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miércoles, 5 de marzo de 2025
8 M - DÍA DE LA MUJER TRABAJADORA
   Mujer, el mundo está amueblado por tus ojos.
 Vicente Huidobro.
    
     
  Cada 8 segundos es maltratada una mujer en el mundo, y una de cada
    cinco en el hogar familiar. No se salva ningún país. ¿Motivo? la
    desigualdad real que aún existe entre hombres y mujeres en un mundo que sigue siendo
      machista. Y hasta los que dicen que no lo son, lo son, no pegarán
      ni matarán, pero tienen actitud y comportamiento machista (por supuesto,
      estoy generalizando, hay y lo sé hombres maravillosos). Os dejo dos poemas
      de dos mujeres rotundas, Tatiana Lobo y  Victoria Aldunate,
      curiosamente las dos chilenas. 
|   | 
| Rafal Olbinski | 
  Agradezco ser hembra, porque el hombre no es el centro del universo, sino apenas un eslabón más en la cadena de la vida.
  Agradezco que me digan que soy irracional, porque la razón ha conducido a los peores actos de barbarie.
    Estoy feliz de no ser competitiva,
  
  
      porque entonces seré solidaria.
    
    
      Me agrada saber que mi cerebro es más pequeño que el cerebro del
            hombre, porque entonces mi cerebro cabe en todas partes.
    
    
          Me agrada que me digan que soy histérica, porque entonces
                  puedo lanzar los platos a la cabeza de quien intenta hacerme
                  daño.
        
        Me gusta que me llamen bruja, porque entonces puedo cambiar la dirección de los vientos a mi favor.
            Me gusta que me llamen demonio, porque puedo quemar el
                    lecho donde me abusan.
          
          Pero lo que más agradezco, lo que más me agrada, lo que más me
              gusta y lo que me hace más feliz, es que me digan loca,
                        porque entonces
            
            
                ninguna libertad me será negada.
              
              
                  Una y mil veces me quemó la Inquisición y aprendí a
                          nacer de las
                
                
                  cenizas.
                
                
                  Me pusieron un cinturón de castidad y adquirí las
                          artes de un cerrajero.
                
                
                  Cargué fardos de leña y me hice fuerte.
                
                
                  Me despertaron los niños a medianoche y aprendí a
                          mantenerme en vigilia.
                
                
                  No me enviaron a la Universidad y aprendí a pensar
                          por mi cuenta.
                
                
                  Transporté cántaros de agua y supe mantener el
                          equilibrio.
                
                
                  Me extirparon el clítoris y aprendí a gozar con todo
                          el cuerpo.
                
                
                  Me sacrificaron a los dioses y a los hombres y volví
                          a vivir.
                
                
                  Me golpearon y perdí los dientes y volví a
                          vivir.
                
                
                  Me violaron y me ultrajaron y volví a vivir.
                
                
                  Me quitaron a mis hijos y en el llanto volví a la
                          vida.
                
                
                  Con tanta fortaleza acumulada, con tantas habilidades
                          y destrezas
                
                
                  aprendidas, MUJER, si lo intentas, puedes volver el
                          mundo al
                
                
                  revés.
                
                
                  Tatiana Lobo.
                
                
                    Escritora que nació en Puerto Montt, Chile, en 1939.
                    
                    
**
                    
                    
                    
                    
                    
                      
                        
                    
                    
                      
                        
                      
                      
                        
                      
                      
                      
                      
                        
                      
                      
                        
                      
                      
                        
                      
                      
                        
                      
                      
                        
                      
                      
                    
                      
                    
                    
                  
                  **
|   | 
| René Magritte | 
                        ME CANSÉ
                      
                      
                        Me cansé de hacer tu cama
                      
                      
                        Asear tu pieza
                      
                      
                        Darte orgasmos sin devuelta
                      
                      
                        Me cansé de lavar tus platos
                      
                      
                        Limpiar tu piso, tu casa, quitar el polvo a tus
                              libros
                      
                      
                        Y ser parte de máscaras dolorosas de amor
                      
                      
                        Me cansé de buscar tu mirada, tu atención y la
                              sonrisa arrebatada
                      
                      
                        Me cansé de esperar el regreso de tu pasión
                      
                      
                        Me cansé de vivir los días y las noches
                              sostenidas desde un hilo
                      
                      
                        Me cansé de olfatear tu aprobación
                      
                      
                        Huele a vacío
                      
                      
                        Hiede a desprecio
                      
                      
                        Me cansé de hacer piruetas, armada con
                              plumeros 
                      
                      
                        Parapetada en mis dolores, mordiendo mis
                              ideas.
                      
                      
                        Francotiradora, encapuchada, rabiosa,
                              indignada.
                      
                      
                        Malabarismos de existencia.
                      
                      
                        Me cansé…
                      
                        
                    
                      Victoria Aldunate Morales 
                    
                    Como ya es usual, siempre hay una gran mujer detrás de cada idiota.
                      John Lennon
                    
                    martes, 4 de marzo de 2025
UN COBARDE SILENCIO - EL ELEMENTO HUMANO QUE TODO LO REDIME
Tal como si fuese hoy:
Un cobarde silencio
hambre para todos
abramos espacios para la reflexión
y para la memoria de lo cotidiano.
¡Qué barullo en la herida!
¡Qué suerte si esto que siento fuera sed
y se me quitara bebiendo un vaso de agua!
Es entonces cuando llueve tristeza
para ahogar en mi boca
la palabra imposible.
Intento gritar,
y sólo consigo un cobarde silencio.
Gloria Fuertes
HAMBRE
Tened presente el hambre: recordad su pasado
turbio de capataces que pagaban en plomo.
Aquel jornal al precio de la sangre cobrado,
con yugos en el alma, con golpes en el lomo.
Los años de abundancia, la saciedad, la hartura
eran sólo de aquellos que se llamaban amos.
Para que venga el pan justo a la dentadura
del hambre de los pobres aquí estoy, aquí estamos.
Nosotros no podemos ser ellos, los de enfrente,
los que entienden la vida por un botín sangriento:
como los tiburones, voracidad y diente,
panteras deseosas de un mundo siempre hambriento.
Miguel Hernández
SILENCIO
Oye, hijo mío, el silencio.
Es un silencio ondulado,
un silencio,
donde resbalan valles y ecos
y que inclina las frentes
hacia el suelo.
Federico García Lorca
Todas las fotografías son de Kati Horna.
http://elrincondemisdesvarios.blogspot.com.es/2012/04/kati-horna-fotografa-el-compromiso-de.html
Un cobarde silencio
hambre para todos
abramos espacios para la reflexión
y para la memoria de lo cotidiano.
¡Qué barullo en la herida!
¡Qué suerte si esto que siento fuera sed
y se me quitara bebiendo un vaso de agua!
Es entonces cuando llueve tristeza
para ahogar en mi boca
la palabra imposible.
Intento gritar,
y sólo consigo un cobarde silencio.
Gloria Fuertes
Tened presente el hambre: recordad su pasado
turbio de capataces que pagaban en plomo.
Aquel jornal al precio de la sangre cobrado,
con yugos en el alma, con golpes en el lomo.
Los años de abundancia, la saciedad, la hartura
eran sólo de aquellos que se llamaban amos.
Para que venga el pan justo a la dentadura
del hambre de los pobres aquí estoy, aquí estamos.
Nosotros no podemos ser ellos, los de enfrente,
los que entienden la vida por un botín sangriento:
como los tiburones, voracidad y diente,
panteras deseosas de un mundo siempre hambriento.
Miguel Hernández
Oye, hijo mío, el silencio.
Es un silencio ondulado,
un silencio,
donde resbalan valles y ecos
y que inclina las frentes
hacia el suelo.
Federico García Lorca
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| Kati Horna fotografiada por Robert Capa | 
Con la caída de la Segunda República ante las fuerzas franquistas, Kati y José Horna, militantes de la facción anarquista republicana durante la Guerra Civil Española, enfrentaron, al igual que miles de sus correligionarios, la amenaza real de perder su libertad e incluso sus vidas.
La mirada de Horna capta ese elemento humano que redime todo a pesar de lo trágico.
http://elrincondemisdesvarios.blogspot.com.es/2012/04/kati-horna-fotografa-el-compromiso-de.html
lunes, 3 de marzo de 2025
RIÑA DE GATOS. MADRID 1936 - EDUARDO MENDOZA
Eduardo Mendoza, Riña de Gatos. Madrid 1936. 
Un libro deslumbrante, extremadamente rico. Encuentro deliciosos los redescubrimientos que proporciona del arte español del Siglo de Oro.
El argumento, o por lo menos el trozo de dicho argumento que me creo autorizada a revelar, es el siguiente: Anthony Whitelands es el prototipo del flemático profesor inglés, especialista en la pintura barroca española. No tiene una vida especialmente divertida, y sus logros en el terreno del arte son mediocres. De repente recibe el encargo de ir a Madrid a tasar un cuadro y "sin saber cómo, se había convertido en el punto de colisión de todas las fuerzas de la Historia de España”, según palabras del propio Mendoza.
Pero no es solamente que se encuentre en medio del remolino de las fuerzas políticas que zarandean el Madrid de marzo de 1936. Además, Anthony se entera de todo lo que se cuece en la capital de España, porque todo el mundo le hace confidencias. Él supone que este curioso hecho se debe a que no sabe nada de España, al menos de la España de 1936, y a su porte y flema inglesa. Está seguro que dichas confidencias un español jamás se las haría a otro español. Mendoza hace un retrato de todos los estamentos, de los políticos, la iglesia, los militares, la aristocracia española con su cerrilismo, siempre en ese tono tan especial de él. 
El inglés es un erudito de Velázquez, le encanta pasear por el Museo del Prado y, según él, ir solo a un cuadro en cada visita. Y mientras lo mira, nos regala una reflexión exquisita, unos relatos históricos e íntimos  extraordinarios y emocionantes de cada obra. 
Contaba, por ejemplo, sobre La Venus en el Espejo, (en este caso lo explica obviamente sin el cuadro delante, ya que se encuentra en el National Gallery, Londres, se lo está contando a Paquita mientras toman un café), que en la década de 1640, Velázquez había alcanzado la cúspide de su fama y al margen de sus obligaciones como pintor de la corte, recibía y aceptaba encargos de importantes personalidades de la nobleza y el clero. 
Uno de estos clientes fue don Gaspar Gómez de Haro, hombre con mucho poder y apasionado del arte le encarga, pues, que le haga un desnudo de tipo mitológico, una Venus. Teniendo en cuenta que estamos en la época inquisitorial, era del todo insólito. 
El cliente quería que no se supiera por nadie, y Velázquez lo hizo con gusto, luego don Gaspar lo escondió por años, nadie sabía de su existencia, hasta que esa generación estuvo viva.  Nunca se supo si la modelo del cuadro era una prostituta (normal de la época) o bien la amante de don Gaspar, y que quería perpetuar su cuerpo en una tela. Y digo su cuerpo, porque la cara fue deliberadamente velada para que no se supiera quién era. Se supone que lo pintó sobre el 1648, porque a partir de ese año se fue a Italia. 
Y lo curioso de esta historia es que Velázquez, a escondidas de todos y sobre todo de don Gaspar, hizo una segunda copia para él, igualmente desnuda pero con las facciones claramente definidas. 
Al pintarla, Velázquez incurrió en varios peligros. Si hubiera trascendido, el escándalo habría sido mayúsculo, podría haber tomado cartas en el asunto la Inquisición, o el mismísimo don Gaspar, que hubiera impuesto una venganza sangrienta. 
Solo una pasión irrefrenable pudo llevar a un hombre de natural sereno, casi apático, como Velázquez, a cometer semejante locura. El caso es que temiendo ser descubierto, decidió poner tierra por medio y se fue unos años a Italia, no le costó convencer a Felipe IV de que le enviase, llevándose consigo el segundo retrato. 
La cuestión es que al regreso, serenada la pasión tras una larga ausencia, dejó el cuadro en Italia, probablemente en Roma. Andando el tiempo, alguien se hizo con él, lo trajo a España y nunca se supo más de él ni de quién lo tiene, obviamente escondido. 
El libro tiene una mezcla de historia (transcurre a pocos meses del estallido de la Guerra Civil), y de arte que me encantó. La intriga es muy entretenida, siempre en tono burlesco, propio del escritor y al que nos tiene acostumbrados. 
|  | 
| Goya, Riña de Gatos | 
Curiosa novela sobre Velázquez en la que no se habla en ningún momento de ninguna riña de gatos. Porque en la realidad, quien pintó la riña de gatos fue Goya.
jueves, 27 de febrero de 2025
RAMÓN CASAS Y LA INDEFENSIÓN DEL PUEBLO FRENTE AL PODER
Como si fuera una estampa de hoy, Casas pintó la represión y crueldad de las fuerzas policiales durante una huelga en Barcelona, en el año 1902. 
|  | 
| Carga de la guardia civil, Ramón Casas | 
El cuadro es de grandes dimensiones y muestra una brutal carga de la Guardia Civil a caballo sobre una multitud que huye despavorida de los sables. A la derecha un guardia civil persigue a un manifestante, lo que individualiza la acción general y procura así sensibilizarnos sobre la tragedia que contemplamos. En el centro un enorme vacío dramatiza todavía más el momento de la carga y la muchedumbre huyendo adopta una forma panorámica que subraya la sensación de perspectiva, además de acentuar el caos, la violencia y la desigualdad de fuerzas entre Guardia Civil y manifestantes.
 La luz que utiliza Casas es difuminada y el óleo está aplicado mediante manchas contrastadas. Barcelona aparece al fondo con sus chimeneas, almacenes, humo...un paisaje típicamente industrial.
El principio del siglo XX fue muy traumático en España y concretamente en Barcelona, con numerosas huelgas, manifestaciones y sabotajes en el sector textil. Por si fuera poco, la Guerra de Marruecos iba mal y las madres de los reclutados forzosos protagonizaron numerosas protestas.
Impresiona la fuerza de la escena y la indefensión del pueblo frente al poder.
Cultura y anarquismo, arte solidario.
martes, 25 de febrero de 2025
TRES POEMAS DE GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ, (REGADOS CON OBRAS DE FRIDA KHALO)

Frida Khalo, “El dolor no es parte de la vida, se puede convertir en la vida misma”.
Si alguien llama a tu puerta
Si alguien llama a tu puerta, amiga mía,
y algo en tu sangre late y no reposa
y en tu tallo de agua, temblorosa,
la fuente es una líquida de armonía.
Si alguien llama a tu puerta y todavía
te sobra tiempo para ser hermosa
y cabe todo abril en una rosa
y por la rosa desangra el día
Si alguien llama a tu puerta una mañana
sonora de palomas y campanas
y aún crees en el dolor y en la poesía
Si aún la vida es verdad y el verso existe.
Si alguien llama a tu puerta y estás triste,
abre, que es el amor, amiga mía.
|  | 
| "Viva la vida", "Sandías", Frida Khalo, 1954 | 
Soneto casi insistente en una noche de serenatas
Quisiera una mujer de sangre y plata.
Cualquier mujer. Una mujer cualquiera,
cuando en las noches de la primavera
se oye a lo lejos una serenata.
Esa música es alma. Y aunque no fuera
verdad tanta mentira sería grato
el saber que su voz siempre retrata
el corazón de una mujer cualquiera.
Quiero querer con música. Y quiero
que me quieran con tono verdadero
Casi en azul y casi eternamente.
Será porque ese ritmo me arrebata,
o tal vez porque oyendo serenatas
me duele el Corazón musicalmente.
|  | 
| Naturaleza muerta con loro y frutas (1951), Frida Khalo | 
Tercera presencia del amor
Este amor que ha venido de repente
y sabe la razón de la hermosura.
Este amor, amorosa vestidura,
ceñida al corazón exactamente.
Este amor que es harina
que es infancia de sueños en la frente,
que es líquido de música en la frente
y es lucero nostálgico en la altura.
Este amor que es el verso y es la rosa.
Y es saber que la vida en cada cosa
se nos repite cada vez más fuerte.
Tan eterno este amor tan resistible,
que comparado al tiempo imposible
saber donde limita con la muerte.
"Yo creo que todavía no es demasiado tarde para construir una utopía que nos permita compartir la tierra."
domingo, 23 de febrero de 2025
ALAÍDE FOPPA - LUCHADORA ANTIFASCISTA DESAPARECIDA EN LA DICTADURA DE ROMEO LUCAS GARCÍA EN GUATEMALA
|  | 
| MATISSE | 
Ella se siente a veces
como cosa olvidada
en el rincón oscuro de la casa
como fruto devorado adentro
por los pájaros rapaces,
como sombra sin rostro y sin peso.
Su presencia es apenas
vibración leve
en el aire inmóvil.
Siente que la traspasan las miradas
y que se vuelve niebla
entre los torpes brazos
que intentan circundarla.
Quisiera ser siquiera
una naranja jugosa
en la mano de un niño
-no corteza vacía-
una imagen que brilla en el espejo
-no sombra que se esfuma-
y una voz clara
-no pesado silencio-
alguna vez escuchada.
como cosa olvidada
en el rincón oscuro de la casa
como fruto devorado adentro
por los pájaros rapaces,
como sombra sin rostro y sin peso.
Su presencia es apenas
vibración leve
en el aire inmóvil.
Siente que la traspasan las miradas
y que se vuelve niebla
entre los torpes brazos
que intentan circundarla.
Quisiera ser siquiera
una naranja jugosa
en la mano de un niño
-no corteza vacía-
una imagen que brilla en el espejo
-no sombra que se esfuma-
y una voz clara
-no pesado silencio-
alguna vez escuchada.
viernes, 21 de febrero de 2025
ÉXODO - ÁNGELA FIGUERAS AYMERICH
Yo pasaré y apenas habré sido,
(frágil destino de mi pobre arcilla).
Hijo, cuando yo no exista,
tú serás mi carne, viva.
Verso, cuando yo no hable,
tú, mi palabra inextinta.
(frágil destino de mi pobre arcilla).
Hijo, cuando yo no exista,
tú serás mi carne, viva.
Verso, cuando yo no hable,
tú, mi palabra inextinta.
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| Pablo Picasso | 
Una mujer corría.
Jadeaba y corría.
Tropezaba y corría.
Con un miedo macizo debajo de las cejas
y un niño entre los brazos.
Corría por la tierra que olía a recién muerto.
Corría por el aire con sabor a trilita.
Corría por los hombres erizados de encono.
Miraba a todos lados.
Quería detenerse.
Sentarse en un ribazo y con su hijo menudo.
Sentarse en un ribazo y amamantar en paz.
Pero no hallaba sitio.
No encontraba reposo.
No lograba la pausa sosegada y segura
que las madres precisan.
Ese viento apacible que jamás se interpone
entre el pecho y el labio.
Buscaba cerca y lejos.
Buscaba por las calles,
por los jardines y bajo los tejados,
en los atrios de las iglesias,
por los caminos desnudos y carreteras arboladas.
Buscaba un rincón sin espantos,
un lugar aseado para colocar una cuna.
Y corría y corría.
Dio la vuelta a la tierra.
Buscando.
Huyendo.
Y no encontraba sitio.
Y seguía corriendo.
Y el niño sollozaba débilmente.
Crecía débilmente
colgado de su carne fatigada.
Jadeaba y corría.
Tropezaba y corría.
Con un miedo macizo debajo de las cejas
y un niño entre los brazos.
Corría por la tierra que olía a recién muerto.
Corría por el aire con sabor a trilita.
Corría por los hombres erizados de encono.
Miraba a todos lados.
Quería detenerse.
Sentarse en un ribazo y con su hijo menudo.
Sentarse en un ribazo y amamantar en paz.
Pero no hallaba sitio.
No encontraba reposo.
No lograba la pausa sosegada y segura
que las madres precisan.
Ese viento apacible que jamás se interpone
entre el pecho y el labio.
Buscaba cerca y lejos.
Buscaba por las calles,
por los jardines y bajo los tejados,
en los atrios de las iglesias,
por los caminos desnudos y carreteras arboladas.
Buscaba un rincón sin espantos,
un lugar aseado para colocar una cuna.
Y corría y corría.
Dio la vuelta a la tierra.
Buscando.
Huyendo.
Y no encontraba sitio.
Y seguía corriendo.
Y el niño sollozaba débilmente.
Crecía débilmente
colgado de su carne fatigada.
Ángela Figuera Aymerich, poeta española nacida en Bilbao en 1902
jueves, 20 de febrero de 2025
SONIA DELAUNAY - LOS COLORES DE LA ABSTRACCIÓN
“He tenido tres vidas. Una para Robert, otra para mi hijo y mi nieto, y una más corta para mi. No me arrepiento de no haberme ocupado más de mí misma. No he tenido tiempo de ello".
Sonia Delaunay fue una mujer sin precedentes, volcada en un mundo difícil para el género femenino, destacó en el arte como ninguna otra lo había hecho hasta ese momento.
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| Le Bal Bullier, 1913 | 
Figura clave de la vanguardia parisina de principios del siglo XX, Sonia Delaunay (1885-1979) fue una constante experimentadora del color y la forma.
Sonia Delaunay, nacida Sara Élievna Stern, representó un papel fundamental en el desarrollo del simultaneísmo, corriente que supo expresar tanto en la pintura como en el campo del diseño de moda, tejidos y libros, entre otros. 
De origen ucraniano, fue confiada, siendo una niña, a sus tíos maternos de San Petersburgo, de quienes recibió una educación cosmopolita. A través de Max Liebermann, conocido de su tío, tomó contacto con el mundo artístico germano y en 1904 se trasladó a Karlsruhe para comenzar sus estudios de pintura. 
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| Autoretrato 1908 | 
Dos años más tarde continuaría su formación en París en la Académie La Palette. Durante esta época sus obras reflejaron su admiración por Vincent van Gogh, Paul Gauguin o el fauvismo de Henri Matisse.
Para no abandonar Francia, Sonia contrajo matrimonio de conveniencia con el marchante alemán Wilhelm Uhde, a través del cual conoció a artistas de vanguardia como Pablo Picasso, Georges Braque o el propio Robert Delaunay, con el que se casaría en 1910 tras divorciarse de Uhde.
A partir de entonces, el intercambio artístico entre ambos sería constante. Como él, se sentiría interesada por las teorías del color de Michel-Eugène Chevreul y en 1913 comenzaría su serie no figurativa Contrastes simultáneos.
PRISMAS ELÉCTRICOS
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| Contrastes simultáneos | 
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| Contrastes simultáneos | 
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| Contrastes simultáneos | 
Ese mismo año colaboró en la ilustración y diseño de la cubierta de La prosa del transiberiano y de la pequeña Jehanne de Francia de Blaise Cendrars. 
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| La prosa del Transiberiano, de Blaise Cendrars y Sonia Delaunay | 
La llegada de la Primera Guerra Mundial les sorprendió en la península Ibérica y durante los años de la contienda vivió en España y Portugal. En 1917, tras el triunfo de la Revolución de Octubre, dejó de recibir las rentas que había percibido hasta entonces y comenzó a comercializar sus creaciones, primero en Madrid, donde abrió una tienda con sus propios diseños de decoración de interiores y de moda, y, posteriormente en París, tras su retorno a la ciudad en 1921. 
| Cantaor flamenco, 1915 | 
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| Bailaora andaluza, 1917 | 
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| Mural Portugal | 
En el París de los años veinte tuvo una estrecha relación con los grupos dadaístas y surrealistas y colaboró con ellos en la producción de proyectos teatrales y cinematográficos como Le P’tit Parigot de Le Somptier.
Durante la década de 1930 estuvo en contacto con grupos artísticos que abogaban por la abstracción en el arte como Abstraction-Création o Cercle et Carré y fue uno de los miembros fundadores de Réalités Nouvelles en 1939. 
Tras la muerte de su marido en 1941, Sonia Delaunay continuó trabajando y colaborando en la promoción del arte abstracto. En 1964, como consecuencia de la donación de obras suyas y de Robert, se convirtió en la primera mujer viva a la que se honraba con una exposición en el Musée du Louvre.
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| Las tres mujeres | 
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| Mercado en el Miño, 1915. | 
DISEÑOS, TEXTILES Y MODA:
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| Diseño de bañadores | 
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| Colcha para su hijo | 
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| Homenaje a Tristán Tzara | 
Durante mucho tiempo la figura de Sonia Delaunay estuvo relegada a un segundo plano, quizás porque siempre estuvo a la sombra de su marido y quizás también porque desarrolló un intenso trabajo como diseñadora en el campo de la moda y de la publicidad, lo que la encasilló como tal.
A Robert Delaunay se le había reservado el papel de creador original dejando a Sonia como artífice de las aplicaciones a la moda, la publicidad, etc.
Empezó a pintar tras despertar admiración entre sus amistades con un 'quilt' de estilo ruso con retales de ropa para la cuna de su primer hijo.
De los cuadros de Sonia Delaunay y también de los textiles y objetos que diseñó o intervino, brota un dinamismo vibrante que refleja el frenesí, la alegría y el alto contraste de la vida moderna
No figura casi nunca en las enumeraciones de los creadores clave de la época.
Es una injusticia.
Nunca dejó de pintar, hasta la fecha de su muerte en 1979.
En París, ciudad que consideraba su hogar, fue enterrada junto a su marido, Robert.
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