Edward Hopper |
ANGUSTIA
Hoy estoy triste, amor. Hoy tengo el alma
gris y desmelenada.
¡Tierra propicia para toda pena!
¡Para todo placer tierra negada!
La rosa de mi cuerpo
hoy es lirio beato.
Con triples vendas la ciñó la angustia
y yo con triples velos la recato.
Hoy estoy triste, amor. Hoy no pretendo
sentir mi risa.
¡Me endurece los labios
un agror de ceniza!
Mujer al borde de un torrente / Aristide Maillol |
IMPLACABLE
Y te di el olor
De todas mis dalias y nardos en flor.
Y te di el tesoro,
De las ondas minas de mis sueños de oro.
Y te di la miel,
Del panal moreno que finge mi piel.
¡Y todo te di!
Y como una fuente generosa y viva para tu alma fui.
Y tú, dios de piedra
Entre cuyas manos ni la yedra medra;
Y tú, dios de hierro,
Ante cuyas plantas velé como un perro,
Desdeñaste el oro, la miel y el olor.
¡Y ahora retornas, mendigo de amor,
A buscar las dalias, a implorar el oro,
A pedir de nuevo todo aquel tesoro!
Oye, pordiosero:
Ahora que tú quieres es que yo no quiero.
Si el rosal florece,
Es ya para otro que en capullos crece.
Vete, dios de piedra,
Sin fuentes, sin dalias, sin mieles, sin yedra.
Igual que una estatua,
A quien Dios bajara del plinto, por fatua.
¡Vete, dios de hierro,
Que junto a otras plantas se ha tendido el perro!
Henri Manguin - 1918 |
LACERÍA
No codicies mi boca. Mi boca es de ceniza
Y es un hueco sonido de campanas mi risa.
No me oprimas las manos. Son de polvo mis manos,
Y al estrecharlas tocas comida de gusanos.
No trences mis cabellos. Mis cabellos son tierra
Con la que han de nutrirse las plantas de la sierra.
No acaricies mis senos. Son de greda, los senos
Que te empeñas en ver como lirios morenos.
¿Y aún me quieres, amado? ¿Y aún mi cuerpo pretendes
Y, largas de deseo, las manos a mí tiendes?
¿Aún codicias, amado, la carne mentirosa
Que es ceniza y se cubre de apariencias de rosa?
Bien, tómame. ¡Oh laceria!
¡Polvo que busca al polvo sin sentir su miseria!
JUANA DE IBARBOUROU, poeta uruguaya.
Frases:
"Así, cuando yo muera, he de ser a tu lado una pequeña llama de dulzura infinita para tus largas noches de amante desolado".
"Llueve, llueve, llueve, y voy, senda adelante, con el alma ligera y la cara radiante, sin sentir, sin soñar, llena de la voluptuosidad de no pensar".