*.- Fueron muy pocas las mujeres de su época las que llegaron a repudiar el puritanismo como ella. Emma estaba convencida de que el sexo era tan vital como la comida y el aire, y subrayó la contradicción que existía en el hecho de que las mujeres fueran obligadas por una parte a ser asexuadas y por otra, a vender su cuerpo a través del matrimonio o la prostitución pública. Simbolizó durante su época las posiciones de autonomía femenina, de amor libre, de una total falta de prejuicios. Emma llegó hasta asumir la defensa de los homosexuales, algo que casi ningún revolucionario notorio de su tiempo se atrevió a hacer.
Dice en su libro Amor y matrimonio:
"Existe un concepto generalizado acerca del matrimonio y el amor, y es que son sinónimos, que surgen por los mismos motivos o causas y cubren las mismas necesidades humanas. Como muchos de los pareceres del sentido común, éste no descansa sobre hechos reales, sino sobre supersticiones.
La institución del matrimonio hace de la mujer un parásito, absolutamente dependiente. La incapacita en su lucha por la existencia, anula su conciencia social, paraliza su imaginación, y entonces le impone su benévola protección, lo que es realmente una trampa, una parodia de la naturaleza humana.
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Emma Goldman y Alexander Berkman |
El amor, el más fuerte y más profundo elemento en toda vida, heraldo de la esperanza, de la felicidad, del éxtasis; el amor, transgresor de toda ley, de toda convención; el amor, el más libre, la impronta más poderosa del destino humano; ¿cómo puede una fuerza tan irresistible ser sinónimo de ese precario e insignificante hierbajo engendrado por el Estado y la Iglesia, el matrimonio?
¿Amor libre? ¡Cómo si el amor pudiese otra cosa que no fuese libre!
El hombre ha comprado cerebros, pero ni todos los millones del mundo han podido comprar amor. El hombre ha sojuzgado cuerpos, pero ni todo el poder en la tierra ha podido sojuzgar el amor. El hombre ha conquistado naciones enteras, pero ni todos sus ejércitos podrían conquistar el amor. El hombre ha encadenado y puesto grilletes al espíritu, pero se ha visto totalmente indefenso ante el amor.
En lo alto de un trono, con todo el esplendor y la pompa que sus riquezas le puedan ofrecer, el hombre estará pobre y abatido, si el amor lo pasa por alto. Y si llegara a quedarse, la más pobre chabola resplandecerá de calidez, vida y color. Es que el amor tiene el mágico poder de hacer rey a un vagabundo. Sí, el amor es libre, en ninguna otra atmósfera puede habitar. En libertad se da a sí mismo sin reservas, generosamente, totalmente. Todas las leyes de los estatutos, todas las cortes del universo, no podrán desterrarlo una vez que el amor ha echado raíces. Pero, si ocurriese que el suelo fuera infértil, ¿cómo podría el matrimonio hacerle dar frutos? Es como la última lucha desesperada de la vida fugaz contra la muerte.
El amor no necesita protección; él es su propia protección. En la medida en que sea el amor el que engendre vida, no habrá niños abandonados, ni hambrientos, ni faltos de afecto. Yo sé que esto es verdad. Conozco mujeres que han tenido hijos en libertad del hombre que amaban. Hay pocos niños nacidos en el matrimonio que disfrutan del cuidado, la protección, la devoción que una maternidad libre puede ofrecerles.
Los defensores de la autoridad temen el advenimiento de una maternidad libre, porque les quitará su presa. ¿Quién va a luchar en las guerras? ¿Quién va a generar riquezas? ¿Quién va a hacer de policía, de carcelero, si las mujeres se negaran a criar hijas en forma indiscriminada? ¡La estirpe, la estirpe! grita el rey, el presidente, el capitalista, el cura. La estirpe debe ser preservada, aunque la mujer se vea degradada a la condición de mera máquina.
Algún día, algún día, hombres y mujeres ascenderán, alcanzarán la cima de la montaña, allí se reunirán grandes, fuertes y libres, dispuestos a recibir, a participar y a bañarse en los dorados rayos del amor. Qué fantasía, qué imaginación, qué genio poético podría prever, aunque fuese sólo aproximadamente, las potencialidades de una fuerza tal en la vida de hombres y mujeres. Si el mundo alguna vez diese a luz a lo que es una auténtica camaradería y unidad, el padre será el amor, nunca el matrimonio".
Emma Goldman: Matrimonio y amor. Fragmentos del libro, que recomiendo, vigente e imprescindible.
Os dejo el link para descargar varios libros de ella: