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miércoles, 25 de marzo de 2020

JESÚS LIZANO - NECESITO CARIÑO

Jane Spakowsky 

Fui al médico del cerebro, 
del alma, 
los médicos 
con su uniforme blanco, 
los curas 
con su uniforme negro, 
los militares 
con su uniforme verde, 
el papa 
con su uniforme blanco. 
Ya vemos 
lo que les pasa a los dominantes 
cuando prescinden de sus uniformes. 

Qué ha sido, por ejemplo, 
de los reyes 
sin su uniforme... 
Por no hablar del uniforme 
de los bomberos, de los policías, 
de los conserjes, 
de los mayordomos, 
de las monjitas, de los presos, 
de los jueces, 
vaya uniforme el de los jueces... 

¿Y los burgueses? 
¿Y su uniforme de señores? 
¿Y el de los cocineros? 
Pobres cocineros: 
hasta los cocineros 
revestidos... Y las novias 
vestidas de blanco 
cuando se dirigen 
a firmar con los novios 
el contrato... 
¡plaga de contratos! 

Y qué seria este mundo sin uniformes: 
sería 
el mundo real poético... 

El caso es que fui al médico 
del alma, del cerebro... 
¡qué pretensión salvar el alma 
con la teología, 
o la química 
y otros derivados 
de la Razón! Y cómo 
va a curar con su locura 
la Razón al alma 
si liberarse de su dominio 
es lo único 
que puede salvarla. 

El caso es que fui al médico, 
con su uniforme blanco, 
llamado bata, 
como los farmacéuticos, 
como los fantasmas... 
hundido por aquél 
desamor que había 
herido gravemente y, cómo no, 
mi alma 
y me dio una medicina 
como si el alma 
fuera un intestino 
o una garganta. 
Y yo le dije: no necesito 
medicina, necesito 
cariño... 

Y pensé: 
lo que yo necesito, 
lo que todos necesitamos, 
es que se acaben todos los uniformes, 
que todo cambie de sentido

Y las órdenes, 
que se acaben las órdenes, 
las recetas, los específicos, 
los sermones, sobre todo 
los sermones. 
Recuerdo que cuando yo 
era un niño 
-un niño niño- 
íbamos a la escuela 
con uniforme. 
¡Venga! ¡Todos uniformados! 
Qué educativo... 
Y qué son las ideas 
sino uniformes malditos 
si lo que necesitamos 
es cariño, mucho cariño...

Y al cabo de cierto tiempo
volví al médico y me preguntó
si me había tomado la medicina.
Y le dije que no
Y él, indignado, me dijo:
¡No sé
ni cómo le recibo!


JESÚS LIZANO, BARCELONA 1931, POETA LIBERTARIO

1 comentario:

jaon dijo...

El uniforme es su sentido común. Es su sociedad y su forma. Sin él no tendrían poder. Cada poder representa una forma de sentido común realizado en un compartimiento cerrado al resto de la sociedad. Eliminar uniformes sería eliminar privilegios, poder, despotismo, y sentido común.
Gracias por publicar tan magníficas obras.
Jaon.