"Examen de conciencia" [74] del libro del desasosiego.
"Vivir la vida en sueños y en falso es también vivir. Renunciar es también hacer algo. Soñar es confesar la necesidad de vivir, sustituyendo la vida real por la irreal, y de esta manera es una compensación de la inalienabilidad del querer vivir.
¿Qué es esto, a fin de cuentas, sino la búsqueda de la felicidad? ¿Es que alguien busca algo distinto?
El devaneo continuo, el análisis interrumpido ¿me dan algo esencialmente diferente de lo que la vida me daría?
Al separarme de los hombres no me encontré, ni […]
Este libro es sólo un estado del alma, analizado desde todos los ángulos, recorrido en todas las direcciones.
¿Algo nuevo, al menos, me granjeó tal actitud? Ni siquiera ese consuelo me acerca a mí.
Ya todo estaba en Heráclito y en el Eclesiastés: "la vida es el juguete de un niño en la arena… Vanidad y pobreza de espíritu…"
Y en el pobre Job, en una sola frase: "mi alma está cansada de mi vida".
Me escucho soñar. Me mezo con el sonido de mis imágenes… Me deletreo en recónditas melodías […]
¡El sonido de una frase imaginada equivale a tantos gestos! ¡Consuela de tantas cosas una simple metáfora!
Me escucho. Son ceremonias mías. Cortejos. Lentejuelas en mi hastío. Bailes de máscaras. Asisto a mi alma, deslumbrado. Caleidoscopio de fragmentadas secuencias, de […]
Fasto de las sensaciones demasiado vívidas. Lechos regios en castillos desiertos, joyas de muertas princesas por saeteras de castillos y entrevistos senderos.
Vendrán sin duda las honras y el poderío para los más felices, habrá desfiles en los exilios… Orquestas adormecidas, hilos de […] bordando sedas…
En Pascal: En Vigny: en ti […] En Amiel, tan completamente en Amiel: (ciertas frases). En Verlaine, en los simbolistas: Tanto enfermo en mí. Ni el privilegio de una pequeña originalidad enfermiza.
Hago lo que tantos antes de mí hicieron. Sufro por lo que es ya tan [?] viejo sufrir.
¿Para qué pensar estas cosas que ya tantos pensaron y sufrieron?
Y sin embrago, sí, algo nuevo he traído. Pero no soy responsable de eso. Vino de la Noche y brilla en mí como una estrella. Mi esfuerzo ni lo trajo ni lo apagó. Soy el puente entre dos misterios sin saber cómo me hicieron…"
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[...] Pessoa lo dejó ahí, sin explicar.
[174] “Hay metáforas que son más reales que la gente que camina en la calle. (…) tanto me habitué a sentir lo falso como verdadero, lo tan nítidamente soñado como visto, que perdí el don de la distinción humana, falsa, creo, entre la verdad y la mentira.”