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domingo, 30 de abril de 2017

TEXTOS Y DELIRIOS DE MARÍA ZAMBRANO - EL PENSAMIENTO FILOSÓFICO EN EL EXILIO


"[...] Desde que el pensamiento consumió su "toma de poder", la poesía se quedó a vivir en los arrabales, arisca y desgarrada, diciendo a voz en grito todas las verdades inconvenientes; terrible mente indiscreta y en rebeldía. Porque los filósofos no han gobernado aún ninguna república, la razón por ellos establecida ha ejercido un imperio decisivo en el conocimiento, y aquello que no era radicalmente racional, con curiosas alternativas, o ha sufrido su fascinación, o se ha alzado en rebeldía [..]


Filosofía y poesía, María Zambrano.





Pocas veces la filosofía pensada, sentida y escrita en castellano dará tamaña satisfacción estética al lector como la nacida del corazón y la cabeza de la pensadora María Zambrano (Vélez-Málaga, 1904-Madrid, 1991). 

Sus textos son diáfanos, aun cuando no están exentos de paradojas, pues fue mujer que vivió con hondura las contradicciones del pensamiento y que, en su pugna por expresar lo que acaso sólo puede decirse mediante la poesía, ensayaba caminos con veredas entrecruzadas. Para ella fue la filosofía una tarea vital, "éxtasis fracasado por un desgarramiento", y desde niña le urgió la absorbente necesidad de explicarlo; "quiero pensar", sentenció con aplomo.

“Hay cosas que no pueden decirse, y es cierto. Pero esto que no puede decirse es lo que se tiene que escribir”

Su pensamiento es un legado siempre vivo para la poesía y el pensamiento. El destino hizo que ella no tuviera discípulos en universidades que continuaran su labor por la propia tragedia de nuestro país. La misma suerte que corrieron otros muchos intelectuales fieles a la República. La España peregrina. La España del exilio.


"La luz del pensamiento filosófico no es la luz viviente del sol, sino la claridad, principio de la vida según Platón, el teólogo de esta luz"





Os dejo algunos de sus textos y libros que más me gustan y me han ayudado a entender este mundo y sus habitantes.


Antes de la ocultación


Comencé a cantar entre dientes por obedecer en la oscuridad absoluta que no había hasta entonces conocido, la vieja canción del agua todavía no nacida, confundida con el gemido de la que nace; el gemido de la madre que da a luz una y otra vez para acabar de nacer ella misma, entremezclado con el vagido de lo que nace, la vida parturiente. Me sentí acunada por este lloro que era también canto tan de lejos y en mí, porque nunca nada era mío del todo. ¿No tendría yo dueño tampoco?

La música no tiene dueño, pues los que van a ella no la poseen nunca. Han sido por ella primero poseídos, después iniciados. Yo no sabía que una persona pudiera ser así, al modo de la música, que posee porque penetra mientras se desprende de su fuente, también en una herida. Se abre la música sólo en algunos lugares inesperadamente, cuando errante el alma sola, se siente desfallecer sin dueño. En esta soledad nadie aparece, nadie aparecía cuando me asenté en mi soledad última; el amado sin nombre siquiera. Alguien me había enamorado allá en la noche, en una noche sola, en una única noche hasta el alba. Nunca más apareció. Ya nadie más pudo encontrarme.

(Diotima de Mantinea en "Hacia un saber sobre el alma", p. 196)


Claros del Bosque


"Los meses, los días y los años, que vagan en uno y otro sentido recorriendo cientos de generaciones, son los viajeros de la eternidad. Aquellos que navegan en un barco que cruzan los mares, o aquellos que conducen de las riendas sus cabalgaduras a lo largo y a lo ancho del mundo, son, hasta que la edad los obliga a sucumbir, viajeros a tiempo completo cuyo hogar es el propio viaje. (…) No sé cuándo con exactitud, pero un día, de pronto se despertó e mí ese deseo irresistible de dejarme llevar por el viento como éste hace con las nubes". 

(Fragmento)







María Zambrano escribe su libro Persona y Democracia en plena guerra fría. Lo publica en el año 1958 cuando vivía en Roma, exiliada de su país desde hacía casi veinte años y bajo vigilancia. En aquel momento de la historia se hablaba de crisis de Occidente, orfandad la llamaba Zambrano y reflexiona entre otros sobre los conceptos de individuo, persona, democracia, libertad, realización personal, sacrificio, historia y tiempo.


Obras Completas

El volumen trata de todos los escritos autobiográficos que María Zambrano escribió. Está dividido en dos partes: 

En la primera se ofrecen los "delirios", que así llamaba ella a las cosas íntimas de la vida. Sus escritos autobiográficos y sus delirios y poemas.

La segunda parte trata del libro Delirio y destino, un texto donde María Zambrano trata de estos fragmentos autobiográficos incidiendo sobre la poesía, la filosofía, la espiritualidad, incluso la guerra civil española enmarcada en la tragedia del conflicto mundial. La filósofa escribió una versión completa de este libro en 1952, que es la que se ofrece en esta edición, pero que se acompaña de borradores que se presentan también como inéditos ya que no fueron incluidos en aquella versión. 



La llama


Asistida por mi alma antigua, por mi alma primera al fin recobrada, y por tanto tiempo perdida. Ella, la perdidiza, al fin volvió por mí. Y entonces comprendí que ella había sido la enamorada. Y yo había pasado por la vida tan sólo de paso, lejana de mí misma .Y de ella venían las palabras sin dueño que todos bebían sin dejarme apenas nada a cambio. Yo era la voz de esa antigua alma. Y ella, a medida que consumaba su amor, allá, donde yo no podía verla; me iba iniciando a través del dolor del abandono. Por eso nadie podía amarme mientras yo iba sabiendo del amor. Y yo misma tampoco amaba. Sólo una noche hasta el alba. Y allí quedé esperando. Me despertaba con la aurora, si es que había dormido. Y creía que ya había llegado, yo, ella, él... Salía el Sol y el día caía como una condena sobre mí. No, no todavía.


Diotima de Mantinea, en "Hacia un saber sobre el alma", Madrid

Ed. Alianza, 1989, p. 197



Pensadora, ensayista y poeta española nacida en Vélez, Málaga, en 1904.

Hija del pensador y pedagogo Blas José Zambrano, hizo sus primeros estudios en Segovia. En Madrid estudió Filosofía y Letras con Ortega y Gasset, García Morente, Besteiro y Zubiri. Vivió muy de cerca los acontecimientos políticos de aquellos años, de cuya vivencia fue fruto su primer libro «Horizonte del liberalismo» en 1930. 

Entabló amistad con importantes poetas y pensadores de la época como Luis Cernuda, Jorge Guillén, Emilio Prados y Miguel Hernández, entre otros.

Finalizada la Guerra Civil, salió de España en enero de 1939, dejando atrás todo lo suyo, exiliándose inicialmente en París donde entabló amistad con Albert Camus y con René Char.

Posteriormente vivió en México, La Habana y Roma, desarrollando una gran intensidad literaria y escribiendo algunas de sus obras más importantes.

Después de 45 años de exilio regresó por fin a Madrid en 1984. 

Falleció en Madrid en 1991. 


"La lectura siempre es hermosa. Cuando se llega a ciertos años, como me ha pasado a mí, se vuelve indispensable y la única compañía y quizá la más eficaz para no autodevorarse por el recuerdo o por la vana esperanza". 


Principales obra de María Zambrano:

Hacia un saber sobre el alma (1930)
- Horizonte del liberalismo (1930)
- Los intelectuales en el drama de España y escritos de la guerra civil (1937)
- Filosofía y poesía (1939)
- La agonía de Europa (1940)
- La confesión, género literario y método (1943)
- Séneca (1944)
- El hombre y lo divino (1955)
- Persona y democracia (1958)
- La tumba de Antígona (1967)
- Claros del bosque (1977).
- De la Aurora (1986)
- Senderos (1986)
- Delirio y Destino (1989)
- Algunos lugares de la pintura (1989)
- Los bienaventurados (1990)
- Los sueños y el tiempo (1992)
- Las palabras del regreso (1995)






Fuentes:


http://amediavoz.com/zambrano.htm

http://www.nodo50.org/mujeresred/mariazambrano.html


http://www.cuartopoder.es/




*.- Actualizo esta entrada que en un principio publiqué en el 2014. Merece la pena no olvidar nuestra memoria histórica.

domingo, 16 de abril de 2017

LEÓN FELIPE - 11 DE ABRIL DE 1884, NACE EL POETA QUE DIO VOZ AL PUEBLO - 6 POEMAS

Luz...
Cuando mis lágrimas te alcancen
la función de mis ojos
ya no será llorar,
sino ver.







REVOLUCIÓN

Siempre habrá nieve altanera
que vista el monte de armiño
y agua humilde que trabaje
en la presa del molino.

Y siempre habrá un sol también
—un sol verdugo y amigo—
que trueque en llanto la nieve
y en nube el agua del río.


EL DOLOR

No he venido a cantar
No he venido a cantar, podéis llevaros la guitarra.
No he venido tampoco, ni estoy aquí arreglando mi expediente
para que me canonicen cuando muera.
He venido a mirarme la cara en las lágrimas que caminan hacia el mar,
por el río
y por la nube...
y en las lágrimas que se esconden
en el pozo,
en la noche
y en la sangre...

He venido a mirarme la cara en todas las lágrimas del mundo.
Y también a poner una gota de azogue, de llanto,
una gota siquiera de mi llanto
en la gran luna de este espejo sin límites, donde
[me miren y se reconozcan los que vengan.
He venido a escuchar otra vez esta vieja sentencia en las tinieblas:
Ganarás el pan con el sudor de tu frente
"y la luz con el dolor de tus ojos".
Tus ojos son las fuentes del llanto y de la luz.


ESPAÑOL

Español del éxodo de ayer
y español del éxodo de hoy:
te salvarás como hombre,
pero no como español.
No tienes patria ni tribu. Si puedes,
hunde tus raíces y tus sueños
en la lluvia ecuménica del sol.
Y yérguete... ¡Yérguete!
Que tal vez el hombre de este tiempo...
es el hombre movible de la luz,
del éxodo y del viento.


EL LLANTO ES NUESTRO

Españoles:
el llanto es nuestro
y la tragedia también,
como el agua y el trueno de las nubes.
Se ha muerto un pueblo
pero no se ha muerto el hombre.
Porque aún existe el llanto,
el hombre está aquí en pie,
en pie con su congoja al hombro,
con su congoja antigua, original y eterna,
con su tesoro infinito
para comprar el misterio del mundo,
el silencio de los dioses
y el reino de la luz.
Toda la luz de la tierra
la verá un día el hombre
por la ventana de una lágrima...
Españoles,
españoles del éxodo y del llanto:
levantad la cabeza
y no me miréis con ceño
porque yo no soy el que canta la destrucción
sino la esperanza.


VIII. QUIERO... SUEÑO

No me contéis más cuentos,
que vengo de muy lejos
y sé todos los cuentos.
No me contéis más cuentos.
Contad
y recontadme este sueño.
Romped,
rompedme los espejos.
Deshacedme los estanques,
los lazos,
los anillos,
los cercos,
las redes,
las trampas
y todos los caminos paralelos.
Que no quiero,
que no quiero,
que no quiero,
que no quiero que me arrullen con cuentos,
Que no quiero,
Que no quiero,
Que no quiero,
Que no quiero que me sellen la boca y los ojos con cuentos,
que no quiero,
que no quiero,
que no quiero,
que no quiero que me entierren con cuentos,
que no quiero,
que no quiero,
que no quiero,
que no quiero verme clavado en el tiempo,
que no quiero verme en el agua,
que no quiero verme en la tierra tampoco,
que no quiero, a su ovillo, como un hilo de barba sujeto.
Quiero verme en el viento,
quiero verme en el viento,
quiero verme en el viento,
quiero verme en el viento...
quiero... ¡quiero!... sueño... ¡sueño!
Soy gusano que sueña... y sueño
verme un día volando en el viento.


CÓMO HA DE SER TU VOZ


Ten una voz, mujer,
que pueda
decir mis versos
y pueda
volverme sin enojo, cuando sueñe
desde el cielo a la tierra...
Ten una voz, mujer,
que cuando me despierte no me hiera...
Ten una voz, mujer, que no haga daño
cuando me pregunte: ¿qué piensas?
Ten una voz, mujer,
que pueda
cuando yo esté contando
las estrellas
decirme de tal modo
¿qué cuentas?
que al volver hacia ti los ojos
crea
que pasé contando
de una estrella
a
otra estrella.
Ten una voz, mujer, que sea
cordial como mi verso
y clara como una estrella.


Detalle del Gernika de Pablo Picasso

León Felipe fue un poeta oriundo de España, nacido en la provincia de Zamora el 11 de abril del año 1884 y fallecido en Ciudad de México el 18 de septiembre de 1968.

Su poesía es un alarido de protesta de principio a fin, su grito terrible contra y a favor del mundo, de la "España desmembrada, del hacha, del llanto y la discordia". Poesía, a veces ruda, que se levanta en clara rebeldía contra la injusticia, el abuso y la insolidaridad.





sábado, 25 de febrero de 2017

MIGUEL HERNÁNDEZ - LOS COBARDES




Hombres veo que de hombres
sólo tienen, sólo gastan
el parecer y el cigarro,
el pantalón y la barba.

En el corazón son liebres,
gallinas en las entrañas,
galgos de rápido vientre,
que en épocas de paz ladran
y en épocas de cañones
desaparecen del mapa.

Estos hombres, estas liebres,
comisarios de la alarma,
cuando escuchan a cien leguas
el estruendo de las balas,
con singular heroísmo
a la carrera se lanzan,
se les alborota el ano,
el pelo se les espanta.
Valientemente se esconden,
gallardamente se escapan
del campo de los peligros
estas fugitivas cacas,
que me duelen hace tiempo
en los cojones del alma.

¿Dónde iréis que no vayáis
a la muerte, liebres pálidas,
podencos de poca fe
y de demasiadas patas?

¿No os avergüenza mirar
en tanto lugar de España
a tanta mujer serena
bajo tantas amenazas?

Un tiro por cada diente
vuestra existencia reclama,
cobardes de piel cobarde
y de corazón de caña.

Tembláis como poseídos
de todo un siglo de escarcha
y vais del sol a la sombra
llenos de desconfianza.
Halláis los sótanos poco
defendidos por las casas.
Vuestro miedo exige al mundo
batallones de murallas,
barreras de plomo a orillas
de precipicios y zanjas
para vuestra pobre vida,
mezquina de sangre y ansias.
No os basta estar defendidos
por lluvias de sangre hidalga,
que no cesa de caer,
generosamente cálida,
un día tras otro día
a la gleba castellana.
No sentís el llamamiento
de las vidas derramadas.
Para salvar vuestra piel
las madrigueras no os bastan,
no os bastan los agujeros,
ni los retretes, ni nada.
Huis y huis, dando al pueblo,
mientras bebéis la distancia,
motivos para mataros
por las corridas espaldas.

Solos se quedan los hombres
al calor de las batallas,
y vosotros, lejos de ellas,
queréis ocultar la infamia,
pero el color de cobardes
no se os irá de la cara.

Ocupad los tristes puestos
de la triste telaraña.
Sustituid a la escoba,
y barred con vuestras nalgas
la mierda que vais dejando
donde colocáis la planta.






lunes, 12 de diciembre de 2016

FRANCISCA AGUIRRE - ENSAYO GENERAL

"Un mar, un mar es lo que necesito.
Un mar y no otra cosa, no otra cosa.

Un mar, un mar del que ser cómplice.
Un mar al que contarle todo.
Un mar, creedme, necesito un mar,
un mar donde llorar a mares
y que nadie lo note.."




Paca Aguirre junto a los cuadros de su padre


Meditación

Amor de mis amores
mira que resulta raro esto de
no haber tenido más que un hombre en mi vida.
Y todavía más raro
con la cantidad de mujeres que ha habido en la tuya...
Pues ya ves cómo son las cosas
como decía Gerardo Diego:
“Las naves por el mar,
tú por tu sueño”.
No sé si este verso
tiene algo que ver con nosotros
pero ¿a que resulta bonito?
Sí amor mío
después de tanto y tanto
hemos acabado como al principio:
tú cuidando de una niña huérfana
y yo cuidando de un niño que no sabía cómo querer a su madre.
Y como la vida es tan rara
pues aprendimos a vivir
con lo que éramos.
Y ya no nos asusta la vida
y estamos a punto de que
tampoco nos asuste la muerte.




*El último mohicano



No tuve nada, y sin embargo, de algún modo,

comprendo que lo tuve todo

no teníamos nada, nada, salvo el miedo, el dolor,

el estupor que produce la muerte.


Cuando mataron a mi padre, nos quedamos en esa zona

de vacío que va de la vida a la muerte

dentro de esa burbuja última que lanzan los ahogados,

como si todo el aire del mundo se hubiese agotado de pronto,

ahí nos quedamos, como peces en una pecera sin agua,

como los atónitos visitantes de un planeta vacío.

Nada teníamos, aunque también es cierto que ya nada queríamos.

Recuerdo bien que a mi hermana Susi y a mí

nos dieron la noticia en el cuarto de aseo de aquel colegio

para hijas de presos políticos.

Había un espejo enorme y yo vi la palabra muerte

crecer dentro de aquel espejo hasta salir de él y alojarse

en los ojos de mi hermana

como un vapor letal y pestilente.

Nada ha logrado hacerme olvidar aquellos ojos

salvo algunas horas de amor en que Félix y yo éramos

dos huérfanos, y el rostro milagroso de mi hija.

Y nada más tuvimos durante mucho tiempo

pero mamá tuvo menos que nadie,

mamá quedó como un espejo sin azogue,

lo perdió todo, salvo un hilo delgado que la unía a nosotras.

Y por aquel inconcebible puente, como tres hormiguitas, íbamos y

veníamos a su estatua de vidrio restituyéndole el azogue.

Volvió a nosotras desde el país del hielo.

Y volvió tan absolutamente, que gracias a ella, nosotras,

que nada teníamos, lo tuvimos todo.

Mamá fue nuestro esparzo nuestro guerrero del antifaz, el país de las hadas, la abundancia dentro de la miseria,

nuestro mejor amigo, nuestro escudo contra los moros,

la enamorada de las bellas artes

la que hizo posible que papá no muriera,

la que lo fue resucitando en cada uno de sus cuadros.

Mamá fue quien nos dijo que mi padre admiraba a los griegos,

que adoraba los libros, que no podía vivir sin la música,

y que fue amigo de Unamuno.

Cierto que no tuvimos nada.

Que muchas veces nos faltaba todo

Pero aunque algunos días no comimos,

tuvimos una radio para oír a Beethoven.

Y un día de reyes de 1944 mamá y los tíos fueron al Rastro.

Nos compraron tres libros: La Cuesta encantada, Nómadas del Norte y el último mohicano.

Dios sabe cuántas veces habré leído esos libros.

Mamá nos trajo El último mohicano. Y de la mano de ese

indio solitario entramos en el mundo de lo maravilloso.

Y lo tuvimos todo para siempre.

Y ya nadie podrá quitárnoslo.





Francisca Aguirre nació en Alicante el 27 de octubre de 1930. Su padre era el pintor Lorenzo Aguirre. A Francisca le tocó pasar la niñez y la juventud en plena guerra civil pero la posguerra fue todavía más dura ya que a finales de 1940 su padre fue encarcelado, primero en la prisión de Hondarribia, en San Sebastián y más tarde en la de Porlier, en Madrid, tanto Francisca como sus hermanas fueron de un colegio de monjas para hijos de presos políticos a otro. En 1942 la dictadura del régimen del general Franco lo condenó a muerte y lo ejecutó mediante garrote vil en la prisión de Porlier. 


La Guerra Civil y la muerte de su padre marcaron para siempre su vida y la vida de toda su familia. 


"Fue mi padre un hombre / alegre donde los haya. / Nació para pintar y eso hizo. / Nació también para disfrutar / y también hizo eso. / Amó en su vida varias cosas: / la pintura, la justicia y a mi madre. / Tuvo tres hijas / y eso lo convirtió en un hombre feliz..."









Persona cercana, mujer excepcional, testigo de una cruel posguerra, viuda del recordado Félix Grande, luchadora, resistente y escritora que “ahonda y evoluciona en la búsqueda del núcleo, de la médula de la existencia humana, de la existencia propia”, su lenguaje poético, impecable formalmente y desprovisto de elementos prescindibles, cala en el lector hasta la emoción que perdura. Su obra “Ensayo general” reúne su poesía entre 1966 y 2010.







Y si después de todo, todo fuera



Y si después de todo, todo fuera,
un ir muriendo para al fin morirnos
a qué este loco empeño en convertirnos
en contables de un tiempo que no espera.


Y si resulta que lo cierto era
este sermón que viene a repetirnos
que avanza el huracán para abatirnos
y es inútil y absurda esta carrera.

Entonces, amor mío, ten sosiego,
y aprovecha esta cueva que te ofrezco
y apura el agua que yo no he bebido
el viento nos arrastra, frío y ciego,
toma mi manta mientras yo envejezco,

amarte de otro modo no he sabido.



*Hace tiempo

Recuerdo que una vez, cuando era niña,
me pareció que el mundo era un desierto.
Los pájaros nos habían abandonado para siempre:
las estrellas no tenían sentido,
y el mar no estaba ya en su sitio,
como si todo hubiera sido un sueño equivocado.

Sé que una vez, cuando era niña,
el mundo fue una tumba, un enorme agujero,
un socavón que se tragó a la vida,
un embudo por el que huyó el futuro.

Es cierto que una vez, allá, en la infancia,
oí el silencio como un grito de arena.
Se callaron las almas, los ríos y mis sienes,
se me calló la sangre, como si de improviso,
sin entender por qué, me hubiesen apagado.

Y el mundo ya no estaba, sólo quedaba yo:
un asombro tan triste como la triste muerte,
una extrañeza rara, húmeda, pegajosa.
Y un odio lacerante, una rabia homicida
que, paciente, ascendía hasta el pecho,
llegaba hasta los dientes haciéndolos crujir.

Es verdad, fue hace tiempo, cuando todo empezaba,
cuando el mundo tenía la dimensión de un hombre,
y yo estaba segura de que un día mi padre volvería
y mientras él cantaba ante su caballete
se quedarían quietos los barcos en el puerto
y la luna saldría con su cara de nata.

Pero no volvió nunca.
Sólo quedan sus cuadros,
sus paisajes, sus barcas,
la luz mediterránea que había en sus pinceles
y una niña que espera en un muelle lejano
y una mujer que sabe que los muertos no mueren.



*Ítaca

¿Y quién alguna vez no estuvo en Ítaca?
¿Quién no conoce su áspero panorama,
el anillo de mar que la comprime,
la austera intimidad que nos impone,
el silencio de suma que nos traza?
Ítaca nos resume como un libro,
nos acompaña hacia nosotros mismos,
nos decubre el sonido de la espera.

Porque la espera suena:
mantiene el eco de voces que se han ido.

Ítaca nos denuncia el latido de la vida,
nos hace cómplices de la distancia,
ciegos vigías de una senda
que se va haciendo sin nosotros,
que no podremos olvidar porque
no existe olvido para la ignorancia.

Es doloroso despertar un día
y contemplar el mar que nos abraza,
que nos unge de sal y nos bautiza como nuevos hijos.

Recordamos los días del vino compartido,
las palabras, no el eco;
las manos, no el diluido gesto.

Veo el mar que me cerca,
el vago azul por el que te has perdido,
compruebo el horizonte con avidez extenuada,
dejo a los ojos un momento
cumplir su hermoso oficio;
luego, vuelvo la espalda
y encamino mis pasos hacia Ítaca.


viernes, 11 de noviembre de 2016

HAFSA BINT AL-HAYY AL-RAKUNIYYA [1135-1191] una de las poetisas arábigo-andaluzas más famosas de al-Andalus

Descansamos hoy en el diván poético andalusí. Y en el diván, Hafsa Bint al-Hayy Ar-Rakuniyya, una de las poetisas árabigo-andaluzas más reputadas del Al-Andalus. 






Hafsa Bint Al-Hayy Al-Rakuniyya




En la Granada nazarí, cuando los Almorávides estaban por desaparecer, hace su aparición en la corte de la Alhambra una mujer que hoy día cuando se la conoce, solo le queda a uno que rendirse a sus pies.

Según las crónicas que nos han llegado de su vida, no solo podemos describirla como apasionante, además de desafiante para su época, también podremos decir que fue triste, muy triste.


El gran visir Ibn al-Jatib la describe como:


"Fue única en su tiempo por su belleza, elegancia, cultura literaria y mordacidad"



Hafsa es una de las poetisas arábigo-andaluzas más famosas de al-Andalus, y la más celebre de Granada. Hija de un noble de origen beréber, rico e influyente personaje de esta ciudad, nació hacia el año 1135 (año 530 de la Hégira), según la mayoría de sus biógrafos, en la ciudad de Granada. Allí pasó su infancia y juventud en un contexto de intensa agitación política, que asistió a la caída del Imperio Almorávide y la instauración del Califato Almohade.


Alabada por su cultura e ingenio, al igual que por su belleza, estas cualidades le permitieron ocupar pronto un lugar destacado en la Corte almorávide de Granada, donde desarrolló una intensa actividad literaria y educativa, y alcanzó rápidamente la fama. 

Célebre también fuera de Granada, fue enviada a Rabat (1158) con un grupo de poetas y nobles granadinos ante el califa Abd al-Mumin, quien le concedió el feudo de Rakuna, cerca de Granada, epónimo del que procede el nombre con el que fue conocida la poetisa, al-Rakuniyya. 





John William Godward
Sus poemas y escritos, así como su enseñanza, resonaban por los enyesados del palacio de la colina de la Sabika.

Su voz deleitaba no solo los oídos acostumbrados a palabras expresadas de forma elocuente, pues en la ciudad sus poemas eran conocidos y apreciados por el vulgo; la sencillez y espontaneidad unidos a su gran belleza, hacia que las jóvenes vírgenes casaderas soñaran con un joven que les enamorara con esas palabras, como al revés, todos los jovenzuelos soñaban con una mujer como Hafsa.


A Granada llegó Abu Said Utman, el segundo hijo del Califa al-Mumín, impetuoso y ambicioso, pero siempre relegado a un segundo puesto, pues su hermano Yusuf era el primogénito.

Este se enamoró perdidamente de Hasaf y aunque fue rechazado por la poetisa, posteriormente aceptó solazarse con él, aunque todo desde lo secreto, no estaba bien visto que una mujer estuviera dentro del círculo de asesores del príncipe, vamos que fuera tan libre como las andalusíes estaban acostumbradas y menos que un príncipe que se regía por la norma estricta del profeta mantener una relación con ella, y esto hizo que se resintiera bastante la relación con su amor, Abu Yafar.



Charles Landelle

Muestra de las mujeres independientes y cultas de la época de esplendor de al-Andalus, Hafsa fue muy respetada, a pesar de sus aparentes libertades, en su época y por los biógrafos posteriores, que la consideraron como una gran poetisa.

Ibn al-Jatib dijo de ella: «Granadina, fue única en su tiempo por su belleza, elegancia, cultura literaria y mordacidad».


Aquí os dejo unos versos de amor que Hafsa dedicó a su amado Abu Yafar ibn Saíd:


"Dama de la hermosura y la nobleza, cierra los párpados,
benévola, ante las líneas que trazó mi cálamo, y míralas
con ojos de cariño, sin prestar atención a los defectos
del contenido y de la letra.

Preguntad al palpitante relámpago en noche serena,
si me ha hecho recordar mis amores a medianoche,
pues ha vuelto a hacer palpitar mi corazón
y me ha dado la lluvia que cae por mis mejillas.

(A Abu Yafar)


O

"Respóndeme enseguida

¿Voy yo a ti o tú vienes a mí?
Mi corazón acepta lo que digas.
A salvo te hallarás de la sed y del sol
cuando ocurra tu encuentro conmigo,
pues mi boca es dulce fuente cristalina,
las ramas de mi pelo, sombra umbrosa,
Respóndeme enseguida…"








A LA GUISA DE LAS POETISAS DE AL-ANDALUS


"Una mujer de mi rango no puede llorar
un amor de felonía .
Mis plañideras a sueldo
te llorarán por mí en el ocaso.
No me delatará mi garganta ya muerta,
ni podrá pronunciar nunca más tu nombre.
Las cantoras desmayarán las casidas
que bajo falso nombre te he escrito.
Enmohecidos rabeles se pudrirán de abandono
tras las celosía de los patios .
El ruiseñor de nuestras encuentros
será atravesado por sagita de mi ballesta.
Sólo la almohada de azahares
conocerá el amortiguado llanto
y la expiación de mi orgullo.


Quien te cantó entre los granados
es hoy mujer de zarza y ortiga,
por sus pezones rezuma
leche cuajada de adormidera.
¡Ay, qué muerte tan cuitada me diste!
¿Qué será de mí en las auroras
sin la brasa de tu piel
en el sepulcro frío mi lecho? .."






Fuentes de interés para saber más de ella:


http://www.webislam.com/articulos/33367-wallada_ben_almustakfi.html
http://araboislamica.blogspot.com/
http://istopiahistoria.blogspot.com.es/
http://www.andalucia.cc/viva/mujer/aavgrana.html#Hafsa

jueves, 18 de agosto de 2016

CONVERSACIÓN CON ANNEMARIE DAGERMAN, UNA NIÑA EN LA REVOLUCIÓN ESPAÑOLA


Annemarie Dagermans, 2012


Annemarie Dagerman es viuda del escritor sueco Stig Dagerman (1923-54) e hija de los anarquistas alemanes Ferdinand y Elly Götze. Relegada a viuda del famoso escritor pocos son los que saben que vivió los hechos de la revolución en Barcelona en primera persona.



Per Lindblom y Albert Herranz | Periódico cnt


Annemarie Dagerman fue una de los muchas niñas que en la agitada Europa se vio obligada a crecer y adoptar compromisos de adulto muy pronto. Desafiando la nieve y el frío Per y yo nos dirigimos a su casa en Sundbyberg para hablar de sus experiencias en Barcelona durante la Guerra Civil. Annemarie llegó junto a su madre, Elly Götze, a Barcelona en 1934.

Mientras tomamos café y rompemos el hielo hablamos de su militancia en la SAC junto a Stig Dagerman. Militancia que se acabó en la década de los años cincuenta del siglo pasado cuando la SAC abandonó la AIT. Stig y ella abandonaron el sindicato “porque no queríamos pertenecer a un movimiento limitado a una sola nación”.


Annemarie tenía diez años cuando llegó a Barcelona. "Yo era alta y delgada como un poste. Durante la guerra civil española los compañeros pensaban que yo tenía dieciocho años y que era mayor de lo que realmente era. No quiero presumir, pero yo siempre he sido muy popular, dice Annemarie, riéndose. Tal vez por eso llegué a vivir tantas cosas."


Annemarie nació en Leipzig (Alemania) y la familia se centraba en la figura de su abuela Anna Götze. Anna Götze había experimentado una larga evolución política. Primero fue socialdemócrata para unirse a los espartaquistas y más tarde el Partido Comunista para finalmente recalar en los anarcosindicalistas de la FAUD. Anna tuvo tres hijos. El mayor, Ferdinand y su hija Irma era anarquistas, mientras que el hermano menor, Waldemar, era comunista. Ferdinand conoció a Elly, la madre de Annemarie, en las juventudes libertarias. En 1924 nació Annemarie. Todos ellos vivían juntos en la casa de Anne Götze. Las discusiones en la familia eran muchas y acaloradas. Sólo ante la amenaza nazi se mantenía unida la familia. Con la llegada de los nazis al poder Ferdinand se convirtió en uno de los principales activistas de la clandestina FAUD. Perseguido por los nazis Ferdinand se vio obligado a dejar Alemania. Su mujer y su hija, Annemarie, le seguirían más tarde, en 1934. 


Justo antes de salir del país Annemarie ayudó a su tío a transportar documentos en su maleta escolar. “Mi tío era un comunista, y yo les ayudé. Yo había ocultado sus documentos en la bolsa y los dejé en un lugar preestablecido. Esto fue justo antes de irme a España”.


En el otoño de 1934, Elly, la madre de Annemarie, llega a Barcelona y más tarde, manda buscar a su hija. Annemarie llegó a la ciudad junto al anarquista Karl Brauner, novio de su tía Irma. Su entrada fue dificultosa: acababa de estallar la revolución de Asturias y la frontera española con Portbou estaba cerrada. Finalmente, después de dormir en tiendas de campaña, pudieron atravesar la frontera y llegar a Barcelona.


En Barcelona, vivirían en la calle de la Costa en el barrio de Sant Gervasi. Gracias a los contactos de su madre, Annemarie comenzó a ir a la escuela alemana. Barcelona hervía de elementos nazis y una de las compañeras de clase fue la hija del cónsul general de la Alemania nazi. Annemarie mantenía un perfil bajo a la hora de hablar sobre la afiliación política de sus padres. En la ciudad también había muchos refugiados políticos alemanes. En Alemania, los comunistas formaban la mayoría de los activistas políticos. En Barcelona la situación política local era distinta y eso produjo grandes tensiones entre los refugiados alemanes. A pesar de que los comunistas era la ideología dominante entre los refugiados alemanes, su papel político en Barcelona era insignificante. En cambio, los anarquistas alemanes a pesar de ser una minoría entre los refugiados ejercieron una gran influencia debido a sus estrechas relaciones con la CNT.







Los anarquistas alemanes en el exilio habían formado la organización del DAS (Deutsche Anarcho-Syndikalisten im Ausland), que tenía unos 50 miembros. La madre de Annemarie Elly presidió la organización. Su función dentro de la organización le dio prestigio y contactos importantes, pero también fue un papel difícil. La ciudad estaba llena de espías nazis y los comunistas alemanes no escatimaban esfuerzos para conspirar contra los anarquistas.


En julio de 1936 el ejército lleva a cabo un golpe de Estado. La respuesta popular desbordó a los militares en varias poblaciones. En Barcelona, el pueblo construyó barricadas y se defendió. Annemarie, con doce años, recuerda aquel domingo 19 de julio: “Habíamos tenido algunos amigos de visita. Poco después de dejar la casa volvieron. Nos dijeron que era imposible bajar a Barcelona. ‘La gente está construyendo barricadas en Sant Gervasi’. Y todos quisieron dejar la casa y ver lo que sucedía. A mi no me dejaron venir, tuve que quedarme a guardar la casa”. 


Los días que siguieron a la victoria frente a los fascistas y los militares fueron días de confusión y alegría por el triunfo. “La noche que comenzó la revolución la gente de la CNT y la FAI tiraron una de las primeras bombas en la iglesia al lado de la plaza Lesseps. Era una iglesia grande. Sacaron a la calle los ataúdes con los santos y las monjas. También expusieron… ¿se llama garrote? Instrumentos de tortura que había en los conventos. Los anarquistas los exponían en la calle para que todo el mundo supiera la crueldad con la que actuaba la iglesia”.


En Barcelona, afianzada en parte la revolución, ​​los anarquistas trasladaron gran parte de su organización a la que había sido la sede de los empresarios catalanes, abandonada por sus propietarios después de los combates el 19 de julio. La casa ubicada en la Vía Layetana se llegó a conocer como la casa CNT-FAI. Además de la CNT y la FAI tenían sus locales diversos grupos y sindicatos que pertenecían a la AIT. El grupo alemán DAS se encargó de las emisiones de radio y periódicos de habla alemana.


Los padres de Annemarie, Ferdinand y Elly dedicaban todo su tiempo a la revolución libertaria. Annemarie se quedaba a menudo sola: “Mis padres desaparecieron engullidos por la actividad febril del momento y yo tenía que cuidarme por mi misma. Iba a comer a las iglesias es decir, en las iglesias que quedaban y donde los anarquistas habían habilitado salas comedores. Había mucho pan, incluso se desperdiciaba, en vez de lavar los platos se limpiaban arrebañándolos con pan. Desgraciadamente la situación no duró mucho tiempo. Suelen decir que ‘para ganar una revolución tienes que poder dar pan el día después. Si no lo puedes hacer, la pierdes’.”

La guerra se estancaba en el frente de Aragón. En los demás frentes, el desenlace era incierto. 


Los aviones alemanes e italianos comenzaron a bombardear Barcelona: “Se bombardeaba a la ciudad desde el mar, desde el aire con los aviones italianos y alemanes. Nos podían bombardear desde el aire y el mar a la vez. Nunca me metía en los refugios, solían caminar a los largo de las paredes de los edificios. Si estabas en el metro, no te dejaban salir hasta que el bombardeo se acababa”.


Uno de los recuerdos más nítidos de Annemarie fue el entierro de Durruti el 23 de noviembre de 1936. Más de medio millón de personas rindieron homenaje al cortejo fúnebre con los restos de Durruti. Annemarie y su madre, Elly, estaban mirando la multitud junto a Emma Goldman desde el balcón de la casa CNT-FAI. Alguien, cuando el cortejo se puso en marcha les preguntó si querían acompañar el cortejo. Emma Goldman no quiso ir. Bajaron a la calle y llegaron al coche abriéndose paso entre la multitud. 


El ambiente era tenso y la gente estaba nerviosa. “Cuando iba a meterme dentro del coche cerraron la puerta de golpe. Tan fuerte que mi dedo quedó aplastado. Entonces no era como ahora... el dedo sangraba y me dolía. Era terrible y encima durante un entierro. No me quedó otro remedio que llorar y esperar a ir al médico. Mira mi dedo.” Nos muestra un dedo todavía curvo, como si fuera un gancho, 75 años después del accidente.


En la primavera de 1937 los comunistas se sintieron al fin con fuerzas para agredir a la revolución social. El 3 de mayo de 1937 los comunistas con ayuda de tropas republicanas atacaron la Telefónica en plaza de Cataluña. Consiguieron hacerse con la planta baja pero fueron rechazados. La noticia del ataque corrió como la pólvora y el pueblo alzó barricadas. La situación era complicada. Muchos cenetistas vieron al fin la oportunidad de arreglar cuentas con los comunistas. 


Sin embargo, los líderes de la CNT dudaban en golpear con fuerza. La Unión Soviética era el único Estado que ayudaba al bando republicano ¿Podría pagarse ese precio? Después de unos días de lucha los comunistas, que no ganaron, consiguieron sin embargo debilitar la fuerza cenetista y las purgas comenzaron. Sin atreverse a atacar frontalmente a la CNT sí dejaron caer todo el peso de su represión sobre POUM y los anarquistas extranjeros. Los anarquistas que procedían de otros países normalmente poseían pasaportes y documentos falsos cosa que les hacía ser un objetivo fácil para la supuesta legalidad comunista. Los comunistas alemanes habían elaborado listas desde el inicio de la guerra. 


El padre de Annemarie, Ferdinand Götze, sabía que le buscaban y se mantuvo alejado del hogar. Los nazis le perseguían en Alemania y en España, los comunistas. Un día, estando en casa la madre de Annemarie, Elly y la hermana de ésta, Irma entró la policía en casa. “Era la policía secreta alemana. Registraron toda la casa. A mi me habían dado una pistola de señales para disparar y así poder avisar a mis padres. Se la llevaron. Fue lo único que encontraron eso y algunos papeles personales. Se llevaron a mi madre. Sabían quien era y que era anticomunista. Y como la desgracia quiso que mi tía estuviera en casa ese día también se la llevaron.”


Annemarie quedó sola en casa acompañada de un policía por si el padre volvía. Con el padre en la clandestinidad y la madre detenida, Annemarie estaba sola en Barcelona. Sabía, por experiencias anteriores, que podía llevarle comida a su madre en la prisión. 


Annemarie preparó un paquete de comida. “Preparé un poco de comida y fui a la cárcel secreta de los comunistas que estaba en el Portal de l'Àngel donde estaban mi madre y mi tía encerradas. La prisión la vigilaban unos chicos jóvenes, recién llamados a quintas. Los comunistas no hablaban su idioma pero yo, que entonces hablaba tanto catalán como castellano, sí podía hacerlo. Insistí en que tenía que entrar para darle la comida a mi madre y finalmente me dejaron pasar. Una vez dentro me dijeron que mi madre estaba siendo interrogada. Y luego vino otro guardia que dijo que era español. 'A otro con ese cuento' pensé. Reconocí enseguida a la persona que estaba delante mía. Se trataba de un camarada de mi tío, que era comunista, de Leipzig. Annemarie les había ayudado a introducir octavillas de propaganda clandestinas muchos años antes. Al principio no me reconoció, había pasado muchos años y yo era una niña entonces. Gracias a ello soltaron a mi madre. O sea fue de pura chiripa. Mi tía quedó prisionera. No era política pero su marido era anarquista. Más tarde me enteré que mataron al comunista que ordenó la liberación de mi madre. Le mataron los suyos. El ambiente en Barcelona había cambiado. Yo me encargaba de mantener el lazo de mi familia con la CNT y la AIT. La entrada principal de la Casa CNT-FAI estaba tan vigilada que tenías que entrar en una puerta más abajo, en el ”lado” de la FAI. Yo me conocía la casa al dedillo y ya estaba acostumbrada a la clandestinidad de cuando vivíamos en Alemania. Se puede decir que me sabía la letra de memoria.”


Los bombardeos continuaban sobre Barcelona y los refugiados de distintos lugares de España no paraban de llegar. “Una casa de mi barrio recibió un impacto directo. 40 personas murieron. Todos. Sólo quedó un enorme agujero negro. Toda Barcelona olía a cadáver.”


Barcelona era demasiado peligrosa para una niña y la madre decidió enviar a Annemarie a París donde viviría con unos compañeros rusos amigos de la familia. Puso a Annemarie en un tren hacia la frontera francesa. Annemarie viajaba acompañada de un amigo alemán. En la frontera hubo problemas y los franceses no quisieron dejar pasar a la niña sola. La enviaron de vuelta a Barcelona.


“En el camino de regreso conocí a tres anarquistas búlgaros que iban a España a luchar. Antes de llegar a Barcelona se cambiaron de ropa y se pusieron esas camisas negras alzadas que los anarquistas rusos suelen llevar. El problema era que los fascistas también solían llevar camisas negras. Les quise advertir pero no me hicieron caso. Creo que acabaron luchando en una columna anarquista. No los volví a ver.”

La madre Elly quedó sorprendida cuando vio a su hija aparecer de nuevo en casa. Sin embargo, la decisión estaba tomada y Annemarie no debía quedarse en Barcelona.


La famosa escritora austriaca Etta Federn había sido vecina de los Götze. Militaba en Mujeres Libres y había trabajado como profesora en una de sus escuelas que estaba en Paseo de Gracia. Annemarie conocía la escuela. Debido a los bombardeos Etta se había trasladado a Blanes. Quedó decidido que Annemarie se iría a vivir allá.

Etta Federn se encargaba de cuatro escuelas de Mujeres Libres en Blanes. Annemarie fue una alumna más aunque a veces ayudaba a Federn en su tarea de enseñar.


Etta Federn dejó Blanes y Cataluña en 1938 y se trasladó a París. Annemarie volvió a Barcelona. La madre de Annemarie trabajaba para la Cruz Roja, trabajo que le mantenía a salvo de los comunistas. El padre de Annemarie, Ferdinand, había huido de España haciéndose pasar por estudiante holandés. Una vez en Francia había continuado hasta Noruega. Finalmente, a bordo de un coche de la Cruz Roja. “De todas formas, los alemanes y los italianos atacaban también a la Cruz Roja como al resto de los refugiados. En la frontera volvimos a tener problemas. Los funcionarios de aduanas franceses no querían dejarme pasar. Se pensaban que mi madre intentaba pasar con una niña española. Entonces sólo hablaba catalán y castellano.”


Finalmente, pudieron pasar y desde París se trasladaron a Noruega. La familia al fin volvía a estar reunida. Sin embargo, en 1940 los nazis invaden Alemania y la familia Götze se ve obligada a huir de nuevo. Esta vez a Suecia. “Mis padres pasaron a la frontera montados en un autobús finlandés. En el autobús había muchos niños. Algunos fueron heridos cuando los alemanes dispararon contra el autobús. Debido a ello no les dejaron continuar en el autobús. Yo, por mi parte, como me habían operado de unas heridas en los pies pues se me congelaron en Barcelona cuando retiré nieve de nuestro tejado no podía caminar bien pasé la frontera en el coche de un sueco que llevaba a su hija y su mujer noruega. Me dejaron sola al otro lado de la frontera. Llegué a Karlstad que es donde habíamos decidido reencontrarnos toda la familia en caso de separarnos. Allí no había nadie. Al principio de estar en Suecia no sabía donde estaban mis padres, ni ellos donde estaba yo. Y yo no tenía ningún documento que probara que yo era quien yo decía que era.”


Finalmente, llegó a Estocolmo donde la SAC se encargó de ella. Busqué a la SAC y allí Rudolf Berner y Axel Österberg me reconocieron pues no habíamos conocido en Barcelona. La SAC se encargó de encontrarme una familia con la que vivir mientras se aclaraba el paradero de mis padres.


Los primeros meses vivió en casa de Einar Stråhle y su familia en Gröndal. Einar Stråhle era un anarcosindicalista activo que estaba muy comprometido en la lucha contra el nazismo. Con el tiempo dieron con el paradero de sus padres. Habían sido internados en un centro de acogida para refugiados en Bergslagen. SAC hizo gestiones para que fueran liberados y finalmente, Einar Stråhle como ”garantía” fueron liberados del centro y la familia pudo finalmente reunirse. Los Götze se integraron en la SAC. Junto a su mare Elly acompañó a Federica Montseny cuando visitó Suecia y recuerda multitud de anécdotas tanto de ella como de otros anarquistas españoles que pasaron por su casa. Una anécdota que contamos mucho en la familia tiene a García Oliver de protagonista. “Estando él en Suecia un conocido le mostró orgulloso el nuevo apartamento que había alquilado. Los pisos se distinguen por su funcionalidad y su pequeño tamaño. Cuando le había mostrado el comedor-cocina, la sala de estar-dormitorio y el baño. García Oliver le dijo 'Bien. Muy bonito ¿pero dónde están las habitaciones?'”




Annemarie Ferdinand Götze junto al escritor sueco Stig Dagerman




Annemarie conoció a Stig Dagerman en una de las reuniones de la SUF, la organización juvenil de la SAC. Stig se mudó a la casa de los Götze y después de casarse se mudaron a Sundbyberg donde nacieron sus dos hijos Reneé y Rainer. Juntos siguieron activos en la SAC hasta que esta dejó de formar parte de la AIT.




Sundbyberg 1943. Desde la izquierda: Ester Jansson, Ferdinand Götze, Annemarie Dagerman, Egon Dagerman, Stig Dagerman, Helmer Jansson y Elly Götze. 



Periódico: 






sábado, 9 de julio de 2016

MERCEDES SOSA "LA NEGRA" - NACE UN 9 DE JULIO, HOY LA RECORDAMOS



Mercedes Sosa también conocida como "La Negra", nació el 9 de julio de 1935 en San Miguel de Tucumán, Argentina.

Fue una de las voces progresistas más enérgicas en contra de la opresión, representando al hombre obrero que sufría el atropello y el abuso del poder.

Siempre se mostró a favor de las causas de la izquierda política, lo que representó un verdadero dolor de cabeza del régimen militar de los años 70 en Argentina. Amenazada de muerte en más de una ocasión, Mercedes se vio obligada a viajar al extranjero después que fue detenida en un recital de La Plata de 1978.


Musicalizó el poema "Como la cigarra" de María Elena Walsh de forma espectacular.


"Tantas veces me mataron
tantas veces me morí
sin embargo estoy aquí
resucitando.

Gracias doy a la desgracia
y a la mano con puñal
por que me mato tan mal
y seguí cantando.

Cantando al sol como la cigarra
después de un año bajo la tierra
igual que sobreviviente
que vuelve de la guerra.

Tantas veces me borraron
tantas desaparecí
a mi propio entierro fui
sola y llorando.

Hice un nudo en el pañuelo
pero me olvidé después
que no era la única vez
y seguí cantando.

Tantas veces me mataron
tantas resucitarás
cuántas noches pasarás
Desesperando.

A la hora del naufragio
y la de la oscuridad
alguien te rescatará
para ir cantando".







sábado, 4 de junio de 2016

¡¡ UN GRITO PARA REMOVER CONCIENCIAS !!

Niño geopolítico mirando el nacimiento del hombre nuevo (1943) Salvador Dalí



Un grito profundo por la deshumanización de la humanidad.
Un grito lleno de angustia, rabia, impotencia.
Un grito que llama a no olvidar la memoria histórica de toda Europa y, en lo que nos concierne, de nuestro país.
Un grito para que la cordura se implante en los corazones de todos los seres humanos.
Un grito para remover conciencias y despertar de este letargo que vivimos dentro de un mundo deshumanizado.
Un grito para que dejemos de mirar para otro lado cuando vemos injusticias.
Un grito por la paz, la empatía, la generosidad.
Un grito.
Solo un grito de cada uno, que hará que se convierta en un estruendo, una sola voz de todos juntos para intentar y permitir que vivamos en un mundo más tolerable.
Un grito de libertad y dignidad,
un grito de solidaridad ante tanta crueldad humana,
un grito,
solo un grito de cada uno, que salga del corazón y de las entrañas.




La Libertad guiando al pueblo, Eugène Delacroix, 1830



lunes, 23 de mayo de 2016

ERNESTINA DE CHAMPOURCÍN - VIDA Y POEMAS - Una mujer relegada a un segundo plano por ser mujer en la generación del 27

" Soledades que cercan con límites de hierro
la expansión luminosa y frágil de mi vida.
¡Rompe tú las amarras que me retienen, muda,
en el hueco sombrío de mi rincón doliente!.."


Edward Hopper

* SOLEDAD

Todos van, todos saben
sólo yo no sé nada.

Sólo yo me he quedado
abstraída y lejana,
soñando realidades,
recogiendo distancias.

Cada pájaro sabe
qué sombra da su rama,
cada huella conoce
el pie que la señala.

No hay sendero sin pasos
ni jazmines sin tapia
¡Sólo yo me he quedado
en la brisa enredada!

Sólo yo me he perdido
en un vuelo sin alas

por poblar soledades
que en el cielo lloraban.

Sólo yo no alcancé
lo que todos alcanzan

por mecer un lucero
a quien nadie besaba.


Ernestina de Champourcin, poeta española nacida en Vitoria, Alava, en 1905 y que murió en Madrid en 1999, retirada y olvidada por todos.

Es otra de las poetas olvidadas, pérdidas para el presente de la generación del 27. Mujer de otro poeta Juan José Domenchina y hombre de Manuel Azaña, su secretario durante la guerra.
Otra mujer poeta relegada a segundo o tercer plano por ser mujer en la generación del 27.


Ganó el premio Euskadi de literatura en castellano por su obra Antología Poética.

Una mujer soñadora, creativa y con una sensibilidad especial, tanto que a los 86 años de edad escribió poemas como este:

"Y se va marchitando la caja de las rosas;
no tiene quien las saque y las lleve al camino.
Un airón de perfume se nos quiebra en las manos
mientras algo se muere y nace al mismo tiempo.

Se nos frustró la cita con aquella fragancia
de tan pura, invisible, ese ramo de brisa
que apenas huele a nada
y que agavilla en sí todo el amor del mundo.

Hay cosas que no son, pero que siguen siendo
gozo, nostalgia, fronda que nunca hemos plantado,
hermosura secreta que sólo fue latido".

Adquirió gran prestigio como crítica en diversos periódicos y publicaciones literarias, y autores como Alberti, Aleixandre o Guillén le confiaban sus poemarios para que los reseñara. 

Más en apenas unos años, la que parecía tener todos los visos de convertirse en una carrera literaria prolífica y exitosa, se vio truncada y relegada a un segundo plano por los avatares políticos de la convulsa España de los años treinta.

En 1939, cuando la Guerra Civil española se aproximaba a su fin, Champourcín, junto a Domenchina, con quien había contraído matrimonio en los albores del conflicto fratricida, cruzó la frontera francesa. La pareja, ambos republicanos y de izquierdas, emprendían un periplo por Toulouse y París, desde donde pusieron rumbo a México, invitados por el diplomático y escritor mexicano Alfonso Reyes, fundador y director de la Casa de España.

Poco a poco su actividad creativa se resintió (habrían de pasar casi dos décadas hasta su siguiente libro): necesitaba de una dedicación remunerada para sobrevivir. Cuando Daniel Cosío Villegas, historiador y ensayista mexicano, supo de las dificultades que atravesaba el matrimonio, les ofreció colaborar como traductores en el Fondo de Cultura Económica, editorial que había fundado en 1934. Comenzaba así el quehacer traductor de Champourcín —«para ganarme la vida», reconocía— que, a lo largo de cuarenta años, produjo una larga lista de más de cincuenta libros de literatura, historia, biografía, sociología y etnografía que la autora vertía desde el inglés, francés y portugués. El primer encargo fue una biografía de Voltaire en 1941.

La cultura hispánica a ambos lados del Atlántico se enriqueció con las aportaciones de Champourcín y otros muchos. Gracias a ellos llegaba a España la voz de los desterrados. La labor traductora de la escritora alavesa tendió un puente cultural con el que el adormilado país franquista comenzó a despertar. Regresó en 1972 a un Madrid muy alejado de sus recuerdos. Nacía así un nuevo exilio.


Partes del texto son de: