"Cuando leí por primera vez el concepto la Campana de Cristal fue en el libro "Otras Voces Otros Ambitos" de Truman Capote, pero no entendí verdaderamente su significado hasta que leí la obra de Plath, a fin de cuentas, todos tenemos nuestra propia Campana de Cristal, con su aire viciado, porque en ocasiones el mundo es tan aterrador que decidimos encerrarnos en nosotros mismos".
Hablar de La campana de cristal es hablar del vacío y desgarro de Sylvia Plath, es andar sobre la cuerda floja de la cordura y el miedo a la vida. Esther es una joven en el umbral de la madurez, en ese momento donde todo son cambios y un posicionarse en la vida de forma definitiva, donde atisbamos lo que hay al otro lado del umbral y, a veces, sólo a veces, nos quebramos por dentro por el miedo, naufragamos como barcos a la deriva.
Esther es brillante e inteligente, ha gando un concurso que le ha llevado a Nueva York durante un mes para trabajar en una revista. En esta primera parte de la novela, Esther nos cuenta su vida en la gran ciudad, rodeada de lujos, fiestas y moda y, como afluentes, retazos de su vida en el campo, de sus recuerdos y sus miedos. La muerte de su padre cuando ella tenía nueve años, su posicionamiento sobre el amor y el sexo, lleno de dudas, miedos y esperanzas, la relación con su madre, su forma de comer compulsivamente, las dudas sobre lo que quiere para sí misma, y un largo etcétera. Hay momentos donde las descripciones y reflexiones me parecen retazos de su propia vida.
El regreso a su vida colapsará a Esther, no puede dormir ni leer ni escribir. No sabe cuál es su lugar en el mundo y tampoco quiere ser una marioneta guiada por los demás. No sabe cómo conducir su rebelión.
El colapso nervioso la llevará a la depresión y la locura. Intenta suicidarse sin conseguirlo y se encierra en sí misma, en una Campana viciada y asfixiante. Dentro de ella, el vacío y el desgarro, fuera de ella, las habitaciones de los diferentes manicomios.
¿Cómo quebrar la Campana y salir libre al mundo, sin miedos ni colapsos..?
Aquí viene la segunda parte del libro.
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Recomiendo el libro, es extraordinario. Os dejo un fragmento para hacer boca:
"El silencio me deprimía. No era realmente el silencio. Era mi propio silencio.
Vi mi vida extendiendo sus ramas frente a mí como la higuera verde del cuento.
De la punta de cada rama, como si de un grueso higo morado se tratara, pendía un maravilloso futuro, señalado y rutilante.
Un higo era un marido y un hogar feliz e hijos y otro higo era un famoso poeta, y otro higo era un brillante profesor, y otro higo era E Ge, la extraordinaria editora, y otro higo era Europa y África y Sudamérica y otro higo era Constantino y Sócrates y Atila y un montón de otros amantes con nombres raros y profesiones poco usuales, y otro higo era una campeona de equipo olímpico de atletismo, y más allá y por encima de aquellos higos había muchos más higos que no podía identificar claramente.
Me vi a mí misma sentada en la bifurcación de ese árbol de higos, muriéndome de hambre sólo porque no podía decidir cuál de los higos escoger. Quería todos y cada uno de ellos, pero elegir uno significaba perder el resto, y, mientras yo estaba allí sentada, incapaz de decidirme, los higos empezaron a arrugarse y a tornarse negros y, uno por uno, cayeron al suelo, a mis pies"
Sylvia Plath
La campana de cristal (traducción de Elena Rius)
Sylvia Plath nació en 1932 en Boston, Massachusetts, y falleció en 1963 en Londres. Además de ser una de las grandes poetas del siglo XX, publicó ensayos literarios y esta hermosa novela autobiográfica, La campana de cristal, publicada por primera vez en 1963. De sus libros de poesía se destacan Ariel (1956) y El coloso y otros poemas (1960). Estuvo casada con el escritor Ted Hughes, quien tras su muerte se encargó de la edición de su poesía completa.
*.- Entrada que publiqué en enero de 2014 y que actualizo hoy.