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lunes, 27 de julio de 2020

FERNANDO PESSOA - EL DESAFÍO DE EXISTIR PARA UN SER HUMANO ESPECTACULAR

"Escribo estas líneas, realmente mal anotadas, no para decir esto, ni para decir cualquier cosa, sino para ocupar en algo mi desatención".

José Almada Negreiros, Retrato de Fernando Pessoa, 1954

Escrito en un libro abandonado en un viaje
" Tengo el cansancio anticipado de lo que no voy a encontrar. Si en determinado momento me hubiera vuelto para la izquierda en lugar de para la derecha. 
Si en cierto instante hubiera dicho sí en lugar de no, o no en lugar de sí. 
Si en determinada conversación hubiese tenido frases que sólo ahora en el entresueño elaboro. 
Si todo esto hubiera sido así hoy sería otro y quizá el Universo entero sería insensiblemente llevado a ser otro también. 
Pero sólo ahora lo que nunca fui ni seré me duele. 
Voy a pasar la noche a Cintra porque no puedo pasarla en Lisboa pero cuando llegue a Cintra me va dar pena de no haberme quedado en Lisboa. 
Siempre esta inquietud sin resolución, sin nexo, sin consecuencia. 
Siempre, siempre, siempre. 
Esta angustia excesiva del espíritu por nada. 
En la carretera de Cintra, o en la carretera del sueño, o en la carretera de la vida. 
A la izquierda hay una casucha al borde de la carretera. 
A la derecha, el campo abierto con la luna a lo lejos. 
El auto que parecía hace poco proporcionarme libertad es ahora algo en lo que estoy encerrado. 
A la izquierda, hacia atrás, la casucha modesta. 
La vida allí debe ser feliz sólo porque no es la mía. 
Si alguien me ha visto desde la ventana de la casucha soñará: ese que va en el auto es feliz. " 


¡Ah! La angustia, la abyecta rabia


¡Ah! La angustia, la abyecta rabia, la desesperación
De no yacer en mí mismo desnudo
Con ánimo de gritar, sin que sangre el seco corazón
¡En un último, austero alarido!

Hablo -las palabras que digo son nada más un sonido:
Sufro -Soy yo.
Ah, extraer de la música el secreto, el tono
¡De su alarido!

Ah, la furia -aflicción que grita en vano
Pues los gritos se tensan
Y alcanzan el silencio traído por el aire
¡En la noche, nada más allí!

El amor es una compañía

" El amor es una compañía, ya no sé andar solo por los caminos,
porque ya no puedo andar solo.
Un pensamiento visible me hace andar más a prisa y ver menos,
y al mismo tiempo gustar de ir viendo todo.
Aun la ausencia de ella es una cosa que está conmigo,
y yo gusto tanto de ella que no sé cómo desearla.
Si no la veo, la imagino y soy fuerte como los arboles altos,
pero si la veo tiemblo, no sé qué se ha hecho de lo que siento en ausencia de ella.
Todo yo soy cualquier fuerza que me abandona.
Toda la realidad me mira como un girasol con la cara de ella en el medio. "


El libro del desasosiego (fragmento)

" Pedí tan poco a la vida y ese mismo poco la vida me lo negó. 

Un haz de parte del sol, un campo próximo, un poco de sosiego con un poco de pan, no pesarme mucho el saber que existo, y no exigir nada de los otros ni ellos nada de mí. 
Esto mismo me fue negado, como quien niega la limosna no por falta de buena alma, sino por tener que desabrocharse la chaqueta. 
Escribo, triste, en mi cuarto tranquilo, solo como siempre yo he estado, solo como siempre estaré, y pienso si mi voz, aparentemente tan poca cosa, no encarna la sustancia de millares de voces, el hambre de decirse de millares de vidas, la paciencia de millones de almas sometidas como la mía al destino cotidiano, al sueño inútil, a la esperanza sin vestigios".


Fernando Pessoa (Lisboa, 13 de junio de 1888-30 de noviembre de 1935)
"Si después de yo morir quisieran escribir mi biografía, no hay nada más sencillo. Tiene sólo dos fechas, la de mi nacimiento y la de mi muerte. Entre una y otra todos los días son míos".

De día, Pessoa (1888-1935) trabajaba como traductor. De noche, escribía poesía, quizá la más alta poesía de la literatura portuguesa.

Su vida fue discreta. Sólo después de su muerte llegó el reconocimiento a su obra. 
"Cierro, cansado, mis contraventanas, excluyo al mundo y durante un momento tengo libertad. Mañana volveré a ser esclavo; pero, ahora, solo, sin necesidad de nadie, receloso tan sólo de que alguna voz o presencia venga a interrumpirme, tengo mi pequeña libertad, mis momentos de excelsis".
Tabaquería (fragmento)

no soy nada

nunca seré nada
no quiero ser nada
aparte de eso, tengo en mí todos los sueños del mundo.

He hecho de mí lo que no sabía,
y lo que podía hacer de mí no lo he hecho.
El disfraz que me puse estaba equivocado.
Me conocieron enseguida como quien no era y no lo desmentí, y me perdí.
Cuando quise quitarme la máscara,
la tenía pegada a la cara.
Cuando me la quité y me miré en el espejo,
ya había envejecido.
Estaba borracho, no sabía llevar el dominó que no me había quitado.
Tiré el antifaz y me dormí en el vestuario
como un perro tolerado por la gerencia
por ser inofensivo
y voy a escribir esta historia para demostrar que soy sublime".


*.- Cuánta emoción me produce leerle, me deja triste pero alegre, al pensar que un ser humano tan extraordinario como él pensaba lo que yo muchas veces, y él sabe decirlo.

sábado, 14 de octubre de 2017

FERNANDO PESSOA - CAPÍTULO 74 DEL LIBRO DEL DESASOSIEGO




"Examen de conciencia" [74] del libro del desasosiego.




"Vivir la vida en sueños y en falso es también vivir. Renunciar es también hacer algo. Soñar es confesar la necesidad de vivir, sustituyendo la vida real por la irreal, y de esta manera es una compensación de la inalienabilidad del querer vivir. 

¿Qué es esto, a fin de cuentas, sino la búsqueda de la felicidad? ¿Es que alguien busca algo distinto? 

El devaneo continuo, el análisis interrumpido ¿me dan algo esencialmente diferente de lo que la vida me daría? 

Al separarme de los hombres no me encontré, ni […] 

Este libro es sólo un estado del alma, analizado desde todos los ángulos, recorrido en todas las direcciones. 
¿Algo nuevo, al menos, me granjeó tal actitud? Ni siquiera ese consuelo me acerca a mí. 
Ya todo estaba en Heráclito y en el Eclesiastés: "la vida es el juguete de un niño en la arena… Vanidad y pobreza de espíritu…"

Y en el pobre Job, en una sola frase: "mi alma está cansada de mi vida". 

Me escucho soñar. Me mezo con el sonido de mis imágenes… Me deletreo en recónditas melodías […] 

¡El sonido de una frase imaginada equivale a tantos gestos! ¡Consuela de tantas cosas una simple metáfora! 

Me escucho. Son ceremonias mías. Cortejos. Lentejuelas en mi hastío. Bailes de máscaras. Asisto a mi alma, deslumbrado. Caleidoscopio de fragmentadas secuencias, de […] 

Fasto de las sensaciones demasiado vívidas. Lechos regios en castillos desiertos, joyas de muertas princesas por saeteras de castillos y entrevistos senderos. 

Vendrán sin duda las honras y el poderío para los más felices, habrá desfiles en los exilios… Orquestas adormecidas, hilos de […] bordando sedas… 

En Pascal: En Vigny: en ti […] En Amiel, tan completamente en Amiel: (ciertas frases). En Verlaine, en los simbolistas: Tanto enfermo en mí. Ni el privilegio de una pequeña originalidad enfermiza.

Hago lo que tantos antes de mí hicieron. Sufro por lo que es ya tan [?] viejo sufrir. 

¿Para qué pensar estas cosas que ya tantos pensaron y sufrieron? 

Y sin embrago, sí, algo nuevo he traído. Pero no soy responsable de eso. Vino de la Noche y brilla en mí como una estrella. Mi esfuerzo ni lo trajo ni lo apagó. Soy el puente entre dos misterios sin saber cómo me hicieron…"


***

[...] Pessoa lo dejó ahí, sin explicar.







[174] “Hay metáforas que son más reales que la gente que camina en la calle. (…) tanto me habitué a sentir lo falso como verdadero, lo tan nítidamente soñado como visto, que perdí el don de la distinción humana, falsa, creo, entre la verdad y la mentira.”



miércoles, 27 de enero de 2016

FERNANDO PESSOA - TU VOZ HABLA AMOROSA

Alexander Jacques Chantron (1842-1918) 


Tu voz habla amorosa
Tan tierna habla que me olvido
de que es falsa su blanda prosa.
Mi corazón desentristece.

Sí, así como la música sugiere
lo que en la música no está,
mi corazón nada más quiere
que la melodía que en ti hay...

¿Amarme? ¿Quién lo creería? Habla
con la misma voz que nada dice
si eres una música que arrulla.
Yo oigo, ignoro, y soy feliz.

Ni hay felicidad falsa,
mientras dura es verdadera.
¿Qué importa lo que la verdad exalta
si soy feliz de esta manera?






Fernando Pessoa, pese a que la mayor parte de la poesía de Pessoa fue publicada a título póstumo, es considerada como un trabajo artístico extraordinario, donde el artista consigue exponer ese equilibrio, muchas veces contradictorio, que debe existir entre emociones y razón.




domingo, 12 de julio de 2015

4 POEMAS DE FERNANDO PESSOA - POETA SUBLIME

"Me senté otra vez a la puerta de mi casa.
El campo, al fin de cuentas, no es tan verde
para los que son amados como para los que no lo son:
Sentir es distraerse."


João Beja


Oda

Para ser grande, sé entero: nada
tuyo exageres o excluyas.
Sé todo en cada cosa. Pon cuanto eres
en lo mínimo que hagas,
por eso la luna brilla toda
en cada lago, porque alta vive.


Amor es lo esencial

Amor es lo esencial.
Sexo, mero accidente.
Puede ser igual
o diferente.
El hombre no es un animal:
es carne inteligente,
aunque algunas veces enferma.



Ah! La angustia, la abyecta rabia, la desesperación


Ah! La angustia, la abyecta rabia, la desesperación
de no yacer en mí mismo desnudo
con ánimo de gritar, sin que sangre el seco corazón
en un último, austero alarido!

Hablo -las palabras que digo son nada más un sonido:
Sufro -Soy yo.
Ah, extraer de la música el secreto, el tono
de su alarido!

Ah, la furia -aflicción que grita en vano
pues los gritos se tensan
y alcanzan el silencio traído por el aire
en la noche, nada más allí!


Tengo tanto sentimiento


Tengo tanto sentimiento
que es frecuente persuadirme
de que soy sentimental,
mas reconozco, al medirme,
que todo esto es pensamiento
que yo no sentí al final.

Tenemos, quienes vivimos,
una vida que es vivida
y otra vida que es pensada,
y la única en que existimos
es la que está dividida
entre la cierta y la errada.

Mas a cuál de verdadera
o errada el nombre conviene
nadie lo sabrá explicar;
y vivimos de manera
que la vida que uno tiene
es la que él se ha de pensar.


João Beja

Fernando Pessoa



"Tengo que escoger lo que detesto: o el sueño, que mi inteligencia odia, o la acción, que a mi sensibilidad repugna; o la acción para la que no nací, o el sueño para el que no ha nacido nadie. Resulta que como detesto a ambos, no escojo ninguno, pero, como alguna vez tengo que soñar o actuar, mezclo una cosa con la otra".

sábado, 18 de abril de 2015

FERNANDO PESSOA (SEIS POEMAS DE AMOR) Y ARTURO SOUTO FEIJOO (PINTOR VANGUARDISTA IMPRESCINDIBLE)

Arturo Souto


Amor es lo esencial


Amor es lo esencial.
Sexo, mero accidente.
Puede ser igual
O diferente.
El hombre no es un animal:
Es carne inteligente,
Aunque algunas veces enferma.


Arturo Souto

Como si cada beso


Como si cada beso
Fuera de despedida,
Cloé mía, besémonos, amando.
Tal vez ya nos toque
En el hombro la mano que llama
A la barca que no viene sino vacía;
Y que en el mismo haz
Ata lo que fuimos mutuamente
Y la ajena suma universal de la vida.


Cuando ella pasa


Sentado junto a la ventana,
A través de los cristales, empañados por la nieve,
Veo su adorable imagen, la de ella, mientras
Pasa... pasa... pasa de largo...

Sobre mí, la aflicción ha arrojado su velo:-
Una criatura menos en este mundo
Y un ángel más en el cielo.

Sentado junto a la Ventana,
A través de los cristales, empañados por la nieve,
Pienso que Veo su imagen, la de ella,
Que no pasa ahora... que no pasa de largo...



De: el pastor enamorado


Alta en el cielo, va la luna de Primavera,

pienso en ti y dentro de mí estás entera.

Aquí viene, por las grandes praderas, corriendo hacia mí, la leve brisa.

Pienso en ti, murmuro tu nombre; y no me siento yo: estoy feliz.


Mañana vendrás, irás conmigo a recoger flores en la pradera.

Y yo iré contigo por las praderas para verte recoger las flores.

Te veré mañana recolectando flores conmigo en las praderas,

pues cuando vengas mañana y caminemos juntos por la pradera,

recogiendo las flores,

se hará para mi la claridad y la verdad.



En la gran oscilación


En la gran oscilación
Entre creer y no creer,
El corazón se trastorna
Lleno de nada saber

Y, ajeno a lo que sabía
Por no saber lo que es,
Sólo un instante le cabe
Que es el conocer la fe-

Fe que los astros conocen
Porque es la araña que está
En la tela que ellos tejen,
Y es vida que había ya.


He pasado toda la noche sin dormir, viendo


He pasado toda la noche sin dormir, viendo,
sin espacio tu figura.
Y viéndola siempre de maneras diferentes
de como ella me parece.
Hago pensamientos con el recuerdo de lo que
es ella cuando me habla,
y en cada pensamiento cambia ella de acuerdo
con su semejanza.
Amar es pensar.
Y yo casi me olvido de sentir sólo pensando en ella.
No sé bien lo que quiero, incluso de ella, y no
pienso más que en ella.
Tengo una gran distracción animada.
Cuando deseo encontrarla
casi prefiero no encontrarla,
Para no tener que dejarla luego.
No sé bien lo que quiero, ni quiero saber lo que
quiero. Quiero tan solo
Pensar en ella.
Nada le pido a nadie, ni a ella, sino pensar.


Fernando Pessoa










Pinturas de Arturo Souto Feijoo / Pontevedra, España, 1902 - Ciudad de México, México, 1964.

Pintor gallego del exilio. 

La guerra civil lo sorprendió en Madrid. Fiel a la legalidad republicana, trabajó para el Ministerio de Propaganda desde Valencia. Fue una etapa de creación enérgica y constante en la que realizó multitud de dibujos de denuncia (Dibujos de Guerra, 1937: Edicións do Castro, 1977), con un claro fin didáctico, a base de proclamas y metáforas universales frente al belicismo imperante. 

Asimismo colaboró de forma entusiasta en diversas publicaciones y revistas, y realizó infinidad de óleos de un fuerte lirismo expresionista. 
Después de una exposición itinerante por Francia y Bélgica, la derrota republicana lo forzó al exilio latinoamericano. 
Se estableció primero en La Habana y, definitivamente, en México. 


Poemas sacados de:

http://amediavoz.com/pessoa.htm


miércoles, 14 de enero de 2015

DE NUEVO TRAIGO A FERNANDO PESSOA - LIBRO DEL DESASOSIEGO (Fragmentos) - IMPRESCINDIBLE

"Mi alma es una orquesta oculta; no sé qué instrumentos tañe o rechina, cuerdas y harpas, timbales y tambores, dentro de mi. Sólo me conozco como sinfonía".





"Me irrita la felicidad de todos estos hombres que no saben que son desgraciados. Su vida humana está llena de todo cuanto constituiría una serie de angustias para una sensibilidad verdadera. Pero, como su verdadera vida es vegetativa, lo que sufren pasa por ellos sin tocarles el alma, y viven una vida que se puede comparar únicamente con la de un hombre con dolor de muelas que hubiese recibido una fortuna -la fortuna auténtica de estar viviendo sin darse cuenta, el mayor don que los dioses conceden, porque es el don de ser semejante a ellos, superior como ellos (aunque de otro modo) a la alegría y al dolor. 

Por eso, a pesar de todo, los amo a todos. ¡Mis queridos vegetales!" 

"Tengo una especie de deber de soñar siempre, pues, no siendo más, ni queriendo ser más, que un espectador de mí mismo, tengo que tener el mejor espectáculo que puedo. Así me construyo con oro y sedas, en salas supuestas, tablado falso, escenario antiguo, sueño creado entre juego de luces suaves y músicas invisibles.." (...)








(Fragmentos, Libro del desasosiego, Fernando Pessoa). Nació en Lisboa. Poeta, periodista, tipógrafo y traductor. Escribió indistintamente en inglés y en portugués y publicó casi toda su obra con seudónimos o, más bien, con heterónimos.








miércoles, 10 de septiembre de 2014

FERNANDO PESSOA - SILENCIOSAMENTE Y SIN DESASOSIEGOS ...

Tenemos, quienes vivimos,
una vida que es vivida
y otra vida que es pensada,
y la única en que existimos
es la que está dividida
entre la cierta y la errada...F.P.


Amedeo Modigliani




(...) Hice de mí lo que no supe, 
y lo que pude hacer de mí no lo hice. 
Vestí un disfraz equivocado. 

Me tomaron enseguida por quien no era, y no lo desmentí, y me 
perdí. 

Cuando quise arrancarme la máscara, 
estaba pegada a la cara. 

Cuando la arrojé y me vi en el espejo, 
ya había envejecido. 

Estaba borracho, y no sabía vestir el disfraz que no me había 
quitado. 

Arrojé la mascara y dormí en el vestidor 
como un perro tolerado por la gerencia 
por ser inofensivo 
y voy a escribir esta historia para probar que soy sublime (...)



Fernando Pessoa, fragmento de "Tabaquería".


sábado, 7 de junio de 2014

FERNANDO PESSOA - EL LIBRO DEL DESASOSIEGO (siempre acudo a él cuando siento que el mundo se me cae)

Johanna Perdu


¡Ah! ¿Quién me salvará de existir? No quiero la muerte, tampoco la vida, sino esa otra cosa que resplandece en el fondo de mi deseo angustiado, como un diamante imaginado en el fondo de una cavema a la que no se puede acceder. Es todo el peso, todo el dolor de este universo real e imposible, de ese cielo, estandarte de un ejército desconocido, de esos tonos que empalidecen lentamente en un aire ficticio, donde el cuarto creciente de una luna imaginaria emerge en una blancura eléctrica y petrificada, recortada por bordes lejanos e insensibles. 


Fernando Pessoa, el libro del desasosiego.


viernes, 8 de noviembre de 2013

LA ESPALDA DEL HOMBRE - FERNANDO PESSOA





Bajando hoy por la Calle Nueva de Almada, me fijé de repente en la espalda del hombre que bajaba delante de mí. Era la espalda vulgar de un hombre cualquiera, la chaqueta de un traje modesto en una espalda de transeúnte ocasional. Llevaba una cartera vieja bajo el brazo izquierdo, y ponía en el suelo, al ritmo de ir andando, un paraguas cerrado, que cogía por el puño con la mano derecha.

Sentí de repente por aquel hombre algo parecido a la ternura. Sentí en él la ternura que se siente por la común vulgaridad humana, por lo trivial cotidiano del cabeza de familia que va a trabajar, por su hogar humilde y alegre, por los placeres alegres y tristes de que forzosamente se compone su vida, por la inocencia de vivir sin analizar, por la naturaleza animal de aquella espalda vestida.

Volví los ojos a la espalda del hombre, ventana por la que vi estos pensamientos.





La sensación era exactamente idéntica a la que nos asalta ante alguien que duerme. Todo lo que duerme es niño de nuevo. Tal vez porque en el sueño no se puede hacer mal, y no se da cuenta de la vida, el mayor criminal, el más redomado egoísta es sagrado, por una magia natural, mientras duerme. Entre matar a quien duerme y matar a un niño no encuentro diferencia sustancial.

Ahora duerme la espalda de este hombre. Todo él, que camina delante de mí con pasos iguales a los míos, duerme. Va inconsciente. Vive inconsciente. Duerme, porque todos dormimos. Toda vida es un sueño. Nadie sabe lo que hace, nadie sabe lo que quiere, nadie sabe lo que sabe. Dormimos la vida, eternos niños del Destino. Por eso siento, si pienso con esta sensación, una ternura informe e inmensa por toda la humanidad infantil, por toda vida social durmiente, por todos, por todo.


Pessoa 


viernes, 4 de octubre de 2013

PESSOA - LIBRO DEL DESASOSIEGO (FRAGMENTO)



En la vida de hoy, el mundo sólo pertenece a los estúpidos, a los insensibles y a los agitados. El derecho a vivir y a triunfar se conquista hoy con los mismos procedimientos con que se conquista el internamiento en un manicomio: la incapacidad de pensar, la amoralidad y la hiperexcitación.


Desgraciadamente no sé quién lo pintó, es bellísimo



"Una de mis preocupaciones constantes es el comprender cómo es que otra gente existe, cómo es que hay almas que no sean la mía, conciencias extrañas a mi conciencia, que, por ser conciencia, me parece ser la única. Comprendo bien que el hombre que está delante de mí, y me habla con palabras iguales a las mías, y me ha hecho gestos que son como los que yo hago o podría hacer, sea de algún modo mi semejante. Lo mismo, sin embargo, me sucede con los grabados que sueño de las ilustraciones, con los personajes que veo de las novelas, con los personajes dramáticos que en el escenario pasan a través de los actores que los representan.



Nadie, supongo, admite verdaderamente la existencia real de otra persona. Puede conceder que esa persona está viva, que siente y piense como él; pero habrá siempre un elemento anónimo de diferencia, una desventaja materializada. Hay figuras de tiempos idos, imágenes espíritus en libros, que son para nosotros realidades mayores que esas indiferencias encarnadas que hablan con nosotros por encima de los mostradores, o nos miran por casualidad en los tranvías, o nos rozan, transeúntes, en el acaso muerto de las calles. Los demás no son para nosotros más que paisaje y, casi siempre, paisaje invisible de calle conocida.



Tengo por más mías, con mayor parentesco e intimidad, ciertas figuras que están escritas en los libros, ciertas imágenes que he conocido en estampas, que muchas personas, a las que llaman reales, que son de esa inutilidad metafísica llamada carne y hueso. Y "carne y hueso", en efecto, las describe bien: parecen cosas recortadas puestas en el exterior marmóreo de una carnicería, muertes que sangran como vidas, piernas y chuletas del Destino. 
No me avergüenzo de sentir así porque ya he visto que todos sienten así. Lo que parece haber de desprecio entre hombre y hombre, de indiferente que permite que se mate gente sin que se sienta que se mata, como entre los asesinos, o sin que se piense que se está matando, como entre los soldados, es que nadie presta la debida atención al hecho, parece que abstruso, de que los demás también son almas.



Ciertos días, a ciertas horas, traídas mí por no sé qué brisa, abiertas a mí por el abrirse de no sé qué puerta, siento de repente que el tendero de la esquina es un ente espiritual, que el hortera, que en este momento se inclina a la puerta sobre el saco de patatas, es, verdaderamente, un alma capaz de sufrir. 



Cuando ayer me dijeron que el dependiente de la tabaquería se había suicidado, sentí una impresión de mentira. ¡Pobrecillo, también existía! Lo habíamos olvidado, todos nosotros, todos nosotros que le conocíamos del mismo modo que todos los que no le conocieron. Mañana le olvidaremos mejor. Pero que tenía alma, la tenía, para que se matase ¿Amores? ¿Angustias? Sin duda... Pero a mí, como a la humanidad entera, me queda sólo el recuerdo de una sonrisa tonta por encima de una chaqueta de mezclilla, sucia, y desigual en los hombros. Es cuanto me queda, a mí, de quien tanto sintió que se mató de sentir porque, en fin, de otra cosa no debe de matarse nadie... Pensé una vez, al comprarle cigarrillos, que se quedaría calvo pronto. Al final, no ha tenido tiempo de quedarse calvo. Es uno de los recuerdos que me quedan de él. ¿Qué otro me había de quedar si éste, después de todo, no es suyo, sino de un pensamiento mío? Tengo súbitamente la visión del cadáver, del ataúd en que le han metido, de la tumba, enteramente ajena, a la que tenían que haberle llevado. Y veo, de repente, que el dependiente de la tabaquería era, de cierta manera, chaqueta torcida y todo, la. humanidad entera.



Ha sido tan sólo un momento. Hoy, ahora, claramente, como hombre que soy, él ha muerto. Nada más. 


Sí, los demás no existen... Es para mí para quien este ocaso remansa, pesadamente alado, sus colores neblinosos y duros. Para mí, bajo el ocaso, tiembla, sin que yo le vea correr, el río grande. Ha sido hecha para mí esta plaza abierta sobre el río cuya marea se acerca. ¿Ha sido enterrado hoy en la fosa común el dependiente de la tabaquería? No es para él el ocaso de hoy. Pero, de pensarlo, y sin que yo quiera, también ha dejado de ser para mí...!


(26-1-1932)



Fernando Pessoa, de "Libro del desasosiego" (Fragmento II) - (1888 - 1935)

(Nació en Lisboa. Poeta, periodista, tipógrafo y traductor. Escribió indistintamente en inglés y en portugués y publicó casi toda su obra con seudónimos o, más bien, con heterónimos)


"Tengo una especie de deber de soñar siempre, pues, no siendo más, ni queriendo ser más, que un espectador de mí mismo, tengo que tener el mejor espectáculo que puedo. Así me construyo con oro y sedas, en salas supuestas, tablado falso, escenario antiguo, sueño creado entre juego de luces suaves y músicas invisibles. (...) "


miércoles, 15 de mayo de 2013

A PROPÓSITO DE LA LUCIDEZ DE PESSOA

Laura Knight


[...] No puedo concebir que me estimen por compasión, porque, aunque sea físicamente desmañado e inaceptable, no tengo ese grado de encogimiento orgánico con que entrar en la órbita de la compasión ajena, ni tampoco esa simpatía que la atrae cuando no es patentemente merecida; y para lo que en mí merece piedad, no puede haberla, porque nunca hay piedad para los lisiados del espíritu. De modo que he caído en ese centro de gravedad del desdén ajeno en el que no me inclino hacia la simpatía de nadie.

Toda mi vida ha sido querer adaptarme a esto sin sentir en exceso su crudeza y su abyección. Es necesario cierto coraje intelectual para que un individuo reconozca valerosamente que no pasa de ser un harapo humano, aborto superviviente, loco todavía fuera de las fronteras de la internabilidad; pero es preciso todavía más valor de espíritu para, reconocido esto, crear una adaptación perfecta a su destino, aceptar sin rebeldía, sin resignación, sin gesto alguno, o esbozo de gesto, la maldición orgánica que me ha impuesto la Naturaleza. Querer que no sufra con esto es querer demasiado, porque no cabe en el ser humano el aceptar el mal, viéndolo bien, y llamarle bien; y, aceptándolo como mal, no es posible no sufrir con él.

Concebir desde fuera ha sido mi desgracia: la desgracia para mi felicidad. Me he visto como me ven los demás, y he pasado a despreciarme, no tanto porque reconociese en mí un orden tal de cualidades que mereciese desprecio por ellas, sino porque he pasado a verme como me ven los demás y he sentido un desprecio cualquiera que ellos sienten por mí. He sufrido la humillación de conocerme. Como este calvario no tiene nobleza, ni resurrección unos días después, no he podido sino sufrir con la innobleza de esto y con la de los demás [...]


Fernando Pessoa, fragmento del libro del desasosiego, traducción de Ángel Crespo

lunes, 29 de octubre de 2012

PRIMERO SÉ LIBRE, DESPUÉS PIDE LA LIBERTAD

La individualidad implica separatividad, 
y la separatividad dolor.
Arthur Schopenhauer



Matías Tejeda, El secuestro de la justicia 


La individualización no es un fenómeno universal sino una tendencia visible en las sociedades occidentales de los últimos años y cuya expansión se advierte a escala mundial, nace así el paradójico concepto que Sombart viene designando como individualismo de masas y es que, como ya adelantaba Marx hay más sujetos que los que hayan soñado las filosofías.

Allá donde tú crees que eres una persona libre que toma en todo momento tus propias decisiones, lo que hay en realidad son personas cuyas decisiones, en un buen porcentaje de ocasiones, no son más que el fruto de una serie de ideas que otras personas han pensado previamente por ti.
No por azar, claro, sino para que tú pienses, sientas y actúes conforme a lo que esas otras personas esperan de ti. Y lo esperan no por capricho, sino para que sus privilegios sociales no desparezcan, y sus intereses, políticos y económicos, no dejen nunca de satisfacerse. Para que, en definitiva, te conviertas en un fiel siervo de su poder en la sombra.
Nuestros proyectos de futuro, el sentido que damos a nuestras vidas, nuestros valores éticos y estéticos, todo, absolutamente todo, está condicionado por una serie de ideas previas que alguien ha puesto ahí para que nosotros interioricemos y reproduzcamos.
No somos libres, no.  No al menos tan libres como nos creemos. Somos el producto de un modo de vida y de unos intereses que no son los nuestros. Somos, en definitiva, hijos de quienes supieron ver en el control del inconsciente un arma para dominar consciencias.

Primero sé libre,
después pide la libertad.
Fernando Pessoa



Yo sé que no estoy solo

Ni siquiera cuando estoy solo

Bajo un cielo de estrellas y satélites

entre los culpables, las victimas y los supervivientes..

porque el único peligro que sientes verdaderamente

es aquel de no poder sentir más nada

el latido de un corazón dentro del pecho

la pasión que hace crecer un proyecto

el apetito, la sed, la evolución en acto

la energía que se genera en un contacto [..]

(Lorenzo Javanotti)


(Parte de la reflexión de arriba está escrito por P.A. Honrubia en: http://old.kaosenlared.net/noticia/resena-documental-siglo-individualismo-puerta-abierta-conocimiento-pro )


martes, 9 de octubre de 2012

PESSOA - Y AL SOL SENTIMOS FRÍO



Ángela Romero Luceño


Nada nos falta porque nada somos.
No esperamos ya nada
y al sol sentimos frío.
Pero, tal como es, gocemos del momento,
solemnes levemente en la alegría
y aguardando a la muerte
como quien la conoce.
 

FERNANDO PESSOA



miércoles, 20 de junio de 2012

HOY, AMOR, NO QUIERAS QUE NOS OCULTEMOS


GOSIA JANIK

[..] Nada nos falta porque nada somos.
No esperamos ya nada
y al sol sentimos frío.
Pero, tal como es, gocemos del momento,
solemnes levemente en la alegría
y aguardando a la muerte
como quien la conoce.


FERNANDO PESSOA

jueves, 20 de octubre de 2011

PESSOA Y LA SOLEDAD


GRAFFITTI DE PESSOA

(...) "La libertad es la posibilidad de mantenerse aislado. Eres libre si puedes apartarte de los hombres, sin que te obligue a recurrir a ellos la falta de dinero, o la necesidad gregaria, o el amor, o la gloria, o la curiosidad, cosas que ni del silencio ni de la soledad pueden alimentarse. Si te resulta imposible vivir solo, es que naciste esclavo. Puedes poseer todas las grandezas del espíritu, todas las del alma: serás un esclavo noble, o un siervo inteligente, pero no serás libre. Y no es que sea culpa tuya esa tragedia, porque la tragedia de haber nacido así no es culpa tuya, sino exclusivamente del Destino consigo mismo. Ay de ti si, habiendo nacido libre, capaz de bastarte a ti mismo y vivir apartado, la penuria te fuerza a convivir. Esa sí es tu tragedia, la que arrastras contigo.
Nacer libre es la mayor grandeza del hombre, lo que hace al humilde ermitaño superior a los reyes y a los mismos dioses, que a sí mismos se bastan por la fuerza, y no por el desprecio de la fuerza"

De “Libro del desasosiego”



Dolor de alma

Además de ser uno de los mejores escritores del mundo, Fernando Pessoa fue también uno de los más originales. Muchos autores han escrito con pseudónimos, pero él introdujo la noción de heterónimo y se convirtió en el mejor ejemplo del mismo (y en mi opinión, único).
¿Qué es esto de los heterónimos? Crear diferentes personajes con una poética propia. En el caso de Pessoa inventó a Ricardo Reis, Alberto Caeiro, Álvaro de Campos y Bernardo Soares. Cada uno escribe de una manera diferente e incluso se criticaron entre ellos. Muy diferentes tienen que ser cada uno para que en un pie de notas de este libro afirme que Álvaro de Campos da muestras de estar influido por Cesário Verde.

El Libro del desasosiego estaría firmado por el heterónimo Bernardo Soares, aunque en el prólogo se afirme que es probablemente el libro más personal de Pessoa. Es decir, que la visión de Soares se aproximaría mucho al ortónimo Pessoa. El hecho de escribir en prosa parece haber sido determinante.
Este es un libro difícil. Pocas veces dejo un libro sin leer, pero a veces me cuesta acabarlos. Empecé con éste hace tiempo y lo dejé a medias. Ahora lo he retomado y finalmente acabado. No porque sea un libro malo; al contrario, es excelente. Pero duro de tragar, porque se compone de fragmentos, muchos de ellos sin acabar, recogidos de entre los papeles de Pessoa.
Editar un libro de estas características no es tarea fácil. Una agrupación cronológica de los fragmentos estaba descartada por dos motivos. Que el autor los escribiera más tarde o más temprano no implica que los fuera a colocar al principio o al final. Además la datación de muchos fragmentos no era conclusiva o era imposible.
La decisión final fue agruparlos por similitud temática. No es mala decisión, aunque a veces se vuelva repetitivo escuchar hablar de lo mismo en general el efecto es de refuerzo. Aún así, conviene dosificar la lectura; no es un libro ligero.
Porque el material del que se compone es extremadamente poético. Cualquier fragmento leído al azar se disfruta como una pequeña joya de la literatura. Esa fue, de hecho, mi primera aproximación, y no encontré ningún fragmento que me decepcionara. Creo que lo primero que leí fue lo siguiente:
He construido, mientras me paseaba, frases perfectas de las que después no me acuerdo en casa. La poesía inefable de esas frases no sé si será parte de lo que fueron, si parte de no haber sido nunca (escritos).

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El sentimiento apocalíptico de la vida.
Pero hay mucho más. Tanto que durante unos días iré publicando pequeños fragmentos que por su belleza o por las reflexiones del autor me han parecido interesantes. Espero que les animará a comprar un ejemplar y disfrutar de su lectura.

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