Google Translate

English plantillas curriculums vitae French cartas de amistad German Spain cartas de presentación Italian xo Dutch Russian Portuguese Japanese Korean Arabic Chinese Simplified

viernes, 10 de octubre de 2014

NADA PUEDE SER MÁS ATERRADOR QUE UNA SOCIEDAD SIN EMPATÍA


"Lo esencial es invisible para los ojos"


Por Paco Bello en Iniciativa Debate | 09/10/2014



“He aquí mi secreto, que no puede ser más simple: no se ve bien sino con el corazón;
lo esencial es invisible para los ojos.”

El principito, Antoine de Saint-Exupéry



Nada puede ser más aterrador que una sociedad sin empatía, siempre que de semejante afirmación excluyamos a un gobierno de advenedizos o a una sociedad culta e igualmente centrípeta. En cualquier caso, ahí, entre estas condiciones, se encuentra el horizonte del delirio.


Estremece leer algunas opiniones sobre qué es lo que había que hacer con Excalibur, el perro de Teresa Romero, la auxiliar de enfermería contagiada de ébola. Es consternador, y no por el desconocimiento científico que infiere, o porque suponga la constatación del poder alienante del actual modelo de relaciones el que, con total gratuidad, se apruebe el sacrificio de un ser vivo al que más allá de su condición animal le correspondió ser la rosa de algún principito.


No se trata ahora de reprochar desconocer que la inteligencia es un abstracto, y que perro no es un genérico. Esto último es algo que cualquiera que haya sabido acompañarse de uno o varios a lo largo de una vida entiende perfectamente. Tampoco es cuestión de juzgar que haya quien desconozca que no hay ni un solo caso demostrado de transmisión del virus ébola desde humanos a perros, y que por tanto, al no haber otro foco de contagio posible en una ciudad del mundo occidental, era del todo improbable que esa mascota fuera seropositiva y que actuase como vector de la enfermedad. Insisto en que todo esto no importa. Incluso no importa que la idiosincrasia local favorezca conservar una enorme carga de antropocentrismo cateto, o el debate sobre hasta dónde pueden llegar las competencias del Estado. Nada de lo dicho es irremediable en un plazo indeterminado.


Lo que sí parece irremediable, es que esas personas que han visto en ese sacrificio ritual (como de manera brillante ha señalado Santiago Alba) una decisión que no merecía mayor reflexión ni preocupación, tampoco hayan pensado, a la hora de expresar sus convencimientos, en esas otras personas para las que Excalibur sí era muy importante. Porque una cosa es que la ‘cultura de un pueblo’, eso que llamamos tradición, desprecie el valor de la vida no humana, y otra muy distinta es que ese pueblo desprecie igualmente el sentimiento humano, que es lo que da sentido a la vida.


Hay obras de arte que solo pueden ser apreciadas por un observador conocedor de la técnica, pero hay otras, las que de verdad importan, para las que con la sensibilidad es suficiente. Y cuando en un museo la obra más apreciada es un espejo, es difícil ser optimista.


Puede que resulte absurdo insistir, o que directamente no tengamos derecho a pedir que la sociedad en su conjunto sea el reflejo de nuestras querencias. O es posible que percibamos con mayor intensidad la necedad, y que magnifiquemos lo que no es más que un ruidoso residuo inevitable. Pero, al menos para mí, es una realidad perturbadora que el nivel crítico de una parte de la población no funcione ni desde el corazón.


“Lo que hace más importante a tu rosa, es el tiempo que tú has perdido con ella.”

El principito, Antoine de Saint-Exupéry








Dos artículos relacionados que son de mucho interés:





jueves, 9 de octubre de 2014

GABRIEL CELAYA - LO PURO ES DESMAYARSE EN DELICIAS SIN NOMBRE


"Tus ojos y mis ojos,
tus manos y mis manos.
Nuestros cuerpos
Escurridizos de algas.
Tus gritos y mis gritos en el alba.
Tus labios y mis labios de salitre"


Egon Schiele

Lo puro es desmayarse en delicias sin nombre,
cantar como una espuma de músicas vagas.
¡Oh amor que se va en cisnes líricos y blancos!
La brisa suspirando
pasa como una suave palidez desmayada.

Entre murmullo y sonrisa temblaba lo indeciso,
se movía entre música y palabra:
¡Delicia del instante fugitivo y sin cuerpo!
¡Dulcísima tristeza recordarlo flotando!

¡Oh amor, vuelo perdido!
Agua blanca cantando en los cauces más hondos;
Dulcísima tristeza, pureza del desmayo,
amor, rubia delicia, brisa o música vaga.







Gabriel Celaya, Hernani, Guipúzcoa, 1.911. Madrid, 1.991












miércoles, 8 de octubre de 2014

LEOPOLDO MARÍA PANERO - PROTOTIPO DE LA POESÍA TRANSGRESORA

«Ten piedad de mi larga miseria»
Le fleurs du mal
                  Charles Baudelaire






* Las linternas de la luna

«Tus ojos tienen la sed de los presos
y el amor de las salvas,
y caigo bajo la luna
que dibuja sola mi figura
en la celda del condenado a muerte
en la celda de la nada
donde los cuernos de un ciervo embisten a la razón».
«¿Qué hay en este bosque
además del esperma amarillo de los sauces?
La risa atormentada de los labios de una ninfa».
-El beso de los ahogados:
«Toco húmeda la vagina
en donde nadie me espera
oí tu voz una noche
en la cual los gatos hacían un collar de pétalos azules.
Luego había unas florecillas que olían a mierda
y una muchacha se recreaba
mirando el culo de una libélula,
era un 14 de febrero en Arrasate
mientras me mirabas el alfabeto
y el futuro yacía a los pies del desastre»





* Kafka

(De Esquizofrénicas o La balada de la lámpara azul, 2004)

Cuando amanece y ya no hay nadie
y está solo el cruel despertar

y los ojos se abren una vez más
para contemplar el fin del poema,
la tumba
en que nada hay escrito
sino un secreto
entre el hombre y el hombre
y el cuerpo
como un tambor en las sombras
como la flor de la ruina

donde los cuerpos hablan
y el agrimensor mide la ruina.





* El circo

(...) Una mujer sin rostro canta de pie sobre mi alma,
una mujer sin rostro sobre mi alma en el suelo,
mi alma, mi alma: y repito esa palabra
no sé si como un niño llamando a su madre a la luz,
en confusos sonidos y con llantos, o bien simplemente
para hacer ver que no tiene sentido.
Mi alma. Mi alma
es como tierra dura que pisotean sin verla
caballos y carrozas y pies, y seres
que no existen y de cuyos ojos
mana mi sangre hoy, ayer, mañana. Seres
sin cabeza cantarán sobre mi tumba
una canción incomprensible.
Y se repartirán los huesos de mi alma.
Mi alma. 





*Página veinte

Esperando todos los días para que venga el cierzo
para que venga el ciervo
azul como el poema, como el gamo
que corre fugitivo sobre el poema
y que sea la nada mi último poema
baba de los labios para que el hombre muera
azul sobre la página
«victorieusment fuit le suicide beau» Mallarmé lo dijo
oh belleza húmeda del suicidio
única rosa, única flor
rosa cúbica de la página
para que el hombre descubra
que no es un hombre.





Leopoldo María Panero, poeta español que falleció a los 65 años. Inconforme, vivía en un manicomio que solo dejaba para ir a la feria de libro de Madrid.

Loco, inteligente, con aura de Baudelaire o Rimbaud, y obsesionado con la muerte, el caos, el tabaco, la soledad o el sexo con sabor a absenta, Leopoldo Panero era el último poeta maldito, el que estaba al otro lado del espejo y al que solo le unía al mundo la palabra ya desquiciada.
Nació en Madrid, en 1948, sus padres fueron el poeta Leopoldo Panero, una de las mejores voces líricas de la posguerra, y la escritora y actriz Felicidad Blanc. Sus dos hermanos también eran poetas.

Arquetipo del "malditismo" y notorio militante de la izquierda radical, es autor 

de la obra poética más radical y singular de los últimos tiempos.




Aquí van varias citas suyas y la portada de un poemario:

"Quiero la libertad y largarme de este país de mierda. En España se puede mentir, robar y asesinar en nombre de Dios. ¡Pero ay de aquellos que meen en la calle!"

"Vivo dentro de la fantasía paranoica del fin del mundo y no solo no quiero salir de ella sino que pretendo que los demás entren en ella. Todas mis palabras son la misma que se inclina hacia muchos lados, la palabra fin, la palabra que es el silencio, dicha de muchos modos”.





Todas las litografías son de Zdzislaw Beksinski