Sergei Marshennikov |
Lo soñé impetuoso, formidable y ardiente;
hablaba el impreciso lenguaje del torrente;
era un mar desbordado de locura y de fuego,
rodando por la vida como un eterno riego.
Luego soñélo triste, como un gran sol poniente
que dobla ante la noche la cabeza de fuego;
después rió, y en su boca tan tierna como un ruego,
soñaba sus cristales el alma de la fuente.
Y hoy sueño que es vibrante y suave y riente y triste,
que todas las tinieblas y todo el iris viste,
que, frágil como un ídolo y eterno como Dios,
sobre la vida toda su majestad levanta:
y el beso cae ardiendo a perfumar su planta
en una flor de fuego deshojada por dos....
4 comentarios:
el amor que mueve el mundo... así es...
me ha gustado este poema.
gràcias guapa por compartir...
te llamó
Hola, Inma, ¿cómo lo llevas? Que hace un tiempito que no sé de ti. Ya veo que tu blog sigue creciendo prodigiosamente. Llenando el mundo de hermosísimo arte!
Te debo un libro. En breve te escribo.
Un besazo!!
Y si no mueve el amor este mundo, dime tú qué lo va a mover!! seguiré publicando ternuras, me lo pide el cuerpo y mi alma, también mi corazón, mueve montañas y es necesario.
Besosss mi guapa, (espero tu llamada o ya te llamo yo)
Hola guapísimo escritor, tienes razón, cuánto tiempo sin saber de ti, pero te sigo, eso no lo dudes y me encandilaron tus libros, me hicieron reír, llorar, hacer pucheros...en fin, esos son tus desvaríos, maravillosos.
No me debes nada, escríbeme cuando quieras, te mando un beso grandoteee
(echo de menos tus horóscopos..)
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