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martes, 7 de marzo de 2017

GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ - CIEN AÑOS DE SOLEDAD

Delphin Enjolras



Una de las escenas más impresionantes de Cien años de soledad es el momento en que Remedios la bella asciende por los cielos. No se puede decir que Remedios la bella muera, porque en ningún momento se menciona la palabra “muerte”. Lo que ocurre es que asciende a los cielos, como el ángel que siempre fue, demostrando una vez más que no era de este mundo:



"Remedios, la bella, se quedó vagando por el desierto de la soledad, sin cruces a cuestas, madurándose en sus sueños sin pesadillas, en sus baños interminables, en sus comidas sin horarios, en sus hondos y prolongados silencios sin recuerdos, hasta una tarde de marzo en que Fernanda quiso doblar en el jardín sus sábanas de bramante, y pidió ayuda a las mujeres de la casa. 

Apenas habían empezado, cuando Amaranta advirtió que Remedios, la bella, estaba transparentada por una palidez intensa. 


— ¿Te sientes mal? —le preguntó. 


Remedios, la bella, que tenía agarrada la sábana por el otro extremo, hizo una sonrisa de lástima.


—Al contrario —dijo—, nunca me he sentido mejor.


Acabó de decirlo, cuando Fernanda sintió que un delicado viento de luz le arrancó las sábanas de las manos y las desplegó en toda su amplitud. 

Amaranta sintió un temblor misterioso en los encajes de sus pollerinas y trató de agarrarse de la sábana para no caer, en el instante en que Remedios, la bella, empezaba a elevarse. Úrsula, ya casi ciega, fue la única que tuvo la serenidad para identificar la naturaleza de aquel viento irreparable, y dejó las sábanas a merced de la luz, viendo a Remedios, la bella, que le decía adiós con la mano, entre el deslumbrante aleteo de las sábanas que subían con ella, que abandonaban con ella el aire de los escarabajos y las dalias, y que pasaban con ella a través del aire donde terminaban las cuatro de la tarde, y se perdieron con ella para siempre en los altos aires donde no podían alcanzarla ni los más altos pájaros de la memoria".


Gabriel García Márquez. (Fragmento de "Cien años de soledad")



Delphin Enjolras



*.- De Remedios la bella, personaje que Gabriel García Márquez perfila maravillosamente en Cien años de soledad, lo primero que se destaca es su belleza. 

El hecho de que García Márquez utilizara la palabra "bella" o no otras como "hermosa" o "preciosa" no es casual, ya que "bella" apunta etimológicamente a la belleza del alma. 

Para referirse a la belleza física se utiliza la palabra "hermosura". 


En efecto, a Remedios la bella se la describe como la criatura más bella que se había visto en Macondo. 

En un primer momento el lector puede caer en un error común y pensar que se refiere únicamente a una belleza física, pero después de leer algunas páginas encuentra la respuesta evidente:

 

Remedios la bella debe su belleza física a la belleza de su alma.



sábado, 25 de febrero de 2017

MIGUEL HERNÁNDEZ - LOS COBARDES




Hombres veo que de hombres
sólo tienen, sólo gastan
el parecer y el cigarro,
el pantalón y la barba.

En el corazón son liebres,
gallinas en las entrañas,
galgos de rápido vientre,
que en épocas de paz ladran
y en épocas de cañones
desaparecen del mapa.

Estos hombres, estas liebres,
comisarios de la alarma,
cuando escuchan a cien leguas
el estruendo de las balas,
con singular heroísmo
a la carrera se lanzan,
se les alborota el ano,
el pelo se les espanta.
Valientemente se esconden,
gallardamente se escapan
del campo de los peligros
estas fugitivas cacas,
que me duelen hace tiempo
en los cojones del alma.

¿Dónde iréis que no vayáis
a la muerte, liebres pálidas,
podencos de poca fe
y de demasiadas patas?

¿No os avergüenza mirar
en tanto lugar de España
a tanta mujer serena
bajo tantas amenazas?

Un tiro por cada diente
vuestra existencia reclama,
cobardes de piel cobarde
y de corazón de caña.

Tembláis como poseídos
de todo un siglo de escarcha
y vais del sol a la sombra
llenos de desconfianza.
Halláis los sótanos poco
defendidos por las casas.
Vuestro miedo exige al mundo
batallones de murallas,
barreras de plomo a orillas
de precipicios y zanjas
para vuestra pobre vida,
mezquina de sangre y ansias.
No os basta estar defendidos
por lluvias de sangre hidalga,
que no cesa de caer,
generosamente cálida,
un día tras otro día
a la gleba castellana.
No sentís el llamamiento
de las vidas derramadas.
Para salvar vuestra piel
las madrigueras no os bastan,
no os bastan los agujeros,
ni los retretes, ni nada.
Huis y huis, dando al pueblo,
mientras bebéis la distancia,
motivos para mataros
por las corridas espaldas.

Solos se quedan los hombres
al calor de las batallas,
y vosotros, lejos de ellas,
queréis ocultar la infamia,
pero el color de cobardes
no se os irá de la cara.

Ocupad los tristes puestos
de la triste telaraña.
Sustituid a la escoba,
y barred con vuestras nalgas
la mierda que vais dejando
donde colocáis la planta.






MARUJA MALLO, PRECURSORA DEL SURREALISMO, MUJER REBELDE, UN ESPÍRITU LIBRE..




Como aperitivo para celebrarnos el día de la mujer, el 8 de Marzo, iré publicando a mujeres hermosas, libres, rebeldes, mujeres que lucharon todas sus vidas por la igualdad y no permitir que esta sociedad patriarcal las ninguneara. 



MARUJA MALLO



Maruja Mallo fue una de las figuras más importantes de la generación del 27. Artista revolucionaria, formó parte de los movimientos de vanguardia en Madrid junto a los grandes nombres del momento, como Dalí, Alberti, García Lorca o ramón Gómez de la Serna. Tras el estallido de la Guerra Civil, Mallo se exilió en América Latina y fue relegada al olvido. El galardonado escritor José Luis Ferris, autor de la biografía de Miguel Hernández, reivindica en esta biografía a una artista osada y genial.




LA SORPRESA DEL TRIGO

NATURALEZA VIVA CON ESTRELLA DE MAR

LA MUJER DE LA CABRA

MÁSCARAS


Maruja Mallo -pseudónimo de Ana María Gómez González- (Vivero, Lugo, 5 enero 1902 – Madrid, 6 febrero 1995), fue una pintora surrealista española.



Cabeza de mujer
Cabeza de mujer

Acróbatas macro y microcosmos
Antro de fósiles
Tierra y excrementos
Razas

CABEZA DE NEGRA
EL ESPANTAPÁJAROS
FIGURAS



De la mano de Miguel Hernández, descubre Castilla la Nueva y trabaja para numerosas revistas literarias: La gaceta literaria, El almanaque literario o la Revista de Occidente. 



EL ESPANTAPECES
ESTAMPA (ESCAPARATE)
ESTRELLAS DE MAR


CABEZA NEGRA



En 1928, José Ortega y Gasset organiza una exposición de su obra en los salones de la Revista de Occidente. Sus diez óleos representaban poblados llenos de sol, toreros y manolas, así como estampas coloreadas de maquinaria, deportes y cine de principios de siglo. La exposición fue todo un acontecimiento cultural.





FIGURA
LA HUELLA
LA VERBENA
NATURALEZA VIVA
ORO
VIDA VIBRANTE



André Breton le compró en 1932 el cuadro titulado Espantapájaros, obra poblada de espectros que hoy es considerada una de las grandes obras del surrealismo.


NATURALEZA VIVA II
MANIQUÍ
MARUJA MALLO EN SU ESTUDIO




En 1932 Maruja Mallo, obtiene una pensión de la Junta de Ampliación de Estudios para ir a París donde conoce a René Magritte, Max Ernst, Joan Miró y Giorgio de Chirico y participa en tertulias con André Breton y Paul Éluard. Allí comienza su etapa surrealista. Su pintura cambió radicalmente y alcanzó la maestría, tanto que el mismo Breton le compró en 1932 el cuadro titulado Espantapájaros, obra poblada de espectros que hoy es considerada una de las grandes obras del surrealismo. 





MENSAJE DEL MAR
ROSA
ALGAS



A partir de 1936, comienza su etapa constructiva, mientras que sigue exponiendo con los pintores surrealistas en Londres y Barcelona. Participa como docente en las Misiones Pedagógicas, que la acercan a su tierra natal, Galicia, donde a los pocos meses le sorprende la Guerra Civil Española. Desde allí huye a Portugal. Toda su obra cerámica de esta época es destruida en la guerra. Poco tiempo después, su amiga Gabriela Mistral, embajadora de Chile, la ayudó a trasladarse a Buenos Aires, donde siguió pintando, dando clases y cultivando amistades, entre ellas, Pablo Neruda. 




MARUJA MALLO EN CHILE





El 6 de febrero de 1995, muere Maruja Mallo en Madrid a los 93 años. 



Citas sobre Maruja Mallo: 




"Maruja Mallo, entre Verbena y Espantajo toda la belleza del mundo cabe dentro del ojo, sus cuadros son los que he visto pintados con más imaginación, emoción y sensualidad." 


(Federico García Lorca) 




"Las creaciones extrañas de Maruja Mallo, entre las más considerables de la pintura actual, revelación poética y plástica, original, «Cloacas» y «Campanarios» son precursores de la visión plástica informalista". 


(Paul Éluard)