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Mostrando entradas con la etiqueta EL MACHISMO Y LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES. Mostrar todas las entradas
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miércoles, 23 de julio de 2014

VIRGINIA WOOLF - SU VIDA, OBRAS Y FRAGMENTOS DE SUS LIBROS QUE MÁS ME GUSTAN - ¡QUÉ GRAN MUJER!

"No hay barrera, cerradura, ni cerrojo que puedas imponer a la libertad de mi mente."


(Virginia Woolf retratada por su amigo Roger Fry) 

Adeline Virginia Stephen, nació el 25 de enero de 1882 en Londres, Inglaterra. 

En 1895, cuando Virginia tenía 13 años de edad, su madre Julia murió de una enfermedad. A partir de este momento, Virginia empezó a sufrir estados anímicos depresivos que se hicieron crónicos, y que con frecuencia variaban del júbilo a la tristeza, lo que hoy se conoce como "trastorno bipolar de la personalidad". En adelante toda su vida estaría marcada por este vaivén emocional, que influiría decisivamente en su obra. Con frecuencia pasaría temporadas en "casas de reposo", eufemismo con el que se conocía a los hospitales psiquiátricos de entonces.


La depresión que constantemente la invadía, no la dejaba respirar con tranquilidad. 


Desde sus inicios como escritora Virginia Woolf manifiestó su determinación de ampliar las perspectivas de la novela más allá del mero acto de la narración. 


Los escritos de Woolf tienen un hilo conductor guiado por el proceso mental del ser humano: su pensamiento, su consciencia, sus visiones, sus deseos y sus olores. Son todos esos detalles que ocurren en cada instante de la existencia, que son invisibles ante la mayoría y que a veces terminan pareciendo extraños.


"Empiezo a desear un lenguaje parco como el que usan los amantes, palabras rotas, palabras quebradas, como el roce de las pisadas en la acera, palabras de una sílaba como las que usan los niños cuando entran en un cuarto donde su madre está cosiendo y cogen del suelo una hebra de lana blanca, una pluma, o un retal de chintz. Necesito un aullido, un grito."

En 1912, a pesar de sus dudas sobre el matrimonio, se casó con el economista e historiador Leonard Woolf, del que se hizo amiga durante las charlas intelectuales en Bloomsbury, y de él tomó su apellido.

El 28 de marzo de 1941 desapareció de su casa y el día 31 la encontraron ahogada en el río Ouse.

Obras:

- Fin de viaje, 1915
- Noche y día, 1919
- El cuarto de Jacob, 1922
- La señora Dalloway, 1925
- Al faro, 1927
- Orlando, 1928
- Una habitación propia, 1929
- Las olas, 1931
- Flush, 1933
- Diario de una escritora, 1931
- Carta a un joven poeta, 1931
- Los años, 1937
- Tres guineas, 1938
- Roger Fry: la biografía, 1940
- Entre actos, (inacabada), 1941




Una habitación propia es un ensayo, en parte novelado, que tradicionalmente ha sido considerado el legado de Virginia Woolf a la causa feminista. 


"¿Por qué los hombres bebían vino y las mujeres agua? ¿Por qué era un sexo tan prospero y el otro tan pobre?, Si los hombres tienen dinero y poder ¿Por qué son pobres las mujeres?"


La historia es bella, desde luego, no sé si la más bella jamás narrada, pero sí una de las más tristes e injustas. Si el poeta varón, añade Woolf, había sufrido la indiferencia del mundo, la mujer que mostrara pretensiones literarias debía soportar además la hostilidad y las burlas del género masculino.




Desde 1925, año de su publicación, Las olas ha sido considerada una de las obras capitales del siglo XX, tanto por la original belleza de su prosa como por la perfección de su revolucionaria técnica narrativa.

La novela desarrolla, al compás del batir de las olas en la playa, seis monólogos interiores, a veces discrepantes, aislados, otras veces casi en coloquio concordante, en los que se formulan, desde su infancia hasta sus últimos años, seis vidas múltiples y dispares. 

Los distintos momentos de esas biografías líricas (que van desde la niñez hasta la madurez) están separados por una especie de interludios poéticos en los que se describen paisajes en distintos momentos del día, símbolo de las distintas etapas de la vida.

Os dejo un fragmento de uno de los monólogos de Rhoda, el personaje que más se parece a la autora; como ella, Virginia tenía extrañas experiencias de despersonalización en las que no sentía su cuerpo, o se sentía alejada de él y tenía que golpear los nudillos contra algo duro para volver a sentir su cuerpo.


" ..Me sentaré en la temblorosa orilla del río y contemplaré los nenúfares, anchos y luminosos, que con su aguda luz de luna iluminan en haces el roble que se cierne sobre el agua. Cogeré flores. Formaré con ellas un ramo, lo tomaré en la mano y lo ofreceré, ¡oh! ¿a quién? Hay un obstáculo en el fluir de mi vida. Una profunda corriente tropieza con algo. Y ese algo se estremece. Tira. Un nudo en el centro opone resistencia. Es dolor. Es angustia.

No sé cómo pasar de un minuto a otro, de una hora a otra, resolviendo minutos y horas gracias a cierta fuerza natural, hasta que constituyan esa masa indivisible y unitaria a la que vosotros denomináis vida. No tengo rostro, soy como la espuma que se desliza sobre la playa.. "


"Quería escribir sobre todo, sobre la vida que tenemos y las vidas que hubiéramos podido tener. Quería escribir sobre todas las formas posibles de morir."





La novela "Orlando" se desarrolla entre la era isabelina y el siglo XX, y además, a mitad de camino, cambia el sexo de su protagonista. Sólo una agilidad narrativa como la de Woolf podía trenzar un juego literario semejante, y sólo un autor como Borges estaba en condiciones de verterla a nuestra lengua. 
Orlando sigue siendo como una de las mejores novelas de Virginia Woolf debido a su modernidad y a la presencia de todos los temas básicos de la obra de la autora inglesa: la condición de la mujer, el paso del tiempo y la recreación literaria de la realidad. 

Novela difícilmente clasificable en la que (como escribió en su día Jorge Luis Borges, traductor de la obra) «colaboran la magia, la amargura y la felicidad». 

Orlando (1928) narra los avatares a lo largo de cerca de trescientos años del que empieza siendo un caballero de la corte isabelina inglesa y a los 30 años se convierte en mujer y sigue siéndolo hasta el final.


Fragmentos:


"Por diversos que sean los sexos, se confunden. No hay ser humano que no oscile de un sexo a otro, y a menudo sólo los trajes siguen siendo varones o mujeres, mientras que el sexo oculto es lo contrario del que está a la vista". (capítulo 4.).

"Habiendo interrogado al hombre y al pájaro y a los insectos (porque los peces, cuentan los hombre que para oírlos hablar han vivido años de años en la soledad de verdes cavernas, nunca, nunca lo dicen, y tal vez lo saben por eso mismo), habiendo interrogado a todos ellos sin volvernos más sabios, sino más viejos y más fríos -porque, ¿no hemos, acaso, implorado el don de aprisionar en un libro algo tan raro y tan extraño, que uno estuviera listo a jurar que era el sentido de la vida?-, fuerza es retroceder y decir directamente al lecto que espera todo trémulo escuchar qué cosa es la vida: ¡ay!, no lo sabemos."


"Porque parece -su caso era una prueba- que escribimos, no con los dedos, sino con todo nuestro ser. El nervio que gobierna la pluma se enreda en cada fibra de nuestro ser, entra en el corazón, traspasa el hígado."





La novela fue un éxito y vista desde nuestros días, una obra maestra. En ella ya aparece el tema principal de la escritora: la escisión entre el deber ser y el querer ser de la mujer de su época; así como sus temas menores: el saber envejecer y la sexualidad. Tiene una narrativa radial y no lineal; busca muchos caminos para explorar la personalidad de Clarissa Dalloway. 

Como el Ulises de James Joyce (1922), La Sra. Dalloway se desarrolla en un solo día, desde las diez de la mañana hasta las tres de la madrugada. Las campanadas del Big-Ben señalan el paso de las horas. Es un día en la vida de Clarissa Dalloway, esposa de Richard Dalloway, miembro del Parlamento. Es una mujer de cincuenta y dos años, que, como otras, vive agobiada por una serie de tareas impuestas: visitas, comidas, labores domésticas; que ha de seguir, como requiere su posición. Pero ella siente que la vida es otra cosa, una hermosa y gran aventura. 


Fragmentos:


"La señora Dalloway decidió que ella misma compraría las flores". 

"En los ojos de la gente, en el ir y venir y el ajetreo; en el griterío y el zumbido; los carruajes, los automóviles, los autobuses, los camiones, los hombres-anuncio que arrastran los pies y se balancean; las bandas de viento; los organillos; en el triunfo, en el campanilleo y en el alto y extraño canto de un avión en lo alto, estaba lo que ella amaba: la vida, Londres, este instante de junio". 

"Caminando hacia Bond Street, se preguntó si acaso importaba que forzosamente tuviera que dejar de existir por entero; todo esto tendría que proseguir sin ella; se sintió molesta. ¿O quizá se transformaba en un consuelo el pensar que la muerte no terminaba nada, sino que, en cierto modo, en las calles de Londres, en el ir y venir de las cosas, ella sobrevivía, Peter sobrevivía, vivían el uno en el otro, y ella era parte, tenía la certeza, de los árboles de su casa, de la casa misma, a pesar de ser fea y destartalada; parte de la gente a la que no conocía, que formaba como una niebla entre la gente que conocía mejor, que la alzaban hasta dejarla posada en sus ramas, como había visto que los árboles alzan la niebla, y que su vida y ella misma se extendían hasta muy lejos? ¿En qué soñaba, mientras contemplaba el escaparate de Hatchards? ¿Qué pretendía recobrar? Qué imagen de blanco amanecer en el campo, mientras en el libro abierto leía "No temas más al ardor del sol ni las furiosas rabias invernales"

Esta reciente experiencia del mundo había formado en todos, todos los hombres y todas las mujeres, un pozo de lágrimas. Lágrimas y penas, valor y aguante, una apostura perfectamente erguida y estoica. Bastaba pensar, por ejemplo, en la mujer a quien ella más admiraba, a Lady Bexborough inaugurando la tómbola"


Cansada, doblegada y (aunque suene paradójico) firme, Virginia Woolf tomó acción contra su propia vida. Se suicidó. 

Y a pesar de que fue una novelista, ensayista, editora y feminista reconocida en la Inglaterra de su tiempo, fue olvidada por algunas décadas. Luego, allá por los años 70 se le revivió y se volvió una bandera de causas a favor de las mujeres. 

Desde entonces se mantiene como una autora de consulta permanente en todo el mundo. 






Suyas son dos frases de culto: "Una mujer debe tener dinero y una habitación propia si va a escribir ficción" o "Las mujeres han servido todos estos siglos de espejos que poseían el poder mágico y delicioso de reflejar la figura de un hombre el doble de su tamaño natural".


Fuentes






lunes, 16 de junio de 2014

CLARO QUE NO SOMOS UNA POMPA FÚNEBRE - GIOCONDA BELLI

No sé si un sol desmedido y burlón
me atravesará de punta a punta
cuando salten de mi pecho todos los gritos guardados ..





Claro que no somos una pompa fúnebre,
a pesar de todas las lágrimas tragadas
estamos con la alegría de construir lo nuevo
y gozamos del día, de la noche
y hasta del cansancio
y recogemos risa en el viento alto.

Usamos el derecho a la alegría,
a encontrar el amor
y sentirnos dichosos
y compartir el pan, el dolor y la cama.





Aunque nacimos para ser felices
nos vemos rodeado de tristeza y vainas,
de muertes y escondites forzados.

Huyendo como prófugos
vemos como nos nacen arrugas en la frente
y nos volvemos serios,
pero siempre por siempre
nos persigue la risa
amarrada también a los talones
y sabemos tirarnos una buena carcajada
y ser felices en la noche más honda y más cerrada.






porque estamos construidos de una gran esperanza,
de un gran optimismo que nos lleva alcanzados
y andamos la victoria colgándonos del cuello,
sonando su cencerro cada vez más sonoro
y sabemos que nada puede pasar que nos detenga
porque somos semillas
y habitación de una sonrisa íntima
que explotará
ya pronto
en las caras
de todos.



Gioconda Belli, "Claro que no somos una pompa fúnebre"




Todas las pinturas son de Moise Kisling, que nació el 22 de enero de 1891 en Cracovia (Polonia) y falleció en Sanary-sur-Mer el 29 de abril de 1953, es un pintor franco-polaco.

"Kisling, llamado el pintor de la alegría de vivir"

Poema sacado de http://amediavoz.com/belli.htm


miércoles, 12 de marzo de 2014

EL AMOR NO NECESITA PROTECCIÓN - EMMA GOLDMAN LO SABÍA

*.- Fueron muy pocas las mujeres de su época las que llegaron a repudiar el puritanismo como ella. Emma estaba convencida de que el sexo era tan vital como la comida y el aire, y subrayó la contradicción que existía en el hecho de que las mujeres fueran obligadas por una parte a ser asexuadas y por otra, a vender su cuerpo a través del matrimonio o la prostitución pública. Simbolizó durante su época las posiciones de autonomía femenina, de amor libre, de una total falta de prejuicios. Emma llegó hasta asumir la defensa de los homosexuales, algo que casi ningún revolucionario notorio de su tiempo se atrevió a hacer.


Dice en su libro Amor y matrimonio:

"Existe un concepto generalizado acerca del matrimonio y el amor, y es que son sinónimos, que surgen por los mismos motivos o causas y cubren las mismas necesidades humanas. Como muchos de los pareceres del sentido común, éste no descansa sobre hechos reales, sino sobre supersticiones.

La institución del matrimonio hace de la mujer un parásito, absolutamente dependiente. La incapacita en su lucha por la existencia, anula su conciencia social, paraliza su imaginación, y entonces le impone su benévola protección, lo que es realmente una trampa, una parodia de la naturaleza humana.


Emma Goldman y Alexander Berkman
El amor, el más fuerte y más profundo elemento en toda vida, heraldo de la esperanza, de la felicidad, del éxtasis; el amor, transgresor de toda ley, de toda convención; el amor, el más libre, la impronta más poderosa del destino humano; ¿cómo puede una fuerza tan irresistible ser sinónimo de ese precario e insignificante hierbajo engendrado por el Estado y la Iglesia, el matrimonio?

¿Amor libre? ¡Cómo si el amor pudiese otra cosa que no fuese libre! 

El hombre ha comprado cerebros, pero ni todos los millones del mundo han podido comprar amor. El hombre ha sojuzgado cuerpos, pero ni todo el poder en la tierra ha podido sojuzgar el amor. El hombre ha conquistado naciones enteras, pero ni todos sus ejércitos podrían conquistar el amor. El hombre ha encadenado y puesto grilletes al espíritu, pero se ha visto totalmente indefenso ante el amor. 

En lo alto de un trono, con todo el esplendor y la pompa que sus riquezas le puedan ofrecer, el hombre estará pobre y abatido, si el amor lo pasa por alto. Y si llegara a quedarse, la más pobre chabola resplandecerá de calidez, vida y color. Es que el amor tiene el mágico poder de hacer rey a un vagabundo. Sí, el amor es libre, en ninguna otra atmósfera puede habitar. En libertad se da a sí mismo sin reservas, generosamente, totalmente. Todas las leyes de los estatutos, todas las cortes del universo, no podrán desterrarlo una vez que el amor ha echado raíces. Pero, si ocurriese que el suelo fuera infértil, ¿cómo podría el matrimonio hacerle dar frutos? Es como la última lucha desesperada de la vida fugaz contra la muerte.

El amor no necesita protección; él es su propia protección. En la medida en que sea el amor el que engendre vida, no habrá niños abandonados, ni hambrientos, ni faltos de afecto. Yo sé que esto es verdad. Conozco mujeres que han tenido hijos en libertad del hombre que amaban. Hay pocos niños nacidos en el matrimonio que disfrutan del cuidado, la protección, la devoción que una maternidad libre puede ofrecerles.


Los defensores de la autoridad temen el advenimiento de una maternidad libre, porque les quitará su presa. ¿Quién va a luchar en las guerras? ¿Quién va a generar riquezas? ¿Quién va a hacer de policía, de carcelero, si las mujeres se negaran a criar hijas en forma indiscriminada? ¡La estirpe, la estirpe! grita el rey, el presidente, el capitalista, el cura. La estirpe debe ser preservada, aunque la mujer se vea degradada a la condición de mera máquina.

Algún día, algún día, hombres y mujeres ascenderán, alcanzarán la cima de la montaña, allí se reunirán grandes, fuertes y libres, dispuestos a recibir, a participar y a bañarse en los dorados rayos del amor. Qué fantasía, qué imaginación, qué genio poético podría prever, aunque fuese sólo aproximadamente, las potencialidades de una fuerza tal en la vida de hombres y mujeres. Si el mundo alguna vez diese a luz a lo que es una auténtica camaradería y unidad, el padre será el amor, nunca el matrimonio".


Emma Goldman: Matrimonio y amor. Fragmentos del libro, que recomiendo, vigente e imprescindible.


Os dejo el link para descargar varios libros de ella:






lunes, 9 de diciembre de 2013

ES NECESARIO HACER UN MUNDO NUEVO, UN MUNDO DONDE QUEPAN MUCHOS MUNDOS (*)

“Cuando un gobierno o estado, gobierna o ejerce su mando y su política en contra de los intereses de su propio pueblo, primando, promocionando o haciendo prevalecer otros intereses privados por encima de los seres humanos que los han situado en dicho poder, cuando un gobierno veja los derechos humanos fundamentales, como es el derecho a una sanidad pública, una educación pública o el derecho a una vivienda, dicho gobierno se sitúa inmediatamente en la ilegalidad más absoluta, ética y moral, y por ello su pueblo, el pueblo soberano y democrático, tiene toda la legitimidad del mundo a rebelarse contra él, ejerciendo la presión a través de medios justos y NECESARIOS en este contexto como es la desobediencia civil".






"Todas las guerras son guerras entre ladrones demasiado cobardes para luchar, que inducen a los jóvenes varones de todo el mundo a hacer la lucha por ellos".

Emma Goldman











No existirían oprimidos si no existiera una relación de violencia que los conforme como violentados, en una situación objetiva de opresión. Son los que oprimen, quienes instauran la violencia; aquellos que explotan, los que no reconocen en los otros y no los oprimidos, los explotados, los que no son reconocidos como otro por quienes los oprimen.

Paulo Freire















El pueblo, por desgracia, es todavía muy ignorante, y es mantenido en su ignorancia por los esfuerzos sistemáticos de todos los gobiernos, que consideran esta ignorancia como una de las condiciones más esenciales de su propia potencia.

Mijaíl Bakunin










No queremos ricos, no queremos sacerdotes ni gobernantes; no queremos bribones que exploten las fuerzas de los trabajadores; no queremos bandidos que sostengan con ley a esos bribones, ni malvados que en nombre de cualquier religión hagan del pobre un cordero que se deje devorar de los lobos sin resistencia y sin protesta. Porque cualquiera que este una pulgada arriba de nosotros es enemigo.

Ricardo Flores Magón












El orden político descansa en dos principios conexos, opuestos e irreductibles: la autoridad y la libertad... Ni la autoridad ni la libertad pueden constituirse aparte, ni dar origen a un sistema que les sea exclusivamente propio; lejos de esto, se hallan condenadas a hacerse perpetuas y mutuas concesiones.

Pierre Joseph Proudhon





Veamos ahora el desorden, lo que las gentes sensatas llaman desorden. Es la protesta del pueblo contra el innoble orden presente, la protesta para romper las cadenas, destruir los obstáculos y marchar luchando hacia un porvenir mejor. El desorden es el timbre más glorioso que la humanidad tiene en su historia.

Piotr Kropotkin

Hoy en día existe la esclavitud en el sentido social, físico, moral e intelectual.

Karl Marx









La ignorancia y el oscurantismo en todos los tiempos no han producido más que rebaños de esclavos para la tiranía...


Emiliano Zapata







(*) frase del Subcomandante Marcos


viernes, 29 de noviembre de 2013

EMMA GOLDMAN Y LA MUJER NUEVA - "LA MUJER MÁS PELIGROSA DEL MUNDO" (QUE DIJERON DE ELLA)

Siempre creyó que el matrimonio era una desgracia, no sólo para las mujeres sino también para los hombres. Para ella, no existía ninguna relación posible entre el matrimonio y el amor. Su razonamiento partía de la base de que aquella institución estaba concebida para sacrificar a las mujeres en el altar de la maternidad, y para estrangular toda posibilidad de independencia y de creatividad personal en ellas. El matrimonio había sido ideado por los dos grandes monstruos de la sociedad contemporánea: el estado y la religión
El cuidado de la prole y las atenciones a la perentoriedad sexual de la pareja, en este caso del varón, parecían ser los fundamentos sobre los cuales reposaba la idea del matrimonio. La reproducción de la fuerza de trabajo, de los soldados y de los empleados que necesitaba la maquinaria estatal, hacían que la labor maternal de la mujer adquiriera un sentido casi heroico. En este caso, el matrimonio estaba más que justificado.
Promover y defender el aborto, significaba indicarle al estado burgués que el cuerpo le pertenecía a las mujeres y que podían hacer con él lo que les viniera en gana. Era decirle al pueblo culto y civilizado que traer hijos al mundo, educarlos y atenderlos como verdaderos seres humanos, implicaba sustancialmente la toma de una decisión consciente y responsible por parte de la pareja o de la persona interesada en dicho proyecto, no del estado o de alguna iglesia que predicara la maternidad como una función al servicio de la sociedad civil.


Ella creía que la lucha por la liberación del amor, los sentimientos y las emociones, pasaba por la destrucción del estado. Su lucha incondicional por la más absoluta y total libertad, en materia de derechos civiles, sexuales, culturales y personales llegó a veces a profundidades que muchos intelectuales anarquistas de la época no lograron comprender en su totalidad.
El sufragismo le parecía estéril si con él no venía una modificación sustancial en el sitio ocupado por las mujeres en la sociedad burguesa. El voto sólo les permitiría hermanarse con los hombres en la explotación salarial de que éstos eran víctimas, sin cambiar o eliminar en el fondo la verdadera raíz de aquella: la sociedad capitalista y el estado
Sus agudas críticas al patriotismo, al puritanismo, a la persecución de las minorías, y a la subestimación de las luchas civiles de las mujeres por razones sexuales, la convirtieron en una figura atractiva y relevante pero muy peligrosa del escenario político norteamericano de la primera parte de este siglo. La tragedia de la emancipación de la mujer moderna, decía Emma Goldman, radicaba en que ahora ella podía escoger su profesión, su horario de trabajo, y finalmente sus condiciones de explotación. Con triste ironía podía notarse que, después de una larga jornada de trabajo en la fábrica, en la oficina o en la mina, la mujer emancipada tenía que continuar sus labores en la casa, donde la esperaban sus hijos, su marido, sus hermanos y todos aquellos que argumentaban y defendían el derecho de la mujer a la libre contratación del trabajo, a la huelga y a la jornada laboral de ocho horas
Pues bien, el feminismo de Emma Goldman se curtió en las luchas callejeras, en las prisiones y en los debates cotidianos contra hombres y mujeres también, que la vieron como un monstruo de la conspiración o como un ángel de la liberación. Ninguno de los dos enfoques es cierto. Pero sí estamos tratando con una mujer que tenía perfecta claridad sobre los objetivos políticos, culturales e ideológicos por los que estaba combatiendo. Tanto así como para atreverse a hablar de amor libre, en una sociedad y en un momento donde este tipo de consideraciones sólo podían ser hechas por varones, y no precisamente en su sano juicio.
(Del libro Amor y matrimonio, otro escrito suyo importante fue La tragedia de la emancipación femenina, los dos fueron publicados por las Mujeres libres)

miércoles, 16 de octubre de 2013

DIVAGANDO - GIOCONDA BELLI

La esclava, Julio Romero de Torres
Me preguntan insistentemente en las entrevistas sobre la literatura femenina. ¿Usted escribe literatura femenina? ¿Qué es la literatura femenina? me pregunto yo. Siempre he despreciado esa calificación. Hay algo despectivo en ella, algo de sub-cultura, sub-género, o es como si las mujeres viviéramos en otro mundo, tuviéramos vidas tan diferentes a las de los hombres que al escribir sobre ellas estuviésemos escribiendo sobre otro universo. 

Cuando leo literatura masculina, anoto: los hombres usan más referencias geográficas, marcas, intertextos de lecturas diversas, citas célebres, hablan del amor como cualquiera pero usualmente lo tratan como condimento, no como plato fuerte, pero claro, estoy generalizando. Hay sus excepciones, pero sí hay una ironía, un disimulo cuando hablan del amor, como si fuera más debilidad que fuerza. Las mujeres lo tratamos en serio. ¿Será que a las mujeres nos obsesiona? Los hombres no hablan de la vida cotidiana más que como usuarios del mundo y sus entornos. Nosotras, que creamos ese mundo cotidiano, hablamos de cómo lo creamos y lo mucho que nos envenena o consuela tener que crearlo a diario: la casa, los hijos, los mandados. ¿Será eso lo que hace la literatura femenina? ¿Será que no filosofamos o lo que quieren decirnos es que lo práctico nos absorbe el seso y no nos queda mucho más para las grandes preguntas? A la hora de la muerte, ¿será que nosotras nos preocupamos por el lugar de la vela, el café negro que hay que darle a la gente, el luto, la ropa que usará el muerto? Y a la hora de un crimen, más que el arma mortal, nos preocupa lo que sucederá con la familia, quién dará la mala noticia, quién lavará la sangre que quedó en el piso o la acera?

¿Y lo erótico? Desde que escribí cómo me sentía yo o cualquiera de mis personajes femeninos haciendo el amor, me convertí en la “poeta erótica”, la novelista “erótica”. He escrito de todo: novela comprometida, histórica, futurista, arcaica, mítica, pero como en la vida la gente hace el amor y mis personajes son gente que lo hace de vez en cuando en el transcurso de una historia porque bueno…suele suceder que se hace el amor en la vida  (¿o no?), resulta que eso me marca como algo fuera de lo común, le da a mi literatura un “sello” especial. Una vez hasta me preguntaron “si escribía de sexo para vender” a pesar de que empecé a escribir desde mi cuerpo sin jamás pensar que vendería un poema. ¿Le preguntarán a Vargas Llosa si escribió  el “Elogio de la madrasta” para vender?  No creo.  Esas etiquetas: erotismo, literatura femenina parece que le son necesarios a los analistas o periodistas cuando se topan con una mujer que escribe.

Estas y otras cosas son preguntas que me hago a veces cuando me canso de los moldes. Yo quisiera romperlos todos. Me resisto a que quieran meterme en una suerte de tabla periódica de los elementos y nombrarme Mn (¿mujer, ente desconocido?) como si ser mujer, pensar y escribir sólo pudiera formularse como un extraño compuesto químico.

¡Rayos! Acaba de caer un rayo sobre el Valle Ticomo. ¿Se molestaría el de arriba por lo que estoy escribiendo?


GIOCONDA BELLI, Poeta y novelista nicaragüense nacida en Managua en 1948.
Junto a Ernesto Cardenal y Claribel Alegría, inició la renovación de la poesía en su país. Un marcado acento erótico impregna buena parte de su obra, aunque la última producción denota una gran preocupación por los cambios políticos de su patria.


martes, 6 de agosto de 2013

CÓMO PESA EL AMOR - GIOCONDA BELLI

Noche cerrada
ciega en el tiempo
verde como luna
apenas clara entre las luciérnagas.


Matisse

Sigo la huella de mis pasos,
el doloroso retorno a la sonrisa,
me invento en la cumbre adivinada
entre árboles retorcidos.



Heroina, Gaston Lachaise. 

Sé que algún día
se alzarán de nuevo
las yemas recién nacidas
de mi rojo corazón,
entonces, quizás,
oirás mi voz enceguecedora
como el canto de las sirenas;
te darás cuenta
de la soledad;
juntarás mi arcilla,
el lodo que te ofrecí,
entonces tal vez sabrás
cómo pesa el amor
endurecido.


jueves, 18 de julio de 2013

COMO GATA BOCA ARRIBA

Te quiero como gata boca arriba,
panza arriba te quiero,
maullando a través de tu mirada,
de este amor-jaula
violento,
lleno de zarpazos
como una noche de luna
y dos gatos enamorados
discutiendo su amor en los tejados,
amándose a gritos y llantos,
a maldiciones, lagrimas y sonrisas
(de esas que hacen temblar el cuerpo de alegría)



La Gata Rosa, de H. Anglada Camarasa

Te quiero como gata panza arriba
y me defiendo de huir,
de dejar esta pelea
de callejones y noches sin hablarnos,
este amor que me marea,
que me llena de polen,
de fertilidad
y me anda en el día por la espalda
haciéndome cosquillas. 


(Fragmento de Como gata boca arriba de Gioconda Belli)

lunes, 13 de mayo de 2013

QUÉ POCO NECESITO


Necesito poco y lo poco que necesito, lo necesito poco...qué bonito sonreír a tiempo




Tal vez empiezo a entender. Será porque a estas alturas de mi existencia, he vivido ya las suficientes horas buenas y horas malas como para empezar a colocar las cosas en su sitio. Será, quizá, porque algún bendito ángel de la sabiduría ha pasado por aquí cerca y ha dejado llegar una bocanada de su aliento hasta mí. El caso es que tengo la sensación (al menos la sensación) de que empiezo a entender un poco de qué va esto llamado vida.

Casi nada de lo que creemos que es importante me lo parece. Ni el éxito, ni el poder, ni el dinero, más allá de lo imprescindible para vivir con dignidad. Paso de las coronas de laureles y de los halagos sucios. Igual que paso del fango de la envidia, de la maledicencia y el juicio ajeno. Aparto a los quejumbrosos y malhumorados, a los egoístas y ambiciosos que aspiran a reposar en tumbas llenas de honores y cuentas bancarias, sobre las que nadie derramará una sola lágrima en la que quepa una partícula minúscula de pena verdadera. Detesto los coches de lujo que ensucian el mundo, los abrigos de pieles arrancadas de un cuerpo tibio y palpitante, las joyas fabricadas sobre las penalidades de hombres esclavos que padecen en las minas de esmeraldas y de oro a cambio de un pedazo de pan.

Rechazo el cinismo de una sociedad que sólo piensa en su propio bienestar y se desentiende del malestar de los otros, a base del cual construye su derroche. Y a los malditos indiferentes que nunca se meten en líos. Señalo con el dedo a los hipócritas que depositan una moneda en las huchas de las misiones pero no comparten la mesa con un inmigrante. A los que te aplauden cuando eres reina y te abandonan cuando te salen pústulas (y nunca mejor dicho). A los que creen que sólo es importante tener y exhibir en lugar de sentir, pensar y ser.

Y ahora, ahora, en este momento de mi vida, no quiero casi nada. Tan sólo la ternura de mi amor y la gloriosa compañía de mis amigos. Unas cuantas carcajadas y unas palabras de cariño antes de irme a la cama. El recuerdo dulce de mis muertos. Un par de árboles al otro lado de los cristales y un pedazo de cielo al que se asomen la luz y la noche. El mejor verso del mundo y la más hermosa de las músicas. Por lo demás, podría comer patatas cocidas y dormir en el suelo mientras mi conciencia esté tranquila.

También quiero, eso sí, mantener la libertad y el espíritu crítico por los que pago con gusto todo el precio que haya que pagar. Quiero toda la serenidad para sobrellevar el dolor y toda la alegría para disfrutar de lo bueno. Un instante de belleza a diario. Echar desesperadamente de menos a los que tengan que irse porque tuve la suerte de haberlos tenido a mi lado. No estar jamás de vuelta de nada. Seguir llorando cada vez que algo lo merezca, pero no quejarme de ninguna tontería. No convertirme nunca, nunca, en una mujer amargada, pase lo que pase. Y que el día en que me toque esfumarme, un puñadito de personas piensen que valió la pena que yo anduviera un rato por aquí. Sólo quiero eso. Casi nada o todo.


*.- No recuerdo quién escribió esta reflexión bellísima, me viene Ángeles Mastretta, pero igual me equivoco, también podría ser Clarice Lispector o Gioconda Belli, da igual, el caso es que es un pensamiento contundente y veraz, que viene desde el mismo centro del alma.


domingo, 27 de enero de 2013

CUANDO YO LLEGUE A VIEJA ...

-si es que llego-
y me mire al espejo
y me cuente las arrugas
como una delicada orografía
de distendida piel.



Paul Delvaux, mujer mirándose al espejo


Cuando pueda contar las marcas
que han dejado las lágrimas
y las preocupaciones,
y ya mi cuerpo responda despacio
a mis deseos.

Cuando vea mi vida envuelta
en venas azules,
en profundas ojeras,
y suelte blanca mi cabellera
para dormirme temprano
-como corresponde-


sé que todavía mi corazón
estará -rebelde- tictaqueando
y las dudas y los anchos horizontes
también saludarán
mis mañanas.

(Desafío a la vejez, Gioconda Belli)

martes, 4 de diciembre de 2012

LA FUSIÓN DEL ARTE Y LA ANARQUÍA

Si dejo de escandalizar, dejo de existir, decía Courbert.

La relación entre Arte y Anarquía es una constante dentro de la historia de distintos artistas y activistas. 

El arte podría subsanar las contradicciones sociales.




Proudhon y sus hijos, 1865 - Courbert

Estas valoraciones vuelven sobre la larga tradición anarquista representada por Proudhon de que el arte y la literatura deben tener una finalidad social y, aunque Emma Goldman no era insensible al mérito artístico, prefería abiertamente la literatura que promovía la libertad social e individual (de todas formas, otro tipo de arte).

Existe un documental imprescindible para entender esta fusión entre arte y anarquía. Documental producido por la Fundación de Estudios Libertarios Anselmo Lorenzo, con fines educativos y de difusión cultural.


Un relato de las consecutivas vanguardias artísticas (impresionismo, dadaísmo, surrealismo...) en relación con los movimientos anarquistas y en debate consigo mismos sobre el rol del artista en la transformación de una sociedad coactiva y deleznable. Imágenes de las obras de decenas de artistas y citas esenciales de manifiestos y ensayos dan forma a esta historia.

El compromiso social y la autonomía creativa. Y se origina, además, por el rechazo de una sociedad industrial que andaba provocando desequilibrios sociales devastadores y que hacían mercancía de todo el producto del trabajo, incluso del artístico. 





A lo largo del documental se exhiben decenas de cuadros de artistas tales como Millet, Valotton, Luce, Courbet, Daumier, Steilein, Munch, Boccioni, Duchamp, Matta, Miro, Ernst, entre otros. 

Pasemos a nombrar a algunos de los artistas nacionales e internacionales que estuvieron siempre pendientes de reflejar en sus obras el afán de libertad e igualdad. 


Algunos, sin duda, fueron cerrados de espíritu y muchos fueron dogmáticos en ciertos aspectos, pero en general fueron de ideas abiertas, no sólo en el campo social y político, sino también en el reino de las artes. No se trata de que los anarquistas produjeran un estilo propio de literatura, ni de que fueran grandes pintores, escritores o críticos, pero su devoción a la libertad les acercó a los artistas creativos que estaban intentando liberarse de la ortodoxia y la tradición. 


Eleuterio Blasco, Nacido el 20 de febrero de 1907 en Foz de Calanda (Teruel) en el seno de una familia numerosa humilde, es un autor desconocido entre el gran público. Artista incansable y comprometido con las ideas anarquistas tiene obra dispersa en diversos museos del mundo y fue un colaborador entusiasta de diversas publicaciones como OrtoTiempos Nuevos yTierra y Libertad.



Rostro femenino, Eleuterio Blasco


José Pérez Ocaña, conocido como Ocaña. Cantillana (Sevilla), 1947-1983. Pintor, bixexual confeso, activista por los derechos de los homosexuales y libertario de creencias. Residenciado desde 1971 en Barcelona, se relacionó con artistas de toda índole (Nazario, Camilo, Copi, Enric Majó, Ventura Pons, Jesús Garay, Carlos Cano, María José Magaz, etc.) y contó con no poca popularidad en el barrio de Las Ramblas (se paseaba travestido con ropajes impactantes). Montó exposiciones pictóricas (en bares, librerías, galerías y museos, etc.), teatrillos y procesiones en las que su estética y convicciones vitales refulgían. Participó en actos culturales promovidos por el movimiento anarquista y la CNT (por ejemplo en las Jornadas Libertarias de 1977).
Destacó por su modo de vida, absolutamente libre, lo que ha dejado su obra pictórica en un segundo plano, aún no lo suficientemente estudiada.


Tullido, Ocaña

Camille Pissarro, (1830-1903). Notable pintor impresionista, creó paisajes en los que las figuras de campesinos se funden con el fondo en un mundo rústico compuesto por luz, sombra y color, y encontró críticas desfavorables. La mayoría de los críticos saludó al impresionismo con burlas, y el hecho de que Pissarro fuera también de ideas anarquistas y tuviera que exiliarse por un tiempo después de la Comuna de París, confirmó, a los ojos de los críticos, las sospechas sobre su arte. Hacia 1890 empezó a aceptarse el impresionismo y los cuadros de Pissarro compartieron este cambio de fortuna, pero él continuó haciendo apuntes y dibujos para las publicaciones anarquistas y escribió sobre La Conquista del pan de Kropotkin: «Confieso que si es una utopía, de todas maneras es un bello sueño.»



Campesinas descansando, Pissarro

Paul Signac fue otro famoso pintor francés anarquista que inició la experiencia postimpresionista de construir sus cuadros con minúsculos puntos de color que el ojo a distancia combinaba en figuras y objetos. Creía que en la nueva sociedad que los anarquistas preparaban, el hombre corriente, el obrero, tendría tiempo y capacidad para apreciar todas las manifestaciones del arte, y definía al pintor anarquista como el que lucha «con toda su individualidad con su esfuerzo personal, contra las convenciones burguesas y oficiales». 



Le Démolisseur (1897) Paul Signac

En las revistas anarquistas fundadas por Jean Grave, especialmente en La Révolte, estos dos artistas (Signac y Pissarro) y muchos otros literatos y artistas de la época, como el poeta Mallarmé, el pintor Van Dongen y el escritor Alphonse Daudet estaban representados por dibujos, poemas o artículos.




Femme fatale, Van Dongen



Francis Bacon. (1909/1992) Pintor británico de origen irlandés. Realizó algunas de las pinturas más desgarradoras del arte contemporáneo. Los cuadros de Bacon tienen influencia de Munch en los trazos y de las tonalidades de Van Gogh; también se percibe la influencia de Goya ya que plasmó la angustia en sus cuadros. Trabajó la representación de la figura masculina o femenina, que por lo general aparece de forma desfigurada e incluso de forma aterradora, en espacios cerrados y oscuros.



Cabeza VI, Francis Bacon (1949)



Lucien Freud (Berlín 1922), pintor transgresor muy amigo de Francis Bacon. 

"Quiero que mi pintura funcione como carne. Para mí, la pintura es la persona que ejerce sobre mi mismo un idéntico efecto que la carne".



Lucien Freud, retrato femenino


La obra pictórica de Gustavo Courbert (segunda mitad del siglo XIX), pertenece al Realismo, un movimiento cultural que se manifiesta sobre todo en la literatura y en la pintura, entre 1840 y 1880. Nace en Francia para después llegar a Inglaterra.



Los picapedreros, Courbert

Este Realismo se explica por los cambios que aparecen en Europa en la segunda mitad del siglo XIX, provocados por la Revolución Industrial, que trae el triunfo del capitalismo liberal y con él la explotación de las masas, cuyo reflejo será el fuerte movimiento obrero y la mala situación socio-económica en la que vive la mayor parte de la población, y que hizo que los pintores realistas tomaran parte a favor de las grandes masas llevándolas al arte. 

Sin olvidar, por último, al dadaísmo. Del cual ya he publicado varios enlaces representativos. 

El dadaísmo fue un movimiento antiarte que surgió en Zúrich (Suiza) en 1916 iniciado por Tristan Tzara, que se caracterizó por sentimientos de protesta contra convenciones literarias, una actitud de burla total por las manifestaciones artísticas literarias, por gestos y manifestaciones provocadoras en las que los artistas pretendían destruir todas las convenciones con respecto al arte, creando una especie de anti-arte o rebelión contra el orden establecido en aquella época de comienzos y mediados del siglo XX, en los periodos de la primera y comienzos de la Segunda Guerra Mundial. Tuvo su área de influencia no sólo en el arte gráfico sino que también en la música; y surge como consecuencia de la quiebra de valores.

Cabe destacar a Hans Arp , Marcel Janco, Raoul Hausmann, Hannah Höch, George Grosz, Max Ernst, Kurt Schwitters, Francis Picabia, Marcel Duchamp y Man Ray.




Francis Picabia

Marcel Duchamp


Parte del texto de esta entrada es del espléndido blog, que recomiendo:

http://culturayanarquismo.blogspot.com.es