*.- Uno de los discursos más inspiradores de la historia fue dado por un comediante llamado Charlie Chaplin en la película "El Gran Dictador".
Un discurso verdaderamente atemporal. Y que traigo hoy a mi rincón porque han pasado ya setenta y tantos años y seguimos igual, este discurso es un mensaje de unión para la humanidad, ahora son otros los dictadores, y tenemos que concienciarnos de la crueldad de estos, ellos se liberan de la tiranía y nosotros la asumimos, sumisos. En estos sátrapas solo cabe el poder económico y controlar cada país. Se hace necesario un urgente, fuerte y estructural rediseño del Fondo Monetario Internacional para que pueda prevenir crisis (y no crearlas) y ayudar a su solución, cambiando el rumbo que lo llevó de prestamista de fomento a acreedor con demanda de privilegios.
Sin más, empapémonos de estas palabras, que sirva para formar conciencias:
"Lo siento, pero yo no quiero ser emperador. Ése no es mi oficio. No quiero gobernar ni conquistar a nadie. Sino ayudar a todos, si fuera posible; judíos y gentiles, blancos o negros.
Tenemos que ayudarnos unos a otros. Los seres humanos somos así. Queremos hacer felices a los demás, no hacerlos desgraciados. No queremos odiar ni despreciar a nadie. En este mundo hay sitio para todos. La buena tierra es rica, y puede alimentar a todos los seres.
El camino de la vida puede ser libre y hermoso, pero lo hemos perdido. La codicia ha envenenado las almas. Ha levantado barreras de odio; nos ha empujado hacia la miseria y las matanzas. Hemos progresado muy deprisa, pero nos hemos encarcelado nosotros. El maquinismo, que crea abundancia, nos deja en la necesidad. Nuestro conocimiento nos ha hecho cínicos; nuestra inteligencia, duros y secos. Pensamos demasiado y sentimos muy poco. Más que máquinas, necesitamos humanidad. Más que inteligencia, tener bondad y dulzura. Sin esas cualidades, la vida será violenta y se perderá todo.
Los aviones y la radio nos hacen sentirnos más cercanos. La verdadera naturaleza de esos inventos exige bondad humana; exige la hermandad universal que nos una a todos nosotros.
Ahora mismo mi voz llega a millones de personas en todo el mundo; a millones de desesperados, hombres, mujeres, niños; víctimas de un sistema que hace torturar seres humanos y encarcelar a seres inocentes. A los que pueden oírme les digo: “¡No desesperéis!” La desdicha que ha caído sobre nosotros no es más que la pasajera codicia y la amargura de hombres que temen el verdadero avance del progreso humano. Los hombres que odian desaparecerán y caerán los dictadores; el poder que le arrebataron al pueblo ha de retornar al pueblo. Y así, mientras el hombre exista, la libertad no perecerá.
¡Soldados! ¡No os rindáis a esos hombres que en realidad os desprecian y os esclavizan, que reglamentan vuestras vidas y os dicen lo que tenéis que hacer, que pensar y que sentir! ¡Que os comen el cerebro, que os tratan como a ganado y que os utilizan como carne de cañón! No os entreguéis a esos individuos inhumanos, hombres máquina que tienen máquinas en su cerebro y en su corazón! ¡Vosotros no sois máquinas! ¡No sois ganado! ¡Sois hombres! ¡Y con el amor de la humanidad en vuestros corazones! ¡No al odio! ¡Sólo odian los que no pueden amar y los inhumanos!
¡Soldados! ¡No luchéis por la esclavitud, sino por la libertad!
¡Vosotros, el pueblo, tenéis el poder, el poder de crear máquinas!
¡El poder de crear felicidad! Vosotros, el pueblo, tenéis el poder de hacer esta
vida libre y hermosa; de convertirla en una maravillosa aventura.
¡En nombre de la democracia, utilicemos ese poder, actuando todos unidos!
Luchemos por un mundo nuevo; un mundo justo que a todos asegure la oportunidad de trabajo, que dé futuro a los jóvenes y protección a los mayores.
Con la promesa de tales cosas es como esas fieras han escalado al poder. Pero, ¡sólo engañan y mienten! ¡No cumplen lo que prometen! ¡Jamás lo cumplirán! Los Dictadores se hacen libres, sin embargo esclavizan al pueblo. ¡Luchemos ahora nosotros para hacer realidad lo prometido; todos a luchar por la libertad del mundo entero, para derribar barreras, para derribar la ambición, el odio y la intolerancia! ¡Luchemos por el mundo de la razón, un mundo en que la ciencia y el progreso auténtico nos conduzcan a todos a la felicidad! ¡Soldados, en nombre de la democracia, debemos unirnos todos!"
Discurso por un mundo mejor (Charles Chaplin, El Gran Dictador, 1940)
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José Luis Sampedro
José Luis Sampedro, otro gran sabio de la humanidad, una enormidad de ser humano, os dejo sus pensamientos, también para formar conciencias:
"Hay que vivir, para vivir hay que ser libre, para ser libre hay que tener el pensamiento libre y para tener el pensamiento libre hay que educarse"
Esto que llaman democracia encierra una falsedad y una injusticia tremendas: los trabajadores están al servicio de los bancos en lugar de los bancos al servicio de los trabajadores.
La opinión pública está influida por los medios de comunicación y los medios están en manos de quienes mandan y los que mandan favorecen a los que dicen lo que a ellos les conviene y borran todo lo que no les conviene. Así que la opinión pública es, sobre todo, opinión mediática. Y el ciudadano acepta porque el trabajador llega a casa cansado y no se pone a reflexionar sobre cuestiones de política internacional, por ejemplo.
Está todo muy bien tramado para dominar, para que no tengamos una democracia y para que no mande el pueblo. Está todo muy estudiado, desde la enseñanza hasta los medios de difusión y la publicidad.
Ser libre, tener el pensamiento libre. No puede uno aceptar ni el pensamiento dogmático, que le digan a uno una verdad revelada que no sabemos quién la reveló ni cómo ni por qué. Y por otra parte, hay que ser libre frente a los propios deseos, compromisos y exigencias, libres de nosotros mismos. La vida es hacernos. Y crecer como los árboles. Uno nace como una semilla, con unos genes pero es uno quien tiene que hacerse. Yo siempre me he definido como un aprendiz de mí mismo y procuro aprender bastante bien, lo mejor que puedo.
Para mí la clave de la libertad es la libertad de pensamiento.."