Monique Passicot |
He bebido del chorro cándido de la fuente.
Traigo los labios frescos y la cara mojada.
Mi boca hoy tiene toda la estupenda dulzura de una rosa jugosa, nueva y recién cortada.
El cielo ostenta una limpidez de diamante.
Estoy ebria de tarde, de viento y primavera.
¿No sientes en mis trenzas olor a trigo ondeante?
¿No me hallas hoy flexible como una enredadera?
hoy, y no mañana, ¿no ves
que la enredadera crecerá ciprés?
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