Es el creador de las llamadas "escenas de conversación", reuniones de figuras de pie colocadas cuidadosamente en grupos o conjuntos de esculturas. Es el mundo personal de Juan Muñoz. Hacía tiempo que tenía ganas de traerlo, yo lo vi cuando tuvo su exposición en el Reina Sofía y quedé impactada.
Madrid, España, 1953 - Ibiza, España, 2001
Escultor español de gran prestigio internacional, miembro de la llamada Generación de los 80. Nació en Madrid. Cursó estudios de Arquitectura en la Universidad Politécnica de su ciudad natal. De carácter cosmopolita, completó su formación en el Central School of Art de Londres y en el Pratt Centre de Nueva York, donde estudió escultura y grabado.
En 1984 la galería Fernando Vijande de Madrid realizó su primera exposición individual. La figura humana y su relación con el espacio arquitectónico es el tema principal de su trabajo, imágenes ilusorias que remiten a la crisis del hombre contemporáneo, a su soledad y a la frágil distancia entre normalidad y locura.
Su obra, que tendió un original puente entre la escultura clásica y la de vanguardia, construye espacios inquietantes cargados de confrontaciones y tensiones visuales. En 1986 participó en la Bienal de Venecia y un año después expuso en el CAPC Musée d´Art Contemporain de Burdeos.
A lo largo de su carrera, realizó numerosas exposiciones individuales en ciudades como Dublín, Lisboa, Nueva York, Barcelona o París. Casado con la escultora española Cristina Iglesias, recibió en 2000 el Premio Nacional de Artes Plásticas.
Poco antes de morir, la Tate Modern de Londres acogió en su vestíbulo una gigantesca instalación denominada Double Bind.
Pieza escuchando la pared (de las que más me gustan) implica al espectador de manera directa con la obra, que parece sugerir rumores de conversaciones interesantes al otro lado de la pared.
Sara frente al espejo |
Otra versión de Sara frente al espejo |
Estos dos cuadros me impactaron mucho, se trata de Cristina Iglesias, su viuda, se refería a ella como "Sara" en un tono casi familiar y hablaba de que su marido le había dedicado una etapa de su trabajo.
El apuntador |
Enano entre tres columnas |
Yo no veo ahí solo figuras, veo hombres. Percibo en ellos una cierta solemnidad (derivada quizá de su condición) y, sobre todo, soledad.
Y qué decir de Sara. Fijaos bien sobre todo en la segunda escultura: esa mujer levantando un poco su falda mientras se contempla en el espejo (aunque he leído que sus ojos están cerrados, no se aprecia ese detalle en las fotos). Los tacones. Alguien aprendiéndose, asumiendo su aspecto. Se me ocurre incluso que la imagen de esa otra Sara "azul" es posterior: la llegada de la luz, del color tras la propia aceptación.
No tengo ni idea de lo que Juan Muñoz pretendía con estos trabajos pero me gustaría pensar que para él no eran simples "figuras". Es más, el hecho de que tengan nombre propio me inclina a pensar que significaban algo más que su propia imagen, digamos, "disarmónica".
Espero que os haya gustado.
3 comentarios:
¡¡¡¡¡¡¡Impresionante!!!! Yo también vi su obra en el Reina Sofía, dos o tres veces, siempre acompañaba a alguien nuevo y no me importaba verla una y otra vez. Me ha encantado esta entrada ¿me dejas que te la copie? Todos los que la vieron conmigo van a disfrutar de lo lindo.
Un beso y gracias porque sé que me dirás que sí. Eres un encanto....
¡¡¡ Gracias guapa !!! yo sabía que te iba a gustar, no sé, tuve esa intuición. Es todo tuyo, lo sabes, todo lo mío es de todos.
Tú si que eres un encanto, besos grandotesss
Trivialidades. Ocurrencias. Un signo de la irrelevancia de nuestros tiempos. Se lo llevará el viento del olvido; ya se ha ido.
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