saturno devorando a su hijo pertenece a la pintura pre-expresionista, que es un estilo propio de Goya que más tarde inició el camino artístico del expresionismo, que es una corriente artística que buscaba la expresión de los sentimientos y las emociones del autor, más que la representación de la realidad objetiva. 

Con esta obra Goya quiere transmitir de forma simbólica como las tropas del Imperio Francés, al mando de Napoleón, invadieron España y como el pueblo español fue reprendido por los franceses. Napoleón y su ejército sería Saturno mientras que su hijo sería el pueblo español. Por lo tanto es una crítica hacia las tropas napoleónicas.

La restauración que sufrió la obra al ser pasada del muro al lienzo fue bastante libre y decepcionante, aunque hay que advertir que había perdido grandes zonas de pintura, sobre todo en los ojos. La mayor parte de los expertos coinciden en plantear que la avanzada edad de Goya motivaría una decoración en la que primaba la melancolía y la tristeza por el tiempo pasado, aunque también se hagan referencias al presente. 



Saturno devorando a sus hijos, detalle








viernes, 24 de junio de 2016

VIRGINIA WOOLF - LAS OLAS

Marie Laurencin


" Me sentaré en la temblorosa orilla del río y contemplaré los nenúfares, anchos y luminosos, que con su aguda luz de luna iluminan en haces el roble que se cierne sobre el agua. Cogeré flores. Formaré con ellas un ramo, lo tomaré en la mano y lo ofreceré, ¡oh! ¿a quién? Hay un obstáculo en el fluir de mi vida. Una profunda corriente tropieza con algo. Y ese algo se estremece. Tira. Un nudo en el centro opone resistencia. Es dolor. Es angustia.

No sé cómo pasar de un minuto a otro, de una hora a otra, resolviendo minutos y horas gracias a cierta fuerza natural, hasta que constituyan esa masa indivisible y unitaria a la que vosotros denomináis vida. No tengo rostro, soy como la espuma que se desliza sobre la playa.. "


(Fragmento de "Las Olas". Virginia Woolf)


Marie Laurencin


*.- Desde 1925, año de su publicación, "Las olas" ha sido considerada una de las obras capitales del siglo XX, tanto por la original belleza de su prosa como por la perfección de su revolucionaria técnica narrativa.
La novela desarrolla, al compás del batir de las olas en la playa, seis monólogos interiores, a veces discrepantes, aislados, otras veces casi en coloquio concordante, en los que se formulan, desde su infancia hasta sus últimos años, seis vidas múltiples y dispares.

Arriba, un fragmento de uno de los monólogos de Rhoda, el personaje que más se parece a la autora; como ella, Virginia tenía extrañas experiencias de despersonalización en las que no sentía su cuerpo, o se sentía alejada de él y tenía que golpear los nudillos contra algo duro para volver a sentir su cuerpo.


sábado, 18 de junio de 2016

LOS PUENTES EN LAS OBRAS DE EDVARD MUNCH

"Ya no debes pintar interiores con hombres leyendo y mujeres sentadas. Deben ser seres que respiren y sientan, que amen y sufran". E. Munch


Friedrich Nietzsche en el puente, 1906



Edvard Munch, considerado precursor de la tendencia expresionista, nació en Loten (Noruega) en 1863. Pasó la mayor parte de su infancia y adolescencia en Cristiania (la capital de Noruega, que a partir de 1924 se llamará Oslo). Cuando aún no había cumplido los cinco años, su madre murió a causa de tuberculosis. Nueve años más tarde, su hermana Sophie, dos años mayor que él, fallece de la misma enfermedad. Estos hechos ejercerán una influencia decisiva en su actividad artística. Sus tristes y angustiosas representaciones basadas en sus obsesiones y frustraciones personales abrieron el camino al desarrollo del expresionismo.



"La enfermedad, la locura y la muerte fueron los ángeles que rodearon mi cuna y me han seguido a lo largo de mi vida".



El expresionismo es una corriente artística que busca la expresión de los sentimientos y las emociones del autor más que la representación de la realidad objetiva. 


El expresionismo revela el lado pesimista de la vida generado por las circunstancias históricas del momento. La cara oculta de la modernización, la alineación, el aislamiento, la masificación, se hizo patente en las grandes ciudades y los artistas, creyeron que debían captar los sentimientos más íntimos del ser humano.

La angustia existencial es el principal motor de la estética de Munch. En él la expresión surge como resultado de su vida atormentada. Siente predilección por la figura humana y las relaciones personales. Le obsesiona la impotencia del ser humano ante la muerte y la identifica con la mujer. Tiene una visión negativa de la vida, de la indefensión, de la soledad humana y del sexo.



Jóvenes sobre el puente, 1900.


Una de las adolescentes, la más próxima a nosotros y vestida de blanco, se da la vuelta dejando de mirar la corriente de agua y concentrándose en sus pensamientos. Tiene la típica mirada que ponemos cuando miramos sin ver, cuando nuestra mente está ausente del entorno inmediato y se concentra absorta en otras ideas o situaciones lejanas. Es una mirada distraída, perdida, de meditación. De nuevo la soledad, la angustia vital y el pesimismo. El colorido es, también aquí, de una viveza espectacular.



Muchachas en el puente (1901)


De todas las versiones que realizó el noruego Edvard Munch de este paraje real de Oslo, ésta es quizás la más dramática, aunque a simple vista no sepamos decir muy bien por qué.

En esta obra, vemos el gigantesco árbol que da la nota sombría a las Muchachas en el puente (1901), formando un gran espacio en un verde oscuro que casi eclipsa al sol, y cuya sombra sobre el río parece acercarse siniestramente hacia las jóvenes, que simbólicamente están vestidas de blanco (pureza), rojo (sangre, pecado) y verde (muerte).


Las líneas sinuosas, a veces mareantes de Munch, recrean un ambiente de cierta angustia, como si de una pesadilla se tratase. Las chicas no hablan, no se comunican, solamente observan en silencio, reflexionan sobre el sentido de la existencia, o sobre las contradicciones de la vida, o sobre la soledad. 


El tema del puente y las muchachas refleja los breves veranos del norte, con sus luces nítidas que exaltan colores esmaltados y que son reproducidos con un sentido de fugacidad: se contratan momentos de suspensión con la contemplación, la belleza de la juventud en la plenitud de la existencia como inevitablemente efímeras.



Muchachas en el puente, 1900

Tres damas en el puente, 1903

Mujeres en el puente, 1902


Munch fue un adelantado del movimiento expresionista. Su obra simboliza la soledad humana, las escasas fuerzas del hombre en comparación con las de la Naturaleza, del amor y de la muerte. 




Mujeres en el puente, 1902

Señoras en el puente, 1903



El pintor decía de sí mismo que, del mismo modo que Leonardo da Vinci había estudiado la anatomía humana y diseccionado cuerpos, él intentaba diseccionar almas. Por ello, los temas más frecuentes en su obra fueron los relacionados con los sentimientos y las tragedias humanas, como la soledad, la angustia, la muerte y el erotismo. 




Desesperanza, 1892

Árboles en la costa, 1904



Edvard Munch (1863-1944). Pintor y grabador Expresionista.

Sus frases más célebres:



"No voy a pintar más interiores con hombres leyendo y mujeres tejiendo. Voy a pintar la vida de personas que respiran, sienten, sufren y aman".


"Una obra de arte sólo puede venir desde el interior del hombre. El arte es la forma de la imagen que se forma sobre los nervios, el corazón, el cerebro y los ojos del hombre". 


"La forma en que uno ve depende también de un estado emocional de la mente. Esta es la razón por la que un motivo puede ser visto de muchas maneras, y esto es lo que hace que el arte sea tan interesante".


"La pausa en que el mundo entero se detiene en su órbita/ Tu rostro encarna toda la belleza del mundo/ Tus labios, carmesíes como fruta en la sazón, se entreabren como en un gesto de dolor/ La sonrisa de un cadáver/ Ahora la vida y la muerte se dan la mano/ Se ha engarzado la cadena que une los miles de generaciones pasadas a los miles de generaciones por venir".


"La naturaleza no es sólo lo que es visible para el ojo - sino que también muestra las imágenes interiores del alma - las imágenes de la parte posterior de los ojos".


"El arte deriva de un deseo de la persona para comunicarse con otro".




Fuentes:




miércoles, 15 de junio de 2016

AJOBLANCO - COCINA ANDALUSÍ

El Ajoblanco es una rica variante de los gazpachos andaluces.
Procede de la cocina Andalusí en la que como en tantos otros platos heredados de los árabes, la almendra es lo más importante.
Hoy en día, se toma en toda Andalucía y es un plato riquísimo como aperitivo para los días calurosos. Os paso la receta ya que es muy fácil de hacer.

Crema fría, de cuchara, riquísima, refrescante, dieta mediterránea, cocina andalusí....¡Probadla!

Imagen tomada del blog saberculinario

Ingredientes
  • 300 gramos de miga de pan
  • 150 gramos de almendras peladas
  • 3 dientes de ajo
  • Aceite de oliva
  • Vinagre de jerez
  • Sal
Elaboración
  1. Ponemos la miga a remojo en agua.
  2. Cuando haya absorbido todo el agua, se pone el pan, las almendras y los dientes de ajo en la batidora y se tritura hasta obtener una pasta fina y uniforme.
  3. Ahora añadimos el aceite de oliva , el vinagre y la sal.
  4. Batimos con el brazo de la batidora a baja velocidad para que se ligue bien.
  5. Añadimos agua hasta conseguir el espesor deseado y listo



Receta tomada del blog: http://www.recetasdecocinadesergio.com



sábado, 4 de junio de 2016

¡¡ UN GRITO PARA REMOVER CONCIENCIAS !!

Niño geopolítico mirando el nacimiento del hombre nuevo (1943) Salvador Dalí



Un grito profundo por la deshumanización de la humanidad.
Un grito lleno de angustia, rabia, impotencia.
Un grito que llama a no olvidar la memoria histórica de toda Europa y, en lo que nos concierne, de nuestro país.
Un grito para que la cordura se implante en los corazones de todos los seres humanos.
Un grito para remover conciencias y despertar de este letargo que vivimos dentro de un mundo deshumanizado.
Un grito para que dejemos de mirar para otro lado cuando vemos injusticias.
Un grito por la paz, la empatía, la generosidad.
Un grito.
Solo un grito de cada uno, que hará que se convierta en un estruendo, una sola voz de todos juntos para intentar y permitir que vivamos en un mundo más tolerable.
Un grito de libertad y dignidad,
un grito de solidaridad ante tanta crueldad humana,
un grito,
solo un grito de cada uno, que salga del corazón y de las entrañas.




La Libertad guiando al pueblo, Eugène Delacroix, 1830



lunes, 30 de mayo de 2016

CELIA GÓMEZ, POETA GALLEGA, Y PAUL KLEE, EN UNA CONJUNCIÓN PERFECTA

" Quiero ser sombra danzando
al borde del abismo,
mariposa derribando los pilares de la conciencia.."



Paul Klee



La libertad del pájaro



yo no quiero ser inmortal
no quiero un cuerpo perfecto
no quiero que me escriban
ni quiero escribir bien
ni saber cantar ni bailar
tampoco quiero saber coser
heridas

sueño
pero no tengo sueños
ni expectativas ni metas que cumplir
no quiero que me miren
ni que se acuerden de mí
no quiero estar enferma
ni haberlo estado

no quiero fingir que es verdad
no quiero despertarme
cuando suena el despertador
no quiero acordarme de los nombres
de las ciudades de las calles de las personas
de mi nombre

yo solo quiero ser un pájaro.



Paul Klee



Somos instantes



Quiero ser sombra danzando
al borde del abismo,
mariposa derribando los pilares de la conciencia.

Sentir únicamente los colores
y que mi sangre arraigue en la tierra,
soñando otros horizontes de nubes
y fronteras de tu piel,
cantando con voz nueva
en los vacíos mares de silencio
que velan las noches de arena.

Luz, árbol, peces, brizna, gesto.

Y ser tan sólo ojos que besan tus ojos
bajo el eco de nuestros latidos fusionados,
porque somos mar, deriva, instantes
sin fin traspasando los límites
que nos separan de lo infinito.

Quisiera nombrar tu nombre 
y saber que existes,
comprender los engranajes de la existencia
y contemplar como el Sol madrugador
acaricia tu mejilla dorada.

Atardecer, sueño, llave, laberinto, tú.
Respirar distinto y olvidar los nombres
y las palabras vacías... Iris,
frente, Universo, caricia o espina, boca, corazón azul.

Lluvia de sol
o sombra de árbol milenario
entre cuyas raíces la vida acérrima fluye
en una constante renovación de sal.

Ser sin comprender
o comprender que no somos.

Saber que existes

y volar,
y ser tan sólo silencio,
olvido.



Paul Klee



Sacrificio nocturno

desgarro mi pecho ante las olas nuevas
cierro los ojos ante las puertas que se abren
la sal moja mis pulmones
mis pies se abandonan a la arena

estallidos verdes y espumosos me acarician
y me adoptan
iniciándome en el profundo y oscuro arte

me venzo me rinden
contemplo mi infancia resuenan risas en la noche
no queda sangre

las sirenas y los tritones
matan mi nombre y la memoria
con bocas escamosas me arrancan mi antigua piel
ya no pertenezco a este mundo
ni al anterior

desaprendo las palabras humanas


Paul Klee



Como dos espíritus quiero


como dos espíritus quiero
correr abriendo los brazos y los árboles
en un aliento último
y decirte

no te olvido aunque te olvide

todo sigue teniendo sus colores -los mismos
que tenía cuando tú
y nada cambia

aunque cada vez atardezca más pronto
y empiece a hacer frío
y ya no esté triste como antes

el reloj me aleja poco a poco de ti
e intento que no sea verdad
que no se quede tu recuerdo vacío

porque aunque te olvide
no te olvido.



Paul Klee



Vencejos acróbatas


están robando el mar
y mientras con la tinta te sumerges por debajo de la memoria
con el eco de unas manos en los días
que no han sucedido

ellos dicen que quieren traducir la música
pero cómo el pentagrama
traducir el color
cómo la oscuridad
traducir la distancia
cómo la distancia

nada existe más allá de los párpados
pero aquí en este párpado interminable
oh tus ojos de ancla
oh tus colmillos
la caricia siempre convertida en espacio
que la voz anula

la caricia
eterna acrobacia desprendida de una nube

las almas pequeñas de las hormigas
ven pasar la sombra al tiempo que
en otro lugar
no aquí aquí no
están robando el mar.



© Celia Gómez, 2013, (A Coruña, 1979). Ha trabado una doble relación con la paranoia: a través de sus pacientes, en su consultorio psiquiátrico, y de la literatura y la poesía.




Paul Klee


jueves, 26 de mayo de 2016

CRÓNICAS DE CLARICE LISPECTOR - DESCUBRIMIENTOS


"No entiendo. Esto es tan vasto que supera cualquier entender. Entender es siempre limitado. Pero no entender puede no tener fronteras. Siento que soy mucho más completa cuando no entiendo. No entender, del modo en que lo digo, es un don. No entender, pero no como un simple de espíritu. Lo bueno es ser inteligente y no entender. Es una bendición extraña, como tener locura sin ser demente. Es un manso desinterés, es una dulzura de estupidez. Sólo que de vez en cuando viene la inquietud: quiero entender un poco. No demasiado: pero por lo menos entender que no entiendo".

(Descubrimientos, Crónicas inéditas)








Entre el 19 de agosto y el 29 de diciembre, Clarice Lispector escribió crónicas para el Jornal do Brasil. 

El primer volumen en castellano fue publicado por Adriana Hidalgo editora bajo el título Revelación de un mundo en el 2004 y posteriormente el segundo volumen, Descubrimientos, fue publicado en el 2010. 

Estos Descubrimientos completan sus crónicas publicadas en el Jornal do Brasil, cada sábado, entre el 19 de agosto de 1967 y el 29 de diciembre de 1973. 

Redactadas a continuación del accidente que la desfigura y casi despoja de una de sus manos y poco antes del diagnóstico del cáncer de ovarios que la mata. "Lo que pasó fue muy triste y prefiero no pensar en ello".

Ella misma confesó que no le fue fácil adaptarse al género, dado que no sabía bien si la crónica era una historia, una conversación o una especie de revelación. Temía que el hecho de escribir tanto y tan a menudo "contaminara sus palabras". Temía volverse demasiado personal, y la demanda de cumplir las condiciones de una columna semanal la preocupaban. Pero a medida que tomó confianza, se terminó adaptando al género.

Textos heterogéneos, muchas veces inclasificables e inesperados, que revelan en cada línea la compleja escritura y personalidad de su autora.

El amor, el tiempo, la muerte, bajo dimensiones pocas veces exploradas con tanta maestría, son algunos de los temas que aparecen en estos textos que permanentemente desafían el concepto de crónica o, más bien, que las convierten en un género cuyas fronteras Clarice ha borrado por su propia escritura. 

En Revelación de un mundo Clarice afirma "Avísenme si empiezo a convertirme en demasiado yo misma. Es mi tendencia. Pero soy también objetiva. Tanto que logro volver lo subjetivo de los hilos de la araña en palabras objetivas".







A continuación, algunas crónicas del segundo volumen que fueron recopiladas en el libro Descubrimientos:


19 de agosto

No sentir

"El hábito le ha amortiguado las caídas. Pero sintiendo menos dolor, perdió la ventaja del dolor como aviso y síntoma. Hoy en día vive incomparablemente más sereno, pero su vida corre gran peligro: puede estar a un paso de estar muriendo, a un paso de haber muerto ya, y sin el beneficio de su propio aviso previo".


5 de febrero

En busca del placer


"Y tanto sufrimiento por estar, a veces sin ni siquiera saber, a la caza de placeres. No sé cómo esperar que ellos vengan solos. Y es tan dramático: basta mirar en una boite a media luz a los otros: la búsqueda del placer que no viene solo y de sí mismo. La búsqueda del placer me ha sido como agua mala: pego la boca y siento el pico herrumbrado, caen dos gotas de agua tibia: es el agua seca. No, antes el sufrimiento legítimo que el placer forzado".


Darse por fin


"El placer es abrir las manos y dejar correr sin avaricia el pleno vacío que encarnizadamente se estaba prendiendo. Y de súbito el sobresalto: ¡ah, abrí las manos y el corazón, y no estoy perdiendo nada! Y el susto: ¡despierta, pues existe el peligro de que el corazón esté libre!

Hasta que se percibe que en ese explayarse está el muy peligroso placer de ser. Pero llega una seguridad extraña: siempre ha de tenerse que gastar. No tener, pues, avaricia con ese vacío pleno: gastarlo".







Hay un tipo de llanto bueno y hay otro malo. El malo es aquel en el que las lágrimas corren sin parar y, sin embargo, no dan alivio. Sólo escurren y se agotan. Una amiga, entonces, me preguntó si no sería ese llanto como el de un niño con la angustia del hambre. Sí. Cuando se está cerca de ese tipo de llanto, es mejor buscar contenerse: no servirá de nada.Es mejor intentar hacerse fuerte y enfrentar. Es difícil, pero aun menos que ir quedando exangüe hasta el punto de empalidecer. Pero no siempre es necesario hacerse fuerte. Tenemos que respetar nuestra debilidad. Entonces, son lágrimas suaves, de una tristeza legítima a la que tenemos derecho. Ellas corren despacio y cuando pasan por los labios se siente ese gusto salado, límpido, producto de nuestro dolor más profundo. Que el hombre llore, conmueve. Él, el luchador, reconoció su lucha a veces inútil. Respeto mucho al hombre que llora. Yo vi a un hombre llorar".

(Descubrimientos. Crónicas Inéditas)


***


11 de mayo de 1968

Las tres experiencias

[…]
Y nací para escribir. La palabra es mi dominio sobre el mundo. Yo tuve desde la infancia varias vocaciones que me llamaban ardientemente. Una de las vocaciones era escribir. Y no sé por qué, fue ésta la que seguí. Tal vez porque para las otras vocaciones necesitaría un largo aprendizaje, mientras para escribir el aprendizaje es la propia vida viviendo en nosotros y alrededor de nosotros. Es que no sé estudiar. Y, para escribir, el único estudio es el escribir mismo. Me adiestré desde los siete años de edad para tener un día la lengua en mi poder. Y, sin embargo, cada vez que voy a escribir, es como si fuera la primera vez. Cada libro mío es un estreno penoso y feliz. Esta capacidad de renovarme toda a medida que el tiempo pasa es lo que yo llamo vivir y escribir.







[…]
Siempre me quedará amar. Escribir es algo tremendamente fuerte pero que me puede traicionar y abandonar: puedo un día sentir que ya escribí lo que es mi parte en este mundo y que debo aprender también a parar. En escribir no tengo ninguna garantía.
[…]
Quiero renacer siempre. Y en la próxima reencarnación voy a leer mis libros como una lectora común e interesada, y no sabré que en esta reencarnación fui yo quien los escribió.
Me está faltando un aviso, una señal. ¿Llegará como intuición? ¿Vendrá al abrir un libro? ¿Vendrá esta señal cuando yo me encuentre escuchando música?
Una de las cosas más solitarias que conozco es carecer de la premonición.


(Descubrimientos. Crónicas Inéditas)







Tanta mansedumbre


" Pues en la hora oscura, tal vez la más oscura, en pleno día, ocurrió esa cosa que no quiero siquiera intentar definir. En pleno día era noche, y esa cosa que no quiero todavía definir es una luz tranquila dentro de mí, y la llamaría alegría, alegría mansa. Estoy un poco desorientada como si me hubieran arrancado el corazón, y en lugar de él estuviera ahora la súbita ausencia, una ausencia casi palpable de lo que antes era un órgano bañado de oscuridad, de dolor. No estoy sintiendo nada. Pero es lo contrario del sopor. Es un modo más leve y más silencioso de existir.

Pero también estoy inquieta. Yo estaba organizada para consolarme de la angustia y del dolor. Pero cómo es que me arreglo con esa simple y tranquila alegría. Es que no estoy acostumbrada a no necesitar de mi propio consuelo. La palabra consuelo me llegó sin sentir, y no lo noté, y cuando fui a buscarla, ella se había transformado ya en carne y espíritu, ya no existía más como pensamiento.

Voy entonces a la ventana, está lloviendo mucho. Por hábito estoy buscando en la lluvia lo que en otro momento me serviría de consuelo. Pero no tengo dolor que consolar.

Ah, lo sé. Ahora estoy buscando en la lluvia una alegría tan grande que se torne aguda, y que me ponga en contacto con una agudeza que se parezca a la agudeza del dolor. Pero es una búsqueda inútil. Estoy frente a la ventana y sólo ocurre eso: veo con ojos benéficos la lluvia, y la lluvia me ve de acuerdo conmigo. Ambas estamos ocupadas en fluir. ¿Cuánto durará mi estado? Percibo que, con esta pregunta, estoy palpando mi pulso para sentir dónde está el latir dolorido de antes. Y veo que no está el latido de dolor.

Sólo eso: llueve y estoy mirando la lluvia. Qué simplicidad. Nunca creí que el mundo y yo llegáramos a este punto de acuerdo. La lluvia cae no porque me necesite, y yo la miro no porque necesite de ella. Pero nosotras estamos tan juntas como el agua de lluvia está ligada a la lluvia. Y no estoy agradeciendo nada. Si, después de nacer, no hubiera tomado involuntaria y forzadamente el camino que tomé, yo habría sido siempre lo que realmente estoy siendo: una campesina que está en un campo donde llueve. Sin siquiera dar las gracias a Dios o a la naturaleza. La lluvia tampoco da las gracias. No hay nada que agradecer por haberse transformado en otra. Soy una mujer, soy una persona, soy una atención, soy un cuerpo mirando por la ventana. Del mismo modo, la lluvia no está agradecida por no ser una piedra. Ella es la lluvia. Tal vez sea eso lo que se podría llamar estar vivo. No es más que esto, sólo esto: vivo. Y sólo vivo de una alegría mansa".


(Descubrimientos. Crónicas de Clarice Lispector (1920 Ucrania - 1977 Rio de Janeiro)