Hoy es buen día para reordenar mi mente, no es un domingo cualquiera, es el mejor momento.
Carlos Arteaga |
Uno busca lleno de esperanzas el camino
que los sueños prometieron a sus ansias.
Enrique Santos Discépolo
Dicen que los sueños con los ojos despiertos no sirven, nada más lejos de la realidad, esos sueños en donde la maquinaria del cerebro anda zumbando son los mejores, porque es probable que conduzcan a la mejora de todo lo que anida precisamente en mi cabeza y, quizá, a la del mundo. Soñar despierta, ¿quién no lo ha hecho alguna vez? ¿Tienes sueños no realizados? ... desde luego. Todos lo tenemos. A quién no le gustaría, por ejemplo, borrar de un plumazo a este sistema que nos está matando, y a quién que haya paz, alegría en todos los corazones, que nadie sufra, que no se maltrate a los animales ni a la naturaleza. ¿A quién no le gustaría? Yo, desde luego, prefiero estar muerta o que me crean una loca a perder la esperanza de mis sueños no cumplidos o simplemente a no tener sueños.
Me quedo con una reflexión de Benedetti, el maravilloso poeta que a mi por lo menos siempre me hizo soñar, esperar y dejar que todo fluya para que surja, son palabras manidas de él, pero para mí son como gotas de rocío que entran en mi boca teniendo mucha sed. Amoré.
No te rindas, por favor no cedas, aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se esconda, y se calle el viento, aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tus sueños. Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo, porque cada día es un comienzo nuevo, porque esta es la hora y el mejor momento.
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