El cantante, nacido en Alejandría, había dejado los escenarios con un último concierto en Barcelona en enero de 2009. El cantautor no pudo finalizar el espectáculo, lo que puso de manifiesto su frágil estado de salud debido a enfermedad pulmonar crónica.
Su nombre de pila era Joseph Mustacchi, pero lo cambió por el de Georges en honor a su maestro, Georges Brassens. Muchos recuerdan que alcanzó popularidad gracias a Edith Piaf, de la que fue amante.
"He tenido una vida apasionante. Espero que lo sea hasta el final", declaró en 2011 el cantante, cuando explicó a la prensa que tenía una enfermedad pulmonar incurable que le hacía "definitivamente incapaz de cantar".
Contemporáneo de una generación de artistas que dieron a conocer la chanson française, como su maestro Georges Brassens, Jacques Brel o Serges Gainsbourg, Moustaki compuso letras de canciones para melodías que interpretaron Edith Piaf, Yves Montand, Barbara o Serge Reggiani.
El seductor y revolucionario poeta y músico se hizo mundialmente conocido a finales de los años sesenta y principios de los setenta con temas como Milord, que hizo célebre la garganta de Edith Piaf, Le facteur, La mer m'a donné, Ma solitude o Le temps de vivre.
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MA SOLITUDE
Por haber dormido tantas veces con mi soledad,
he conseguido de ella casi una amiga, una dulce costumbre.
Ella no me deja dar ningún paso,es como una sombra fiel.
he conseguido de ella casi una amiga, una dulce costumbre.
Ella no me deja dar ningún paso,es como una sombra fiel.
Me ha seguido aquí y allá, en las cuatro esquinas del mundo.
No, yo nunca estoy solo con mi soledad.
Cuando está en el hueco de mi cama, toma todo el espacio,
Pasamos largas noches, los dos cara a cara.
No, yo nunca estoy solo con mi soledad.
Cuando está en el hueco de mi cama, toma todo el espacio,
Pasamos largas noches, los dos cara a cara.
Realmente no sé hasta donde irá esta cómplice
Tendré que hacerme a ella o reaccionar ?
No, nunca estoy solo con mi soledad.
Tendré que hacerme a ella o reaccionar ?
No, nunca estoy solo con mi soledad.
Por ella he aprendido tanto como lágrimas he derramado
Si a veces la repudio, ella nunca me desarma.
Y si yo prefiriese el amor de otra cortesana,
Ella estará ahí en mi último día, mi última compañera
Si a veces la repudio, ella nunca me desarma.
Y si yo prefiriese el amor de otra cortesana,
Ella estará ahí en mi último día, mi última compañera
No, nunca estoy solo con mi soledad.
No, nunca estoy solo con mi soledad.
No, nunca estoy solo con mi soledad.