lamiéndose el espanto del estruendo ..
Dominique Fortin |
un amor feliz
enjaulado a punta de razones,
condenado a morir de inanición,
sin darse a nadie más
obseso de un rostro inevitable.
Pasar por días
de levantar la mano,
formar el gesto del reencuentro y arrepentirse.
No poder con el miedo,
la cobardía,
el temor al sonido de la voz.
Huir como ciervo asustado del propio corazón,
vociferando un nombre en el silencio
y hacer ruido,
llenarse de otras voces,
sólo para seguirnos desgarrando
y aumentar el espanto
de haber perdido el cielo para siempre.
G. Belli
2 comentarios:
Sentir que hay un amor, que todavía lo hay, es aferrarse a al acto de sentirse vivo porque el otro se esparce en ti y diluye los límites. Sentir que hay un amor, que lo habrá, tras una mirada que aún se desconoce, es jugarse la certeza a los dados probables del futuro, fingir que no sabemos que el amor es un juego sin reglas, hacer como que la muerte no llegará dejando un sesgo en los afectos. Sentir que hay un amor es, al fin y al cabo, la emocionante prueba de que no nos resignamos a dejar de soñar en los sueños del otro.
genial selección poética la que trajiste este anocher a nuestros ojos, Inma. Un abrazo!
Te leí anoche pero no te contesté, quedé impactada con tu reflexión, de veras. Es uno de los poemas de Belli más oscuros y metafóricos, ella siempre hace un canto al amor en mayúsculas como mujer fiera y rotunda. Y este es todo lo contrario, cuando lo leí hace tiempo sentí exactamente lo que tú has dicho, más o menos con las mismas palabras, claro en mi interior, no sé expresarme tan bien como tú. Hiciste que se me pusieran los vellos de punta. Entraste en mi mente y le pusiste palabras.
Gracias Pura por esa clarividencia y esa certidumbre, te mando muchos besossss
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