La colección de obras que CaixaForum trae a Madrid tiene la contundencia suficiente como para ofrecer un retrato completo de las obsesiones íntimas de Blake.
Ángeles buenos y malos, por William Blake, h. 1805. |
CaixaForum Madrid muestra la extraña y arrebatadora mitología de uno de los pintores ingleses más incomprendidos durante el Siglo de las Luces. Un viaje a través de las puertas de la percepción.
David sacado de las muchas aguas |
A la edad de cuatro años, William Blake se encontraba en su habitación y una aparición en la ventana le hizo gritar de terror. Cuando su madre acudió a consolarle y le preguntó que era lo que había visto, él le respondió “la cabeza de Dios”.
La mayoría de los contemporáneos del pintor y poeta inglés coinciden en señalar su inestabilidad mental, pero algunos también supieron ver a un creador que iba a contracorriente y prefiguró con sus visiones proféticas y pintura simbolista el romanticismo europeo.
“No había duda de que este pobre hombre estaba loco –escribió el también poeta William Wordsworth–, pero hay algo en su locura que me interesa más que la cordura de Lord Byron o Walter Scott”.
La mayor de las obsesiones giraban en torno a la religión, y cómo ésta se relaciona con la libre voluntad del ser humano. No olvidemos que el artista convivió, en el siglo XVIII, con las corrientes de pensamiento ilustrado; Su relación con el empirismo fue especialmente compleja, por considerar que el dominio excesivo de la razón podía llegar a ser opresivo. No es de extrañar, dada su tendencia a la evasión pictórica y a la fantasía. Creó todo un universo mitológico propio, basado en el imaginario cristiano pero con ensoñaciones y criaturas surgidas de la libertad de su mente alterada.
Blake fue un artista muy incomprendido en su época, pero su legado fue rescatado en el siglo XX junto con otros pintores de intuición romántica y estética fantástica como Johann Heinrich Füssli. Aunque las asociaciones de tipo estilístico con los creadores de su época, o sus influencias (ese Miguel Ángel, al que idolatraba, grabado a fuego en la morfología de sus cuerpos desnudos) se quedarían en la superficie de una reflexión más profunda sobre uno de los pintores más peculiares del siglo XVIII. No existe otro artista como William Blake, y las ochenta obras de esta muestra permiten explorar su desbordante imaginación.
Rafael DE LAS CUEVAS
William Blake
Del 4 de julio al 21 de octubre de 2012
Madrid, Caixaforum.
3 comentarios:
Qué bien, voy a poder verlo y me entero por ti, gracias Inma :)
Me fascina Blake.
Besos
Y a mi también me fascina!! que la disfrutes, yo iré en breve y ya contaré cuál fue mi impresión..uff
Besosss guapaaa!!
Blake ya pertenece al Romanticismo
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