al borde del abismo,
mariposa derribando los pilares de la conciencia.."
Paul Klee |
La libertad del pájaro
yo no quiero ser inmortal
no quiero un cuerpo perfecto
no quiero que me escriban
ni quiero escribir bien
ni saber cantar ni bailar
tampoco quiero saber coser
heridas
sueño
pero no tengo sueños
ni expectativas ni metas que cumplir
no quiero que me miren
ni que se acuerden de mí
no quiero estar enferma
ni haberlo estado
no quiero fingir que es verdad
no quiero despertarme
cuando suena el despertador
no quiero acordarme de los nombres
de las ciudades de las calles de las personas
de mi nombre
yo solo quiero ser un pájaro.
Paul Klee |
Somos instantes
Quiero ser sombra danzando
al borde del abismo,
mariposa derribando los pilares de la conciencia.
Sentir únicamente los colores
y que mi sangre arraigue en la tierra,
soñando otros horizontes de nubes
y fronteras de tu piel,
cantando con voz nueva
en los vacíos mares de silencio
que velan las noches de arena.
Luz, árbol, peces, brizna, gesto.
Y ser tan sólo ojos que besan tus ojos
bajo el eco de nuestros latidos fusionados,
porque somos mar, deriva, instantes
sin fin traspasando los límites
que nos separan de lo infinito.
Quisiera nombrar tu nombre
y saber que existes,
comprender los engranajes de la existencia
y contemplar como el Sol madrugador
acaricia tu mejilla dorada.
Atardecer, sueño, llave, laberinto, tú.
Respirar distinto y olvidar los nombres
y las palabras vacías... Iris,
frente, Universo, caricia o espina, boca, corazón azul.
Lluvia de sol
o sombra de árbol milenario
entre cuyas raíces la vida acérrima fluye
en una constante renovación de sal.
Ser sin comprender
o comprender que no somos.
Saber que existes
y volar,
y ser tan sólo silencio,
olvido.
Paul Klee |
desgarro mi pecho ante las olas nuevas
cierro los ojos ante las puertas que se abren
la sal moja mis pulmones
mis pies se abandonan a la arena
estallidos verdes y espumosos me acarician
y me adoptan
iniciándome en el profundo y oscuro arte
me venzo me rinden
contemplo mi infancia resuenan risas en la noche
no queda sangre
las sirenas y los tritones
matan mi nombre y la memoria
con bocas escamosas me arrancan mi antigua piel
ya no pertenezco a este mundo
ni al anterior
desaprendo las palabras humanas
Paul Klee |
como dos espíritus quiero
correr abriendo los brazos y los árboles
en un aliento último
y decirte
no te olvido aunque te olvide
todo sigue teniendo sus colores -los mismos
que tenía cuando tú
y nada cambia
aunque cada vez atardezca más pronto
y empiece a hacer frío
y ya no esté triste como antes
el reloj me aleja poco a poco de ti
e intento que no sea verdad
que no se quede tu recuerdo vacío
porque aunque te olvide
no te olvido.
Paul Klee |
Vencejos acróbatas
están robando el mar
y mientras con la tinta te sumerges por debajo de la memoria
con el eco de unas manos en los días
que no han sucedido
ellos dicen que quieren traducir la música
pero cómo el pentagrama
traducir el color
cómo la oscuridad
traducir la distancia
cómo la distancia
nada existe más allá de los párpados
pero aquí en este párpado interminable
oh tus ojos de ancla
oh tus colmillos
la caricia siempre convertida en espacio
que la voz anula
la caricia
eterna acrobacia desprendida de una nube
las almas pequeñas de las hormigas
ven pasar la sombra al tiempo que
en otro lugar
no aquí aquí no
están robando el mar.
© Celia Gómez, 2013, (A Coruña, 1979). Ha trabado una doble relación con la paranoia: a través de sus pacientes, en su consultorio psiquiátrico, y de la literatura y la poesía.
Paul Klee |
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