Tus labios de manzana
sobre la piel golosa de mis ingles
toda la noche (di, ¿qué pensarías?),
tu saliva frutal levemente aromando
el hambriento contorno de mi vientre...
Qué cosecha tan dulce
(semillas y caricias y extravíos)
para un mundo sin sol.
Dime, ¿no acudirías
si también esta noche te convoco a mis sueños?
De los sueños, Josefa Parra