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lunes, 21 de abril de 2014

ORÁCULO - IRENE SÁNCHEZ CARRÓN

Emil Nolde. Máscaras, 1911



No cruzaste aquel puente
y su remota voz de musgo
se enredará por siempre entre tus pasos.

Te dio miedo bajar las escaleras
y un negro precipicio de peldaños
se abrirá a tus pies cada mañana.

Desde hoy
todos los lechos
donde busques descanso
se llenarán de pozos
y caerán confundidos
tu rostro y sus caretas.


Irene Sánchez Carrón, nació en 1967 en Navaconcejo, pueblo situado en el Valle del Jerte (Cáceres). Extremadura.


domingo, 20 de abril de 2014

WISLAWA SZYMBORSKA - DESPEDIDA DE UN PAISAJE


"Así como no podemos sostener mucho tiempo una mirada, tampoco podemos sostener mucho tiempo la alegría". R. Juarroz


tarjeta-collage de Wislawa Szymborska



No le reprocho a la primavera
que llegue de nuevo.
No me quejo de que cumpla
como todos los años
con sus obligaciones.

Comprendo que mi tristeza
no frenará la hierba.
Si los tallos vacilan
será sólo por el viento.

No me causa dolor
que los sotos de alisos
recuperen su murmullo.

Me doy por enterada
de que, como si vivieras,
la orilla de cierto lago
es tan bella como era.

No le guardo rencor
a la vista por la vista
de una bahía deslumbrante.

Puedo incluso imaginarme
que otros, no nosotros,
estén sentados ahora mismo
sobre el abedul derribado.

Respeto su derecho
a reír, a susurrar
y a quedarse felices en silencio.

Supongo incluso
que los une el amor
y que él la abraza a ella
con brazos llenos de vida.

Algo nuevo, como un trino,
comienza a gorgotear entre los juncos.
Sinceramente les deseo
que lo escuchen.

No exijo ningún cambio
de las olas a la orilla,
ligeras o perezosas,
pero nunca obedientes.
Nada les pido
a las aguas junto al bosque,
a veces esmeralda,
a veces zafiro,
a veces negras.

Una cosa no acepto.
Volver a ese lugar.
Renuncio al privilegio
de la presencia.
Te he sobrevivido lo suficiente
como para recordar desde lejos.





Wislawa Szymborska, (Polonia, 1923-2012), (además de escritora y premio nobel, se sentía artista. A ese ámbito de su capacidad creadora se dedicaba con pasión en su tiempo libre. Hacía tarjetas-collage desde su juventud que después enviaba a sus amigos y conocidos). 


"Nada sucede dos veces ni va a suceder, por eso sin experiencia nacemos, sin rutina moriremos"

sábado, 19 de abril de 2014

POEMA TONTO V - SILVIA DELGADO


(A veces el miedo nos
corta las alas,
ata nuestras manos
y nos atenaza la mirada)


Didier Lourenço


Soy una mujer y tengo miedo.
No a la muerte que ha de llegar tarde o temprano.
No a la soledad que tantas veces me hace compañía.
Tengo miedo a despertarme un día entre bostezos, a mirar pa otro lado, a dejar por las esquinas la ternura con la que contemplo el mundo.
Tengo miedo a cerrar por dentro mi corazón, a coser sus párpados, a sellar sus labios.
Tengo miedo a dejarme caer y clavar las rodillas en una rendición egoísta.
Tengo miedo a que tú ya no me importes.

O tú,
o tú
o tus banderas.

Tengo miedo, joder.
Tengo miedo a perder el coraje.
Tengo miedo a firmar con la indiferencia un armisticio.
A declararme en permanente apatía.

En definitiva:

Tengo miedo a vivir esta vida sin una pizca de rebeldía.


POEMA TONTO V - SILVIA DELGADO - (Ella, Silvia, lo dice mejor, sus palabras me taladran, por tanta certidumbre)

http://silviadelgadofuentes.blogspot.com.es/


viernes, 18 de abril de 2014

LO INNOMINADO - JOSEFA PARRA


Una tristeza del tamaño de un pájaro. 

Un aro limpio, una oquedad, un siglo. 
Este pasar despacio sin sonido, 
esperando el gemido de lo oscuro. 


Vicente Aleixandre


William Etty

Lo sabíamos ambos,
por eso era superfluo repetirlo (también eso sabíamos),
aunque a veces la noche se encarnizara en darnos
las palabras más bellas, por si acaso crecían.

Esas veces que faltaba un mal minuto
para que hubiese chispas rodando por el suelo,
y había que apartar los ojos, y amarrarse
los lazos casi sueltos de la triste cordura.


Porque también sabíamos que era cosa de locos,
desvarío extremado (aunque, sí, delicioso)
y que era necesario extirparlo de golpe,
o sacarle los ojos, o cortarle las manos,
para que no saliese
a la luz y mostrase
su inocencia perfecta, que no iba a entender nadie.


Josefa Parra, De "Elogio a la mala yerba" 1996