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domingo, 14 de julio de 2019

ARTHUR RIMBAUD - DEMOCRACIA

Jean Nicolas Arthur Rimbaud (20 de octubre de 1854 – 10 de noviembre de 1891) poeta. Expresó su negación absoluta de todos los valores, tanto los revolucionarios como los burgueses.



DEMOCRACIA

"La bandera avanza hacia el paisaje inmundo, y nuestra jerga ahoga el tambor.
"En los centros alimentaremos la prostitución más cínica. Aplastaremos las revueltas lógicas.
"¡En los países de pimienta y destemplanza! - al servicio de las más monstruosas explotaciones industriales o militares.
"Adiós a los de aquí, a cualquier sitio. Reclutas de buena voluntad, nuestra filosofía será feroz; ignorantes para la ciencia, taimados para el bienestar; que reviente el mundo que avanza. Ésta es la verdadera marcha. Adelante, ¡en camino!"




lunes, 19 de marzo de 2018

ARTHUR RIMBAUD - ILUMINACIONES

Un revolucionario de la poesía que alguna vez anunció: "¡Hay que reinventar al amor!

Florine Stettheimer

A UNA RAZÓN

Un golpe de tu dedo en el tambor genera todos
los sonidos y origina la nueva armonía.
Un paso tuyo es la leva de los nuevos hombres
y el principio de su andar.

Tu cabeza gira: ¡el nuevo amor!

"Modifica nuestros destinos, acribilla nuestras pestes:
empieza por el tiempo”, te cantan los niños.
"Engendra, no importa dónde, la sustancia de
nuestra suerte y nuestros deseos”, te suplican.

Venida desde siempre, tú eres la que irá por dondequiera.

(Tercera Iluminación)


Florine Stettheimer


MAÑANA DE EMBRIAGUEZ

¡Oh mi Bien! ¡Oh mi Bello! ¡Charanga atroz en la que ya no tropiezo! ¡Mágico potro de tormento! ¡Hurra por la obra inaudita y por el cuerpo maravilloso, por la primera vez!

Empezó bajo las risas de los niños, acabará por ellas. Este veneno ha de permanecer en todas nuestras venas aun cuando, agriada la fanfarria, seamos devueltos a la antigua armonía.

¡Oh, ahora nosotros, tan digno de estas torturas!, recojamos fervientemente esta sobrehumana promesa hecha a nuestro cuerpo y a nuestra alma creados: ¡esa promesa, esa demencia! ¡La elegancia, la ciencia, la violencia!

Se nos ha prometido enterrar en la sombra el árbol del bien y del mal, deportar las honestidades tiránicas, con el fin de que trajésemos nuestro purísimo amor.

Empezó con ciertas repugnancias y acabó, -al no poder agarrar en el acto esa eternidad, - acabó por una desbandada de perfumes.
Risa de niños, discreción de esclavos, austeridad de vírgenes, horror por las figuras y los objetos de aquí, ¡sacrosantos seáis por el recuerdo de esta vigilia! Empezaba con la mayor zafiedad, y concluye por ángeles de llama y de hielo.

Breve vigilia de embriaguez, ¡santa!, aunque sólo fuera por la máscara con que nos has gratificado. ¡Nosotros te afirmamos, método! No olvidamos que ayer has glorificado cada una de nuestras edades. Tenemos fe en el veneno. Sabemos dar nuestra vida entera todos los días.
He aquí el tiempo de los Asesinos.


Florine Stettheimer

ANGUSTIA

¿Es posible que Ella me haga perdonar las ambiciones continuamente aplastadas, - que un final acomodado repare las edades de indigencia, - que un día de éxito nos adormezca sobre la vergüenza de nuestra incapacidad fatal?,
(¡Oh palmas! ¡Diamante! - ¡Amor! ¡Fuerza! - ¡Más alto que todas las alegrías y glorias! - De todas formas, por todas partes, - Demonio, dios - Juventud de este ser concreto; ¡yo!)

¿Que accidentes de hechicería científica y movimientos de fraternidad social sean deseados como restitución progresiva de la sinceridad primera?...
Pero la Vampira que nos vuelve amables ordena que nos divirtamos con lo que nos deja, o que de lo contrario seamos más extravagantes.

Rodar a las heridas, por el aire extenuante y el mar; a los suplicios, por el silencio de las aguas y del aire mortíferos; a las torturas que ríen, en su silencio atrozmente encrespado.


Florine Stettheimer


DEMOCRACIA

"La bandera avanza hacia el paisaje inmundo, y nuestra jerga ahoga el tambor.
"En los centros alimentaremos la prostitución más cínica. Aplastaremos las revueltas lógicas.
"¡En los países de pimienta y destemplanza! - al servicio de las más monstruosas explotaciones industriales o militares.
"Adiós a los de aquí, a cualquier sitio. Reclutas de buena voluntad, nuestra filosofía será feroz; ignorantes para la ciencia, taimados para el bienestar; que reviente el mundo que avanza. Ésta es la verdadera marcha. Adelante, ¡en camino!"


Florine Stettheimer


INFANCIA

I


Este ídolo, ojos negros y crin amarilla, sin padres ni corte, más noble que la fábula, mexicana y flamenca; su dominio, azur y verdor insolentes, corre sobre playas nombradas, por olas sin bajeles, de nombres ferozmente griegos, eslavos, célticos.
En la linde del bosque, - las flores de ensueño tintinean, estallan, relumbran, - la muchacha de labio de naranja, con las rodillas cruzadas en el claro diluvio que surge de los prados, desnudez que ensombran, atraviesan y visten los arco iris, la flora, el mar.
Damas que dan vueltas en las terrazas vecinas al mar; infantas y gigantas, soberbias, negras en el musgo cardenillo, joyas alzadas sobre el suelo feraz de los bosquetes y de los jardincillos deshelados, - jóvenes madres y hermanas mayores de miradas llenas de peregrinaciones, sultanas, princesas de andares y atuendo tiránicos, pequeñas forasteras y personas dulcemente desdichadas.
Menudo aburrimiento la hora del "querido cuerpo" y "querido corazón".


II


Es ella, la pequeña muerta, detrás de los rosales. - La joven mamá difunta baja la escalinata. - La calesa del primo rechina en la arena. - El hermano pequeño - (¡está en las Indias!) ahí, ante el crepúsculo, sobre el prado de claveles. - Los viejos que han enterrado totalmente tiesos en la muralla de los alhelíes.
El enjambre de hojas de oro rodea la casa del general. Están en el sur. - Se sigue el sendero rojo para llegar al albergue vacío. El castillo está en venta; las persianas están desprendidas. - El cura se habrá llevado la llave de la iglesia. - Alrededor del parque, las casetas de los guardas están deshabitadas. Las empalizadas son tan altas que sólo se ven las cimas rumorosas. Además dentro no hay nada que ver.
Los prados suben hacia las aldehuelas sin gallos, sin yunques. La esclusa está levantada. ¡Oh los Calvarios y los molinos del desierto, las islas y las muelas!
Zumban flores mágicas. Los taludes le mecían. Circulaban animales de una elegancia fabulosa. Las nubes se agolpaban sobre la alta mar hecha de una eternidad de cálidas lágrimas.


III


En el bosque hay un pájaro; su canto os detiene y os hace sonrojar.
Hay un reloj que no suena.
Hay un hoyo con un nido de animales blancos. 
Hay una catedral que baja y un lago que sube.
Hay un cochecito abandonado en el bosquecillo, o que desciende por el sendero corriendo, adornado con cintas. 
Hay una compañía de pequeños comediantes con trajes de escena, divisados en el camino por entre la linde del bosque.
Hay en fin, cuando se tiene hambre y sed, alguien que os echa.


***


ARTHUR RIMBAUD, nace en Charleville el 20 de octubre de 1854, muere en Marsella en 10 de noviembre de 1891.
Poeta francés, Arthur Rimbaud. En 1870 comenzó una vida bohemia y aventurera, viajando a París y Bruselas. En 1917, volvió a París, estableciendo una relación homosexual con el autor Paul Verlaine, relación de amor–odio, rodeada de drogas y sexo. 
Concluida la relación, Rimbaud viajó por diferentes países europeos mientras escribía. En 1880, dejó de lado su carrera literaria, y viajó por África. En 1891 regresó a Francia, donde murió de un cáncer de hueso.
Rimbaud está considerado como la cumbre del simbolismo francés, precursor de la poesía moderna; su obra es decadente y sensual. De entre su obra habría que destacar títulos como Iluminaciones o Una temporada en el infierno.







"Vi que todos los seres están destinados a la felicidad: la acción no es la vida, sino una manera de perder algo de fuerza, un enervamiento. La moral es la debilidad del cerebro."





miércoles, 16 de agosto de 2017

CHARLES BUKOWSKI - EL GENIO DE LA MULTITUD


Todo un genio de ser humano, odiado y querido, da igual, no se puede negar que sus poemas remueven conciencias. "El genio de la multitud", se trata de uno de esos poemas incómodos, que desnuda a esta sociedad con verdades como templos.





Hay suficiente traición y odio,
violencia.

Necedad en el ser humano corriente
como para abastecer cualquier ejercito o cualquier
jornada.

Y los mejores asesinos son aquellos
que predican en su contra.

Y los que mejor odian son aquellos
que predican amor.

Y los que mejor luchan en la guerra
son (al final) aquellos que
predican
PAZ.

Aquellos que hablan de Dios.

Necesitan a Dios
Aquellos que predican paz
No tienen paz.

Aquellos que predican amor
No tienen amor.

Cuidado con los predicadores
cuidado con los que saben.

Cuidado con
Aquellos que
Están siempre
Leyendo
Libros.

Cuidado con aquellos que detestan
la pobreza o están orgullosos de ella.

Cuidado con aquellos de alabanza rápida
pues necesitan que se les alabe a cambio.

Cuidado con aquellos que censuran con rapidez:
tienen miedo de lo que
no conocen.

Cuidado con aquellos que buscan constantes
multitudes; no son nada
solos.

Cuidado con
El hombre corriente
Con la mujer corriente
Cuidado con su amor.

Su amor es corriente, busca
lo corriente.

Al no ser capaces
de crear arte
no entenderán
el arte.

Considerarán su fracaso
como creadores
sólo como un fracaso
del mundo.

Al no ser capaces de amar plenamente
creerán que tu amor es
incompleto
y entonces te
odiarán.


Charles Bukowski 


viernes, 2 de junio de 2017

LA MODERNIDAD MALDITA - CHARLES BAUDELAIRE

Constantin Guys pintó a Baudelaire


Las flores del mal de Charles Baudelaire

La modernidad maldita


El escritor, hasta el siglo XIX, era un ser respetable y normalmente sofisticado, de elevada posición social y alto nivel de cultura, que cultivaba el arte para mayor gloria de Dios y de los hombres. Los mecenas, nobles, príncipes, aristócratas, financiaban a los artistas y sus obras. El capitalismo acabó con todo eso. El capital tiene como fin en sí mismo multiplicarse, engendrar plusvalía, acumular, una dinámica reñida con el despilfarro y el ocio. La producción artística pasa a tener un valor de cambio y no ya solamente valor de uso como antes. Y no solamente el arte se mercantiliza sino que la nueva situación envuelve al artista, que pasa a depender del valor de cambio de sus creaciones. Junto a él, y a veces por encima de él, aparecen las editoriales, los agentes literarios, las galerías de arte, los derechos de autor, la propiedad intelectual, esto es, las fábricas de la cultura que pretenden extraer una rentabilidad de los capitales invertidos.

En el siglo XIX aparecen los primeros autores que escriben por un nuevo motivo, que es el de ganar dinero, que firman contratos a destajo, a tanto por palabra, que deben escribir día y noche para pagar sus deudas y que deben entregar sus cuartillas repletas en la fecha fijada. 

Desprovista de sus ropajes, hoy tan mitificados, la modernidad no es más que una visión mercantilista de la literatura. Lo que se hizo impostergable con la modernidad fue la conversión de la poesía en mercancía, traficar con los versos. 

Las vanguardias no son más que una consecuencia del afán mercantilista de renovación de la maquinaria cultural, el incremento de la fabricación artística, el aumento de su productividad. Alcanzamos así otro componente de la modernidad, que es la artificiosidad, que es el punto de llegada no sólo de las exigencias productivas capitalistas en el ámbito de la cultura, sino también de la exacerbada subjetividad del artista que, igual que el capitalismo, debe reconstruir la naturaleza a su imagen y semejanza. 

El artista impone su versión del paisaje lo mismo que el capitalismo lo sepulta bajo las vías férreas o lo horada con negros túneles. Y a pesar de que recrea el entorno, el artista se siente enfrentado a él hostilmente. El mundo que le rodea no le gusta.

Mientras, de manera cínica y desvergonzada, nos hablan del arte por el arte y rehuyen como la peste cualquier asomo de finalidad cognoscitiva, ética o didáctica en la creación cultural.

La imagen maldita del artista es sin duda expresión de su desamparo (más económico que otra cosa), forzado a llevar una vida de marginado, más cerca del lumpen que de la aristocracia. Ciertamente esa es la imagen que presentan los literatos del siglo XIX (Dickens, Balzac, Dostoievski), acuciados por graves problemas económicos, perseguidos por sus acreedores, siempre al borde del desahucio.

Llegados a este punto quizá sea bueno recordar que, como Marx demostró, "las ideas de la clase dominante son las ideas dominantes en cada época".

Asimismo, define en el mismo texto, a la Modernidad como:

"lo transitorio, lo fugitivo, lo contingente, la mitad del arte, cuya otra mitad es lo eterno y lo inmutable".







Charles Baudelaire (1821-1867), poeta, maldito, incestuoso, rebelde. 

Censurado desde la publicación misma de su poemario Las flores del mal. Incomprendido durante largo periodo. Aclamado por otros veneradores de lo prohibido. Este explorador de lo urbano, merece mucho más que interpretaciones banales de su poética.






Baudelaire es considerado el "padre de la poesía moderna"

Son varias las tendencias estéticas, (decadentismo, prerrafaelismo, parnasianismo, simbolismo). 

Baudelaire es el poeta de mayor impacto en el Simbolismo francés, precursor del Decadentismo: el dandismo y malditismo como rechazo de la moral burguesa, afán de rebeldía individual y social, concepción no utilitaria del arte.

Los decadentistas rechazan la sociedad burguesa y adoptan una actitud de superioridad que les lleva a transgredir la moral y a complacerse en lo morboso. Tales ideales se acercan también al Simbolismo. 

Los simbolistas desprecian al gran público al que consideran incapaz de comprender su arte. Defienden la importancia de los sentidos (paisaje, mujer, un cuadro) todo puede ser hermoso, es fuente de goce para el oído, la vista, tacto y olfato. Recurre a la musicalidad de las palabras y al cruce de sensaciones. 




martes, 2 de mayo de 2017

GUILLAUME APOLLINAIRE - 2 POEMAS

"Cuando el hombre quiso imitar el andar, creó la rueda, que no se parece en nada a una pierna. Así hizo surrealismo sin saberlo"



Sonia Delaunay, Cantaora de flamenco, 1916

Las campanas

"Entre el rumor de las campanas,
bella gitana, amante y mía,
nos amamos perdidamente
y nadie, nadie, nos veía.

Olvidamos que las campanas,
asomadas al campanario,
nos vieron, ay, y noche y día
se lo cuentan al vecindario.

Mañana Pedro y Catalina,
el panadero y su mujer,
Juan y María Golondrina,
mi amiga Luz, mi prima Ester,

sonreirán, de cierta manera
Yo no sabré dónde meterme
Tú estarás lejos. Lloraré
Y hasta es posible que me muera.."


***

Cuarto poema secreto a Madelaine

(...)
"Amor mío
mi boca será un ejército contra ti,
un ejército lleno de desatinos,
que cambia lo mismo que un mago
sabe cambiar sus metamorfosis,
pues mi boca se dirige también a tu oído
y ante todo mi boca te dirá amor,
desde lejos te lo murmura
y mil jerarquías angélicas
que te preparan una paradisíaca dulzura en él se agitan,
y mi boca es también la Orden que te convierte en mi esclava,
y me da tu boca Madeleine,
tu boca que beso Madeleine..."




Apollinaire por Maurice de Vlaminck

Guillaume Apollinaire (Roma, 26 de agosto de 1880-París, 9 de noviembre de 1918), fue un poeta, novelista y ensayista francés. 

En 1909 publicó su primer libro, El encantador en putrefacción, basado en la leyenda de Merlín y Viviana, al que siguieron una serie de relatos de contenido fabuloso. 

Sus libros de poemas El bestiario o el cortejo de Orfeo (1911) y Alcoholes (1913) reflejan la influencia del simbolismo, al tiempo que introducen ya importantes innovaciones formales, ese mismo año apareció el ensayo crítico Les peintres cubistes (Los pintores cubistas), defensa encendida del nuevo movimiento como superación del realismo. Al estallar la guerra de 1914, se alistó como voluntario y fue herido de gravedad en la cabeza en 1916. 
Ese año se le concede la nacionalidad francesa, murió dos años después, víctima de la gripe española, cuando aún estaba convaleciente.





"Los grandes poetas y los grandes artistas, tienen, como función social, una incesante renovación de la apariencia que la naturaleza pone ante nuestros ojos. Sin los poetas, sin los artistas, los hombres se sentirían pronto aburridos de la monotonía de la naturaleza" (Palabras de Guillaume Apollinaire)


miércoles, 26 de abril de 2017

DATE UNA TREGUA - JOSEPH RUDYARD KIPLING

Pablo Picasso, "Desnudo azul", 1974


Cuando vayan mal las cosas como a veces suelen ir,
cuando ofrezca tu camino sólo cuestas que subir,
cuando tengas poco haber pero mucho que pagar,
y precises sonreír aun teniendo que llorar,
cuando ya el dolor te agobie y no puedas ya sufrir,
descansar acaso debes pero nunca desistir.

Tras las sombras de la duda,
ya plateadas ya sombrías,
puede bien surgir el triunfo,
no el fracaso que temías,
y no es dable a tu ignorancia figurarse cuan cercano,
puede estar el bien que anhelas y que juzgas tan lejano, lucha,
pues por más que en la brega tengas que sufrir.

¡Cuando todo esté peor, más debemos insistir!
Si en la lucha el destino te derriba,
si todo en tu camino es cuesta arriba,
si tu sonrisa es ansia satisfecha,
si hay faena excesiva y vil cosecha,
si a tu caudal se contraponen diques,
Date una tregua, ¡pero no claudiques!
"Porque en esta vida nada es definitivo,
toma en cuenta que: todo pasa, todo llega y todo vuelve"


Joseph Rudyard Kipling, escritor, novelista y poeta inglés nacido en la India.


domingo, 2 de abril de 2017

OLIVERIO GIRONDO - INVITACIÓN AL VÓMITO

Cúbrete el rostro
y llora...
pero no te contengas.
Vomita.

¡Sí!
Vomita



Pawla Kuczynskiego




Tardará, tardará.

Ya sé que todavía
los émbolos,
la usura,
el sudor,
las bobinas
seguirán produciendo,
al por mayor,
en serie,
iniquidad,
ayuno,
rencor,
desesperanza;
para que las lombrices con huecos portasenos,
las vacas de embajada,
los viejos paquidermos de esfínteres crinudos,
se sacien de adulterios,
de diamantes,
de caviar,
de remedios.

Ya sé que todavía pasarán muchos años
para que estos crustáceos
del asfalto
y la mugre
se limpien la cabeza,
se alejen de la envidia,
no idolatren la seña,
no adoren la impostura,
y abandonen su costra
de opresión,
de ceguera,
de mezquindad,
de bosta.

Pero, quizás, un día,
antes de que la tierra se canse de atraernos
y brindarnos su seno,
el cerebro les sirva para sentirse humanos,
ser hombres,
ser mujeres,
(no cajas de caudales,
ni perchas desoladas),
someter a las ruedas,
impedir que nos maten,
comprobar que la vida se arranca y despedaza
los chalecos de fuerza de todos los sistemas;
y descubrir, de nuevo, que todas las riquezas
se encuentran en nosotros y no bajo tierra.

Y entonces
¡Ah! ese día
abriremos los brazos
sin temer que el instinto nos muerda los garrones,
ni recelar de todo,
hasta de nuestra sombra;
y seremos capaces de acercarnos al pasto,
a la noche,
a los ríos,
sin rubor,
mansamente,
con las pupilas claras,
con las manos tranquilas;
y usaremos palabras sustanciosas,
auténticas;
no como esos vocablos erizados de inquina
que babean las hienas al instarnos al odio,
ni aquellos que se asfixian
en estrofas de almíbar
y fustigada clara de huevo corrompido;
sino palabras simples,
de arroyo,
de raíces,
que en vez de separarnos
nos acerquen un poco;
o mejor todavía,
guardaremos silencio
para tomar el pulso a todo lo que existe
y vivir el milagro de cuanto nos rodea,
mientras alguien nos diga,
con una voz de roble,
lo que desde hace siglos
esperamos en vano.



Imagen tomada del blog www.trianarts.com

Oliverio Girondo, (Lo que esperamos, Invitación al vómito)


martes, 10 de enero de 2017

RENÉ DAUMAL - EL MONTE ANÁLOGO




"Una de las leyes del Monte Análogo: para alcanzar su cima hay que ir de refugio en refugio. Pero, antes de partir de cada uno de ellos, existe el deber ineludible de preparar a los seres que habrán de ocupar el lugar que se abandona. Y sólo después de haberlos preparado se puede continuar el ascenso.

En consecuencia, antes de lanzarnos hacia un nuevo refugio hemos tenido que descender, para enseñar nuestros primeros conocimientos a otros buscadores..."




Los hombres-huecos viven en la piedra, se pasean por ella como cavernas móviles. Se pasean sobre el hielo como burbujas de forma humana. Pero no se aventuran por el aire, pues se los llevaría el viento. Poseen casas en la piedra, cuyas paredes están hechas de agujeros, y carpas en el hielo que tienen tela de burbujas. Durante el día permanecen dentro de la piedra, pero de noche vagan, vagan por el hielo y bailan a las luz de la luna llena. Jamás ven el sol, si lo hacen explotarían. El vacío es su único alimento, comen la forma de los cadáveres y se embriagan de palabras huecas, de todas las palabras huecas pronunciadas por nosotros. Hay quienes dicen que desde siempre han sido y por siempre serán. Y hay quienes dicen que son muertos. Y también están los que opinan que cada ser viviente posee su hombre-hueco en la montaña -en la misma forma en que la espada tiene su vaina, el pie su huella- y que al morir se juntan y forman uno solo.


En el pueblo de las Cien-casas vivía el viejo sacerdote-mago Kissé y su mujer Hule-hule. Tenían dos hijos, los gemelos a quien nada diferenciaba, llamados Mo y Ho. Su propia madre los confundía. Para distinguirlos, el día en que se les dieron los nombres colocaron a Mo un collar con una crucecita y a Ho un collar que llevaba un pequeño anillo.


El viejo Kissé tenía una gran preocupación silenciosa. Según la costumbre, su hijo primogénito habría de sucederle. Pero, ¿Quién era su hijo primogénito?


En la adolescencia, Mo y Ho eran consumados montañeros. Les apodaban los Atraviesatodo. Un día su padre les dijo: "Transmitiré el gran conocimiento a aquél que me traiga la Rosa-amarga, solo a ése.


La Rosa-amarga crece en la cumbre de los picos más elevados. Quema la lengua del que la ha comido cuando se prepara para decir una mentira, sea en voz alta o baja. Puede seguir diciendo mentiras, pero ya está prevenido. Algunas personas han visto la Rosa-amarga: por lo que cuentan, tiene un aspecto parecido a un gran liquen multicolor, o a un enjambre de mariposas. Pero nadie ha podido cogerla, pues el menor estremecimiento de miedo junto a ella la intimida y regresa al peñasco. Incluso si, aunque se la desee, se siente cierto miedo a poseerla, desaparece inmediatamente.


Cuando se habla de una acción imposible, o de una empresa absurda, se dice: "Es como pretender ver la noche en pleno día", o "Es como querer iluminar el sol para verlo mejor", y también, "Es como querer intentar atrapar a la Rosa-amarga" [..]


(Fragmento del libro El Monte Análogo de René Daumal, 1952. Se publicó cuando él ya estaba muerto).


Un libro fascinante, tierno, y que por lo menos a mí cuando lo leí la primera vez me hizo llorar, lo he releído y he vuelto a llorar. Poeta malditísimo, una figura, para mí, deslumbrante.



RENÉ DAUMAL (FRANCIA, 1908-1944)




Poemas suyos:



*.- La consoladora



El silencio agravaba la pérdida de un amigo,


Las llamas de las velas se cuajaban en flores


blancas,


Entonces yo me señalé con el dedo en los espejos.



Unos cajones se abrieron solos con la brisa de la


mañana,


Un sol hacía cálculos estúpidos babeando.



Una mujer con ojos de blanco marfil entró


Y me tendió los brazos sonriendo; poseía


En vez de dientes trozos de carne roja.





*.- de "Le Contre-ciel", 1936. 



Yo soy la muerte, porque no tengo el deseo


No tengo el deseo porque creo poseer


Creo poseer porque no trato de dar


Tratando de dar, vemos que no tenemos nada


Al ver que no se tiene nada, uno trata de darse


Tratando de darse, uno ve que no es nada


Viendo que no se es nada, se desea llegar a ser


Deseando llegar a ser, se vive.




*.- La desilusión



Blanco y negro y blanco y negro


atención, quiero enseñaros a morir,


cerrad los ojos, apretad los dientes,


¡Clac!, ya veis, no es nada difícil,


no hay en esto nada asombroso.


Os hablo sin pasión


negro y blanco y negro y blanco,


¡Clac!, ya veis qué pronto se aprende,


os hablo sin amor,


y sin embargo bien sabéis…


(hay que llevar la evidencia hasta lo absurdo)


Blanco y negro y blanco y negro y negro y blanco,


si nuestras almas cambiaran sus cuerpos,


nada cambiaria,


por lo tanto no habléis más de cuerpos y almas.


Blanco, negro, ¡Clac! es lo único


que podemos concebir unido,


(¿no es cierto que no hay en esto nada trágico?)


Os hablo sin pasión


Blanco, negro, blanco, negro, ¡Clac!,


es mi eterno grito de moribundo,


ese grito blanco, ese agujero negro…


¡Oh! No entendéis nada,


ni tampoco existís


yo me encuentro solo para morir.



jueves, 30 de junio de 2016

DYLAN THOMAS - EL ÚLTIMO MALDITO


(...) Y la muerte no tendrá dominio.
Las gaviotas ya nunca clamarán en sus oídos,
Ni las olas romperán sonoras sobre la costa;
Cuando brote un capullo la flor no alzará
La cabeza a los golpes de la tormenta;
Aunque sean dementes y muertos como clavos,
líderes de los martillados entre margaritas;
Descansando al sol hasta que el sol descanse,
y la muerte no tendrá dominio.



A mí no me interesa la poesía, sino los poemas, y añadió una contundente verdad sobre sus alucinados versos: "Guardo una bestia, un ángel y un loco dentro de mí; mi búsqueda es saber cómo obran y mi problema es juzgarlos y vencerlos, derribarlos y elevarlos y que se expresen a sí mismos".




Mi mundo es pirámide

II
Mi mundo es pirámide. La sigilosa máscara
llora sobre el ocre desierto y el verano
agresivo de sal.
Con mi armadura egipcia fundiéndose en su sábana
araño la resina hasta un hueso estrellado
y un falso sol de sangre.

Mi mundo es un ciprés y un valle de Inglaterra
yo remiendo mi carne que retumbó en los patios
roja por la salva de Austria.
Oigo a través del tambor de los muertos, que mutilados jóvenes
mientras siembran sus vísceras desde un cerro de huesos
gritan Eloi a los cañones.
(...)


¿Quién sopla la pluma de la muerte? ¿De qué gloria es el color?
en la vena yo soplo esta pluma lanuda
es el lomo la gloria en una laboriosa palidez.
Mi arcilla ignora el pecho y mi sal no ha nacido,
niño secreto, yo vago por el mar
en seco, sobre el muslo a medias derrotado.



No entres dócil en esa dulce noche



No entres dócil en esa dulce noche:
debe arder la vejez y delirar al fin del día;
rabia, rabia contra la agonía de la luz.

Aunque sepa al morir que la tiniebla es justa,
porque sus palabras no relampaguearon el sabio
no entra dócil en esa dulce noche.

Tras la última ola el hombre honrado, clamando lo brillantes
que habrían bailado sus gestas pobres en las bahías verdes,
rabia, rabia contra la agonía de la luz.

El rebelde, que atrapó el sol cantándolo en su vuelo
pero aprende, tarde, que lloraba su paso,
no entra dócil en esa dulce noche.

El solemne, en su muerte, al ver con vista cegadora
que ojos ciegos podrían flamear como meteoros, alegres,
rabia, rabia contra la agonía de la luz.

Y tú, padre, allá en la altura triste,
con llanto feroz maldice, bendíceme ahora, te ruego.
No entres dócil en esa dulce noche.
Rabia, rabia contra la agonía de la luz.



Y la muerte no tendrá dominio



Y la muerte no tendrá dominio.
Muerto es desnudo, todos serán uno
Con el hombre en el viento y la luna occidental;
Cuando sus huesos estén limpios
Y limpios sus huesos se hayan ido,
Tendrán estrellas en los codos y pies;
Aunque vayan locos serán cuerdos,
Aunque se hundan en el mar se elevarán,
Aunque se pierdan los amantes el amor no,
Y la muerte no tendrá dominio.

Y la muerte no tendrá dominio.
Bajo las vanas corrientes del océano
Ellos yacen a lo largo sin morir en vano,
Torciéndose cuando los nervios acechan,
Atados a una rueda, ellos no se quebrarán;
La fe en sus manos nunca se romperá,
Y el unicornio correrá entre los males;
Separando todo jamás se desarmarán;
Y la muerte no tendrá dominio.

Y la muerte no tendrá dominio.
Las gaviotas ya nunca clamarán en sus oídos,
Ni las olas romperán sonoras sobre la costa;
Cuando brote un capullo la flor no alzará
La cabeza a los golpes de la tormenta;
Aunque sean dementes y muertos como clavos,
Líderes de los martillados entre margaritas;
Descansando al sol hasta que el sol descanse,
Y la muerte no tendrá dominio.




***



Dylan Thomas nació en Swansea, Reino Unido, 1914 y falleció en Nueva York, 1953. Poeta galés de lengua inglesa. Se destacó en sus comienzos por su trabajo como periodista en el South Wales Evening Post, por sus piezas teatrales y durante la Segunda Guerra Mundial como guionista para la BBC, donde recitaba sus poemas como así también los de poetas contemporáneos. 


Poeta maldito, escritor de cuentos y dramaturgo.

Famoso por ser un bohemio y famoso también por su vozarrón cautivante, que atraía, cual cantante juvenil, a cientos de personas a sus recitales poéticos, o a pegarse al receptor cuando hablaba en la BBC. Poeta precoz y repentinamente fallecido, el caos y el exceso fueron su camino a la genialidad.


Un escritor de poemas y cuentos. De una voz interior que busca ser oída para descubrir la música de las palabras.


Su lenguaje es muy rico y sonoro, y las imágenes alcanzan a veces una belleza difícil de igualar. A cambio, la lectura resulta a veces un poco complicada (imágenes medio crípticas). Su obra poética principal esta recogida en "Collected poems: 1934-1952".

Sus libros más conocidos son: Dieciocho poemas (1934), Veinticinco poemas (1936) y Mapa de amor (1939). Alcanzó su plenitud en Defunciones y nacimientos (1946).


"Lea los poemas que le gusten. No lo preocupe el que sean importantes o perdurables. Después de todo, ¿qué importa lo que la poesía es? Si quiere una definición de poesía, diga: "Poesía es lo que me hace reír o llorar o bostezar, lo que hace vibrar las uñas de mis pies, lo que me hace desear hacer esto, aquello o nada" y contentase con eso. Lo que importa con respecto a la poesía es el placer que proporciona, por trágico que sea. Lo que importa es el movimiento eterno que está detrás de ella, la vasta corriente subterránea de dolor, locura, pretensión, exaltación o ignorancia por modesta que sea la intención del poema". 

(Así intentaba explicar Dylan Thomas qué era para él la poesía)






La poesía de Thomas sigue en pie, aguantando el peso de su leyenda. Sus poemas habitan todavía en su voz grave y modulada, y perduran las asociaciones inauditas y la musicalidad de sus versos como un prodigio de intuición poética.

Es posible que no hubiese hecho falta que un tal Robert Allen Zimmerman decidiera llamarse Bob Dylan en su honor, ni que el propio Thomas muriese de un colapso -delirium tremens- tras haberse bebido, según le manifestó, dicen, a su médico entre estertores, la heroica cifra de dieciocho whiskies seguidos. 




"Mi corazón único y noble tiene sus testigos en todos los países del amor que a tientas despertarán; y cuando el sueño ciego caiga sobre los sentidos en acecho será sensual el corazón aunque haya cinco ojos que se quiebren".




domingo, 20 de marzo de 2016

SOY ANTONIN ARTAUD - EL OMBLIGO DE LOS LIMBOS


"Artaud, la cara de mis alucinaciones. Los ojos alucinados. Los rasgos angulosos, tallados por el dolor. El hombre soñador, diabólico e inocente, frágil, nervioso, potente. Realmente es un hombre alucinado y alucinante… es un decadente quebrantado y tembloroso, otro "decadente entusiasta", opio, quizá. Sus ojos trascienden lo que miran. La cara demacrada, la malicia, la pasión, la violencia".

Anaïs Nin, 12 de Marzo de 1933.







¿Quién soy?
¿De dónde vengo?
Soy Antonin Artaud
y apenas yo lo diga
como sé decirlo
inmediatamente
verán mi cuerpo actual
estallar
y recogerse
bajo diez mil aspectos notorios
un cuerpo nuevo
en el que ustedes no podrán
nunca jamás
olvidarme.


*****



"No me parece que lo más urgente sea defender una cultura cuya existencia nunca ha liberado a un hombre de la preocupación de vivir mejor y de tener hambre, sino extraer de aquello que se llama cultura ideas cuya fuerza viviente es idéntica a la del hambre."



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EL OMBLIGO DE LOS LIMBOS


Allí donde otros exponen su obra yo sólo pretendo mostrar mi espíritu. 
Vivir no es otra cosa que arder en preguntas. No concibo la obra al margen de la vida. 
No amo en sí misma a la creación. Tampoco entiendo el espíritu en sí mismo. Cada una de mis obras, cada uno de los proyectos de mí mismo, cada uno de los brotes gélidos de mi vida interior expulsa sobre mí su baba. 
Estoy en una carta escrita para dar a entender el estrujamiento íntimo de mi ser, tanto como estoy en un ensayo exterior a mí mismo y que se me presenta como una indiferente incubación de mi espíritu. 
Sufro que el Espíritu no halle lugar en la vida y que la vida no se encuentre en el Espíritu, sufro del Espíritu-órgano, del Espíritu-traducción o del Espíritu-atemorizante-de-las-cosas 
para hacerlas ingresar en el Espíritu. Yo dejo este libro colgado de la vida, deseo que sea 
masticado por las cosas exteriores y en primer término por todos los estremecimientos acuciantes, todas las vacilaciones de mi yo por venir. 
Todas estas páginas se arrastran en el espíritu como témpanos. Perdón por mi total libertad. Me niego a hacer diferencias entre cada minuto de mí mismo. No acepto el espíritu planeado (...)

Doctor, 

Hay un asunto sobre el cual hubiera querido insistir: es el de la relevancia de la cosa sobre la cual operan sus inyecciones; esta especie de languidecimiento esencial de mi ser, esta disminución de mi estiaje mental, que no quiere decir, como podría creerse, un rebajamiento cualquiera de mi moralidad (de mi alma moral) o ni siquiera de mi inteligencia, sino más bien de mi intelectualidad servible, de mis recursos razonantes, y que se relaciona más con el 
sentimiento que tengo yo mismo de mí mismo yo, que con lo que pongo de manifiesto a los demás de él. 
Esta vitrificación sorda y polimorfa del pensamiento que en cierto momento elige su forma. Hay una vitrificación inmediata y llana del yo en el centro de todas las posibles formas, de todos los modos posibles del pensamiento. 
Y, señor Doctor, ahora que usted está bien enterado de lo que puede ser alcanzado en mí (y curado por las drogas), de la zona de conflicto de mi vida, espero que sabrá suministrarme la cantidad suficiente de líquidos sutiles, de reactores especiosos, de morfina mental, capaces de 
sobreponer mi abatimiento, de enderezar lo que cae, de juntar lo que está separado, de reparar lo que está destruido. 

Le saluda mi pensamiento



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Antonin Artaud. (1895 - 1948). Poeta, dramaturgo y actor francés, creador del estilo del teatro de la crueldad, fuente teórica más importante del Teatro del absurdo.

Considerado uno de los grandes escritores malditos del siglo, su labor entre los hombres fue la de explorarse a sí mismo, una aterradora, obsesiva e implacable búsqueda de la verdad intrínseca que le llevó a los estados más calamitosos de abandono vital, de debilidad y autodestrucción.

Es uno de esos turbadores personajes de la poesía y el arte contemporáneo al que nunca podremos clasificar ni juzgar con ecuanimidad.





"He entrado en la literatura escribiendo libros para decir que no podía escribir absolutamente nada; cuando tenia algo que decir o escribir, mi pensamiento era lo que más se negaba. Nunca tenía ideas, y dos o tres pequeños libros de setenta páginas cada uno giran sobre esta ausenciaprofunda, inveterada, endémica, de toda idea. Son L' Omblic des limmbes y Les Pèse-Nerfs".



Autorretrato, 1915

Autorretrato, 1946



"No es posible que al fin el milagro no estalle

He sido demasiado castigado

Me he atormentado demasiado en el mundo

He trabajado demasiado para ser puro y fuerte

He perseguido demasiado al mal

He buscado demasiado tener un cuerpo limpio".






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