Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada.
Los nadies: los ningunos, los ninguneados, (...)Galeano
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Margarita Sikorskaia, nacida en 1968, en San Petersburgo, Rusia |
A veces imagino una tormenta,
un viento frío, una cuchillada,
y entiendo lo que sufren esos nadies
que se levantan en la incertidumbre
sin un lugar donde caerse muertos.
Y acuso a los mercados,
y a los mercaderes,
y a los políticos,
y a los banqueros,
y a los que les negaron,
siempre inmisericordes,
el pan y la sal,
por el bien de occidente,
por el bien del euro,
por el bien del dolar,
por el bien del consumo,
por el bien de la bolsa,
y del IBEX, y del PIB,y del IVA...
en fin, ustedes saben,
de nuestra poderosa economía.
Y a veces imagino
puestos a imaginar un imposible,
que empiezan a importarnos
las cosas importantes:
la dignidad humana, el bien común,
el agua de los ríos,
el mar inmesurable en su grandeza,
los árboles, por siempre protectores,
la risa contagiosa de los niños,
el amor, la alegría, las mañanas,
la sonrisa del otro,
el café compartido,
la palabra precisa,
la justicia, el amparo,
la convicción profunda, la utopía.
Esas pequeñas cosas
acaso imperceptibles,
tan grandes, necesarias,
tan nuestras, tan de todos, tan de ellos...
tan fieramente humanas.
***El tiempo que nos queda"Somos el tiempo que nos queda"J. M. Caballero Bonald.
Eso somos: el tiempo que nos queda,
el último latido detenido,
la palabra no dicha,
el desierto cruzado,
y la senda sin nombre
que dejamos atrás.
Somos el abandono, la intemperie,
las luces apagadas,
y las puertas, cerradas para siempre,
tras un adiós forjado en la costumbre.
Pero somos el tiempo que nos queda,
la voz que no se apaga,
la azada que aún golpea, sin rendirse,
el poema no escrito,
la ópera inacabada de Puccini,
la derrota asumida, masticada,
y aquello que nos queda por vivir.