Las horas tristes - Ramón Casas i Carbó (1900) |
"Que me disculpe la coincidencia por llamarla necesidad.
Que me disculpe la necesidad, si a pesar de ello me equivoco.
Que me disculpe el tiempo por el mucho mundo pasado por alto a cada segundo.
Perdonadme, guerras lejanas, por traer flores a casa.
Perdonadme, heridas abiertas, por pincharme en el dedo.
Que me disculpe la gente en las estaciones por el sueño a las cinco de la mañana.
Perdóname, esperanza acosada, por reírme a veces.
Perdonadme, desiertos, por no correr con una cuchara de agua.
Que me disculpe el árbol talado por las cuatro patas de la mesa.
Que me disculpen las grandes preguntas por las pequeñas respuestas.
Verdad, no me prestes demasiada atención.
Solemnidad, sé magnánima conmigo.
Soporta, misterio de la existencia, que arranque hilos de tu cola.
No me acuses, alma, de poseerte pocas veces.
Que me perdone todo por no poder estar en todas partes.
Que me perdonen todos por no saber ser cada uno de ellos, cada una de ellas.
Sé que mientras viva nada me justifica porque yo misma me lo impido.
Habla, no me tomes a mal que tome prestadas palabras patéticas y que me esfuerce
después para que parezcan ligeras.."
*.- En un planeta en donde prima la insolidaridad, el dinero, los negocios, la indignidad, la injusticia, la homofobia, la islamofobia. En un mundo donde matamos al débil y premiamos al estúpido, donde la hipocresía es reina de todas las fiestas, donde no existe compasión ni empatía, donde sobrevivimos a base de engañar nuestra conciencia, donde toleramos las guerras con nuestro silencio, donde existe maltrato infantil, pobreza extrema, violencia de género, machistas y poderes económicos que nos esclaviza, no quiero vivir. ¿Quién nos dijo que hay que ser fuertes? ¿Quién que hay que callar? ¿Qué estúpido nos dijo que la esperanza es lo último que se pierde? ¿Hacemos algo por cambiar este injusto mundo? ¿O son solo palabras desde nuestro confortable salón?
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