Manuela del Olmo |
Allá está la cumbre.
¿Qué miras? —Un astro.
¿Me amas? —¡Te adoro!
¿Subimos? —¡Subamos!
¿Qué ves? —Una aurora
fugitiva y pálida.
¿Qué sientes? —Anhelo.
Ésa es la esperanza.
¡Qué alientos de vida!
¡Qué fuegos de sol!
¡Qué luz tan radiante!
¡Ese es el amor!
¿Qué ves a tus plantas?
Un profundo abismo.
¿Tiemblas? —Tengo miedo…
¡Ese es el olvido!
Pero no tiembles ni temas:
bajo el sacro cielo azul,
para el que ama no hay abismos,
porque tiene alas de luz.
RUBÉN DARÍO (1867-1916), poeta nicaragüense. Rima XIII.